viernes, 19 de noviembre de 2010

Capítulo #29

Esa pregunta, sinceramente no se, tal vez algún día llegaría, pero no pensé que sería tan rápido.
— ¿De que hablas? ¿Entre Joe y Yo? Nada, ¿Por qué lo dices?…—comencé a reír, como si lo que había preguntado fuera una idea suya.
—Oh vamos Alex, sabes de que te hablo, hay cierta… bueno no se, pero yo veo cierta atracción entre ustedes dos, es como si fuera una burbuja, y ustedes estuvieran dentro.
—Ah…—gire los ojos—. ¿Ya vio la hora que es? Nos faltan tiendas por recorrer—me puse de pie y tome las bolsas de mercancía que traíamos.
—No muchachita—me jalo y me sentó de nuevo en la silla—. El que calla otorga, así que me acabas de otorgar mucho.
—Denise, el esta con Camilla, yo solo salgo sobrando.
—Oh amor, claro que no, la que sobra es ella… no se compara en nada contigo y no lo digo por que te quiero, solo que son muy diferentes y tu a Joe, lo traes babeando.
—Pero ya no importa, tomamos una decisión… o mas bien al parecer fui yo la que la tomo, pero era lo mejor para los dos… aunque duela.
— ¿Y cual fue esa decisión?
—Olvidar lo que sentimos… pero Denise, yo no puedo olvidar lo que siento por el, lo quiero y mucho.
— ¿Entonces por que la tomaron? Sinceramente, eso es algo egoísta de parte de los dos.
—Por que, tiene novia, ya lo dije y no podría hacerle eso a Camilla, por mas que me odie.
—Tienes un corazón tan bueno Alex, pero es mi hijo y no lo quiero con ella, así que Lucha por lo que quieres…—me estrujo la mano y me sonrió—. Vamos cariño, tenemos un vestido por comprar.

Salimos de la cafetería y seguimos recorriendo tiendas, sin éxito alguno. No buscábamos nada del otro mundo, solo un sencillo vestido, no tan elegante para un baile de preparatoria ¿Qué tan difícil podría ser? Una tienda algo glamorosa llamo nuestra atención y decidimos entrar.

Tome varios vestidos y entre al probador, mientras Denise me esperaba afuera, me puse algunos, pero no me gustaba como se me veían, estaba apunto de darme por vencida, cuando Denise, golpeteo delicadamente la puerta de mi probador.
—Creo que encontré el indicado—dijo con una sonrisa blanca y extensa.
—Ojala, porque ya estoy realmente agotada.
—Lo es, te gustará.
Tome el vestido y cerré la puerta, me comencé a despojar de mi ropa nuevamente y me lo puse. Se me veía realmente lindo, mis labios comenzaron a curvearse y mis ojos brillaban.
— ¡Lo es!, ¡Es el vestido perfecto!—grite y Denise solo rio fuera.

Salí del probador con el vestido en mano, tome la mano de Denise y la dirigí hasta el mostrador para pagar por el vestido. Lo coloque con cuidado sobre la barra y comencé a hurgar dentro de mi bolsa buscando mi cartera.
— ¿Qué es lo que haces?
—Busco mi cartera…—respondí sin mirar.
— ¿Estas loca, Cariño? Será un regalo de tu futura suegra
— ¿Ah?—la mire confusa, mientras sentía como mis mejillas comenzaban a colorearse de rojo—. Oh no, Oh no… No hablas en serio, Denise, no es por ser grosera, pero no eres mi futura suegra, aunque me encantaría, no lo tomes a mal… pero es algo caro y no quiero que lo pagues tu.
— ¿De que hablas? , ¿A caso te pregunte?, no ¿verdad?, entonces… si no es como tu futura suegra, tómalo como un obsequio de una amiga muy cercana, casi como una mamá—me sonrió y yo le devolví una sonrisa apenada—, Bien, eso lo tomare como un esta bien.
Saco su tarjeta de crédito y la cajera la deslizo por una ranura, guardo mi vestido en una caja blanca, para después colocarlo en una bolsa.
Salimos de la tienda felices por haber encontrado el vestido y los accesorios indicados, pero más, por haber terminado el recorrido agotador del centro comercial.

Llegamos a casa, eran exactamente las 9pm y al entrar, todos los hombres presentes, que en este caso eran 5, se encontraban sentados en la sala, esperándonos, ya que según ellos, no sabían a donde habíamos ido, o mas bien, sabían, pero, pensaron que llegaríamos mas temprano.
Al parecer aún no terminan de comprender la frase “Tarde de chicas, Tarde de compras”.

Subí a mi habitación a dejar todo lo que habíamos comprado y para darme una ducha.
Mañana seria el ultimo día de clases, 3 meses, casi 4, de vacaciones y pasaría a mi ultimo año de preparatoria y que mejor que cursarlo con uno de mis mejores amigos, Nick.

Salí de ducharme y me puse una bata y una toalla enredada en la cabeza. Me senté en mi cama, con la laptop sobre las piernas, inicie sesión y después recordé que tenia un poco olvidada a “Peach”, cerré la sesión nuevamente y la inicie en el otro correo, en cuanto se abrió mi sesión, me apareció la ventana de Joe acaba de cerrar sesión, maldije en voz baja, tenia ganas de hablar con el, anhelaba hacerlo.

Lo extrañaba tanto, extrañaba sus chistes, sus brazos recorrer mi cintura para así estrecharme en un agradable abrazo, sus besos… No podía vivir así, debía hacer algo al respecto… tal vez alejarme un tiempo de Joe, me ayudaría a olvidarlo, pero esa seria una decisión que tomaría en vacaciones.

Me levante y me coloque mi pijama, me quite la toalla de la cabeza, y me cepille el cabello, dejándolo caer sobre mis hombros, como una cascada. Camine hacia el balcón, hice a un lado las delicadas cortinas y me recargue en el barandal, la suave brisa acariciaba mis mejillas, no hacia frio, pero tampoco hacia calor. Cerré los ojos y recargue mi barbilla sobre mis manos, para comenzar a llevar mi mente, hacia donde pertenecía mi corazón, Joe.

Comencé a fantasear en como seria mi vida con El; En como seria, si Camilla no estuviera en medio, En como seria si Joe, intentara luchar por “nuestro” amor. Me estremecí, Y si… ¿Y si, Joe no luchaba por nuestro amor, por que no era nuestro, solo mío?
Abrí los ojos con cierta decepción, al oír que alguien gritaba delicadamente mi nombre, voltee para los lados y no vi a nadie.
—Aquí abajo.
Dirigí mi vista hacia abajo, ahí estaba Joe, con esa sonrisa que solía elevarme al espacio, sonreí levemente. Era como si con mis pensamientos lo llamara.
—Ah Joe…—intente serenar mi voz, para darle la impresión de que se me hacia indiferente su presencia—. ¿Qué haces aún despierto a estas horas?
—Lo mismo me pregunto, ¿que no tienes clases mañana?—asentí—. ¿Y por que sigues despierta?
—Estaba pensando…
— ¿En que pensabas?
—Cosas… solo pensaba en cosas—suspire.
Esta escena, de Joe abajo y yo en el balcón se me hacia muy parecida a una obra de Shakespeare.
Joe miraba a los lados como buscando algo.
— ¿Qué haces Joe?—inquirí divertida, al ver lo cómico que se veía.
—Intentare algo…
— ¿Qué?
— ¿Has oído hablar de Romeo y Julieta?—asentí—, pues algo similar.
—No te entiendo…
—Solo, espera…

Se movió de su lugar y camino hacia a la casa, yo me incline para buscarlo pero no lo veía, no podía gritar, ya que era tarde y había 5 personas dentro dormidas.
Comencé a oír algunos cómicos quejidos, provenientes de el lado izquierdo de mi balcón, me asome y vi a Joe, tal cual un mono, trepando las ramas de un árbol, pero este no era un árbol, era un adorno en forma de escalera que había al lado de mi habitación.
—Joe ¿Qué haces? Estas loco, Te lastimaras…—me lleve la mano a la boca y me acerque para estirarle mi mano y ayudarlo a subir.
—No, no me ayudes yo puedo solo—gruño levemente.
Me aleje, para darle espacio y que pudiera saltar a mi balcón.
Brinco hacia mi balcón haciendo un ruido.
— ¿Estas loco? Que te pasa Joe, si te ven aquí tus papás—hablaba más por Paul, ya que Denise lo sabia—. Nos ira mal, es tarde además los vecinos pueden malinterpretar… aparte, ¡Te pudiste haber caído y lastimado!, no sabría que hacer si…—baje un poco la voz—… si te pasara algo. —termine en un murmullo.
Joe camino hacia mi, tomo mis manos y les dio unos suaves y delicados besos.
—Joe… no…—coloco su índice sobre mis labios, yo solo lo miraba sin comprender.
—Calla…—susurro.
Tomo mi cabeza con sus grandes y protectoras manos y comenzó a inclinar su rostro hacia mi.
—Por favor No, Joe…—dije murmurando.
—Déjate llevar… por favor Alex, yo te quiero…
Cerré mis ojos y el comenzó a inclinarse mas y mas, mientras me acorralaba en la pared, hasta que logre sentir la presión de sus gruesos y a la vez delicados labios sobre los míos, era un beso desesperado, que se tornaba delicado, pero siempre, sin dejar de ser agradable. Enrede mis brazos en su cuello y el los suyos en mi cintura. Al culminar el beso, por inercia me aferre a sus brazos, escondiendo mi rostro en su pecho y el recargo el suyo sobre mi cabello, algunas veces dándome unos leves besos en la frente.

Era mi Romeo y yo su Julieta… ¿tendríamos un trágico final de amor, como el de la historia? Espero que no.

4 comentarios:

  1. aii lo amee!!! ii espero qe no haya un trajico final como el de romeo ii julieta:S aii escribis muuuuuuiiii bien! seguila! amo tu nove♥!

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  2. awww
    q tierno el cap
    en serio, me sacaste
    muchas sonrisas ♥
    amo como escribes...
    no tardes en subir,
    por favor.

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  3. Aww! Besos! Lo que le faltaba a tu historia!

    No mentira! A tu historia no le falta nada!

    ME encanta!

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