En cuanto desperté, lo primero que hice fue llamar a Dylan. Había
pensado en todo mientras intentaba dormiré, y eso que había visto entre sueños,
me había puesto a pensar.
Dylan aun seguía en la ciudad, así que fue fácil, quedamos para desayunar y
después el tomaría su vuelo de regreso a Dallas.
Me puse unos jeans, unos botines y una camisa que dejaba descubierto un poco mi
hombro, me cepille el cabello y me puse un poco de maquillaje, para ocultar las
ojeras de no haber dormido bien la noche anterior. Baje las escaleras y vi que
mi madre, estaba sentada sobre uno de los taburetes de la cocina leyendo el
periódico aun con su pijama.
— ¿Alex? ¿Qué haces despierta tan temprano? —pregunto extrañada.
—Quede con Dylan, ya decidí lo que hare y hablare con él. —dije mientras sacaba
del refrigerador una botella de agua.
— ¿Y qué decidiste?
—Te platicare después, no tarda en llegar… después de desayunar lo llevare a su
hotel.
Justo en cuanto termine de decir esa frase, Clara, la señora que nos ayudaba en
la casa, le abría la puerta a Dylan, mire a mi mamá y ella me sonrío en señal
de apoyo.
—Bueno, yo me iré a arreglar. —dijo mientras saludaba de beso a Dylan. —Que
tengas buen viaje.
Dylan me sonrió y yo le sonreí de vuelta, pero no de la misma manera, estaba
esperando que la decisión que había tomado, no nos afectara ni a mí, ni a Joe y
mucho menos a Dylan.
— ¿Nos vamos? —dije.
Abría la puerta de la casa, y alguien corrió de mi buzón. Me sentía
observada, pero no le tome importancia. Subí a mi auto, mientras Dylan subía al
lado del copiloto.
Durante el trayecto al restaurante, él intentaba que yo hablara de lo que le
quería decir, pero yo me negaba y cambiaba el tema.
.
Pedimos una mesa y caminamos hacia ella. En cuanto nos sentamos, un
mesero llego y nos dio el menú, pedimos y en cuanto se fue, Dylan hablo.
— ¿Ahora si me dirás que pasa?
—No sé cómo empezar…—dije tímida sin verlo a los ojos. Suspire.
— ¿Qué tal si empiezas por el principio? —dijo serio, yo sentía dentro de mí,
que Dylan sabia hacia donde iría esta plática.
El mesero nos trajo nuestro desayuno. Yo lo mire y se me quito el hambre.
—Dylan… sabes que te estoy eternamente agradecida y que te quiero muchísimo…
pero…
—Pero ya no podemos seguir novios. —me interrumpió. Yo lo mire con los ojos
bien abiertos. — ¿Es eso lo que me quieres decir?
—Si…—baje la vista intentando que no viera que estaba a punto de llorar.
— ¿Es porque estás en Los Ángeles y viste a Joe? —me pregunto serio.
— ¿Qué? —lo mire. — ¡no! Joe no tiene nada que ver, soy yo. Él ni siquiera ha
hablado conmigo…—mentí.— Dylan, nunca te he mentido, tu sabes que no lo he
podido olvidar, intente hacerlo contigo, intente que funcionara lo nuestro,
pero no… me di cuenta de que te quiero demasiado… pero no de la manera en la
que tú me quieres, siento que yo intentaba pagarte todo lo que hacías por mí y
mi madre saliendo contigo e intentando enamorarme de nuevo, pero no era justo
ni para ti, ni para mí. Tú me amas, Dylan… pero yo no. —guarde silencio,
intentando calmar el nudo que tenia dentro. Dylan solo miraba sus manos. —
¿Nunca te has enamorado de tal manera que sientes que esa persona te
complementa? ¿Nunca has dicho que darías la vida por esa persona? ¿Qué darías
todo y que harías de todo para hacerla feliz? ¿Nunca has pensado qué Dios la
mando solo y exclusivamente para ti? ¿Qué no puedes ver tu vida sin ella, ya
que simplemente esta tan dentro de ti que no la puedes sacara, porque ese es su
lugar…contigo? ¿Nunca lo has sentido? —lo mire con lagrimas en los ojos, pero
el no me miraba. — Dylan, mírame. —dije con la voz ronca, el me miro. Sus ojos
azules, estaban cristalizados, sentí una punzada en el corazón. Lo estaba
haciendo sufrir. — ¿Nunca lo has sentido? —repetí.
— Alex… —suspiro. —si lo he sentido, lo estoy sintiendo en estos mismos
momentos contigo. Yo te amo y daría todo lo que fuera para que seas la mujer
más feliz del mundo…—guardo silencio. Y me miro directamente a los ojos— Y si
para que tú seas feliz, necesitas estar con Joe… me haré a un lado y guardare
los mejores momentos que hemos pasado juntos, solo para mí. —se puso de pie y
camino hacia mí, me tomo la mano y me miro. —Te amo, Alex. Espero que todo se
arregle entre ustedes y sean felices. Y deseo de todo corazón, que Joe sepa
valorar la mujer que tiene en frente, Porque si yo me entero, de que no te hace
feliz, regresare y luchare por ti. — se acerco a mi oído y me susurro un te amo, para después besar mi frente. —Suerte
en todo. —dijo despidiéndose de mi, y dejándome sola en aquel restaurante.
Las lágrimas amenazaban con salir, me sentía fatal, pero esperaba haber hecho
lo correcto para todos. Pedí la cuenta, salí del restaurante, me subí al auto y
comencé a conducir sin rumbo fijo.
Estuve manejando por unos minutos, hasta que llegue al panteón donde se
encontraba mi papá.
Me baje del auto y camine hacia su tumba, me senté sobre de ella y comencé a
hablar con él. Las lágrimas salieron, intentaba calmarme, pero no pude. Me
recosté y me quede profundamente dormida.
No se cuanto tiempo estuve ahí, cuando abrí los ojos, el cielo estaba gris,
estaba a punto de llover… Me despedí de mi padre y camine hacia al auto. Me
limpie las lagrimas y comencé a manejar de regreso a casa.
La lluvia comenzó a caer, a penas y podía ver la calle. Al llegar, deje el auto
fuera, no tenia ánimos de meterlo a garaje. Camine hacia el buzón, ya que el
aviso de nuevo correo estaba recto. Saque un par de sobres y comencé a revisarlos
de camino a la puerta, cuando un sobre rosa pálido, con mi nombre escrito a máquina
llamo mi atención. Deje sobre la mesa de la entrada todos los sobres restantes.
— ¡Mamá, ya llegue! —grite.
— ¿Qué paso con Dylan? ¿Cómo te fue? —dijo mientras bajaba rápidamente las
escaleras.
—Terminamos, fue triste mamá, pero creo que fue lo mejor, me dolió verlo así…
estaba a punto de llorar. Al final, me dijo que me amaba y que me deseaba lo
mejor, se fue y me dejo sola en el restaurante, sin tiempo de decir algo.
—Que triste, pero no podías esperar que todo siguiera igual. No te preocupes
por él, hija. Lo tomo de la mejor manera, pensé que se negaría a dejarte.
—Si bueno, yo también. En unos días le llamare para decirle algunas cosas… no sé...
—De acuerdo—guardo silencio y cambio de tema. —Corazón, iré a visitar a unas
amigas, quedamos para jugar cartas, no pude negarme, dicen que debo distraerme…—dijo
sin ganas. — ¿Crees que deba ir?
—Si mamá, ve, te hace falta ver a tus viejas amigas.
—De acuerdo, iré por unas horas. No tardo. —se puso de pie, beso mi frente y
salió de la cocina.
Escuche como el auto arranco así que camine hacia la sala y me senté en el sofá
con él sobre rosa en mis manos.
Lo revise antes de abrirlo, ya que no tenia destinatario, dirección, ni mucho menos
estampilla postal, además de que solo tenía escrito “Alex”, así tal cual, sin apellidos.
Era demasiado extraño.
Lo abrí con cuidado, y saque una hoja blanca, la desdoble y solo al ver que
estaba escrita a mano y que esa letra yo la conocía, mi corazón comenzó a latir
amenazando con salirse.
Me acurruque en el sofá y comencé a leer.
Alex:
Se que se te hará extraño que te este escribiendo esta carta, pero no pude
esperarme más a que te animaras a llamarme. Odio aparecer de la nada de nuevo y
mover todo esto, pero todo lo que siento me estaba quemando y no tengo la
manera de explicarte todo… la verdad es que escribirlo es más difícil que
hablarlo pero no tenía otra opción ¿sabes cuantas veces he empezado esta carta?
10, y las 10 veces la he terminado haciendo una bola de papel y botándola en el
cesto de basura.
Bueno, dejare de decir cosas que no tienen nada que ver con esto, solo que
estoy buscando las palabras correctas para hacerte entender todo… ¿Por qué es
tan complicado?… no lo sé… pero bueno, intentare hacerlo bien.
Alex, nunca quise decir las cosas que te dije, para hacerte llorar… ¿puedo
decir lo siento? Es difícil de olvidar y si me encantaría borrar todo los errores
que cometí. Cuando te fuiste a Dallas, no entendía nada, no sabía porque me
dejabas o más bien no quería saberlo, pero sabía que tenías tus razones, a
pesar de que no quería entenderlas.
Esa noche, te vi llorar, pero ya era demasiado tarde, no sabía porque estaba
haciendo eso, si yo te amaba. No lograba entender el porqué estaba con Camilla…
tú eras la única que me escuchaba cuando hablaba de mis problemas con ella,
hasta que un día de la nada, nos alejamos… no fue tu culpa y sé que no fue mi
culpa, porque al final descubrí que todo lo que paso, lo había planeado ella.
No lo quería ver, estaba cegado… lamento haberme dado cuenta tarde de esto, de
no haber escuchado a Nick y a Kevin… y claro, a ti, sobre lo que estaba
haciendo Camilla.
Aun
no recuerdo todo, fui a preguntar y la señora que le había vendido todas esas
porquerías, me dijo que iría recuperando poco a poco todo, porque según ella el
verdadero amor nunca muere…
¿Recuerdas
cuando grabamos nuestros nombres en aquel árbol y me dijiste que me amabas?
¿Recuerdas cuando me llevaste la segunda vez, para que yo lograra recordar?
Lo siento por todo el dolor que te hice sentir, me odio por eso, me odio por
haberte hecho llorar, y sobre todo me odio, porque por mi culpa, te fuiste y
encontraste el amor… más bien eso me duele, me duele porque tú me amabas y
dabas todo por mí y yo te empuje a sus brazos inconscientemente… ya que si tu y
yo siguiéramos juntos, solo habrías ido a Dallas a recoger a tu mama y te
hubieras regresado, pero ahora vivirás allá… ya no tienes nada por lo cual
quedarte en los Ángeles.
No sabes cuánto tarde en decidirme por fin en llamarte, pero cuando lo hice, tu
no quisiste hablar conmigo… y te escuche llorar de nuevo, y me estaba matando
la idea de que era por mi culpa, lo que más odio de todo lo que odio, es que hayas
llorado por mí, por un imbécil que se dejo llevar.
Después
de esa llamada, decidí no hacerlo de nuevo, pero después descubrí que teníamos
unos conciertos en Dallas, y que era la oportunidad que tal vez Dios me había
dado para poder arreglar todo, pero de nuevo, me equivoque. Tarde en encontrar
tu dirección ya que Nick no me la quería dar por nada del mundo, así que tuve
que revisar sus correos para poder sacarla. Un día al terminar uno de los
conciertos, iba directo a tu casa, pero logre escuchar a Nick y a Kevin hablar
de ti y de tu novio. Así que no fui, eso fue lo que me detuvo, no porque no
quisiera hacerlo, me dije a mi mismo que tú estabas feliz, y que si yo llegaba,
te arruinaría esa felicidad que yo no te había dado.
Lo
único que sé y que es lo que en realidad importa, es que a pesar de todo y de
todos, yo te sigo amando. Yo daría todo por ti, daría mi vida si fuera
necesario, tal vez esto ya no sirva, porque tu estas enamorada, solo quiero que
sepas, que nada de lo que paso había sido mi intención…
Soy un estúpido, ¿puedes creer que pueda escribir canciones con mis hermanos,
pero una maldita carta sea más difícil?
No se que mas decir, solo que te amo y que espero algún día me perdones.
Todo
lo que siento por ti, lo he escrito aquí… aunque siento que estas simples
palabras se quedan cortas en todo lo que siento… porque las palabras no lo son
todo…
Te
Amo Alex… demasiado.
Espero seas feliz al lado de la persona con la que estés y que logres todo lo
que te propongas, aunque sé que lo harás, eres la persona más cabeza dura que
he conocido en toda mi vida. Eres espectacular, asombrosa… eres tan perfecta…
demonios… ya no se que mas escribirte…
Solo…
lo siento.
Joe.
Termine de leer la
carta y con lagrimas en los ojos salí de mi casa, aun seguía lloviendo pero no
me importo, corrí hacia su casa y toque fuertemente la puerta. Nadie abría, me
asome por la ventana y todo estaba apagado. Me agarre la cabeza frustrada ¿Dónde
estaban? Necesitaba hablar con Joe. Me senté en unos de los escalones de la
entrada y con la lluvia cayendo sobre de mi, decidí quedarme a esperar.
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No me gusto mucho como quedo este capitulo, o sea, si pero no(?) en fin, espero sus comentarios y opiniones!
gracias por leerla :D
<3