Los rayos del sol se asomaban por la cortina. Yo abrí los ojos y me encontré con Dylan, a mi lado aun durmiendo. Sonreí.
Me puse de pie y baje hacia la cocina. Había sido una buena noche, me había quedado dormida en sus brazos, mientras el besaba mi cabello.
En la madrugada, me había sentido con miedo. Me había despertado de una pesadilla, o no sé, pero realmente me había dejado un mal sabor de boca. Me sentía ansiosa, como si presintiera algo.
Camine descalza hacia la alacena, y saque de ahí una bolsa de harina para panqueques… ¿era algo bueno para desayunar a las doce de la tarde? No lo sabía, pero al menos era algo ligero para poder aguantar hasta la hora de la comida.
Mientras batía los huevos y le agregaba la leche, se me vino a la mente lo que estuvo a punto de suceder entre Dylan y yo. Agradecía que no haya pasado nada, porque no me sentía preparada para ese paso… y menos de si quería darlo con Dylan… Lo quería, pero Joe… ¿estaba mal que siguiera pensando en él y queriéndolo? Era feliz con Dylan, tal vez debía a hacer algo, para así sacar definitivamente a Joe de mi corazón, aunque me doliera. Pero aquí estaba segura, y sabia que con Dylan no me faltaría nada.
Escuche como bajaban la escalera, levante la vista y vi a Dylan parado frente a mi acomodan su camisa dentro del pantalón.
— ¿Cómo dormiste? — dije sonriente, pero no me respondió. — ¿Qué pasa? ¿Ya te vas?
—Nos vamos, Alex. —me miro serio.
— ¿Cómo? No entiendo…—dije confundida, mientras dejaba la masa de los panqueques.
—Me llamaron de Los Ángeles…—decía mientras caminaba hacia mí, pero me seguía mirando serio. Algo pasaba.
— ¿De Los Ángeles? — repetí aun mas confundida. — ¿Y qué tengo que hacer yo en Los Ángeles?
No entendía nada.
—Alex… —me tomo de las manos. — Es sobre tu papá.
(…)
Tomamos el primer vuelo a Los Ángeles, Dylan no me dijo nada más. Solo me dijo que tenía que ver con mi papá y que debía ir con él.
Tenía miedo de lo que me podría decir ¿Después de tantos meses, sin saber de él que podía esperarme ahora?
— ¿Crees que deba llamarle a mamá? —rompí el silencio. El me miro enternecido y a la vez preocupado.
—Si, creo que debes decirle que venga.
—Dylan…
—No diré nada más del tema hasta que lleguemos, Alex.
Aterrizamos, y en cuanto pasamos la salida, un auto nos estaba esperando ya afuera. Nos llevo hacia un hospital, al que nunca había ido. No quería pensar en esto, quería pensar que era una sorpresa agradable, pero cuando llegamos al hospital, deduje que no era ninguna sorpresa y mucho menos agradable.
— ¿Qué hacemos aquí? — cuestione con un deje de miedo en la voz.
— ¿Qué te dijo tu mamá?
— Que tomaría el primer vuelo…
— De acuerdo, esperémosla.
||Joe||
Los días en los que estuvimos en Dallas, no tuve el atrevimiento de ir a buscarla, me daba pánico su rechazo, porque la verdad es que la quería… había sido un idiota, y ahora me encontraba lamentándome en mi habitación. Sabía que Nick y Kevin la habían visto, y eso me molestaba más.
— Eres un cobarde. — me dije a mi mismo, mientras me golpeaba el rostro con la palma de mi mano.
El teléfono sonaba… y seguía sonando, nadie respondía.
— ¡El teléfono está sonando! — grite asomándome por la puerta de mi habitación.
— ¿Y porque no respondes tu Joseph? —dijo mi papa saliendo de su habitación, con el teléfono en la mano.
De pronto salió Nick corriendo de la suya… ¿Qué pasaba? No me importaba, así que me introduje de nuevo en la mía y me tumbe en la cama…
Me encontraba concentrado tocando la guitarra, cuando alguien colocaba su mano sobre mi hombro. Me gire y la vi ahí, para detrás de mí con ese color de ojos que me encantaba, con esos labios rosados y perfectamente delineados sonriéndome. Su cabello volaba inundando de su olor toda la habitación.
Me puse de pie y la rodee con mis brazos, ella coloco sus delicadas y perfectas manos sobre mi pecho, sin dejar de sonreír.
— Siento todo lo que ha pasado…—comencé a decir, pero ella me interrumpió poniendo su dedo índice sobre mis labios.
Se puso de puntillas, yo cerré los ojos y ella roso mis labios con los suyos… después los abrí y vi que me miraba divertida, estaba jugando conmigo… Pero ahora, yo deseaba besarla.
Su índice recorría el contorno de mis labios, para terminar haciendo una línea en mí pecho. Yo la miraba, era perfecta… simplemente eso, perfecta…
Ella se percato de que la miraba con insistencia, sonrió de nuevo mientras se encogía de hombros y se ponía de puntillas de nuevo. Se acercaba a mi oído y susurraba algo que no había logrado entender. Se separo lentamente de mí, pero se detuvo en mis labios de nuevo, ahora solo besando la comisura de estos. ¿Qué intentaba? No me importaba, yo seguía sujetándola a mi cuerpo, mis brazos rodeaban su delicada y bien delineada cintura… ella vestía un vestido algo vaporoso color blanco…
La besaría, estaba muriendo por hacerlo. La pegue mas a mi e incline mi cabeza hacia ella, y cuando mis labios iban a tocar los suyos, ella había desaparecido enfrente de mí.
Comencé a voltear a todos lados y caí en la cuenta de que ya no estaba en mi habitación, me encontraba en medio de la nada, me estaba comenzando a desesperar, cuando volvieron a poner de nuevo una mano sobre mi hombro. Al toque, una oleada de tranquilidad me invadía, sonreí al verla de nuevo. Ella rio, su risa era como un canto angelical, ¿podía ser más perfecta? ¿Era real?
Ella comenzó a caminar hacia mí con una sonrisa seductora, mientras sus caderas se movían… parecía que volaba, su caminar era tan delicado… como toda ella.
Volvió a poner una de sus manos sobre mi pecho, mientras con la otra jugaba con mi cabello… yo la miraba embelesado… Coloque una de mis manos en su cintura, mientras que con la otra, acariciaba su mejilla… Ella me sonreía, mientras apoyaba su cabeza sobre mi pecho, yo la abrazaba, fuerte pero a la vez delicadamente… Cuando todo lo blanco del lugar, se comenzaba a poner gris… ella se separaba de mí abruptamente, comenzó a caminar, sin dejar de ver detrás de mi… ¿A dónde se había ido la luz? Me gire en dirección de su mirada y comprendí todo, ¿Qué hacia ella ahí? ¿Qué hacia arruinando esto? Todo era tan perfecto, hasta que ella había aparecido.
Me gire de nuevo hacia mi ángel, ella me miraba triste, una lagrima caía sobre su mejilla… se iba alejando poco a poco.
— ¡No, no te vayas! —dije mientras veía como se desvanecía frente a mí, y la otra comenzaba a reírse descaradamente.
Me desperté agitado, no era la primera vez que soñaba esto… no era la primera vez que soñaba esto, y en mi sueño estaban Alex y Camilla… Todo era culpa de ella… y mía, claro, si no hubiera sido por esa segunda oportunidad, nada de esto habría pasado. Quería a Alex, demasiado.
Me pare de la cama y fui hacia al baño a lavarme la cara. Necesitaba hablar con Nick… debía volver a Dallas.
||Alex||
¿Y ahora qué? Me encontraba aislada en una sala del hospital, junto con Dylan, esperando a mi madre. No dejaba de ponerme nerviosa… Ya sabía, todo esto era tan obvio. ¿Por qué no decirlo y ya?
Vi que alguien se nos acercaba, era mi madre, que venía acompañada de mi tía. Mi mama venia preocupada, y no es para menos, recibir una llamada de tu hija, pidiéndote que vinieras a Los Ángeles de urgencia, y quedando en el hospital, podría asustar hasta a al madres mas mala. Me puse de pie y camine hacia ella.
—Mamá…Tía…
— ¿Qué paso con tu papá? —dijo mi madre mirándome, yo solo me encogí de hombros. Dylan se paro detrás de mí, mientras ponía su mano en mi cintura.
—Señoras. —dijo Dylan a modo de saludo. —Acompáñenme.
Dylan, me tomo de la mano. Haciendo que lo siguiéramos. Caminamos por un largo pasillo, que se sentía desolado y frio. Entramos a otra habitación, en la que había un señor regordete y una enfermera, al parecer esperándonos. Yo mire a Dylan, y el solo me mostro una sonrisa torcida. El sabía en lo que estaba pensando. No era algo bueno.
—Por favor, siéntense. —dijo un señor regordete que se encontraba detrás del escritorio. Deje que mi tía y mi madre se sentaran. Yo me quede de pie con Dylan. — Como sabían, o sabrán ahora, nosotros junto con el joven —señalo a Dylan. — Estábamos detrás de la búsqueda del señor John Farrella.
— ¿Estaban? —dijo mi madre. — ¿quiere decir que ya no lo buscaran? —comenzó a perder el control. Yo puse mi mano sobre su hombro.
—Si, estábamos, la búsqueda ya termino, y encontramos al señor—mi mamá iba a decir algo, pero yo impedí que hablara, apretando su hombro, ella guardo silencio y escucho atenta. — Pero lamento decirles, que lo encontramos sin… vida.
Yo mientras escuchaba esas palabras, que ya veía venir, sentí como si un cubo de agua helada me cayera encima. Mi mamá comenzó a llorar desconsoladamente, mi tía intentaba calmarla, pero al igual que ella, estaba llorando.
— Así que está muerto…—logre decir en un susurro que todos lograron escuchar. Mi voz se escuchaba diferente, como si estuviera a punto de llorar, pero las lágrimas no salían. Dylan, apretaba mi cintura delicadamente, mostrándome su apoyo.
—Lo sentimos mucho… El cuerpo, está en la habitación de junto, por si quieren pasar a despedirse de él. Lo lamento mucho. —suspiro. —Con su permiso, los dejare solos. — Dijo mientras se ponía de pie y nos dejaba solos en la habitación.
—Señora…—dijo Dylan mientras se separaba de mí y se agachaba frente a mi madre. — ¿Quiere pasar a verlo? —mi mamá, miro a Dylan, con lagrimas en los ojos.
—No, no puedo. Prefiero quedarme con la imagen que tenia de él, de su perfecto rostro y sus ojos azules… no quiero verlo tendido en una plancha. —y lloro de nuevo. Dylan la abrazo.
Yo me gire y perdí mi vista en el ventanal, me dolía el pecho, como si tuviera algo atorado. ¿Por qué no lloraba? Era mi papa… ¿Qué no se supone que eso hacen los hijos, cuando mueren sus padres? ¿Llorar?
—Quiero verlo. —dije mirando a Dylan directamente a los ojos.
— ¿Estás segura? —me pregunto, mientras se paraba frente a mí y acariciaba mis brazos. Yo asentí. —De acuerdo… ¿quieres que te acompañe?
—No, yo voy sola.
—Bien, entonces te esperaremos afuera. Animo. —dijo mientras me acariciaba la mejilla.
Salí de aquella habitación, y camine hacia la de junto. Puse mi mano sobre la perilla, estaba temblando. ¿En realidad quería ver a mi padre sin vida? Abrí la puerta y lo vi ahí, frente a mi, sobre la plancha, como había dicho mi mamá. Solo una tenue luz alumbraba la habitación. Pero, podía reconocer ese perfil, que ahora estaba hinchado, en cualquier lugar.
Algo se apretujaba dentro de mí… camine temerosa, hacia él.
Lo mire, su expresión era triste ¿en serio estaba pasando esto?, ¿Por qué todo tenía que acabar así?
Las memorias de mi niñez hicieron acto de presencia, aquel hombre que en algún momento estuvo lleno de vida, que jugaba conmigo, que me protegía y que era mi súper héroe, ahora estaba ahí, sin vida. Tome su mano, mientras sentía que una lagrima se deslizaba en mi mejilla. La limpie rápidamente, como si tuviera miedo de que alguien me viera llorar.
—No seas tonta, no hay nadie aquí, solo estás tú y tu padre… ¿recuerdas cuando te daba miedo en la noche, y él venía corriendo a salvarte de los monstruos del armario? O ¿Cuándo te enseño a usar la bicicleta por primera vez y te caíste? ¿Recuerdas quien te curo el raspón? o ¿Cuándo te contaba aquellos cuentos, en la que la princesa estaba atrapada en el castillo, esperando por su príncipe azul? Recuerdas que te decía que los príncipes si existían, que siempre estaban ocultos, pero que nunca eran perfectos… decía que cuando crecieras lo entenderías… No siempre fue malo… solo quería crecer y superarse… Era una persona ambiciosa, fuerte, que le gustaba tener todo perfectamente controlado. Su única culpa, fue querer lo mejor para ti, aunque en el intento perdiera el sentido del porque había hecho todo eso… tu, todo eso lo hizo para que a ti no te faltara nada, porque a el le habían faltado muchas cosas. El solo quería lo mejor para ti y tu madre. Quería que tuvieras una vida perfecta.
Te prohibió la música, no para hacerte infeliz. El quería que fueras su sucesora, quería que fueras como él, que te superaras… pero fue algo que nunca entendió… lamentablemente. El lloraba por las noches en su oficina, el lloraba porque creía que lo odiabas… ¿lo odias? Claro que no, el siempre te amo, fuiste su princesa… su única hija… el te amaba, demasiado.
El quería entregarte en el altar, con el hombre de tu vida, quería que fueras feliz con alguien a quien tú amaras, no necesitaras… Siempre se preocupo por tu futuro. Eras lo mas importante para él. — la vocecita dentro de mí, tenía razón. No era su culpa. La culpa la tenía el maldito dinero, que solo había llegado a arruinar nuestra pequeña familia. Nada había sido su culpa, y ahora me culpaba a mí misma, por no haber querido entender todo esto antes. Ahora estaba diciéndole adiós para siempre…
las lagrimas comenzaban a salir una por una… hasta que mis mejillas se encontraban totalmente mojadas.
—Te amo, papá. — tome su mano fría y la apreté. —Y no, si crees que tengo que disculparte, no tengo porque hacerlo, tu solo querías que fuera feliz…. Pero ya lo era.
Lo mire de nuevo, me acerque y bese su frente... Al separarme, y verlo de nuevo, fue como si su expresión hubiera cambiado, se veía… tranquilo.
Lo mas seguro es que suba hasta la próxima semana, -miércoles o jueves-.
No olviden de dejarme su opinión, sobre el capitulo y responder la encuesta que esta a la izquierda.
besos.
Hola,mi nombre es Bianca. Me han recomendado tu novela y la verdad LA AMOOOOOOOOOO me lei todos los caps y te digo que amoo como escribes!! Amo la historia amo todo!! Me has hecho llorar, reir, amar, sufrir, odiar... Hay las emociones que siento al leer tu novela son especiales! No se envuentran tantas novelas como la tuya y ahora me cuestiono... Es la mejor? Es que he dicho eso a otras novelas, claro fui encontrando una mejor que la otra, pero... Es esta la mejor que he leido?? Mm dejamelo pensar.. Ok no. jajaj. Bueno creo que es la meeeeejor y sino, una de las mejores! porfavor siguela amoooo tu nombre y prometo escribirte en todos los caps proximos! entrare todos los dias para ver si publicaste uno! Amo tu nove!
ResponderEliminarTu Novefanatica(? Bianca...
Tu novela fue rescomenda por mi en las paginas de facebook:
El mejor pais para vivir es Jonaslandia, No justilandia
y
Jonaticas World - Mundo Jonatico
(L)SIIIGUELAA
aaaah!
ResponderEliminarLOVE IT!
no sabes cuanto amoo esta nove!
espero el siguiente cap!
kuidathe chiik!
Besh0os!
TKm
Me encanto aunke estubo triste = /
ResponderEliminarpero Joseph ya se esta dando cuenta
de que la ama :D esper el proximo cap
me encanta la nove cuidate
Bye
OMJ, casi lloro con este cap. Estuvo super triste y es una pena q el papa de Alex y ella no hubieran tenido mas tiempo para hablar y para expresarse sus sentimientos como se suponía. U.U q pena q haya muerto sin escuchar un ultimo ‘te amo’ de los labios de su hija y sin sentir un ultimo abrazo…!
ResponderEliminarCreo q leere la nove otra vez, la vdd extra~o los caps del principio, cuando Alex estaba con sus amigos, cuando trabajaba en el peque~o restaurant de comida italiana, cuando llegaron los Jonas a su vida de nuevo, cuando Joe la salvo de los borrachos esos y las busco. *---------* Cuando Joe se ponía celoso de todos los chicos q se le acercaban a Alex y sobretodo sus peleas. :’D Awww y cuando fueron juntos al baile… bueno, q te puedo decir?? Eh? Amo la novela y extra~o mucho esos caps. U.U ando sentimental la vdd no me imagine q la novela tornara asi… me encanta, please síguela pronto, esta buenísima. Espero q Joe y Alex hablen pronto, la vdd extra~o mucho cuando estaban juntos y cuando estaban tambn con la familia Jonas. <3 :’DD
aaaaaaah llore u.u fue muy triste¡¡
ResponderEliminarpero a la vez amo tu novela¡¡ :D sigue asi que vas super¡¡ ya te sigo en twitter¡¡¡
besos*
que tengas lindo diia chao*¡