Me quite las gafas con pesar, cuando vi como se acercaban Nick y Joe hacia mi, yo me quede inmóvil en la puerta.
— ¿Alex?
—No Joe, soy un holograma—respondí sarcástica.
— ¿Qué haces aquí?—inquirió Nick, después de suspirar.
—Pues…venia… y decidí… estaba esperándote Nick—logre decir—… Si eso, te esperaba.
—Ah cierto, pero pensé que salías mas tarde—dijo mirando su reloj—. Lo siento, creo que los horarios se me mueven.
—No, no te preocupes… Bien pues…—iba haciéndome para atrás— Creo que yo me voy… muero de hambre y… me castigaran y tengo que ir a…Nos vemos en la casa
—Ok—dijeron los dos viéndome de forma extraña.
—Alex, es rara—logre oír a Joe, mientras me alejaba de el Starbucks. La verdad me hubiera regresado para darle un puntapié en la cara, pero tenia que irme de ahí, si no Joe podría sospechar sobre “Peach”.
Me encamine hacia mi casa, tratando de buscar una excusa perfecta para los chicos, ya que los conocía y sabría, que me cuestionarían sobre lo ocurrido en el café. Bueno al menos Nick lo haría de frente, Joe… Joe solo se lo preguntaría a él mismo.
Mi celular comenzó a sonar, note que era Sophie así que conteste. Estuvimos charlando un poco y después me pregunto si quería ir a comprar un vestido para el baile con ella esta tarde. Yo acepte, ya que no tenía nada que hacer.
Cambie mi rumbo y di vuelta a la derecha, la casa de Sophie no estaba tan lejos de donde me encontraba así que evite tomar un taxi y camine hacia la parada de autobuses, rara vez tomaba uno, así que después de unos minutos de investigar cual me lleva o me dejaba cerca, tome el que me dijeron.
Pague y camine hacia un asiento desocupado, me recargue en la ventanilla y comencé a mirar por la ventana… esto era nuevo para mi, ser una chica normal de vez en cuando, no me caería mal.
Al ver a lo lejos la casa de Sophie me puse de pie y presione un botón que hacia el conductor parara el autobús y me diera la bajada. Debo admitir que al bajar casi caigo.
Camine hacia la casa de Sophie, quien ya me esperaba afuera recargada en el auto de su madre. Salude a la señora y después salude a Sophie, quien me hiso la seña para que me subiera en el lugar del copiloto, yo accedí y subí, despidiéndome con la mano de su madre.
Durante el trayecto, íbamos platicando de cosas irrelevantes, hasta que Sophie abrió de más su boca.
— ¿Y que ha pasado con Joe? ¿Esta siguiendo lo de “olvidar lo que paso”?—inquirió sin despegar su vista de la calle.
—Si, nunca pensé que lo haría, de hecho lo hace al pie de la letra y me ignora demasiado—respondí con pesar—. Según yo el trato era de estar como antes, mas no dejar de hablarnos… pero si el así lo quiere—me encogí de hombros—…no tengo nada que hacer ¿o si?—ella me miro con pesar y comprensión en sus ojos. Si no fuera Sophie creería que era una mirada de lastima—. Pero ya… supongo que lo superare ¿cierto?
Desvié mi vista y comencé a ver la calle fijamente, cuando una melodía conocida, se infiltro con saña en mi mente y una voz se incrusto en lo mas fondo de mi corazón.
“But tonight I'm gonna fly
Yeah tonight I'm gonna fly
Cause I can go across the world see everything and never be satisfied
If I couldn't see those eyes”
Mi Corazón se estremeció y en un impulso me incline y cambie de estación.
— ¡Hey! Esa canción me gusta ¿Por qué lo haces?....Oh… entiendo, lo siento… mejor... no se, escuchemos las noticias.
—Lo siento Soph, es que no me gusta…—En realidad si lo hacia y mucho, de hecho me encantaba… pero me encontraba en una situación un poco abrumadora, de esas veces, que ya no sabes ni que hacer con tu vida, ni con los que la rodean.
Entramos al estacionamiento y ya que Sophie aparco bien el auto, bajamos y entramos al centro comercial. Estuvimos buscando vestidos durante 2 horas, pero nada nos convenció en ese tiempo, mire mi reloj y ya eran las 6pm.
— ¿Y si vamos a tomar algo? ¿O de pérdida a sentarnos? Estoy realmente agotada…—me deje caer sobre una banca.
—Lo se yo también y si ¿regresamos en la semana, Alex? Apenas es lunes, además de que ya pronto obscurecerá y no puedo llevarte a casa… lo siento.
—No, no te preocupes, entonces vámonos ya.
Me puse de pie y mientras caminábamos hacia el estacionamiento, alguien toco delicadamente mi hombro, yo me gire para ver quien era, pero no vi a nadie, así que regrese mi vista al frente y cuando lo hice me tropecé con alguien.
— ¡Perdón por hacerte tropezar!—dijo disculpándose.
—Oh—me puse la mano sobre el pecho—, ¿Jonathan? Que sorpresa verte aquí.
—Si, opino igual… ¿Qué haces por aquí?
—Pues, venia a comprar unos vestidos…—Sophie tocio fingidamente—. Oh lo siento, Sophie el es Jonathan, Jonathan ella es Sophie.
—Mucho Gusto—dijeron los dos.
— ¿Y de donde se conocen?—inquirió en modo chismoso Sophie.
—Lo conocí en la cafetería que esta cerca de la escuela
—Oh.
—Si… oye Jonathan, me gustaría quedarme mas tiempo, pero llevamos prisa…
—Oh no, no te preocupes, que estén bien…
—Igual tu, Bye—dije con la mano y comenzamos a caminar.
— ¡ALEX!—me gire—. ¿Me darías tu número telefónico?
Mire a Sophie confundida y después mire a Jonathan y asentí, el camino hasta donde estaba yo y saco su celular, le di mi numero y lo guardo, para ahora si poder irme de ahí.
Nos subimos al auto y tomamos el rumbo hacia la casa de Sophie.
Durante el trayecto me miraba raro y de reojo, hasta que ya no aguante.
— ¿Qué tanto traes?
— ¿“Alex me das tu numero telefónico”?—dijo imitando la voz de Jonathan.
— ¡Hey! Es solo un nuevo amigo…
—Pues yo diría que le interesas.
—No hagas especulaciones Sophie, solo es un amigo nuevo y punto.
—Como digas—giro sus ojos—. Llegamos.
—Gracias por la tarde Sophie, nos vemos mañana.
Subí nuevamente y no estaba muy lleno, camine con dificultad por el movimiento hasta un asiento libre, ya que me senté, me coloque mis audífonos y comencé a oír música. “Lost” de Michael Bublé, retumbaba en mis oídos, recargue mi cabeza en el asiento y me hundí en mis pensamientos.
Vi a lo lejos mi casa, así que me pare algo mareada, por el insistente tambalear que producía el conductor, presione el botón y el señor que se encontraba al volante, freno rápidamente, haciendo que me moviera, tal cual una muñeca de trapo, pude sujetarme bien y camine hacia las escaleras.
Al bajar, supongo que por la obscuridad y por mi atolondramiento, no logre ver que ya no había un 4to escalón y caí hacia el pavimento de frente, mientas el conductor arrancaba detrás de mi, sin importarle si quiera, si estaba debajo de el autobús o en peligro de ser aplastada por una de esas grandes llantas.
Me levante diciendo algunas palabras un poco diferentes y distorsionadas para mi vocabulario, lo bueno es que estaba obscuro y esperaba que nadie me hubiera visto hacer tremendo “oso”.
Me levante como pude, algo adolorida de mis rodillas y codos, y con un gran dolor punzante en el rostro, camine aún mas atolondrada de lo que ya estaba y con algo de dificultad hasta la casa.
Al llegar me percate de que la cochera estaba abierta y no había ningún auto adentro y mucho menos afuera, supuse que estaba la casa sola.
Abrí la puerta y prendí las luces de la sala, ya que la única que estaba encendida era la de la escalera. Camine hacia la cocina, adolorida, demasiado adolorida, tome una bolsa de plástico, camine hacia el refrigerador, abrí el congelador y coloque un poco de hielo dentro de la bolsa. Fui hacia la mesa y me senté, colocando la bolsa fría en mi frente y dejando caer mi cabeza sobre la mesa.
Sentí como prendieron la luz y eleve poco a poco mi cabeza, mirando hacia la bolsa de hielo que había dejado en la mesa y note que estaba manchada de sangre.
— ¡Demonios!—bufé y me lleve la mano a la frente, para después mirarla—. ¡Que tonta!
— ¿¡Alex?!
Alce la vista y me lleve tremenda sorpresa.
aiii!!!!! xqe lo dejas aii??
ResponderEliminarme dejas conuna duda existencial!!
aii qien sera?? ua! casi se mato con el golpe! jaja
seguiñaa!! me encanta tu novelaa!!♥
Sorpresa?? Por qué????
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