martes, 14 de diciembre de 2010

Capítulo #43

//Alex//
Intente ayudar a Joe, pero era imposible… no podía ayudarlo como quería. En sus ojos se veía la desesperación y yo sencillamente no podía con el remordimiento ¿y si era verdad lo que decía y enserio no recordaba nada? Yo había dudado de él.
Suspire y me tumbe en mi cama con mi laptop sobre las piernas.
Inicie la sesión en mi antigua cuenta de correo, ya que solo tenía ganas de hablar con Matt, Sophie y Jacob, pero al ver los contactos que habían iniciado sesión, una pequeña ventanita se abrió
—¿Peach?— mi corazón comenzó a acelerarse. Joe estaba conectado y se encontraba hablándome.
—Hola—respondí cortante.
—Que milagro. ¿Me recuerdas?
—Oh, si… —como no hacerlo—. Joe ¿cierto? ¿Como estas?
—No sabría decírtelo… ¿y tú, como estás?
—Tampoco sabría definir como me siento… es complicado.
—Oh vamos, tal vez si los dos contamos nuestros problemas podamos buscar una solución juntos.
—No, no creo…
—Bien… ¿Sabes? Es raro, siento que te conozco. Como si estuviera charlando con una amiga.
— ¿Que raro no? -Haha- tal vez necesitas descansar.
—No, es que escribes igual que ella.
—Oye Joe, ¿sabes algo? Necesito irme… cuídate y que se solucione todo. Adiós.
Me salí en cuanto pude de la conversación, Joe al parecer sospechaba algo o no sé, no quería imaginarlo.

Me puse de pie de la cama, dejando la laptop prendida y comencé a caminar por toda mi habitación. Mire el balcón, suspire y camine hacia él. Comencé a recordar cuando Joe subió por aquí y comenzó a actuar como Romeo. Era algo de lo que me gustaba el, su espontaneidad y su imaginación. Empuñe mi mano, unas lagrimas corrieron y camine hacia la puerta.

Cruce el pasillo y me pare fuera de la habitación de Joe, levante mi mano que estaba temblando, la cerré y comencé a acercarla a la puerta. Justo cuando mis nudillos estaban por rozar la blanca madera, abrieron la puerta y yo blanqueé los ojos.
— ¿Alex?
—Oh…—aclare mi garganta y acomode mi brazo al costado de mi cintura—, No… soy un holograma. —Dije al fin nerviosa
—Eso ya no se me hace cómico…—dijo serio, su mirada se veía triste y la punta de su nariz se había tornado de un rojo pálido, al igual que sus mejillas.
—Este… no planeaba que se te hiciera cómico…—titubee, Joe solo me miraba hacia abajo, ya que era ligeramente más alto que yo, su brazo derecho estaba recargado sobre el marco de la puerta y se podía notar su bien trabajado brazo. Frente a él, me sentía pequeña e indefensa. Solo jugaba con mis manos y miraba hacia un punto muerto.
— ¿Estás bien?—frunció el ceño.
—Ah… si ¿Por qué?, ¿Tu? Pareces un poco irritado… quiero decir…—indique con mis manos— tus mejillas y nariz se ven irritadas.
—Si, solo me siento un poco frustrado… ¿lloraste de nuevo?
— ¿Quién yo? Pff, no…—conteste rápidamente, palabra tras palabra.
—Como si no te conociera…—sonrió dulcemente.
—No se…
— ¿Qué es lo que no sabes?
—No se… Es como si con un borrador gigante, haya borrado todo en ti, pero en mi no. Es extraño—lo dije en voz baja, solo para mí.
—Y volvemos a lo mismo…
—Joe… ¿enserio no me crees? No crees lo que te he dicho, ¿Por qué mentiría?
—No es que no te quiera creer, solo me cuesta hacerlo. No he hecho nada y no me ha pasado nada como para qué se me olvidara. —me quede en silencio, pensativa. —¿Qué piensas?
— ¿Qué harás mañana?
—Comenzar a mudarme—respondió irónico— ¿Por qué?
—Amm ¿y el viernes?
—Veré a Camilla.
—Oh…—la desilusión vino de nuevo. Los ojos me ardieron y un nudo se formo en mi pecho y cruce los brazos intentando que se deshiciera.
— ¿Te encuentras bien?— pregunto interesado
—Si… iré a mi habitación.
Me di la vuelta y comencé a caminar, no era mucha la distancia, pero Joe tomo de mi brazo haciendo que me girara y me envolvió en los suyos. Me quede estática no entendía, mi corazón se acelero. Comenzó a estrecharme más, y yo comencé a subir mis brazos y los enrede en su cintura, me recargue en su pecho y cerré los ojos, dejando que una lágrima de felicidad resbalara y deje que su aroma se quedara impregnado en mi otra vez.
No se cuanto duramos abrazados, pero fue algo de tiempo. Nos separamos lentamente, yo baje la mirada y me puse las manos en la bolsa trasera de mi pantalón, Joe me miraba con una sonrisa, pero sin mostrar los dientes.
—Lo siento… pero me nació darte un abrazo. No fue un impulso, quería hacerlo.
—No, no te disculpes… lo necesitaba—esboce una media sonrisa. El se acerco, con su diestra despejo el cabello de mi frente y postro sus carnosos labios sobre ella.
— ¿Y eso?—pregunte cuando se separo, sentí como me había sonrojado
—Alex… no me gusta verte deprimida, me gusta verte feliz… el rojo te queda bien—dijo al percatarse de mi sonrojamiento, al decirlo, me sonroje mas, llevo su mano a mi mejilla y la acaricio. — ¿Por qué me preguntaste que, que haría el viernes?
—Quería llevarte a un sitio importante…
— ¿La invitación sigue en pie?—me mostro sus dientes en una sonrisa que casi llego hasta sus ojos.
—Nunca la quite…
—Entonces, supongo que le hablare a Camilla y le diré que no la puedo ver.
—Joe, si tienes que verla, puedo llevarte otro día.
—No la quiero ver, quiero ir contigo.

Esas tres últimas palabras, le dieron una esperanza a mi corazón. Tal vez si podía ayudarlo. Tal vez, nada estaba perdido aún.
Lucha por lo que quieres y lo conseguirás.

2 comentarios:

  1. Aaaawwwwwwwwwwwwww :') k hermossisisisisisimoo es mi joeee!!!

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  2. aii como amo tu novela!
    qe amor joe! es como si qisiera acordarse de todo!!
    lo amoo!♥
    jaja me encanto el cap seguila!
    ya qe lo dije antes pero amo tu nove!♥

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