Me sorprendí al ver lo que había dentro, eran muchas cosas raras dignas de un chaman o brujo… plantas, hojas, velas, lociones y… ¿fotos mías y de Alex?
Tome la bolsa y cerré fuertemente la cajuela, camine con paso firme, hacia la casa, Necesitaba una clara explicación sobre lo que había dentro de la bolsa. No era normal.
Llegue a casa, cerré la puerta con la mano que tenia libre y me gire para mirar a Camilla, quien me miraba con interés.
—No se robaron nada de tu auto…
— ¿No? Que alivio, tenia el libreto de mi siguiente pelic…—la interrumpí.
—Camilla, ¿Qué es esto?—levante la bolsa y la puse a la altura de nuestros rostros, ella solo abrió los ojos de par en par y me miro inexpresivamente—, Vamos… si no te conociera pensaría que…—guarde silencio, comenzaba a entender ciertas cosas.
—¿Qué pensarías, Joe?—alzo una ceja, mientras torcía su boca en una mueca. Camino hacia mí.
—Camilla, son cosas muy extrañas las que traes aquí… ¿Qué explicaciones me das? ¿Por qué tienes fotos mías y de Alex? En serio, si no te conociera, como lo hago— en realidad, pensaba que la conocía—, diría que me hiciste brujería o algo por el estilo, se que es fantasioso pero eso parece.
—Joe… ¿estas diciendo que hice algo para retenerte a mi lado?
—Si.
—Vaya… no puedo creer que creas eso de mi.— se veía indignada, había algo que no me hacia creerle, era muy buena actriz, y no estaba yo en el mejor momento mentalmente, por decirlo de alguna manera, para saber cuando actúa y cuando no.— Sabes que Joe, yo no tengo… yo no tengo que hacer… esas cosas para tenerte a mi lado, tal vez tu si, pero yo no, puedo tener a cualquier hombre a mi lado, cuando quiera y como quiera—se puso a la defensiva, sin que yo dijera algo para que lo hiciera, hablaba y las palabras se le iban encimadas y se trababa mucho, se veía nerviosa.
—De acuerdo, entonces si dices que puedes estar con el hombre que tu quieras… ¿Por que regresaste conmigo? O mejor aún ¿Por qué me pediste una segunda oportunidad? Ya no entiendo tu actitud y tampoco entiendo por que no soportas a Alex… y sabes que, no entiendo muchas cosas alrededor de ti.
—Joe, ¿entonces estas dudando de mi? ¡Vaya! Desde que esa… desde que esa tonta Alex, llego a tu vida, cambiaste rotundamente tu manera de ser conmigo.
—Eso no es verdad, estábamos mal desde antes de que viera a Alex de nuevo, así que Alex no tiene la culpa de eso.
—De acuerdo, no la tendrá de esa vez, ¿pero de esta?
—No hemos cortado desde la vez que regresamos o no hemos querido cortar…
—Ah…—se puso nerviosa—, tienes razón—levanto su muñeca y miro su reloj—, ¿podemos seguir hablando otro día? Se me hace tarde y tengo llamado mañana por la mañana, y no quiero pelear contigo…
—Pero si debemos hablar, sigo sin entender las fotos y cosas de brujería o no se que eran, pero las tenias en tu auto.
—Si Joe, cuando hablemos, hablaremos de eso.— camino hacia la puerta, para salir y yo camine junto a ella por el sendero, para llegar a su auto—, Adiós bebé, yo te amo— se acerco para besarme y yo gire mi cabeza para que besara mi mejilla y no mi boca.— de acuerdo, pero me parece una estupidez lo que piensas Joseph, una gran estupidez—se subió a su auto y yo le cerré la puerta
—Te vas con cuidado, Camilla, te llamo luego.— le di un golpecito a la puerta y me aleje para que arrancara el auto. Me hice para atrás, para comenzar a caminar hacia mi casa, sin despegar la vista del auto negro, ya que estaré un poco molesto, pero era un caballero y tenia que ver que saliera bien de mi casa.
Comencé a caminar hacia atrás y escuche que crujía algo debajo de mi pie, lo levante y vi un pequeño broche de brillantitos, tirado sobre el pavimento de la banqueta, me incline y lo levante, lo inspeccione, era bello y muy femenino… se me hacia conocido, pero me parecía conocido ¿Dónde lo había visto antes? Lo seguí mirando fijamente y comencé a buscar en mi mente.
¡Claro! Ese broche era de Alex, lo guarde delicadamente en mi bolsillo, con cuidado de que no se rompiera más, se lo arreglaría y después se lo daría.
Nick y Kevin iban saliendo de la casa de Alex, así que camine hacia ellos.
—Hey Joe, ¿a que hora llegaste?
—Mmm, tengo un buen tiempo aquí, Nick.
— ¿Nuestros papas están en casa?—cuestiono Kevin, quien buscaba con la mirada el automóvil de
papá.
—Dijeron algo de ir a cenar a un lugar con Frankie, así que no están… ¿ya cenaron ustedes?
—Si, comimos algo en casa de Alex
— ¿Tu ya, Joe?
—No tengo hambre—suspire y rasque mi cabeza.
— ¿Te encuentras bien?
—Si, solo que…—guarde silencio—. Nada, olvídalo Nick.
—De acuerdo.
Caminamos los tres hacia nuestra casa, Nick y Kevin subieron directo a su habitación y yo me quede
un rato mas en la sala, sentado sobre el sofá, mirando el broche de Alex.
¿Por qué estaba tirado? ¿Se le habrá caído? O… No, no creo.
Mis padres, llegaron y Papá se quedo hablando conmigo, sobre la banda, me dijo que ya había
empezado a hablar con algunos medios y que ya se estaba empezando a organizar una serie de
conciertos. Yo lo escuchaba atento, todo empezaría la siguiente semana.
“Las vacaciones” habían terminado.
anterior no había podido dormir muy bien que digamos.
Los ojos se me comenzaron a cerrar y comencé a “soñar”… varias imágenes se postraban en mi
mente, imágenes de cuando llegamos a Los Ángeles, de cuando Camilla y yo cortamos antes del
concierto, unas más, de cuando Alex se acerco a mi y me consoló… hasta que unas imágenes, que
no recordaba… o no sabia que existían se colaron, Alex y yo sobre el jardín, besándonos. Una
más en mi cuarto, de nueva cuenta besándonos…
“—Enserio, ¿Crees que no soy sincero contigo?
—Me duele que no me creas. Alex, me duele en el corazón oír, que pienses que te miento, que
llegues a pensar que juego contigo.
—Joe, yo te quiero… demasiado, seria capaz de dar todo por ti, pero siento que no recibo nada a
cambio.
—No puedo creer que pienses eso. Yo te quiero, no se ni como explicarlo…debo ser sincero, al
principio pensé que solo era pura atracción, mas nunca pensé que me enamoraría así de
tontamente de ti.
— ¿Algún día me querrás, así como la quieres a ella?
—Tu sabes que si, incluso mas de lo que la quise….además, también sabes que ya no la
quiero.”
real… sentía como que lo había olvidado, recordaba haber vivido fragmentos de eso, pero en
ninguno estaba Alex…
Me pare de mi cama y camine hacia mi armario, me puse unos jeans y una camisa, me puse mi chaqueta
mis tenis, tome las llaves de mi casa. Salí de mi habitación y baje las escaleras y camine hacia
la puerta principal.
//Alex//
Después de que corrimos hacia mi casa, al ver que Joe salía de la suya para ver el auto de
Camilla, los chicos dimos por fallida nuestra misión, así que todas las esperanzas que habíamos
depositado en revisar el auto de Camilla y encontrar algo que la culpara, se fueron a la basura.
Los chicos se cambiaron y guardaron los trajes negros en la maleta, se despidieron de mí y salieron
de mi casa.
Yo por mi parte, recogí lo de la cena y subí a mi habitación, me di un baño y me recosté en mi
cama, los ojos me pesaron y me quede dormida rápidamente.
Sentía que me mecían delicadamente, yo no abría los ojos, pensaba que era Clara diciéndome que
el desayuno estaba listo, así que solo decía “cinco minutos más y bajo”.
—Alex…—murmuraron mientras me seguían meciendo, yo abrí poco a poco los ojos y pude ver que
aun estaba obscuro, solo alcanzaba a ver una silueta un poco tosca, así que me talle los ojos y
encendí la luz de mi mesa de noche.
— ¿¡Joe?! ¿Qué haces aquí?—pregunte mientras me incorporaba y me sentaba sobre mi cama.
—¿Cómo entraste?
—Perdóname, no quería despertarte…
—No, no te preocupes ¿Cómo entraste?
—Aún tengo la llave de tu casa…
—Ah… ¿Paso algo en tu casa?—comencé a alarmarme, ya que era la una de la mañana y Joe
estaba en mi habitación.
—No, en casa todo esta bien… —se sentó en mi cama frente a mí. –Solo que no podía
dormir…
— ¿No podías dormir y viniste a despertarme?—cuestione extrañada, Joe se veía afligido y
confundido— ¿te encuentras bien, Joe?
—Alex… ¿recuerdas el lugar especial al que me querías llevar?
—Si ¿Por qué?
— ¿Podrías llevarme ahora?—me miro, sus ojos miel brillaban por el reflejo que provocaba la
luna y la luz artificial que emanaba mi lámpara.
¿Por qué querría que lo llevara ahora? No me molestaba llevarlo, al contrario, eso ayudaría
mucho, ya que a ese lugar le tenia un cariño inmenso y se me hacia extraño que el no lo recordara.
Lo mire fijamente y solo le sonreí a la que el rápidamente respondió tomando mi mano y
apretándola fuerte pero delicadamente.