sábado, 4 de diciembre de 2010

Capítulo #37

//JOE//
Despedí a Alex de mi habitación con un «te quiero» y un beso, ya que era un poco tarde y ella creo que iba a salir con mi mamá a ver unas cosas para la nueva casa. En una semana, nos cambiaríamos de casa y como toda mujer, mi madre deseaba renovar todo.

Me metí a bañar rápidamente, me cambie y mire mi reloj eran las 2pm y en unos minutos, había quedado de verme con Camilla, para ponerle fin a todo esto.

//Narradora//
A las afueras de Los Ángeles, había un pequeño poblado, el cual era conocido por sus brujos y santeros, quienes, según algunos turistas y citadinos, eran famosos por sus brujerías, por sus magias blancas y negras y también por sus hechizos, de cualquier índole, para ganar más dinero e incluso para “amarrar a un ser querido”.

— ¿Qué hacemos aquí?—pregunto Viviana un poco sorprendida.— ¿Qué ha pasado con Joseph?
—Pues te diré que ayer los vi besándose. ¿Recuerdas que se desaparecieron y yo lo anduve buscando por un tiempo considerable?— ella asintió —. Bueno, pues estaban afuera los muy cínicos besándose— dijo con enojo—. Me coloque detrás de un basurero—su acompañante hiso una mueca de asco—, era de plásticos Viviana, ¿crees que me pondría en uno sucio? Bueno, no me hagas cambiar de tema, logre oír como Joe le decía a la tonta de Alex, que hoy me cortaría.
— ¿Hablas enserio? Y ¿que es lo que harás?
— ¿Ves ese establecimiento?
—Yo solo veo un mercado, Camilla.
—Así es, en ese mercado hay muchos brujos o santeros, como quieras llamarles…
—Oh, ya entiendo. Le harás un hechizo o algo de brujería a Joe, para que se quede contigo.
—No prima, solo iré a comprar fruta.— respondió irónica—. Claro que si Viviana, por que eres tan tonta a veces. Además tú me diste la idea de hacer esto. Supongo que ya lo has hecho ¿no?
— ¿Por quien me tomas Camilla?, yo no necesito brujería para conseguir lo que quiero.
— ¿Entonces por que me dijiste eso?
—Lo vi en un programa, calma, bajemos y veamos que encontramos.
—Pues si, de igual manera, traigo cosas que podría necesitar para la brujería.
— ¿Si?
—Si.— bajo del auto y Viviana la imito, caminaron hacia la cajuela y Camilla saco una gran bolsa negra.— Aquí esta todo.
—¿Y que traes?
—Pues traigo varias cosas de Joe y me di a la tarea de buscar algunas fotos de Alex, en internet.
—Me sorprendes prima.
—Que no te sorprenda Viviana, soy capaz de hacer lo que sea por recuperar lo que es mío.
Camilla aventó a brazos de su prima, la bolsa negra donde traía lo que podría necesitarse, para aquella brujería que quería que le hicieran.

Entraron a aquel mercadito, con un poco de asco, ya que había fuertes olores y ellas por ser de «sociedad» no estaban acostumbradas. Caminaron por varios puestos, pero ninguno les llamaba la atención o más bien, ninguno les daba aquella seguridad.
Pasaron por uno, un tanto extravagante, y una señora anciana algo rechoncha, vestida de gitana, salió de ahí y se les puso enfrente.
—Usted viene a recuperar lo que es suyo ¿cierto?
Camilla miro a su prima un tanto ofuscada, ya que la tomo por sorpresa. Solo se limito a asentir.
—Bien, pues yo tengo lo que necesita. Por favor pasen.
Viviana miro a Camilla y esta le sonrió de una manera malévola.
Las dos entraron, tratando de no tocar nada, había cráneos con velas encima, gallinas, ratones, y muchas plantas extrañas y cosas que en su vida habían visto.
Las dos tenían algo de miedo por estar ahí, pero Camilla era demasiado orgullosa y si había tenido el valor de rebajarse y entrar a un lugar así y mantener a alguien que no la quiere a su lado, no saldría corriendo como un bebe asustado.

La anciana, las miro fijamente y se sentó frente a ellas, solo las alumbraba la luz de las velas y algunos candelabros algo antiguos.
—Bien, yo se que lo que Usted quiere, es un amarre amoroso—dijo—, no se preocupe, soy discreta y muy profesional, nadie ha venido a quejarse de mis trabajos.
—Si, lo que quiero es que mi novio no me corte por irse con otra chica—contesto. Viviana solo las miraba algo atónita y asustada.
—Perfecto, vino al lugar correcto. Y ¿como se llama el chico?
—Se llama Joe.
—Necesito su apellido…
—Joe Jonas—concluyó.
— ¿Joe Jonas? Donde he oído ese nombre—se pregunto a si misma.
—Eso no importa— le entro cierto miedo, ya que los dos eran una figura publica y si se llegaran a enterar de lo que hiso Camilla, los medios no se le quitarían de encima y ella quería publicidad, pero no de la mala.

La señora le pidió la edad de Joe y varios artículos personales que Camilla, había logrado agarrar de su camioneta. Comenzó a hacer movimientos extraños con sus manos arriba de ellos y a pronunciar palabras poco entendibles en el dialecto americano. Ella gritaba y pasaba velas y algunas plantas, sobre cada una de las cosas de Joe.
—Necesito el nombre de la chica y una foto. —Camilla le entrego una foto de Alex.
—Se llama Alex y se interpuso entre el y yo. Solo quiero que Joe se olvide un poco de lo que siente por ella y me quiera de nuevo.
—De acuerdo. Ya no tendrás de que preocuparte.
La anciana se alejo de Camilla y fue por una especie de flor, que parecía una rosa, pero no lo era, era más bien una flor negra y marchita.
Cerró los ojos después de colocar la imagen de Alex, junto con la de Joe. —Por el poder que me otorgan mis antepasados y los grandes sabios hechiceros del pasado, hare que esta chica, Alex, sea olvidada en amor por Joe Jonas. El no recordara lo que siente por ella. La relación entre ellos será mínima, no se soportaran y no estarán juntos amorosamente, mientras este hechizo no sea roto. —concluyo su extraña oración, abrió los ojos, tomo una vela color café que tenia y comenzó a derramar la cera sobre la foto de Joe, para después tomar la de Alex y comenzar a prenderle fuego.

Camilla sonrió victoriosa, Viviana imito a su prima y las dos se miraron con cierta maldad. Había comenzado la guerra, Viviana ya no vería tan alegre a Alex y Camilla, había alejado a Joe de su amada.




Es la otra novela que publico, pasen

http://just-turnright.blogspot.com/

Capítulo #36

Joe y yo nos giramos un poco asustados, ya que no habíamos reconocido la voz. Cuando vimos de quien provenía, soltamos un suspiro de alivio.
—Bien… no creen que ¿esto es un poco peligroso? —Cuestiono—, quiero decir, peligroso en la manera de que Camilla o cualquier persona que no sabe de esto, los pudo haber visto
—Hay Nick, pero lo bueno es que fuiste tú quien nos vio.
—Joe, aún así, tu novia—recalco esa palabra— esta allá preguntándole a todo mundo sobre tu paradero.
— ¿Y que con eso?
— ¿Cómo y que con eso? Dios, soy el más chico y al parecer el de mas cerebro—dijo mientras con sus manos se daba leves masajes a los lados de los ojos—, puedes meter en problemas a Alex, y a ti también… si ya no la quieres díselo y termina con esto pronto.
—Si Nick, ya lo hable con Alex, y le diré a Camilla que quiero hablar con ella mañana mismo.
—Bien, me parece una buena idea, porque enserio la alucino y me desespera.
—Bueno ya, mejor vayamos a adentro, Joe debes ir con tu pareja de baile y yo iré con Nick, quien por cierto, es mi linda pareja. — sonreí y me puse en medio de los dos para comenzar a caminar.
Tome a Nick del brazo y Joe caminaba a mi izquierda, con sus manos escondidas en los bolsillos de su pantalón.

Entramos de nueva cuenta al salón, Nick con la mirada le dijo a Joe que se fuera hacia el otro extremo, donde estaban Matt y Sophie, para que Camilla no lo viera conmigo. Por último Nick y Yo nos fuimos a sentar a nuestra mesa, yo iba con una sonrisa, lo que me hacía ver diferente a como había llegado hace unas horas.

Era raro, enserio me sentí muy feliz y satisfecha, tal vez porque Joe por fin iba a dejar a la zorraBelle y a sus exigencias. Y tal vez porque mi vida comenzaba a tener sentido. Solo me faltaba una cosa por arreglar. Bueno, más bien dos cosas. Mis papas y mi sueño, que ya se iba deformando poco a poco. La música comenzaba a tomar un segundo plano en mi vida. Ahora… bueno más bien en este instante algo que comenzaba a atraerme igual o más que la música era el baile. Sé que es un poco extraño porque no me gusta bailar frente a la gente, pero si me encanta ver bailar y me gustaba también hacerlo, tal vez si aprendiera mas, esa pena se me podría quitar y podía juntarlo o intercalarlo con la música, porque sinceramente me gustaría saber moverme sobre un escenario.

La fiesta estaba por llegar a su final, yo ya no aguantaba las zapatillas de tanto bailar, Nick ya se había despojado de su saco y su corbata, Matt estaba igual que Nick y Sophie, por mas cansada que estuviera, se negaba a estar sin zapatillas.
Por lo lejos se veía a un Joe aburrido, nada mas ignorando a su acompañante que en ningún momento cerraba la boca para que el pudiera decir algo.

Los estudiantes y los graduados comenzaban a despedirse y poco a poco el lugar iba quedando solo, sin embargo, nosotros nos estábamos divirtiendo, a pesar de que solo éramos cuatro, no parábamos de reír y de bromear, Joe ya se había ido a llevar a Camilla a su casa.
Después de un rato Nick y Yo nos despedimos ya era muy, pero muy tarde y comenzaba a hacer algo de frio. Fuimos hacia la salida y nos despedimos de Matt y Sophie quienes también ya se iban.

Nick y yo caminamos hacia el auto y lo abordamos.
Mientras íbamos en camino Nick, comenzó a charlar conmigo de cosas irrelevantes y de la nada salió el tema de Sophie.
—Quede de verla mañana.
— ¡Oh enserio!—respondí emocionada—, eso es bueno. ¿A dónde irán?
—Aún no lo sé, haremos lo que se nos antoje en ese momento.
—Me parece bien, Sophie es una buena chica y qué decir de ti Nicholas, eres muy bueno—respondí sincera—, y como se que eres tan bueno, necesitas una chica que sea igual que tu, de buenos y nobles sentimientos y creo que Sophie es la indicada. Bueno al menos a mí me gusta para ti, no sé si tu mamá la apruebe—bromee.
— ¿Así que has estado investigando sobre nosotros?
—Digamos que me he puesto al corriente en sus vidas. ¡Vaya! En internet vienen más cosas de su infancia, que las que yo sabía.
—Cierto. Hay cosas que ni yo mismo recordaba. No sé de donde las sacan la mayoría de las cosas nosotros no las hemos dicho.
—Así pasa. Ahora son famosos y antes no lo eran.

Llegamos a casa y las luces de la sala estaban encendidas. Abrí la puerta y entre. Cuando estaba dentro, Kevin y Joe se encontraban en la sala.
—Hola—dijo Kevin
— ¿Qué hacen despiertos?—cuestione mientras me sentaba en el sofá.
—Se le llama ausencia de sueño—respondió Kevin.
—Oh, lo supusimos—dijimos sarcásticamente Nick y Yo.
— ¿Y qué tal el baile?—inquirió Kevin.
—Bien—respondimos los tres.
— ¿Nada mas, bien? Que aburridos son.
—Oh vamos Kevin, ¿Qué quieres que te digamos?, ¿Que Joe y Alex se besaron mientras Camilla estaba dentro buscando a Joe como loca desquiciada?
Joe y yo solos nos quedamos boquiabiertos y miramos a Nick, quien nos miro avergonzado.
—Amm, bueno supongo que… pues… no se tal vez algo más interesante y menos obvio ¿no?— los cuatro reímos.

Eran las cinco de la mañana y poco a poco la sala iba quedando sola, primero subió Nick, después subió Kevin y Joe y yo nos quedamos charlando un poco más.
Con Joe realmente pasaba momentos agradables, nunca me sentía aburrida, me hacía reír demasiado, con sus chistes malos y también con los buenos. Ninguno de los dos tenia sueño así que subimos a nuestras habitaciones nos colocamos nuestra pijama y yo me reuní con Joe en su habitación para ver una película.
Ya que me cambie y me coloque algo cómodo, fui hacia su puerta y toque con mis nudillos varias veces la puerta y Joe desde dentro grito que pasara.
— ¿No piensas ponerte algo más arriba? Esta haciendo algo de frio—dije mientras cerraba la puerta y veía a Joe colocar el DVD.
—Lo dice, quien solo trae un short y una playera de pijama.
—Bueno, pues no tengo mucho frio, solo un poco, y se quita con una cobija y ya.
—De acuerdo, pues toma una que está en mi cama.

Camine hacia la cama de Joe y me acomode entre las cobijas. Joe tomo el control de la TV, apago la luz y camino hacia la cama, acomodándose a mi izquierda.
Joe pasó su brazo detrás de mi cabeza y yo me abrase a él como si fuera una almohada.
La película comenzaba y yo, ya comenzaba a mostrar cansancio y a bostezar, mis ojos comenzaban a pesar y hubo un momento en que no supe mas.

La luz comenzaba a colarse detrás de aquellas persianas, abrí un ojo mientras mantenía el otro cerrado, para evitar el encandilamiento, me encontraba dormida boca abajo y con mil edredones arriba.
Gire mi cabeza para volver a dormir y cuando lo hice me percate de mi acompañante, quien se encontraba profundamente dormido, algo despeinado y sobre todo muy tranquilo.
No le tome importancia y me volví a quedar dormida.

Unos pequeños movimientos sobre mi cabello me hicieron despertar nuevamente.
—Cinco minutos más—respondí sin abrir los ojos y al ver que no hacían caso, los abrí lentamente y lo primero que vi fui a Joe, sentado a mi lado jugando con mi cabello—,¡Oh vamos Joe!, deberías dejarme dormir más tiempo.—me lleve la colcha y me tape el rostro. Pensé en lo que había dicho y me destape rápidamente—. ¿Joe?—exclame asustada
—Amm ¿si?
—No paso nada de nada ¿cierto?—seguía con los ojos abiertos, demasiado diría yo y Joe solo se limitaba a reír.— Contesta…
—No Alex, no paso nada, solo vimos películas y nos quedamos dormidos.
— ¿Nada mas?—alce las cejas.
—Bueno…
— ¡JOE!
—Nada más Alex. Confía en mí.
—De acuerdo—me recosté de nuevo—, supongo que debo ir a mi habitación a ducharme y comenzar a hacer planes para estas vacaciones. —mire a Joe, quien me miraba desde arriba, su cabeza estaba recargada sobre su mano y me miraba atentamente—, bien, estoy de acuerdo de que al despertar no soy muy glamorosa, pero no debes de mirarme así, me intimidas.
—No sé cómo le haces Alex, aún acabada de despertar e incluso dormida, te ves hermosa.
—Y yo no sé cómo le haces, para evitar matarme de un paro cardiaco, cada vez que tu voz resuena en mis oídos. —dije calmadamente, sin despegar mi vista de su rostro.
Joe sonrió y comenzó a inclinarse hacia a mí, de mi parte, me comencé a poner nerviosa, solo por el simple hecho de que estábamos en una cama y yo estaba a punto de besarme. Sé que no pasaría nada, pero alguien podría entrar y vernos, y digamos que esto se podría malinterpretar.

¡Que más da! Si me iré al infierno por andar con él, pues también debería irme por besarlo en su habitación.
Sus labios hicieron presión sobre los míos, su mano recorría mi brazo y las mías se enredaban melódicamente en su cabello.
Joe sabía muy bien, que tenía que volvía loca a una mujer y vaya que sabia como usarlo. Era un experto.

jueves, 2 de diciembre de 2010

AVISO

Chicas, no se si leyeron en mi twitter ( las que me siguen) y las que no, pues les comentare.
Hace unos días leí una Novela que practicamente me tiene enganchada, por no decir embobada.

Quería preguntarles, el que pensaban si la llegaba a publicar a la par con la de ahora.
si quieren que la suba (la sinopsis y los personajes) pongale palomita en donde dice
"Me Gusto" si no quieren, pues en cualquiera de las otras dos.

A mi me gusto mucho, aunque no es MÍA, es de un libro y la que leí es una adaptación pero con Joe Jonas y quería comentarles esto... haha
pero prometan que si la publico, no dejaran de leer la mia.
dejen sus comentarios aquí, o en mi twitter @joejonasupport

Besos.
Yanan.


pd. Estén al pendiente de mi otro blog http://just-turnright.blogspot.com/
ahí es donde publicare la otra Novela.

martes, 30 de noviembre de 2010

Capítulos #33, #34, #35. MARATÓN

Capítulo #33

El Regency era uno de los salones de eventos más caros de Los Ángeles. Yo lo conocía porque formaba parte de la vida social de mis padres y solía venir aquí, cuando era obligada.
Llegamos a la entrada y un chico que formaba parte de la organización y creación del periódico escolar, nos hiso posar a Nick y a mi para una foto. Nick me tomo de la cintura y yo puse mi mano sobre su pecho. Había sido una linda foto, Nick parecía todo un galán, con esos pequeños ojos y carnosos labios que dibujaban una delicada sonrisa.

Entramos al salón, que a pesar de no ser muy antiguo, la decoración recordaba los días de carnaval o incluso los bailes de “Can Can” que se habían dado lugar en el Moulin Rouge en Paris, hace varios años. Paredes de madera sintética, arañas de cristal, marcos dorados…
— ¿Lista para la gran fiesta?—dijo Nick mientras me llevaba directamente a la entrada en forma de arco que conducía a la zona de sillones, mesas y pista de baile.
— ¿Me queda de otra?—respondí mientras caminábamos y saludaba con una sonrisa a varios compañeros de generación.

Pase la mirada por la sala, tenuemente iluminada y de ambiente agradable. La decoración que había utilizado la escuela hacia que realmente no pareciera ser un salón de gente de alto renombre, a algo mas como un «burdel». No se veía mal, de hecho se veía agradable y con estilo, nada vulgar.

La alfombra era de un vivo color tinto, que cubría partes específicas del fino piso marmoleado. Había varios sillones alrededor de la pista, estos eran de forma semicircular, incrustados en los paneles y ofrecían un aspecto íntimo y acogedor, separado por macetas, estratégicamente colocadas. Las mesas eran negras y brillantes, igual que la barra de bebidas, y los sillones estaban forrados de un terciopelo dorado.

—Sentémonos por allá—dijo Nick señalando a una mesa cerca de la entrada pero a la vez cerca de la pista y la barra. Me senté y el se sentó frente a mi, aun era temprano y solo había algo de música de fondo—. ¿Qué quieres tomar?
—No lo se… lo que sea.
—Ok, ya vuelvo—me sonrió y camino hacia la barra.

Yo me quede sola sentada mirando hacia la entrada para ver si lograba divisar a Sophie o a Matt, pero en ves de eso, vi como entraban Joe y Camilla… realmente se veía guapo, demonios… vestido así, podría ser la fantasía perfecta de cualquier chica, siempre he dicho, un chico feo con traje, cambia demasiado, pero si un chico guapo se pone un traje o se viste mas formal que de costumbre, termina por enloquecer a cualquier chica.

No despegue mi vista de el. Lo veía hacer cada movimiento como en cámara lenta, su sonrisa… prácticamente me alegraba el día. Yo seguía observándolo tristemente y al parecer el sintió mi mirada y elevo su vista y al verme su sonrisa se desvaneció. El también me miro por instantes mientras hacia una mueca con sus labios. Camilla miro hacia donde estaba, tomo el rostro de Joe y lo giro hacia ella para así robarle un beso.
Fruncí el ceño y sacudí mi cabeza, como para hacer que esa imagen se borrara de mi mente.
— ¿Estas bien?—dijeron mientras me ponían un vaso frente a mi.
—Oh si Nick… solo que, no se, no encuentro a Sophie—mentí.
— ¿Segura que es eso?
—Si, solo es eso—dije sin mirarlo mientras que con mi pulgar acariciaba delicadamente mi vaso.
Nick y yo charlábamos, cuando de repente vi como la vista de Nick se despegaba de mi rostro y se quedaba plasmada y sin pestañear a la entrada.
— ¿A quien ves?—me gire y sonreí al ver, quien era la persona que había robado la atención de Nick—. Oh… entiendo—me gire de nuevo y lo enfrente—. ¿Se ve linda no?
— ¿Quién?—dijo saliendo de su trance un poco tímido.
—Sophie…
—Si, se ve hermosa.
— ¿Te gusta?
—Que puedo decirte… es bellísima.
— ¡Que emoción! Debo hacer algo al respecto—di un brinco del banco donde estaba sentada al piso.
— ¡No!—me jalo Nick del brazo—No, Alex… gracias pero no.
— ¿Por qué no?
—Por que si en serio le gusto, tendré que hacer todo yo y poco a poco, no rápido, si no terminare asustándola.
—Pero ya sabemos que si le gustas.
—Pues si, pero quiero que esto vaya poco a poco. ¿Ok?
—De acuerdo

Regresamos a la mesa y seguimos charlando, se nos unieron Matt y Sophie y yo miraba como se veían Nick y Soph, eran adorables.
Después de un rato, llegaron a nuestra mesa Joe y Camilla. Yo solo sonreí como saludo y comencé a jugar con mi vaso, ignorando por completo lo que me platicaba Sophie, Joe platicaba con Nick y con Matt y a Camilla nadie la pelaba.
Comenzó a sonar Bad Romance, dando oficialmente el inicio de la fiesta.
— ¿Vamos a bailar?—inquirió a Nick en general. Pero obvio, dándome la prioridad a mí por ser su pareja de la noche.
—Acepto—tome su mano y baje del banco. Sentía la mirada de Joe clavada en mi espalda.

Llegamos a la pista y junto con nosotros llegaron Matt y Sophie. Comenzamos a bailar, Sophie y yo en momentos bailábamos juntas. Realmente comenzaba a disfrutar el baile, ya que por instantes se me olvidaba que Joe estaba presente con su novia.

//Joe//
Y ahí me encontraba yo, esperando en mi auto a que Camilla saliera de su casa. Ya era tarde y creía que el baile había comenzado, así que no dejaba de mirar mi reloj de mano. Hasta que oí que alguien tocaba el vidrio del copiloto. Era Camilla, me estire y le abrí.
— ¿Por qué tardaste tanto? Te dije que a las 8 pasaba por ti y son las 8:30.
—Joe, no te pongas pesado… esta imagen no se hace tan rápido.
Mire a Camilla, quien traía puesto un vestido demasiado ajustado a sus curvas, en ves de gustarme como se veía, se me hacia patético, para todo tenia que compararla con Alex, ella nunca usaría un vestido tan barato y vulgar, apenas enseñaba las piernas y Camilla, parece que le pagaran por hacerlo, ya que disfruta enseñar.

Conduje sin siquiera dirigirle la mirada en todo el trayecto, mire la invitación y me detuve al ver que ya habíamos llegado al salón donde se efectuaría la fiesta.
Tome de la mano a Camilla, y la jale casi, casi, hasta la entrada, donde nos tomaron una foto y tuve que poner mi mejor cara a pesar de que no estuviera de humor.
Sentí que alguien me miraba así que eleve mis ojos y pude ver del otro lado a Alex mirándome tristemente al verme entrar con Camilla, yo no pude evitar sentirme mal ante esta situación y lo único que pude hacer, fue una mueca. Camilla se percato de esto y tomo mi rostro entre sus largas y frías manos y presiono sus labios sobre los míos. No pude separarme y para no ser grosero y hacerle quedar mal frente a todos los presentes, le seguí el beso. Cuando logre zafarme regrese mi vista hacia Alex, pero ella ya no me veía, había bajado su cabeza y comenzaba a jugar con la bebida que le había traído Nick, el al parecer intentaba animarla.

Camilla me jalo, hasta donde había una bola de niñas, vestidas exactamente iguales. Nos detuvimos detrás de ellas y Camilla toco el hombro de una chica «rubia» que se giro y nos miro, varias de sus acompañantes al verme ahogaron un grito, —quiero suponer que de emoción— y yo solo me limite a sonreír.
—Joe, ella es mi prima Viviana—claro, debí suponérmelo. Si son idénticas solo que una es más chica que otra.
—Hola. —me limite a decir y comencé a buscar con la mirada a Alex. —Camilla vamos con Nick…—ella me hiso una mueca—... Bueno ¿vas o te quedas?
—Ok vamos—dijo girando los ojos.

La tome del codo y la hice caminar, ya que estaba haciendo algo así como un berrinche y yo tenia ganas de ver a Alex.
Para llegar al otro extremo, prácticamente iba empujando gente en la pista
al llegar a la mesa donde estaban Nick y Alex, acompañados de Matt y Sophie, salude a todos y pues estuvo algo normal. Camilla parecía no ser muy bien aceptada por los presentes y lo entendía.

Yo me puse a charlar con los chicos, cuando recordé lo que había hablado con Nick minutos antes, ya que le dije que quería bailar tan siquiera una pieza romántica con Alex y que me ayudara a distraer a Camilla, el acepto. Entonces con una seña le dije que recordara lo que habíamos hablado y el asintió discretamente.
Seguimos charlando y comenzó a sonar una canción muy de moda, las chicas—Sophie y Alex— se pararon a bailar y Alex, literal jalo a Nick a la pista sin siquiera fijarse en mi, o eso es lo que yo pensé. Matt los siguió y yo me quede en la mesa solo con Camilla viendo como se divertían. Nunca había visto a Alex bailar de tal manera, el menear de sus caderas y su sonrisa de felicidad, realmente me enloquecían.

Capítulo #34

Me encontraba sentado en uno de los bancos de la mesa. Mi rostro lo había postrado sobre mi mano y así observaba a toda la gente divertirse, Camilla estaba sentada frente a mi, cruzada de piernas y sin siquiera notarme, ya que no se que tanto veía en su BlackBerry.
La canción había terminado y los chicos regresaban a la mesa, cuando inicio otra melodía que los hizo parar en seco y regresar a la pista, era una de nosotros, Paranoid. Al comenzar a sonar, muchas chicas mas fueron a la pista a bailar y corear la canción, yo me erguí decidido a ir a bailar y a cantar, esa canción que conocía como la punta de mis manos, junto con mi hermano y mis amigos.
Estaba a punto de pararme y Camilla me tomo del brazo.
— ¿A dónde vas, Joe?
— ¿A bailar?—respondí irónico. —Vinimos a un baile, Camilla. No a una reunión con tu celular.
—Pero yo no tengo ganas de bailar—respondió haciendo un puchero y cruzando los brazos a la altura de su pecho.
—Pues entonces, quédate aquí o llámale a tu prima para que te venga a hacer compañía por que yo si quiero bailar. —Comencé a buscar a su prima con la mirada —, Mira allá esta—señale la mesa del ponche, tome a Camilla de la mano y la jale hacia a mi, para que caminara.
— ¿Joe que haces?
—No quiero que te quedes sola, ya que no quieres bailar conmigo… así que te llevare con tu prima para que no te pierdas. —llegamos a la mesa del ponche y Viviana, nos vio extrañada. —Bien, ahorita regreso ya que tu prima no quiere bailar conmigo.
—Am, de acuerdo—respondió Viviana, ante la mirada furiosa de Camilla.

Les sonreí hipócritamente y camine hacia la pista, las chicas me abrían el paso y yo les sonreía como agradecimiento, ellas solo me miraban sin parpadear. No se por que aun no me termino de acostumbrar o mas bien, ¿Por qué ellas no se han olvidado de “The Jonas Brothers” si tenemos algunos meses, sin hacer presentaciones publicas? No terminaba de entenderlo.
Llegue al centro de la pista, donde se centraba más el ambiente y donde se encontraban Nick, Matt, Sophie y Alex, quien me veía algo confundida conforme me acercaba a ellos.

Al poner un pie en ese espacio, los cuatro presentes detuvieron su bailar y me miraron extrañados.
— ¿Me les puedo unir?—inquirí mirando a los ojos a Alex, a eso grandes y castaños ojos que tanto me gustaban.
—Seguro—dijo Matt, dándome unas palmaditas en la espalda.
— ¿Y tu noviecita?—pregunto Nick, mientras alzaba su ceja.
—Con su prima—gire los ojos—. No se por que la traje.
—Es lo mismo que me pregunto yo, Joe. No se por que la trajiste—agrego Alex mientras me miraba seria.
Hiso un movimiento en forma de negación con su cabeza y comenzó a caminar hacia la salida. Yo me quede pasmado, Nick me hiso señas con los ojos para que fuera de tras de ella. Le hice caso y con grandes zancadas la alcance y la tome del brazo delicadamente, ya que parecía que podía romperse en mil pequeños pedazos delante de mí.
— ¿A dónde vas?
— ¿Perdón? No te escuche, la música esta algo fuerte—dijo sarcásticamente.
— ¿Qué a donde vas?—me incline a su oído y lo articule algo fuerte pero sin lastimarla.
— ¿Te importa?—inquirió retadoramente.
—Claro que me importa. — respondí ofendido.
Esta se había tornado en una conversación algo rara.
—Ya no me mientas, Joe.
—Aquí no es un buen lugar para hablar de esto, Alex.
—Ok, me acabas de dar la razón— se giro y comenzó a caminar. Yo de nuevo la jale, pero ahora sin medir mi fuerza haciendo que chocara contra mí pecho. La tenía sujetada de las dos muñecas y ella me miraba con esos ojos hermosos que poseía, pero ahora brillaban y mostraban dolor. Su respiración golpeteaba como una brisa a mi rostro.
— ¿Podríamos salir y hablar?
— ¿Podrías soltarme?—inquirió con voz entrecortada, suspiramos y yo la solté, me lleve la mano al cabello y me lo alborote un poco—. Si quieres hablar conmigo, lo tienes que hacer como gente civilizada y sin nada de jaloneos.
—Lo siento, no era mi intención lastimarte.
—Da igual—respondió indiferente pero sin despegar su vista de la mía y con los brazos cruzados. Bajo la mirada y segundos después la elevo de nuevo y me miro con pesar para después desviarla nuevamente y darse la vuelta para comenzar a caminar hacia la salida. Yo iba detrás de ella, con una considerable distancia, para que no se viera tan obvia nuestra salida del lugar.

//Narradora//
Después de que Joe dejo a Camilla en manos de su prima, Viviana.
Ellas dos se quedaron solas en la mesa del ponche, que tenia una perfecta vista de todo el lugar y especialmente de la pista de baile.
Camilla miraba fijamente la dirección que tomaba Joe en aquella pista.
— ¿Por qué fue justo a donde están ellos bailando, habiendo tanta gente aquí?—inquirió tontamente.
—Hay Cami… ¿será porque no hay mas gente conocida?—respondió con obviedad.
—No lo se, pero esto me huele a gato encerrado…

Camilla estaba recargada en la mesa, con un vaso en la mano, cuando vio que Joe llegaba a la pista y Alex se iba de ahí, una sonrisa se dibujo en su rostro, pero en un abrir y cerrar de ojos se le desvaneció al ver que Joe iba detrás de ella y la paraba frente a el. Camilla comenzó a estrujar el vaso el cual ya no contenía aquel líquido rojizo llamado ponche. Tal vez, ella imaginaba que ese vaso eran Alex y Joe, ya que la furia se notaba en sus ojos. Dejo el vaso en la mesa e intento comenzar a caminar, pero Viviana la jalo hacia donde estaba anteriormente.
— ¿Qué es lo que planeas?—respondió enojada—, No harás una escena en MI baile ¿oíste?, Camilla... si quieres hacer algo, lo harás después, pero no te permitiré que arruines esto que he organizado todo el semestre. Estas mal del cerebro, Prima.
—Pues si Viviana, pero me da coraje… ¿Qué le ve Joe a esa mosca muerta?—cuestiono.
— ¿Enserio quieres que te lo diga?—Camilla alzo una ceja—. Solo vete como estas vestida, primita, ¿Tú crees que eso te da buena imagen al estar con Joe Jonas, el chico con el anillo de pureza?— Camilla guardo silencio, sabia que su prima tenia razón—. En cambio ve a Alex, la chica dulce, reservada pero con pantalones, que no se deja de nadie, pero sigue siendo demasiado tierna y femenina…. Eso atrae mas a un hombre para algo mas formal que una chica que en ves de parecer su novia parece… una bailarina exótica, lo siento prima, pero hay que tener clase. Si quieres que Joe te tome en serio nuevamente…. Cambia tu estrategia.


Capítulo #35

Camilla escucho con atención lo que dijo su prima, por primera vez, atragantándose con sus palabras, por que sabia que en parte su prima tenia razón de lo que le había dicho. Ella no cambiaria su forma de ser o de vestir, pero de que cambiaria su estrategia lo haría.

No dejaría que una «mosquita muerta» como ella llamaba a Alex, le bajara al chico de sus sueños. Camilla estaba mas que enamorada de Joe y por que no, también de su cuenta bancaria.
Ella sabia perfectamente lo que Joe había acumulado en tan pocos años y sumándole lo galán, simpático y mil adjetivos mas que tenia, se convertía en su Chico Ideal.

Pero ella no contaba con que Joe, volvería a ver a Alex, y mucho menos, que a ella le gustara. Camilla no sabia que a Joe le gustaba ella, solo sabia o más bien sentía como que había cierta atracción entre los dos, lo cierto es… que Joe esta enloquecidamente enamorado de Alex y que si sigue con Camilla, es por mera obligación. El único problema aquí, es que Joe no lo sabe.

— ¿Pero si viste como Joe se le acerco coquetamente? Ósea, ¿si viste como la atrajo hacia el? ¿Tú crees que me voy a dejar, Viviana? Hay prima, pareceré una cualquiera, pero muchos chicos están detrás de mi…
—Y si muchos chicos están detrás de ti… ¿Por qué no dejas a Joe?
—Por que… quiero a Joe Jonas, solo para mi—dijo decidida—, y para nadie mas… —bufo—, ya tengo mucho con compartirlo con las fans, como para que esta chiquilla me lo baje.
—Pues, ya te dije… si no quieres que la tonta de Alexandra te lo baje… idéate otro plan, porque al parecer tu plan de provocarlo, no ha surgido nada de efecto. Sabes, tal vez un poco de brujería no estaría mal. Con ver a Alex destrozada, me doy por servida.
—Eso esta por verse prima, Joe Jonas, como ya dije, es mío… pero tal vez tengas razón, debo cambiar mi plan y lo de la brujería, no esta mal, pero si no funciona lo que tengo en mente, será mi segunda opción.
—O quizás la tercera…

//Alex//
Planeaba irme a sentar ya que no me sentía del todo agusto, teniendo a Joe frente a mi en la pista y mas por que había traído a Camilla. Le hice saber mi disgusto y segundos después me fui hacia la mesa. Joe me siguió y comenzó algo así como una pelea, yo sentía la mirada de Camilla sobre mi, pero al parecer el no le dio importancia, iba a dar por terminada la “platica” pero me jalo y me hiso chocar contra su pecho, eso me puso nerviosa, así que le dije que me soltara para poder hablar como gente civilizada. Me dijo que saliéramos y yo no dije nada, solo comencé a caminar y el lo hizo un poco mas alejado a mi para no levantar sospechas.

Camine hasta verme un poco alejada del salón, divise una banca blanca debajo de un gran y frondoso roble.
—Bien… te escucho—dije mientras tomaba asiento en el respaldo de la banca.
—No se por que no crees que lo que siento por ti es real…—se encontraba parado frente a mi y la luz de la luna hacia que viera mas detenidamente aquellas finas facciones que tenia. Me quede embobada mirando cada lugar de su rostro—. ¡Hey!—pasó su mano frente a mí, haciendo que saliera de mi trance.
—Perdón… ¿decías?
—Alex ¿Qué te ocurre? Me estas ignorando y parece que estás en otro mundo.
—Lo siento. Joe, no me gustan los bailes me aturden demasiado y no me gusta bailar en publico. Así que perdona mi ausencia. —respondí mientras me tapaba el rostro con las manos y colocaba mis brazos sobre mis piernas.
—No te preocupes—se sentó a mi lado pero en la parte de abajo—. Alex… ¿Por qué me dijiste que ya no te mintiera? ¿Acaso lo he hecho?—me miro con cierta pesadez en sus ojos, que tenían ese brillo que no era de alegría. Me hiso sentir mal verlo así.
—Por que es lo que siento. Joe, a veces en serio, te lo digo con el corazón en la mano, quisiera creerte por mas de un día, pero hay algo, una voz dentro de mi que me dice que no lo haga, pero en cambio hay otra que me dice que si te crea. Me siento frustrada y demasiado confundida—me puse de pie y comencé a caminar en mi mismo eje.
—Enserio, ¿Crees que no soy sincero contigo?
—Si, algunas veces es lo que siento.
—Me duele que no me creas. Alex, me duele en el corazón oír, que pienses que te miento, que llegues a pensar que juego contigo. —se puso de pie y me tomo de los brazos, haciendo que dejara de caminar y a la vez quedando frente a el. Yo lo miraba hacia arriba. El me observaba con cierta desilusión.
—Joe, yo te quiero… demasiado, seria capaz de dar todo por ti, pero siento que no recibo nada a cambio.
—No puedo creer que pienses eso. Yo te quiero, no se ni como explicarlo…debo ser sincero, al principio pensé que solo era pura atracción, mas nunca pensé…—acaricio delicadamente mi mejilla, dejando ahí su mano—… que me enamoraría así de tontamente de ti. —dijo tan sincero, que le creí.
— ¿Algún día me querrás, así como la quieres a ella?—cuestione, mientras lo miraba a los ojos.
—Tu sabes que si, incluso mas de lo que la quise….además, también sabes que ya no la quiero.
— ¿Entonces? respóndeme una cosa—el asintió—. ¿Por que sigues con ella?
—No lo se—dijo tan bajo, que apenas alcance a oír. Pero en su mirada note la frustración que tenia dentro.
—No entiendo. Joe, para lo que te conviene no dejas que te pisoteen, pero con Camilla cambias rotundamente y dejas que haga de ti lo que quiera.
—Lo se, y no me lo explico… Alex—tomo mi mano y la beso delicadamente, un escalofrió recorrió mi espalda—… enserio te quiero, Mucho… quizás pienses que soy algo estúpido y algunas veces inmaduro, pero te lo digo desde lo más profundo de mí ser.
—Ok Joe, te creo—mis labios se curvearon— y no me molesta que seas algunas veces estúpido e inmaduro… es tu esencia, y así me encantas—le di un pequeño golpe en su duro y formado brazo.

Joe me sonrió y me tomo de la cintura, para apegarme mas a el. Yo por inercia coloque mis manos en su trabajado pecho y sonreí tímidamente. Comenzó a inclinarse hacia mí. Yo hice lo mío y coloque mis brazos alrededor de su cuello, me pare un poco de puntas y logre sentir la presión de sus labios.
Era un beso deseado por los dos, un beso que borraba las confusiones que tenia y las desconfianzas que sentía, todo se borraba conforme sus labios danzaban sobre los míos. El beso se iba tornando un poco más pasional, pero sin dejar de ser lindo. Era una necesidad. Sus labios eran adictivos, eran perfectos. Parecían trabajados por un cincel, así de perfectos eran. Carnosos, bien delineados y suaves.

Nos separamos poco a poco, pero a la vez juntando nuestras frentes y mirándonos a los ojos. Yo baje mis brazos y los coloque a su alrededor, el me estrecho mas y así pude recargar mi cabeza en su pecho. Joe me daba suaves besos, sobre mi cabello. Aún me seguía poniendo nerviosa y siempre al final de cada beso, sentía que mis piernas me fallarían y me harían caer.
—Sabes…
— ¿Qué es lo que se?
—Hablare con Camilla y le diré que esto se acabo…—me separe incrédula de el.
— ¿Estas hablando enserio?—una sonrisa se formo en mis labios.
—Nunca había hablado mas enserio…—guardo silencio—… Bueno si, cuando te dije que te quería, hablaba demasiado enserio.
No supe que responder, me sentía feliz por haberlo oído decir eso, tal vez ya había llegado el momento de estar juntos, sin escondernos de nadie.
Joe se acerco nuevamente a mi y me beso, sentí como una sonrisa se formaba en sus labios, pero aun así no se separo.
—Amm…—dijeron para después fingir algo de tos—. ¿Interrumpo algo?


viernes, 26 de noviembre de 2010

Capítulo #32

//Alex//
Después de salir del establecimiento y de haber leído el mensaje que me mando Joe, llegue a casa un tanto… se podría decir, indispuesta. Ya no tenia ganas de ir al baile, solo tenia ganas de quedarme en casa, ver películas y comer como un «cerdo».

No sabía ni a que se debía el bajón de ánimo que me había dado, si ya sabía a lo que me atenía con Joe.
Me di cuenta de que no había nadie en casa en cuanto me baje del taxi, ya que no había ningún auto estacionado y la cochera estaba abierta. Camine por el sendero que daba a la puerta principal y frente a ella, comencé a buscar las llaves. Revolví todo mi bolso, me arrodille frente a la puerta y empecé a sacar todo lo que llevaba dentro, pero no había rastro de ellas. Me puse de pie, me coloque las manos en la cintura y bufe desesperada, mientras miraba la cerradura.

Baje el pequeño escalón y camine hacia las jardineras en busca del duplicado que tenia, para cuando me sucediera algo similar.
Escarbe con las uñas, entre la flores y la tierra, sin importarme que se me ensuciaran de tierra mis jeans y mi t-shirt, mi cabello estaba revuelto y yo seguía estresada pero seguía de rodillas buscando el duplicado.

—Pensé que eso nada mas lo hacia Elvis—dijeron detrás de mi, en tono burlón.
— ¿Ah?—me gire y logre ver a Joe—. Ah Joe—respondí indiferente y me gire de nuevo para buscar la llave—, pues ya ves que no, también lo hago yo.
— ¿Y por que lo haces?
— ¿Sera por que no tengo llave para entrar a mi casa?
—Pues ya llegue yo, puedes abrir con mi llave.
Me puse de pie y me sacudí ante la mirada perdida de Joe, sobre mí.
—Bueno, pues deberías de abrir ya ¿no? Tengo un baile en unas horas…—dije fastidiada mientras elevaba mi vista.
— ¿No quieres ir cierto?
— ¿Tengo opción…?—el encogió sus hombros

Se acerco a mi y acomodo un mechón de cabello detrás de mi oreja, eleve mi vista y mis ojos se encontraron con los suyos, tan brillantes y perfectos como siempre. Logro intimidarme y baje la mirada tímidamente.
—Ábreme Joe.
—Esta bien…—bufo mientras se separaba de mí.
—Gracias.

Camine de nuevo hacia la puerta y tome mi bolso que se encontraba en el piso. Joe abrió y camine directo hacia las escaleras, al parecer Joe quería decirme algo y yo no lo deje, no me importo, debía arreglarme ya.

Después de ducharme, me puse una bata y me agarre el cabello con una banda. Tocaron delicadamente la puerta y fui a abrirla.
—Hola Denise.
—Querida aquí esta tu vestido—dijo entregándome una caja—. Si necesitas ayuda para arreglarte, estaré en mi habitación. Por cierto, Nick ya llego y esta arreglándose.
—Oh, gracias—sonreí y cerré la puerta.

Deje la caja sobre la cama y camine hacia el tocador, me senté frente al espejo y seguí arreglándome. Me hice un especie de chongo, pero dejándome mechones sueltos y ondulados detrás y me acomode bien mi fleco al frente, mi cabello era castaño claro, largo y ondulado, si había algo que me gustara de mi físico, era mi cabello. Siempre intentaba cuidarlo.

Camine hacia la cama, me despoje de mi bata y saque con cuidado el vestido que estaba dentro. Lo coloque frente a mi, realmente me encantaba, era un vestido sin tirantes, ceñido al busto y a la cintura, y un poco elevado a la altura de la rodilla, era color blanco aperlado, con algunos detalles en negro. Algo sencillo pero me encantaba. Me mire al espejo y comencé a girar, tal cual niña. Me senté en el borde de la cama para colocarme, las zapatillas que también había comprado ese día, a combinación con el vestido. Eran altas, pero no tanto. Delicadas, pero a la vez fuertes.

Me mire ahora si, con mi atuendo terminado y sonreí para mi, «Joe se ira de espaldas, cuando me vea» pensé.

Camine hacia el tocador, tome mi clutch (bolso de mano) guarde lo básico, tome mi celular vi la hora 7:30pm—la fiesta comenzaba a las 8:10—, suspire y me mire en el espejo, pero ahora con cierta pesadez sobre mis hombros. Vería a Camilla, pero no quería hacerlo. Tenia que saludarla, por Joe... Pero no quería... ¡Que dilema! Tenia que ser hipócrita con ella frente a todos, pero muy dentro de mi, tenia ganas de darle un puntapié en el rostro.

Me puse un poco de Can Can, perfume de Paris Hilton, era dulce, pero a la vez fresco. Era uno de mis preferidos.
Camine hacia las escaleras y comencé a bajarlas, al mirar hacia la sala, me di cuenta de que ya estaban todos ahí, Nick me vio con una sonrisa al igual que Kevin, Denise me miro como una madre orgullosa y Joe solo se quedo anonadado al verme, no pestañaba y ni siquiera cerraba la boca. Yo solo sonreí tímidamente y baje el último escalón.
—Bien, vámonos ya que me siento extraña con todas las miradas puestas en mí.
—Te ves realmente adorable, Cariño—dijo Denise. Sonreí en agradecimiento.
—Si, Alex, te ves muy guapa—agrego Kevin.
—Lo bueno—dijo Nick, mientras entrelazaba mi brazo en el suyo—, es que yo iré para espantarle los galanes. —dijo divertido.

Joe no decía nada, deseaba que lo hiciera, quería su opinión de cómo me veía en estos instantes, pero solo se limito a mirarme y a alborotarse su cabello mientras lo hacia.

Nick y yo nos despedimos y salimos, Joe iba detrás de nosotros, estaba casi segura de que iba a recoger a Camilla.
Me subí al auto y Nick se quedo unos instantes fuera de el, ya que Joe le estaba diciendo algo.
Yo solo los observaba, mas bien, observaba a Joe como en cámara lenta, veía como su boca se abría y se cerraba mientras articulaba palabras, sus labios eran una gran tentación para mi, eran tan perfectos, carnosos, delicados y muy bien delineados, su rostro era de facciones finas, que parecía un Dios Griego pero del siglo XXI, sus lunares, que realmente me volvían loca, estaba colocados específicamente en su rostro. Podría pasarme toda la noche describiendo su físico y nunca terminaría, era el ser mas perfecto y angelical que nunca antes había visto.

Lo miraba bobamente, puede decir que hasta la boca abierta tenía. Nick me hizo salir de mi trance pasando su mano frente a mis ojos.
—Alex, te fuiste… casi devoras a mi hermano—dijo en broma.
— ¡Claro que no Nick!—dije a la defensiva—... Quiero decir... no lo miraba a el, veía la luna… ¿ya la viste?—respondí tímidamente.
—Lo que digas…—respondió riéndose mientras arrancaba el auto.
Yo me lleve una mano a la frente y solo deseaba que en ese instante el asiento me tragara.

Me di cuenta de que habíamos llegado, cuando Nick se detuvo frente a un salón, del cual salían luces y estaba decorado algo así como “Carnavalesco”.
—Llegamos—dijo Nick, mientras me ayudaba a bajar y yo suspiraba.
—Bien, terminemos rápido con esto—dije decidida.

lunes, 22 de noviembre de 2010

Capítulo #31

El golpetear de unos tacones retumbaba sobre el piso de mármol al terminar la clase.
Me encontraba charlando con Matt y Sophie, cuando alguien toco mi hombro bruscamente haciendo que me girara.
—Con que te trajo Joe, el novio de mi prima—aseguró.
—Si, ¿hay algo de malo en eso Viviana?—cuestione, mientras me ponía de pie y la empujaba para poder ir hacia la puerta—. Te recuerdo que están viviendo conmigo y son como mi familia.
—La verdad, me vale si los conoces o no, pero el esta con Camilla y no creo que a Camilla le guste mucho la idea de que su novio te traiga a clases y se despidan muy efusivamente.
—Ah—me gire retadoramente, Matt se puso detrás de mi y Sophie se coloco a mi derecha. Los dos en posición para que Yo no pudiera lanzármele a los golpes—. Camilla para mi no me importa, Joe es mi amigo y punto. No hay nada de malo en eso, deberías comprarte unos anteojos nuevos Viviana, por que esos Prada a mi parecer son falsos y ni aumento tienen. — Concluí enojada.
—Alex, no juegues con fuego por que te puedes quemar
—Actualiza tus frases, esa ya me la dijo Belle—dije y me di media vuelta dejándola enojada y con la palabra en la boca.

Los tres caminamos en silencio, hasta las jardineras, ya que no había mas clases para el día de hoy, solo debíamos venir a hacer el examen.
Me senté en una de las bancas que se encontraban ahí, aventando mi mochila, para comenzar a hacer movimientos circulares en mi sien.
—La próxima vez que se meta en algo que no le incumbe no respondo.
—Así es Viviana, Alex. Ya deberías de estar acostumbrada
—Lo se Sophie, pero… no se, puede distorsionarle la información a Camilla.
— ¿Entonces, si te trajo Joe?—inquirió Matt.
—Hay Alex, deberían de tener cuidado.
— ¿Cuidado?—reí sarcástica— Si, solo somos amigos—mentí. Bueno en realidad no mentí, solo es una verdad a medias.
—Amiga, tú y yo sabemos que eso no es del todo verdad—me dijo al oído Sophie.
— ¿Y Jacob?—inquirí, para cambiar de tema. ¿Por qué debía conocerme tanto ella?
—Ayer hable con el y me dijo que tuvo que salir de la ciudad otra vez, hacia chicago, por que una tía se puso mal—dijo Matt.
—Mmm, se perderá el baile—agregue—. ¿Ustedes dos irán juntos?
—Si, no como pareja, si no como amigos.
—Obvio Sophie, todo mundo sabe que son como hermanos.
— ¿Y Tu? Si iras con Nick…
—Si, pero al igual que ustedes, como amigos.
—Ah—respondió Matt—. ¿Y si vendrá Joe?
—No se, ya no me dijo nada, espero que no. No tengo ganas de ver a Belle—mire mi reloj— Son las 12pm, ya esta por concluido nuestro penúltimo semestre, me tengo que ir, iré a visitar a alguien que no he visto en unos meses—me puse de pie—. Los veo en la noche.

Me despedí y salí del campus.
Camine dos cuadras para poder tomar un taxi. Iba dar vuelta en la esquina cuando un auto negro polarizado se paro a mi lado bruscamente, intente no tomarle importancia y seguí con mi camino.
Hundida en mis pensamientos, literalmente hundida, no sabia que hacer, ni mucho menos que pensar, eran tantas cosas y todas daban vuelta solamente en una persona, en un nombre…Joe.

Pare un taxi y le dije que se dirigiera hacia West Hollywood, quería ir a visitar a George ya que de un día para otro, deje de ir a trabajar. Además de que tenia muchas ganas de un te, de esos que nada mas en este pequeño restaurante hacían.
Le page al taxista y baje.

Al entrar, la conocida campanita tintineo delicadamente, me sentí de nuevo en casa. Camine hacia el mostrador y George sorprendido se levanto de su silla y me estrecho en un gran y apretado abrazo.
Me sirvió mi taza de te y me acompaño a sentarme, también con una taza.
Estuvimos platicando, bueno mas bien, le platique yo la mayoría del tiempo, le conté todo lo que había pasado desde el ultimo día que vine a trabajar, el parecía asombrado, me dio varios consejos y comparo algunas situaciones de su juventud con las mías, para que estuviera tranquila.
El sonido de mi BlackBerry, interrumpió la charla, era Denise.
— ¿Alex? ¿Ya viste la hora que es?
—No, ¿que hora es?
—Mujer, son las 5pm, vente inmediatamente a casa.
—Ok, ya voy… solo me despido de alguien y llego.
—Perfecto, con cuidado.

Me despedí de George y tome un taxi a las afueras del establecimiento, cuando un mensaje de texto me llego.
“Alex, iré esta noche al baile… Lo siento, pero Camilla, casi me lo rogo y no pude negarme, espero no arruinarte esta noche”

Desde ese mensaje, ya me la había arruinado.
¿Qué tenia que hacer Camilla en mi baile? Y… ¿Por qué Joe no puede negarle nada? Claro, ahí me demuestra que Joe aun la quiere… no puede querer a dos personas de la misma manera al mismo tiempo.
Si el no se alejaba, yo me alejaría. Por el bien de los dos. Mientras tanto, los ignorare esta noche y me divertiré felizmente con mi compañero de baile.

//Narradora//
Al otro lado de la ciudad, se encontraban Camilla y Viviana. La segunda había citado a su prima en una conocida cafetería.

—Y bien… dime rápido lo que debas de decirme, no tengo tu tiempo, Viviana.
—Se que te interesara prima.
—Dímelo y ya sabré si me interesa o no. —dijo sin despegar la vista de su celular.
—Es sobre Joe y Alex…
Camilla, levanto rápidamente la vista y miro a su prima, con cierto interés en sus ojos. ¿Celos? Claro, era lo que mas irradiaba su mirar.
—Dime todo lo que sepas…
—El la trajo a clases el día de Hoy y se despidieron muy efusivamente…
— ¿Efusivamente? Quiero pensar que fue “efusivamente” de amigos ¿no?
—No lo se, yo desde el ángulo que vi, que por cierto no fue muy bueno, vi un beso, solo que no se donde.
— ¿¡Un beso?!—grito y todos los presentes, se giraron y las miraron—. ¿Cómo que un beso? Si me vas a informar algo de tal magnitud, deberías informármelo bien.
—Querida, no es mi obligación, además sea un beso o no, Alex es muy bonita, aunque me cueste decirlo y si no te pones abusada, te puede ganar a Joe… que por cierto, lo noto con muy poco interés ya sobre ti y mucho sobre ella.
—Cállate estúpida, nadie me ganara a Joe…
Concluyo mirando fijamente a la nada, mientras que estrujaba y hacia pedazos, tal cual una maniaca, su servilleta.

Tomo su celular de la mesa, ante la vista extrañada de Viviana, que nunca había visto así a su prima, salvo en alguna película, pero nunca en la vida real.
— ¿A quien llamaras?
— ¿A quien más? A Joe.
Guardo silencio y espero a que contestaran del otro lado de la línea.
— Amor—dijo con voz chillona— ¿Cómo estas?—alzo la ceja seriamente.
Algo planeaba, su odio hacia Alex, comenzaba a salir desde el fondo de su corazón, nunca antes se había sentido tan insegura de alguna chica, desde que Joe conoció a Alex y no dejaba de hablarle de ella y hasta que Camilla, la vio en persona.
—Camilla, ¿bien y tu?
—Bien bebe, oye… ¿si iremos al baile hoy?—miro a Viviana, quien se encontraba frente a ella muerta de la risa.
—Pensé que no querías ir… por eso no te volví a decir nada.
—Anda vamos, hace mucho que no voy a uno, quiero revivir esos tiempos en los que íbamos juntos a fiestas… anda bebe, además, no te he visto—concluyo con voz seductora, algo que a cualquier hombre, le evitaba rotundamente decir un “No” como respuesta.
—Esta bien Camilla, si tu quieres ir, iremos. Paso por ti a las ocho ¿De acuerdo?
—Ok bebe, entonces a esa hora te veo, te mando mil besitos.
—Si, cuídate. Bye.

Concluyo la llamada con una mirada y una sonrisa de satisfacción, no pensó que seria tan fácil, comenzar a hacerle la vida imposible a Alex.
—Eres muy mala prima.
—Lo se, si ella quiso jugar con fuego… un incendio tendrá. Le dije que no se metiera conmigo, pero al parecer no le importo. Veamos quien es mejor.

Así era Camilla, vengativa a morir. No le importaba matar si fuera necesario, nadie se interpondría entre su relación “amorosa”—como ella la llamaba, aunque mas que nada fuera obsesión o simple fama—.
Se puso de pie dejando sola a Viviana con la cuenta y camino hacia su auto, para ella la guerra había comenzado.

sábado, 20 de noviembre de 2010

Capítulo #30


Me separe de sus brazos lentamente, en realidad no quería, pero Joe tenia que irse.
—Creo que es hora de que te vayas a tu habitación, Joe.
— ¿Me estas corriendo? No me quiero ir, Alex.
—Joe, tienes que irte, no creo que sea bien visto que estés en mi habitación a estas horas.
— ¿Por qué no? Tenemos algo…
—No Joe—lo interrumpí—, no tenemos nada y por los mismo, se ve mal… Además, tengo clases mañana. Anda ve a descansar—lo anime sonriendo—, mañana nos veremos.
—Solo porque tu me lo pides, y que conste Alex, que yo no me quiero ir de aquí, si por mi fuera, me quedaría aquí toda la noche viéndote dormir.
—Pero yo no quiero que te quedes toda la noche, además, la gente cuando duerme, muchas veces no se ve bien.
— ¿Y? te conozco sin arreglar…
— ¡Cállate Joe!—golpee levemente su hombro—. Anda vete.
—Te quiero Alex.
Me susurro al oído, para después besar suevamente la comisura izquierda de mi boca. Se separo con una sonrisa de satisfacción, Joe comenzaba a captar, lo nerviosa que me ponían sus aproximaciones. Me lleve mi mano al lugar donde había colocado sus labios, para después morder tímidamente mi labio, al sonreír nerviosa. Alce mi vista y Joe me miraba de una manera enternecedora.
— ¿Por qué me miras así?
—Eres tan dulce Alex, eso me encanta de ti… dentro de ti, aún existe esa niña traviesa, soñadora y a veces tan ingenua, que me da miedo que te puedan hacer algo, pero… por favor, nunca pierdas tu niña interior, eso te hace diferente a las demás.
—Ah…—no pude articular palabra alguna.

La mayoría de la gente cree que soy, algo así como una chica que no se deja de los demás, que no se queda callada y que no se deja pisotear, pero realmente… esa es la imagen que quiero proyectar, como si fuera un escudo protector, tal parece que con Joe no puedo fingir que soy fuerte, con Joe me puedo hacer pedazos tan fácilmente… Por eso tengo miedo de lo que siento por el.

Pensándolo bien, no es que dude de Joe, pero ¿si el esta actuando conmigo, por que sabe lo débil que soy cuando esta presente y logra lastimarme? Seria algo que me marcaria por siempre y claro… lo terminaría detestando.

—Bien, te dejare descansar, buenas noches Alex—sonrió y se giro para ir hacia el balcón
—Buenas noches Joe… espera un momento ¿Por qué caminas hacia el balcón, si la puerta esta hacia allá?—señale con mi pulgar.
—Por que si estoy en mi papel de Romeo, tengo que bajar como el lo hiso, por el balcón. Si no de que sirvo haber subido por aquí, en ves de por las escaleras.
—Bien, si tu lo dices… Solo hazlo con cuidado—dije, mientras veía como Joe se comenzaba a colgar del barandal.
La despedida es una pena tan dulce que estaría diciendo buenas noches hasta que amaneciese. — Dijo poéticamente
— ¡Oye! Eso viene en el libro, ¿enserio lo leíste?—inquirí divertida.
—Claro, me hicieron leerlo alguna vez en la escuela, y ahora es de mis favoritos, además, tenia que meterme en el personaje. — yo sonreí divertida.
— ¡Ojos, mirad por última vez! ¡Brazos, dad vuestro último abrazo! Y vosotros, labios, puertas del aliento, Sellad con legitimo beso una concesión sin termino a la muerte rapaz…—me miro asombrado, yo solo sonreí tímida—, no eres el único que lo a leído.
Joe, con fuerza en sus brazos, se apoyo más en sus piernas y se estiro, para lograr besar mis labios desprevenidamente. Me parecía una escena, algo creíble, de la famosa obra.

Nos separamos lentamente de aquel beso, y segundos después Joe, se encontraba brincando hacia el jardín.

Sonreí y me quede observando como Joe, caminaba hacia la entrada a la casa, al ver que había desaparecido de mi vista, eche un largo suspiro y camine hacia dentro de mi habitación, cerré la puerta y corrí las cortinas, camine hacia mi cama y me tumbe, para dormir por fin, ya que solo me quedaban, algo así como 2 horas para levantarme e ir a clases.

.


A la mañana siguiente, después de sentir como la luz solar se colaba por las cortinas, abrí poco a poco los ojos, uno por uno. Mire mi reloj de mesa y marcaba las 9:30, me levante de un brinco y corrí hacia la ducha, intente girar la llave del agua pero por mas que la giraba no salía agua, comencé a desesperarme y la gire mas fuerte, hasta que termine con ella en mi mano.

— ¡AHHH, MIERDA!— grite frustrada, al ver la perilla de la regadera en mi mano. Me coloque una toalla alrededor de mi cuerpo y abrí la puerta del baño y observe en mi habitación a Nick, con cara asustada.
— ¿Estas bien?
—No, bueno si, ¿ya viste la hora?—el asintió—no llegue a las primeras clases, mi baño se descompuso—le mostré la perilla— ¡y tengo que ir a clases!
—Báñate en mi habitación—se encogió de hombros—. Le pones seguro y listo, nadie entrara…. —dijo mientras yo sacaba ropa de mis cajones.
—Gracias Nick—dije y salí corriendo, claro, con cuidado, hacia su habitación.

Después de ducharme y cambiarme, salí corriendo de su habitación con una toalla en la cabeza y con la mirada de extrañes de Joe, puesta en mi.
Entre a la mía y comencé a cepillarme el cabello, mientras guardaba algunas cosas en mi “mochila”
Mire mi reloj nuevamente, 10:20… maldije nuevamente, me cepille los dientes y me deje el cabello suelto. Tome mis cosas y baje corriendo las escaleras, ante la mirada sorprendida de Denise, Paul y Kevin, que se encontraban en la sala tomando un poco de café y platicando sobre los planes del día.
—Nos vemos al rato, se me hace tarde—Grite
—Ok—respondieron al unisonó, con cierta confusión.

Entre nuevamente agitada a la casa por que había olvidado un pequeño, pero gran detalle.
—Se me olvido un pequeño detalle—respondí con la respiración agitada.
— ¿Cuál?—inquirió Joe, quien iba bajando las escaleras, con sus lentes, cartera y celular en mano.
—Mi auto esta en el taller.
—Oh Cariño, se te hará tarde si te vas caminado.
—Te llevaría Alex, pero no puedo, lo siento—agrego Kevin.
—No, no te preocupes—respondí.
— ¿Llevas mucho retraso?—inquirió Paul, yo negué con la cabeza.
—Yo te llevo—dijo Joe desde las escaleras—. Vamos—me tomo del brazo y me guio hasta su camioneta.
Quito la alarma y me abrió la puerta, para después dirigirse al lado del piloto.
—Gracias Joe.
—No agradezcas, fue mi culpa, yo hice que te desvelaras…
—No, eso no tiene nada que ver me gusto—el me sonrió y prendió el motor.

Durante el trayecto que sinceramente se me hiso eterno, a pesar de que Joe iba manejando muy rápido, aproveche para maquillarme un poco. Así que inclinada hacia adelante, mirándome por el espejo de la visera, Joe me observaba de reojo.
— ¿Por qué te maquillas?
— ¿Por que no hacerlo?
—Por que te ves bien sin maquillaje.
—Gracias—dije tímidamente—, pero… necesito un poco de color, además… no me maquillo en exceso, a este tipo de maquillaje—lo mire—, se les llama, “natural”—hice las comillas con los dedos, para después comenzar a guardar todo en mi cosmetiquera.
—Pero insisto, aun así te ves hermosa.
—Puede que si—dije, mientras me ponía un poco de brillo labial, sin mirarlo—. Gracias—mire mi reloj de mano—. Demonios, no llegare al examen, Joe ¿podrías ir mas rápido?
—Claro, solo ponte el cinturón.
—Cálmate—dije riendo.

Joe subió la velocidad y justo cuando iba a dar vuelta a la derecha, una patrulla nos indico que nos paráramos.
Joe y yo nos miramos preocupados, los dos, más que nada por el tiempo.
—Bien Joe—mire por el retrovisor—, supongo que debes de usar tus dotes de estrella y galán para que nos dejen ir rápido.
— ¿Por qué?
—Por que, el policía de transito, no es el, si no ella…—me miro confundido—. Oh vamos hombre, usa tu cerebro, lo que quiero decir es que no es hombre es mujer.
—Ah, si…
—Joven, si se dio cuenta, ¿de la velocidad a la que iba? Muéstreme sus papeles— Joe se giro y la policía se asombro.

La de transito, era una señora de color, regordeta y con un chicle en la boca, la cual tenia el aspecto de ser una señora algo ruda, podría pasar como guardaespaldas, ya que era igual de alta que Big Rob, y no tenia todo el aspecto de mujer.
—Lo siento señorita, pero es que—miro su reloj— llevo prisa, debo llegar a una entrevista. —la miro coquetamente, mientras le daba sus papeles. Yo solo me reía por dentro.
—Oh vaya—exclamo, mientras leía aquellos documentos que Joe le había entregado—. Es usted Joe Jonas—
—El mismo…
—Es mas guapo en persona—Joe se sonrojo y me miro. — ¡soy su fan!
—Gracias por el cumplido. Pero señorita, ¿nos dejaría ir? Llevamos prisa.
—No—dijo seria—, quiero decir, no sin antes una foto de usted conmigo y un autógrafo.
—Oh si, esta bien, pero rápido, si no llego, creo que no se que me harían—mintió.

La señora, saco de su bolsillo una cámara y se tomo la foto con Joe, que después le dio un autógrafo y un beso en la mejilla. La señora emocionada, nos dejo ir mandando besos desde su patrulla.
—Lo que hace uno por que lleguen temprano a los exámenes.
—Cálmate Joe, solo fue un beso, una foto y un autógrafo.
—Alex, sentí que besaba a mi tía de 70 años—dijo bromeando.
—Y lo agradezco—me incline y bese la esquina de sus labios—. Gracias por traerme—abrí la puerta y baje.
—Que tengas lindo día, Alex.
—Igual tu—sonreí y me gire para entrar a la escuela.

Camine rápidamente por los pasillos para lograr entrar al aula donde me aplicarían el examen de literatura. Al estar fuera del salón, toque delicadamente la puerta, para después abrirla y pedir permiso para entrar.
El profesor me dio permiso, entre y camine hacia mi asiento, con la mirada fija de Viviana sobre mí, me miraba con cierto enojo. La mire yo también y después me di cuenta, que el salón, tenia una ventana que daba al estacionamiento y después capte el porque me miraba así, me había visto llegar y darle un beso en la mejilla a Joe.

Bufe y recargue mi cabeza en la mesa. Definitivamente, Hoy no era mi día.