Capítulo #08

El concierto había comenzado, los chicos se dieron cuenta de mi presencia y se acercaban mas hacia donde yo estaba. Joe… el estaba diferente, muy diferente diría yo; El concierto transcurría. —Aquí viene el momento mas emotivo de la noche— me dijo Sophie. Salió Nicholas en su piano y antes de cantar dio una charla de… ¿diabetes? Puse los ojos realmente en blanco, mi amigo estaba enfermo y yo no sabia nada. Debo admitir, que su canción hiso que mis ojos se cristalizaran, después de eso, más canciones movidas y demás, pero Joe seguía raro.

Según Sophie, solo habría un momento emotivo, empezaron una canción algo romántica…creo que se llamaba Turn Right, bueno según Sophie.
Sonaba la canción con la voz de Nicholas en el piano, Joe estaba sentado arriba de el, me quede observándolo, ¿estaba algo triste? La letra estaba linda pero algo que me llamo la atención de sobre manera, fue que Joseph empezó a llorar en el coro
—Sophie, ¿que Joe llore es parte de la canción?—pregunte preocupada
—No, no es parte del show— dijo extrañada y conmovida.
Voltee hacia atrás y miles de chicas estaban pidiéndole que no llorara y lloraban junto a el, un nudo se formo en mi garganta, quede en shock.

El concierto termino exitosamente, sin contar que Joe había llorado, dijeron que era el último de la gira y que tomarían un descanso; Yo seguía pensando, que había pasado mientras acompañaba a la puerta a Sophie, ya que sus padres habían llegado ya por ella; Me agradeció mil veces el que le hubiera llamado.
Me dirigí hacia los camerinos con un pase que me había otorgado Paul, entre sin problemas, ante las miradas de algunas chicas que aun no salían.
Camine por un largo pasillo, cuando alguien me apretó las costillas y yo reaccione gritando y dando un golpe en la mejilla.
—Lo siento Nick — sentí como me sonroje—. Pero no debiste asustarme.
—Auch, pegas fuerte para ser mujer—puso su mano sobre su mejilla— No te preocupes, hey que bueno que viniste. —me sonrio.
—Si hubiera sido por mí no hubiera venido, pero no me arrepiento…—le sonreí— Me gusto mucho
—Que bueno que te gusto, y ¿Aun crees que somos unos muñequitos de plástico?
—Si…pero ya no de plástico, dejémoslo en unos muñequitos— le guiñe el ojo y el sonrió—. Oye, no sabia lo de tu diabetes. ¡Wow!, me cayo como balde de agua fría
—Lo se, igual a mi, pero todo esta bien, ya me acostumbre…
—Hey, sabes que puedes contar conmigo ¿cierto?—dije mientras caminábamos por el pasillo
—Lo se y tu también, lo que necesites.
—Ven, dame un abrazo.
— ¿Aunque este sudado?
—No importa— se acerco y yo le di un abrazo, se sentían bien—. Oye Nick— dije mientras nos separamos— se que pregunto demasiado pero…— me interrumpieron, Paul y Denisse lo llamaban.
—No te muevas ahora vengo—empezó a caminar— ¡Es que no encontramos a Joe por ningún lado!— me grito mientras corría sin quitarme la vista de encima, yo me gire y suspire.
Yo seguí vagando por aquel inmenso pasillo, cuando vi una puerta entreabierta que daba al exterior del auditorio, la abrí lentamente y salí en busca de aire fresco.

— ¿Hola? ¿Hay alguien aquí?— pregunte mientras me acercaba a una silueta, que estaba a unos pasos de mi, Supuse que era Joe—.
Me acerque hasta quedar atrás de el.
—Joe, todo mundo te esta buscando haya afuera—dije señalando el auditorio y volteando varias veces a los lados, el no respondía—. Mmm, Entonces ¿Me puedo sentar?— No contesto, solo se limito a secar sus lagrimas y seguir con la cabeza baja—. Bien, pues aunque no quieras me sentare —me senté a su lado aferrándome a mis brazos, ya que mi abrigo estaba en algún lugar de aquí con mi madre. Sabía que me prestaba atención—.Sabes…—suspire—. Cuando me siento triste, sola o enojada me gusta que me abrasen, me hace sentir mucho mejor— Voltee a verlo y me estaba mirando con sus ojos color miel llenos de lagrimas, le di una media sonrisa, tratando de darle ánimos, abrí mis brazos para darle un abrazo y El, al parecer lo necesitaba, ya que no alego y se dejo abrazar.

Ver a alguien lleno de vida, divertido, amargado e incluso testarudo como era El, estar como estaba ahora, no era lo mejor del mundo y mas si ese alguien, era el Iceberg de Joe Jonas, aunque después de esto, estaba completamente segura de que no era un Tempano de hielo.
Nos separamos poco a poco, lo mire y el había bajado de nuevo su mirada, limpie una lagrima que resbalaba por su mejilla con mi pulgar; Suspire, lo tome de la barbilla y levante un poco su cabeza.
—Joe…—negué con la cabeza— que diga Joseph... no se por que estas así y no te lo preguntare por que se que no me lo dirás, solo te quiero decir, que todo pasa por y para algo…—me interrumpió.
—Corte con Camilla—dijo con su voz en un susurro. No la conocía, pero Sophie cuando hablaba de ellos, decía que le caía mal la chica esta.
—Mmm, tal vez no era la mujer indicada para ti. Joe, la vida es sabia y tiene todo planeado para nosotros…
—Dijo que era un inmaduro y que no era un hombre para ella.
— ¿Un inmaduro? Esa es nueva—Me miro feo— Lo siento, es broma. ¡Hey! pero no lo eres, te conozco desde siempre y sinceramente siempre has sido así, es tu forma de ser…
—Intente cambiar por ella, pero eso me ocasiono muchos problemas con mi familia, amigos y hasta fans.
— No vuelvas a interrumpirme cuando me pongo sabia ¿ok?— el sonrió—. Y sobre eso, cuando alguien te “ama”, te acepta tal como eres y si no lo hace, entonces no te ama de verdad.
—Puede que tengas razón— guardamos silencio casi por 1minuto, después el me miro de nuevo—. Alex…
— ¿Qué pasa?— dije regresando mi vista a el
—Gracias— me sonrió, con aquella hermosa sonrisa que tenia tiempo que no veía. Realmente era hermosa.
— ¿Para que estamos las amigas?—sonreí.
—Mmm, aun sigo pensando que eres una loca desquiciada…
—Y yo aun sigo pensando que eres un tempano de hielo amargado— le di un leve golpecito en su hombro y los dos reímos sin dejar de vernos—. Joe…
—Dime…
—No vuelvas a llorar— dije mientras limpiaba una lagrima que no había descendido, pero mi mano se quedo estática y acaricie su mejilla.
— ¿Por que?— respondió con un hilo de voz, que me saco de mi trance.
—Amm, por que no te ves lindo— le sonreí y el me sonrió de nuevo. Nuestras miradas se conectaron y un escalofrió recorrió mi espalda

— ¡Los encontré!— Gritaron; Joe y yo salimos de nuestro trance y volteamos hacia la luz.