viernes, 17 de septiembre de 2010

Capítulo #02

Sonó la chicharra que indicaba la ultima clase; Matt, Sophie y Yo íbamos caminando hacia nuestras aulas, ya que era una de las clases en la que estábamos separados. Biología.
—Bien chicos los veo terminando la clase— dije fuera del salón.— ¿ok?
—Ok, nos vemos al rato— dijeron los dos, mientras se alejaban de mí.
Entre al aula y fui directo hacia una de las mesas de la derecha, puse mi bolso a un lado del banco, me senté y saque mi celular; Empezaba a jugar en el e iba ganando, cuando me interrumpieron.
—Hola Alex— dijeron—. ¿Puedo sentarme aquí?— señalo, el asiento al lado de mi, yo asentí con mi cabeza sin despegar mi vista del celular, el solo se sentó—.
—Hola
Jacob, ¿como andas?— me gire hacia el.
Jacob, andaba tras de mi desde los 10 años, parecía gustarle, pero pues el a mi no, Era guapo, tenia una gran personalidad y unos hermosos ojos cafés rodeados de unas largas pestañas, pero de hecho no había nadie que me gustara por el momento, Jacob sabia que no tendría oportunidad conmigo, pero seguía haciendo su lucha, la verdad yo lo quería mucho… como amigo y nada mas.
—Bien y ¿tu?
—Pues no me quejo— sonreí— ¿que andas haciendo por acá?— pregunte sarcástica.
—Pues aparte de que estoy contigo en esta clase, quería preguntarte, si querías ir conmigo al baile de graduación— me sorprendí, faltaba 1 mes exactamente. Guarde silencio y me puse a jugar con mis manos y un bolígrafo—. ¿Y bien? ¿Que dices? ¿Me acompañarías?
—Hay Jacob— ¿como rechazarlo sin romperle su corazón?— no iré.—conteste haciendo una mueca.
—¿Como que no irás?—se sorprendió— Es el ÚLTIMO baile Alex— yo solo le mostré una sonrisa de dolor fingida—. Bien, y ¿por que no iras?
—Sencillo, tengo planeado enfermarme ese día— lo apunte con el bolígrafo y reí
—Jajaja— rio el conmigo— Hay Alex, no cambias— dijo moviendo cómicamente la cabeza.
—Jacob, tu más que nadie sabe que no bailo… y que eso no es lo mío— dije haciendo ademanes con mis manos y rostro.
—Bien, ya que… ¿tenía que hacer el intento no?— yo le sonreí y lo abracé
—Coff, coff— dijeron interrumpiendo nuestro abrazo y sinceramente Jacob olía demasiado bien.— La clase ya empezó Señorita McCartney y Joven
Cordell.
—Lo sentimos Profesor Vincent— respondimos.

La clase comenzó aburrida, muy aburrida, sinceramente la biología no era para mí y yo no lo era para ella. Seguía aburrida, recargada en mi mano izquierda, mientras con la derecha tomaba un lápiz y empezaba a hacer “música”.
Dieron el timbre de salida, antes de salir el profesor dio un anuncio; “No Hay Clases hasta el martes”, unos gritaron, otros chocaron sus manos, Jacob y Yo solo sonreímos y levantamos nuestro pulgar. Salimos juntos del aula y caminamos por el pasillo rodeado de casilleros, fui al mío y el al suyo; Guarde algunas cosas, vi mi reloj de mano, cerré mi casillero y vi que ya estaban ahí, Matt, Sophie y Jacob.
—Bien, ¿ya se irán o quieren que vayamos por un café?— propuso Matt
—A nosotros nos parece bien— dijeron Sophie y Jacob
—¿Y tu Alex? ¿Vas con nosotros?— me preguntó Matt, mientras yo veía las miradas que ponían en mi los 3.
—Bien, pero solo un rato, quiero terminar temprano hoy… “cena familiar”—dije haciendo comillas.
—Ok— contestaron los 3.

Salimos del edificio, Fuimos a una cafetería cerca así que no fue necesario el auto, estuvimos charlando, vi mi reloj y decidí que era hora de irme, me despedí prometiendo verlos durante el especie de puente que tendríamos.
Me acerque a mi auto y le quite la alarma, me subí y coloque mi bolso en el asiento del copiloto, estaba por arrancar cuando Viviana se me acerco, pff ella es la “Jefa” de las porristas, por decirlo de manera decente y no decirle “La Zorra Mayor”
—¿Se te perdió algo?—pregunte secamente
—¿No iras con Jacob al baile cierto?— me fulmino con la mirada.
—No—suspire—. Si me permites, tengo cosas que hacer…
—Bien, entonces se sigue notando quien es la mejor de las dos ¿cierto?
—Como quieras, enserio Viviana llevo prisa— vi mi reloj y eran las 2pm.
— Te vas por que sabes que es verdad, cariño.— enserio, intentaba sacarme de mis casillas, pero esta vez no lo lograría.
—Si Viviana, como digas— pff, me coloque mis lentes de sol—. Hasta luego— dije con la mano, mientras arrancaba mi auto.
Ella se creía la ultima coca—cola del estadio, y sinceramente, no lo era, se creía lo que no, me tenia envidia y no sabia por que, según mis amigos, por mi dinero y mi belleza (?, pero que superficialidad, sinceramente, no me importaba. Me daba igual.

Llegue al establecimiento un poco frustrada, había intentado hablar con mi padre, sobre el curso de música, pero fue un intento fallido... De nuevo; Estacione mi auto a las afueras del restaurante en el cual era mesera, este se encontraba en West Hollywood, antes de bajarme me amarre mi cabello en una coleta, dejando mi fleco suelto, me puse un poco de maquillaje, pero solo un poco y baje de mi auto con mi bolso en el brazo.
Al abrir la puerta una pequeña campanita sonaba, esto era lo que me agradaba de este lugar, a pesar de empezar a ser mas visitado por famosos, seguía siendo el lugar agradable, familiar y humilde que era hace 50 años.
—Hola George— dije mientras guardaba mi bolso en un casillero— ¿como estas?—le sonreí, mientras me amarraba el mandil.
—Hola Alex— dijo desde dentro de la cocina— Muy bien y ¿tu? Llegaste temprano.
—Yo, bien, si lo se, pero necesito irme temprano hoy, tu sabes “cena familiar”— dije mientras me recargaba en el marco de la entrada a la cocina.
George, era un señor muy amable, regordete y muy carismático, tenía como 60 años, el y su esposa Martha— una señora llenita, siempre con su cabello entre canoso agarrado en un chongo y sus mejillas rosadas—. Aceptaron darme el trabajo, a pesar de que ya tenían los empleados necesarios, son muy amables conmigo, y también son amigos de mi abuelo, papá de mi mamá, el me recomendó, mi abuelo es lo máximo para mi, el si me apoya y es mi confidente, nunca les diría a mis padres que trabajo, ni mucho menos.
—Me parece muy bien— dijo saliendo de la cocina— Acompáñame Alex— dijo mientras caminamos hacia “fuera” que venia siendo donde estaban las mesas y la caja registradora.
—¿Que pasa?— dije mientras recargaba mis brazos sobre la mesa
—Nada, solo necesitaba sentarme jeje, los años no pasan en vano muñeca.
—Jaja me parece bien, George…— dije—. ¿Y Martha?
—No tarda en venir, tuvo que ir a hacer unos pagos…
—Ok— dije poniéndome derecha al oír aquella campanita de la entrada—. Bien, es hora de trabajar— sonreí
—Suerte— dijo mientras se colocaba sus anteojos y hacia unas sumas.

Yo camine hacia donde estaban los menús y tome 4, me recargue mientras, esperaba que alguien les mostrara su mesa, los observe, eran 3 Chicos, no mayores a 24 años y un señor grande, no digo grande de edad, si no de altura y ancho, wow, eran como 10 yo ahí.

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