lunes, 18 de julio de 2011

AVISO:

Lo siento por haber estado un poco perdida. Pero ya estoy de vuelta, ya logre conseguir una laptop y ya podre escribir. Ahora tratare de subirles mas capítulos por mes.

GRACIAS por su espera.
Capitulo en unas horas más... :)

Yanan.

martes, 14 de junio de 2011

Capítulo #63

Con dificultad empecé a subir mis maletas y las de mi mamá. Primero desempaque todo lo de su habitación, para por ultimo terminar con la mía.

Puse la maleta sobre la cama y comencé a sacar toda mi ropa, accesorios y algunas fotografías de mis amigos y amigas. Recordé que tenia que llamarles a Nick y a los demás para decirles que ya había llegado. Además, de que quería ir a comprar un periódico y algo de despensa.
Marque a casa de los Jonas y me respondió el teléfono Denise. Hablamos como 30 minutos, ya que los chicos estaban en ensayo y ella ya iba de salida, me dijo que me cuidara mucho y que cualquier cosa que necesitara le llamara.

Tome mi bolso y algunos portaretratos que pondría abajo. Mire mi reloj, y decidí que primero iría a visitar a mi mamá al hospital y después iría al supermercado a comprar lo que necesitara.

Salí de la casa y seguí el camino que había recorrido Dylan, para encontrar la salida. Ya que vi la barda, apresure el paso para poder pedir un taxi. Andaba de suerte, ya que en cuanto salí, vi que paso uno que iba desocupado, así que le pedí la parada y le dije que si me llevaba al hospital.
Para mi suerte, el hospital estaba a 20 minutos de mi casa, así que el día que quisiera podría irme caminando. Le pague los 3 dolares al taxista y me baje.

Camine hacia la recepción para que me dieran mi pase de entrada y así subir al piso en donde estaba mi mamá. Llegue a su habitación y toque la puerta.
—¿Mamá?—me asome un poco para que me viera.
—Oh hija, entra.
—¿Como estas? ¿Como te has sentido?
—Muy bien, el doctor supo que te venias a vivir a acá y me dijo que podría ir a casa en dos o tres días, pero con una enfermera. Y que incluso, podría irme unos días a la playa, para que me recuperara más rápido.
—Oye, eso esta muy bien ¿no lo crees?—dije feliz.
—Si, ya quiero salir de aquí. Y dime, ¿Como te fue ayer? ¿viste la casa nueva? ¿que tal esta?
—Ayer... mm nada nuevo, solo me despedí y me vine hoy temprano, no quería dejarte mas tiempo a sola. La casa que compramos esta muy linda, muero por que la veas, se que te gustara mucho. No es como nuestra casa de Los Ángeles, esta está mas pequeña a comparación de la otra. Tiene 4 habitaciones, un jardín con una piscina, la sala y el recibidor son espaciosos al igual que la cocina, que esta hermosa.
—Me alegro que te haya gustado hija, si a ti te encanto, se que a mi me encantara también.
— Si, y oye mamá, te mando saludos Dylan. —me miro extrañada. —Dylan, el que nos esta ayudando a buscar a papá......
Ah ya. Que lindo muchacho, me gustaría conocerlo para darle las gracias por todo lo que esta haciendo por ti.
—Por nosotras mamá.
—Si, claro por una señora grande y por su hija que esta hermosa. Claro, por nosotras. —dijo divertida.
—Hay mamá que cosas dices.— dije sonrojada.

Y así estuvimos hablando, hasta que llego la enfermera, a punto de las 7 pm, para decirme que el horario de visitas había terminado.
— Bueno mamá, ya es hora de que me vaya. Debo ir a comprar algunas cosas que faltan para la casa y mañana estaré acá a la hora de la comida, porque tengo algo que hacer,¿De acuerdo?
—Si hija, por mi no te preocupes. Tu tía me ha estado llamando y vendrá en unos días a visitarnos.
Ok, me parece bien. cuando hables con ella mandale saludos de mi parte. Ahora si me voy —me acerque a ella y le bese la frente. —Descansa.

Salí del hospital y mire mi reloj, eran las 5 de la tarde. Iba a tomar un taxi que me llevara al supermercado pero preferí caminar para poder así conocer un poco mas de lo que sería mi nueva ciudad.

Llegue al supermercado y compre lo necesario, leche, papel higiénico, jamón, jabón, pan de caja, cereal, quesos, algunos vegetales y frutas, jugos, algunos caramelos, papas fritas, y cosas por el estilo. Sentía que algo me faltaba, pero no recordaba que. Pague y salí con las bolsas.
No tome un taxi, porque el efectivo se me había terminado, así que me fui caminado hacia la casa.

Iba caminando, mientras me fijaba en las tiendas que estaban cerca, si no tenían algún letrero que dijera que solicitaban empleada. Tenia que ponerme a hacer algo, no podía estar sin tener algo en que distraerme.

Llegue a casa, guarde todo en la cocina. Tome un paquete de galletas y un frasco de crema de avellana.
Camine hacia el sofá, me desabotone un poco el pantalón y me senté, enrollándome en una frazada. Encendí el televisor y estaba viendo una película mientras comía galletas, cuando dieron anuncios comerciales y pasaron uno de los Jonas Brothers, en el que anunciaban el tour.
—Bien, creo que no sera tan fácil librarme de esto. —dije al cambiar de canal. Todo, absolutamente todo me recordaba a Joe, aunque no quisiera.

Apague el televisor, fui a la cocina a dejar los platos sucios y subí a mi habitación. Tenia que descansar o hacer algo donde mi cerebro no funcionara un rato.

Me puse el pijama, me acurruque en la cama, apague las luces y me quede ahí recostada mirando hacia el techo, solo iluminada por la luz de la luna.


.


Creo que me dormí como a las 3 de la mañana, siendo que me había acostada a las 10 de la noche.
Me levante, fui hacia el armario y saque un pants y una camiseta para salir a caminar. Me cepillé el cabello y lo recogí en una coleta, tome mis lentes de sol y mi iPod.

Cerré la casa y me fui a caminar. No se cuanto tiempo camine, pero me detuve en un kiosko de revistas y periódicos. Compre 2 revistas y 2 periódicos. Los periódicos solo los compre porque necesitaba buscar trabajo.
Seguí caminando, pero ahora iba observando la sección de "se busca" de uno de los periódicos que había comprado.
No iba fijándome en el camino, solo iba leyendo y observando una y otra vez, la lista de solicitados, hasta que tropecé con alguien.
—Lo siento—dije mientras me quitaba los audífonos. —iba distraida, no fue mi intención.
—¿Alex? No te preocupes.
—Oh— reí por la casualidad. —Dylan, ¿que haces aquí?
—Hago mi caminata matutina, ¿que hay de ti?. No sabia que te gustaba hacer ejercicio.
—La realidad es que no sabes nada de mi. — dije divertida.— Me gusta hacer deporte.
—Cierto. Lo siento. ¿Y ya vas para tu casa?
—Si, ya. Muero de hambre.
—Yo también, y si.. ¿y si vamos a comer algo?
—Pero ya saldremos hoy en la noche...
—Bueno, entiendo que no me quieras ver, yo decía por si querías desayunar acompañada.
—No esta bien, vamos. Muero de hambre.

Caminamos juntos hasta una cafetería que estaba cerca. Nos tomaron la orden y mientras esperábamos el desayuno, nos pusimos a platicar de nosotros, para conocernos un poco mejor.

—¿Estas buscando trabajo o te gusta leer las noticias?—comento al ver el periódico.
— Las dos cosas, aunque sinceramente leer las noticias me deprime, prefiero vivir el día sin preocupaciónes. No es que no me interese, ¿pero para que agobiarse?
— Tienes razón, pero yo si tengo que leerlas. Quiera o no quiera, me debo enterar de lo que pasa aunque sea en la ciudad... y dime, sobre el trabajo, ¿ya encontraste algo?
—No, aun estoy viendo, aunque déjame decirte que hay muchos muy buenos, solo que piden experiencia y la verdad es que yo de experiencia, solo tengo en mala suerte.
—¿Porque dices eso?
—Ah...—momento incomodo. sentí que me ponía algo torpe y nerviosa. espere unos minutos en que mi cerebro funcionara. —No por nada, solo por decir algo.—dije con una sonrisa que intente hacer parecer sincera, pero por el rostro de Dylan, creo que no logre mi objetivo.
—Lo entiendo.

Trajeron nuestros platillos y comenzamos a comer. Solo hablabamos de cosas cualquiera, no tocabamos aun nada personal. La verdad es que yo no hablaba mucho de MI vida, hablaba de mi mamá y de mi familia. Pero de MI no.

Terminamos de comer y Dylan no me dejo pagar lo que yo había desayunado. Salimos y nos despedimos con un...
—Nos vemos en unas horas, muchas gracias Dylan, pero no tenias porque pagarme.
—No, nada de eso. no me molesta y esta bien, un hombre siempre debe invitar a una dama.
—Muchas gracias—dije tímida.
—Bueno, voy para allá— señalo hacia átras.
—SI, y yo voy hacia allá... direcciones contrarias. Pero me alegro caminar contigo, eres buena compañía. —dije sincera y el sonrió.
—Gracias, lo mismo pienso... entonces nos vemos al rato.
Nos íbamos a despedir de beso, pero como que al momento los dos no supimos que hacer y nos despedimos con la mano.

Lo vi alejarse y así emprendí la caminata de regreso.
Mi celular comenzó a sonar, lo tome y vi que el número era el de Joe. Mi corazón comenzó a acelarse, parecía que se me iba a salir.

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POR FAVOR, DEJA TU COMENTARIO DEL CAPITULO. ES MUY IMPORTANTE PARA MI SABER QUE LES PARECIÓ.

viernes, 29 de abril de 2011

Capítulo #62

||Alex||

Aborde el avión con los ojos hinchados, no entendía ni quería comprender el comportamiento tan bipolar de Joe.
La vieja Alex, hubiera detenido el taxi y hubiera bajado corriendo hacia Joe... pero la nueva yo, no quería eso. Ya había aguantado y sufrido demasiado, no quería sufrir mas, así que ahora ya no había vuelta atrás. El avión estaba por aterrizar en mi nueva vida: Dallas.
"Abrochence sus cinturones, vamos a aterrizar"- dijo el piloto. Me abroche el cinturón y suspire.

El avión aterrizo, baje las escalera y camine hacia mi equipaje, lo tome y revise que no faltara nada.
Respire hondo y profundo.
Camine por el pasillo que daba a la salida del aeropuerto, buscando un taxi que me llevara a mi nuevo hogar.
Iba pensando en todo, pero sobretodo en Joe, si, aun no dejaba de darle vueltas al asunto.
—Alex..—me tocaron el hombro y yo me gire extrañada para ver quien era.
—Oh—me sorprendí— Dylan, ¿que hace aquí?—cuestione, la verdad se me hacia cómico que estuviera acá.
—Vine a recogerla...supuse que no tendría auto, y que vendría sola.. y..— comenzó a hablar nervioso.
—Que amable, pero no te hubieras molestado.
—No, si no es molestia.—me sonrió y se me quedo viendo.— ¿El vuelo estuvo pesado?—me pregunto, mientras tomaba algunas de las maletas. Yo me quede pensando en su pregunta, tal vez me veía pésimo por haber estado llorando...
—Oh no... estuvo, bien. tranquilo... ¿por que?
—Ohhh, bueno, tal vez la despedida estuvo difícil.
—Si, tuve que dejar muchas amistades, pero bueno, espero no sea por mucho tiempo. —mentí, lo que menos quería era regresar a L.A., en unos buenos meses o tal vez años.
—No te preocupes Alex, te acostumbraras rápido. —me sonrió de nuevo y esa sonrisa había logrado intimidarme.

Llegamos a su automóvil, un audi del año color negro con asientos de piel. Me abrió la puerta para subir.
—Bueno, pues creo que tu auto ya debería estar fuera de tu nueva casa, si no esta, no dudes en marcarme por teléfono, para facilitarte uno.
—Muchas gracias Dylan, pero ya es mucho lo que has hecho por mi. Te lo agradezco, pero no te preocupes, el auto es lo de menos. Un taxi me ayudará a moverme, no conozco a nadie, así que solo iría del Hospital a mi casa y de mi casa al hospital, o depende si encuentro trabajo o me pongo a hacer algo productivo.
—¿Que no conoces a nadie? Bueno, eso esta fácil —guardo silencio y se dibujo una ligera sonrisa en sus labios.— Podríamos ser amigos, ¿que dices?—me pregunto mientras se estacionaba frente a la que seria mi nueva casa. su gesto se me hizo muy tierno y sincero, así que le sonreí de la misma manera, sincera y agradecida.—¿Entonces... ¿Amigos?—sonrió mostrando sus dientes, mientras el sol le daba brillo a sus ojos.
—Si, me parece bien. Amigos.
—Perfecto, y lo digo en serio Alex, lo que necesiten llámame, ya sabes el teléfono de mi oficina y mi celular, así que, no dudes en llamarme.
Su celular comenzó a sonar cuando iba a responder, así que le hice una seña para que tomara la llamada. Cogió el celular y comenzó a hablar sin dejar de ver la autopista. Yo de mi parte, comencé a observar el camino, era obvio que ya no estábamos en Los Ángeles, acá nevaba, hacia frió y cosas por el estilo, cuando en Los Ángeles, todo eso era nulo. Si, a veces estaba fresco y llovía, pero era algo muy leve.

Conforme iba entendiendo todo, me daba cuenta de que estaba sola con mi mamá en una ciudad nueva, si le iba a tomar la palabra a Dylan, él era agradable y se veía que era buena persona, en tan poco tiempo había hecho mucho por mí y mi mamá. No veía que había de malo en ser amigos. Entonces, si lo veía de esa manera, ya no estábamos "tan" solas. Al menos creo que podía contar con alguien.

—Lo siento, tenía que responder esa llamada, era de la oficina.
—No, no te preocupes, lo entiendo.
— Y bien, entonces, somos amigos. —se giro y me miro mientras sonreía, después de unos segundos regreso su vista al camino.
— ¿Esta muy lejos la casa?— pregunte.
—No, ya casi llegamos. Esta en una buena zona, además de que es muy segura y por que no, es exclusiva. Tú y tu mamá estarán encantadas. Es más, vele echando un vistazo a la entrada. —me sonrió.
Fije la vista frente a mi, mientras íbamos avanzando, miles de arboles de todos los tipos se iban abriendo paso entre nosotros, hasta que vi una barda que separaba esa zona, de las otras casas y edificios que estaban cerca.
Dylan le llamo a un señor que se encontraba regando el pequeño jardín que acompañaba la barda.
— Ella es Alex,—le hizo saber al señor— Ella es la que habitara la casa.—yo solo sonreí y le hice una seña con la mano. El señor asintió y con su mano nos hizo la seña para que pasáramos.

Era una especie de fraccionamiento o una privada. Había mucho jardín. Tenia un pequeño parque casi a la entrada, con juegos para niños. Yo estaba encantada, Dylan seguía manejando, mas adentro, como a 3 o 4 calles cerca de la entrada, había otro pequeño parque, lleno de arboles, una gran fuente en el centro y muchos banquillos para que las personas se sentaran.

Dylan, dio vuelta a la derecha y solo se me quedaba viendo, me había enamorado del lugar.
—Esta hermoso Dylan, en serio.
—Que bueno que te gusto, espera a ver tu casa... —detuvo el auto y me miro. —Por que ya llegamos.— con sus ojos me hizo que volteara a mi derecha y viera la que sería mi casa.
— Wow. — fue lo único que dije, me quede como estática. Dylan bajo rápido y me abrió la puerta. Me ofreció su mano para ayudarme a bajar. — En serio Dylan, es como si hubieras leído mis pensamientos. — dije mientras caminábamos hacia la entrada.
—Me alegro Alex. No es muy grande, pero ni muy pequeña, creo que es el tamaño perfecto para que tú y tu mamá estén muy a gusto y vivan bien.
Llegamos a la entrada, el tomo mi mano y me puso las llaves.
—Ahora, mira el interior. Espero te guste como esta decorada.
Abrí la puerta, y ¿que podía decir? era perfecta, era mi casa soñada o la que se le acercaba a mi casa soñada. Las paredes estaban pintadas de colores claros, y una que otra tenia colores obscuros.
La sala y el recibidor eran muy bonitos, al igual que la cocina, a pesar de que no cocinaba mucho, me gustaba como estaba decorada, todo de acero inoxidable y perfectamente pulido.
Dylan me dijo que subiera a ver las habitaciones y que el iría por mis maletas.

Subí y camine por el pasillo hasta una habitación que estaba en el fondo. Abrí la puerta y fue amor a primera vista, sabría que esta sería la mía. Era grande, espaciosa. Una pared estaba pintada de color café claro, las otras eran color blanco y el piso era de madera clara. Los muebles, todo era mi estilo. Moderno, pero a la vez bohemio.

Me deje caer sobre la cama y ahí me quede sentada mirando hacía el gran ventanal, que daba hacia el balcón. Me puse de pie y fui a abrirlo, quería ver hacia donde daba mi vista. Con cuidado, corrí las cortinas blancas, y abrí la puerta. También era espacioso, un pequeño sofá quedaría perfecto aquí.
Tenia muy bonita vista, daba hacia el jardín, que tenia una pequeña piscina y un gran árbol que tenia un columpio. Y mas al fondo, había un asiento doble de madera.
Suspire, todo era perfecto... mi mente comenzó a pensar en todo lo que había dejado.
Unos pequeños golpecitos me hicieron salir de mi trance y me gire para ver de donde provenían.
—¿Te interrumpo?— inquirió Dylan.
—No, todo bien.— sonreí— Me encanto, en serio. Es justo como yo la hubiera buscado. Muchas gracias.
—Me alegro que te haya gustado, y supongo que este será tu habitación. No se porque, pero desde que la vi, algo me dijo que la elegirías.
­—¿La viste?—cuestione confundida, el sonrío apenado.— ¿Quieres decir que tu buscaste la casa y todo?
—Si, yo la elegí. Espero no te moleste.
—No en lo absoluto, pero que pena contigo. Dijiste que lo haría una de tus secretarias.
—Si, lo sé, pero no pude evitarlo.—dijo tímido, mientras colocaba sus manos en sus bolsillos.
Dylan era galán, vestía con saco y pantalón de vestir, la camisa que llevaba a puesta, era blanca y llevaba sin abotonar los 2 botones de arriba, y no llevaba corbata. Cabello rubio, barba de días y ojos azules... bueno y que decir de esa sonrisa que tenia, era muy linda y cautivadora
—No, todo esta bien. Entonces tengo mucho mas que agradecerte, que lindo detalle de tu parte que hayas hecho esto por mi. En serio, lo aprecio mucho.
—No Alex, no me agradezcas nada, ya dije que lo hice por que quise. —miro su reloj, eran las 3 de la tarde. — Debo regresar a la oficina.
—Ok, te acompaño a la puerta.—sonreí.
Bajamos las escaleras en silencio, lo acompañe hasta su auto.
—Muchas gracias por todo Dylan, en serio, no se como pagarte todo lo que has hecho y estas haciendo por nosotras.
­— No Alex, no te estoy pidiendo que me pagues.—guardo silencio unos momentos.
—Si lo haré, Dylan.
—¿Sabes que?
—No, ¿que pasa?
—¿Que harás hoy? — inquirió serio.
—Hmm, desempacaré, me daré una ducha y después iré al hospital a visitar a mi mamá... ¿Por que?
—¿A que hora se termina el horario de visitas en el hospital?
—A las 7 u 8... creo. —no entendía a donde quería llegar. —¿Por?
— ¿Me aceptarías una invitación a cenar mañana? Es que te diría que hoy, pero supongo que estarás cansada, por eso digo que mañana. ¿Que dices? Esa sería mi manera de cobrarte —el sol encandilaba sus ojos y lo hacia ver adorable con sus ojos entrecerrados y su sonrisa de nervios.
—¿ Invitándome a cenar?— me divirtió un poco su comentario. —¿Y si yo te invito? Porque, aun así te debería.
—Tal vez la próxima vez deje que me invites, Ademas... me debes una salida. —me sonrió.—Anda, dime que si.
—Ok, si. Me parece bien, ademas de que no tengo nada que hacer, creo que sera una buena idea.
—Perfecto, haré la reservación y te llamo para decirte a que hora paso por ti mañana.
— Nada elegante.
—Ok, mejor mañana decidimos a donde vamos, para que tu elijas, paso a las 7 por ti.
—Me parece bien. —dije tímida. — Hasta mañana entonces.
—Cualquier cosa me llamas, dale saludos de mi parte a tu mamá. —dijo mientras abría la puerta para entrar al auto. — Cuídate Alex. —me pareció que me guiño el ojo cuando se subió al auto. Le dije adiós con la mano y espere a que arrancara para entrar a la casa. Mi nueva casa.

martes, 12 de abril de 2011

Capítulo #61

Le di un ultimo vistazo a mi habitación, tome mis maletas y salí. Nick me esperaba en las escaleras para ayudarme a bajar mis cosas. Lo mire y el solo me dedico una comprensiva sonrisa, yo solo le dedique una sonrisa fingida. De resignación.
—Bueno, creo que ya tengo que irme. Iré a despedirme de tus papás y de Kevin.—intentaba no mirarlo a los ojos.
—No estas segura en irte ¿verdad? No tienes que hacerlo si no quieres, acá hay muchos hospitales buenos que pueden cuidar de tu mamá, y ellos te pueden llamar si saben algo de tu papá. Alex, aun estas a tiempo de...
—Nick.—lo interrumpí.— ya tome una decisión, no se trata de estar o no segura, se trata de que ya no debo pensar con el corazón. Debo comportarme mas inteligente...—me interrumpió
—Acepta que el motivo por el que te vas es Joe. Por que tu sabes, que todo lo de tu papá y tu mamá lo puedes arreglar acá en Los Ángeles. Acéptalo Alex. Acepta que te vas por el, no por ti.— yo lo mire en silencio, odiaba que Nick siempre tuviera la razón. ¿Por que debía conocerme también?—Estoy esperando tu respuesta...— seguí en silencio. no planeaba hacerle ver que tenia razón. El me siguió observando paciente, con esa mirada que te hacia confesar todo y echar a perder tus planes. Odiaba esa mirada.—Alex...
—Si, ¿de acuerdo?— confesé.— Tienes toda la maldita razón. ¿Y que si me voy? ¿Y que si estoy huyendo como una cobarde? Ya no hay nada que me detenga aquí Nick. Quiero comenzar de nuevo, quiero olvidarme de el.
—Lo sabía.—lo mire cansada— Pero Alex, nosotros nos iremos de gira por meses, ni siquiera tendrás que verlo.
—No lo veré, pero se que estará aquí. —me miro confundido—.O sea, por mas lejos que el este lo seguiré sintiendo cerca, solo por el maldito hecho de que viven en la casa de al lado. —el me siguió observando esperando que cambiara de opinión, pero comencé a comprender su mensaje— Nick. no habrá nada que haga que me quede aquí. Te quiero mucho, si. Pero se que por mas separados que estemos seguiremos siendo amigos. Por eso no me preocupa irme, así que no te preocupes tu también, no me olvidare de ti.
— Odio que seas tan cabeza dura y nada te haga cambiar de opinión.—sonrió— Pero de acuerdo, se que no me olvidaras, ni mucho menos. Es una promesa, yo tampoco te olvidare y nos veremos de nuevo, en cuanto pueda iré a visitarte a Dallas. Lo prometo. —le sonreí y lo abrace.
Claro que extrañaría a Nick ¿como no hacerlo? era quien mejor me entendí, era quien me hacía ver mis errores. Era como mi hermano.

Me ayudo con mis maletas y salimos de mi casa, ya que el taxi que me llevaría al aeropuerto estaba esperándome afuera.
Vi que de su casa, salían Kevin, su mamá y su papá Jonas y Frankie, para despedirse de mi. Con la mirada buscaba a Joe-lo se, soy una masoquista-. Pero era obvio que el no vendría.
Suspire.
—Bien, pues ya se libraran de mi. —sonreí.
—Alex sabes que puedes contar con nosotros siempre que lo necesites, somos una familia, así que no dudes en llamarnos o venir a visitarnos. Nosotros cuidaremos de tu casa.
—Lo se Denise y muchas gracias por todo, en serio, se portaron magnifico conmigo. Pero regresare algún día, espero no se muden. No me gustaría perder el contacto con ustedes otra vez.
—Eso nunca pasara Alex. Ahora nada nos separara.—dijo Kevin.
Me despedi de todos y me dieron algunos consejos, pero inconscientemente yo quería tardarme mas para ver a Joe.
—Bueno, creo que ahora si ya debo irme—dije un poco triste— los quiero muchísimo.—me acerque y abrace a cada uno.
Camine hacia el taxi y me subí, los 5 me miraban desde el sendero. Denise parecía querer llorar. Nick me miraba serio, sabia que se sentía mal por no haberme echo cambiar de opinión. Le sonreí y cerré la puerta del taxi.
Me gire para decirles adiós con la mano, cuando vi que el auto de Joe se había estacionado y el estaba bajando rápidamente.
Me miro. Pero el taxi avanzo, ya no era tiempo de nada. Suspire de nuevo y me acomode en el asiento, mientras las lágrimas comenzaban a salir.

||Joe||

Al terminar la cena, Camilla había salido a hacer unas llamadas, así que yo había aprovechado para subir a mi habitación.
Me había quedado un poco sorprendido al ver a Alex, hoy en mi casa. Pensé que se quedaría mas días en Dallas, pero no pensé que vendría a despedirse, porque se iría a vivir a allá.
Estaba por salir de mi habitación, cuando escuche gritos fuera, me asome por la ventana y vi que Camilla y Alex estaban peleando. Salí corriendo y baje las escaleras rápidamente.

Todo paso tan rápido, cuando me di cuenta de todo. Tenia a Nick gritándome por un lado y a Alex sujeta de la mano. No entendía nada.
—¡Por Dios! ¿Qué pasa?—gritaron— Joe, hermano, ¡suéltala! ¿Que no vez que la lastimas? —mire a Nick confundido.
Mi cerebro no carburaba, todo lo veía distorsionado. Nick salio corriendo detrás de Alex, que se veía muy mal. Me gire y vi a Camilla en silencio detrás de mi.
—Creo que no saldremos hoy.—dije confundido, me sentía mal. Había retado a Alex.
—Pero Joe, ya habíamos confirmado que iríamos a la fiesta. Tu amiga tiene la culpa de todo, es una...
—¡Camilla!—la interrumpí—Dije que no saldremos, no me siento bien. Vete a casa antes de que se haga mas tarde.

Camilla se fue un poco molesta y yo entre a mi casa confundido, también molesto... Conmigo.
Subí a mi habitación y entre al baño, abrí la llave de la ducha y me metí así... con todo y ropa. El agua caí sobre mi cabeza y yo solo sentí una punzada en el corazón. Últimamente no me sentía yo, me sentía extraño.

Después de varios minutos, si no es que 1 hora, salí de la ducha y me puse algo cómodo, me tumbe en la cama y me quede viendo el techo intentando buscar la respuesta a todo lo que estaba pasando.

.

—Si, Alex se va en unas horas... No, no puedes salir.... ¿No puedes esperarte media hora más?....Oh vamos, no podrás verla hasta verano si Dios quiere, y para eso falta mucho...
Escuche una voz en el pasillo, era mi mamá al parecer haciéndole entender algo al terco de Frankie, vi el reloj que tenia en la mesa de noche y vi que eran las 9.30am. Me talle los ojos y me estire, me puse de pie y me asome por la ventana, el día estaba extraño, había sol, pero hacía mucho aire.

Me arregle y baje a la cocina, todos estaban reunidos ahí.
—Buenos Días, Joseph. —dijo mi madre mientras me daba un beso en la mejilla.
—Buenos Días—dije, todos me sonrieron menos Nick. Había olvidado lo que había pasado la noche anterior, y por lo que veía, Nick estaba molesto conmigo y su rostro me decía que quería hablar conmigo.
Yo no tenia nada que hablar.
Seguí desayunando, y Nick no me quitaba la mirada de encima.
—Bueno, ¿que pasa?— interrumpió mi papá las miradas que Nick y yo intercambiábamos.— Están muy callados ustedes dos ¿que pasó?
—Nada.—dije.
—Si, como dijo Joe, nada—recalco Nick, esa ultima palabra. NADA. Cuando la verdad había pasado algo, importante al fin de cuentas.

Nick siempre estaba del lado de Alex, siempre le daba la razón y yo siempre salia como el culpable, aunque acepto que ayer me deje llevar y que no debía de haber reaccionado así, pero Camilla es mi novia y debía defenderla.
—¿Defenderla de que? ¿De Alex?—dijo una voz dentro de mi. Me quede mirando hacia la nada.
—Joseph, ¿estas bien?
—Sí, mamá.—me puse de pie y deje la servilleta sobre la mesa.— Regreso mas tarde.
—¡Pero no terminaste tu desayuno!
—No tengo hambre, regreso al rato mamá.
—¿Joe...? ¿estas bien? ¿No despedirás a Alex?
—No tardo. —dije al fin, Nick se me quedaba viendo, yo lo mire de regreso y después me encamine hacia la puerta. Salí y comencé a sentir que alguien me seguía.
Me tomaron del brazo y me giraron con fuerza.
—¿A donde vas?
—Nick, déjame.
—Ni se te ocurra ir a ver a Alex.—me dijo serio.—No puedo creer lo que hiciste ayer, ¿Que estabas pensando eh? ¿Que pasaba por tu mente en ese momento?
—No se Nick, no se que paso. No me reproches nada, porque ni yo se bien que era lo que estaba haciendo.
—Ahora resulta ¿no? Estuvo mal Joe, me decepcionaste. —me miro y me dio la espalda, caminando hacia la casa de Alex.

Me quede mas confundido, era OBVIO que mi hermano estaba molesto y mucho conmigo.
Camine hacia el garaje y saque el auto. Tenia que distraerme y pensar las cosas, pero mas que nada, intentar entenderlas.

Estuve un razonable tiempo manejando sin pensar, cuando vi que había llegado inconscientemente a un pequeño parque. Si, era el parque al cual Alex me había traído hace poco, al lugar donde yo le había prometido que no traería a nadie.

Recuerdos de aquella noche comenzaban a colarse en mi mente, conforme me acercaba a aquel árbol.

"—¿Un parque?
—Si, un parque— sonrió.
—¿Pero porque un parque?, ¿Este es un lugar espacial para ti?
—Exactamente aquí no, es más adelante... quiero ver si comienzas a recordar o algo por el estilo.
—Recordar...esa palabra comienza a atormentarme...."

Nick, Kevin y Alex siempre decían que yo debía recordar. Pero no sabia que era lo que debía recordar.
Camine alrededor del árbol y lo observaba de nueva cuenta.
"—Solo observa a tu alrededor.... ve mas allá de lo que tus ojos pueden ver"
Y seguía mirando...intentado recordar a la perfección esa noche.
"—Alex...
—¿Qué?
—¿Puedes venir?
—¿Qué pasa?
—Son nuestros nombres...........
—Un día tu y yo venimos aquí y lo grabamos, dijimos que nadie conocería este lugar, ya que seria nuestro lugar especial, solo para ti y para mi...."

Nuestros nombres... oh vamos, unos amigos no tallarían en un árbol su nombre, solo porque son amigos. Esa era mi letra, por mas que intentar pensar que no, si era. no era la de Alex, ni la de nadie mas. Yo había escrito eso.
Sentía algo en mi pecho, como un nudo que quería deshacerse.

"—No pienses que te estoy forzando para que recuerdes, si no lo haces, no importa, digo... no se puede hacer nada.
—No pienso eso Alex, en serio. Lo único que pienso es que me quieres ayudar nada más. Yo se, que serias incapaz de hacer algo así."

Estaba seguro de eso, de que Alex era incapaz de hacer algo en contra mía. Pero...
¿Porque habría querido golpear a Camilla ayer? Había algo ahí que no me cuadraba. Me senté y recargue mi espalda sobre el tronco y cerré los ojos.

Ahora que recordaba, esa noche le había platicado a Alex, que habían intentado robar el auto de Camilla y que al revisar si no se habían llevado nada, había encontrado una bolsa negra con cosas extrañas y algunas fotografías mías y de Alex.
Nunca entendí porque Camilla tenia eso... o para que lo quería.
A menos de que.... Como si por arte de magia, alguien hubiera puesto la respuesta en mi mente.
Me puse de pie y corrí hacia el auto, al parecer todo cuadraba ¿y si Camilla tenia que ver con esto mas de lo que imaginaba? Me había equivocado.
Corrí y entre el auto, lo encendí y arranque. Mire mi reloj, eran las 11.40am, Alex tenia que estar antes de las 12.30 en el aeropuerto según había escuchado.

Me quede estancado en el trafico, y el reloj seguía corriendo, debía hablar con ella, pedirle perdón.
Cuando por fin se puso en verde, pise el acelerador, no me importaba si algún policía me paraba por ir a exceso de velocidad, debía hablar con ella, debía lograr que me escuchara.
Mire el reloj, estaba cerca de la casa, eran las 12 en punto.
—¡ Maldición!— golpee el volante—¡No llegare a tiempo!
Cuando di vuelta en la esquina, logre ver que Alex se estaba subiendo al taxi. Acelere, pero fue imposible, cuando baje del auto, ella ya había arrancado.
Me quede estático, viendo como Alex se alejaba. Kevin me puso la mano sobre el hombro.
—Llegaste tarde...—dijo mientras elevaba sus hombros y entraba a la casa.
Mi mamá y papá me observaban, pero no dijeron nada y se alejaron igual que Kevin.
Me lleve las manos al rostro intentando reprimir las lagrimas de coraje que me tenia. ¿ Debía buscarla para arreglar las cosas?
—No pienses en buscarla, Joe. Dale tiempo y date tiempo a ti. —dijo Nick comprensivo, al parecer el coraje se le había bajado o no se, pero me miraba diferente a como lo había hecho horas atrás. —Solo no la busques, no la llames, no hagas nada. —lo mire y el me dio una media sonrisa, mientras se alejaba de mi lado y me dejaba ahí, de pie en medio del jardín, sin saber que hacer.

Alex se había ido y yo no había hecho nada para detenerla.


viernes, 18 de marzo de 2011

Capítulo #60

Joe y yo nos mirábamos fijamente sin hacerle caso a Nick, quien seguía preguntando que era lo que pasaba. Camilla, miraba sonriente la escena. Mi corazón estaba rompiéndose. Joe, no se daba cuenta de nada, ¿estaba cegado de amor? No lo creo. El Joe que yo conocía no hubiera actuado de esa manera, el Joe que yo conocía, hubiera preferido arreglar todo hablando y con explicaciones, no al grado de lastimarme…
—No te lo volveré a decir, S-U-E-L-T-A-M-E. —mi voz salió pausada y con dolor, ya que cada vez, apretaba mas su mano en mi muñeca y el dolor comenzaba a ser insoportable.
—¡Por Dios! ¿Qué pasa?—gritaron— Joe, hermano, ¡suéltala! ¿Que no vez que la lastimas? —Joe me soltó, había logrado oír a Nick, que llevaba un par de minutos intentando separarnos.
Joe me soltó, pero no dejaba de mirarme fijamente. Con mi mano izquierda, tome mi muñeca derecha e intente calmar el dolor. Miraba a Joe con decepción. Mucha decepción.
—¿Alguien me va explicar que es lo que pasa aquí?—continuo Nick.—Aquí no paso nada, Nick. —Dije sin dejar de masajear mi muñeca— No paso nada. —mire a Camilla y ella me sonrió satisfecha, Joe intentaba no verme y Nick estaba solo ahí parado intentando comprender.
Comencé a caminar rápidamente hacia mi casa, el aire golpeaba mi rostro y volaba mi cabello. Solo lograba oír a Nick gritar mi nombre. Yo lo ignoraba, quería llegar a mi casa e intentar dejar de sentir.
—¡Alex!— comenzó a acercarse a mi, pero yo no le hacia caso. Entre a mi casa y cerré la puerta, dejando a Nick fuera.

No prendí las luces, subí casi corriendo hacia mi habitación. Azote la puerta y me recargue en ella, deslizándome.
—¡Te odio Joe Jonas!—comencé a gritar, a patalear, a llorar. Me jalaba la blusa inconscientemente, como si eso fuera a arrancarme mi corazón.
Llore.
Llore.
Me recosté en el piso, aun llorando. Aun cerca de la puerta.
—Eres una tonta Alex. Eres una tonta por haber imaginando que el te iba a pedir que no te fueras, que te ayudaría a traer a tu mamá. Eres una tonta, por pensar que cambiaria de un día a otro. —golpeaba agotada el piso con mis puños.
No dejaba de llorar, el aire comenzaba a faltarme, los ojos comenzaban a pesarme.
—Eres una tonta…

.

—Alex…—oí que decían bajito cerca de mi oído, mientras me tocaban la mejilla delicadamente. Abrí los ojos, los cuales me ardieron al ver la luz artificial de mi lámpara de noche y vi a Nick, mirándome preocupado.
—Nick… ¿Qué hora es?—me levante rápidamente.
—Tranquila—me detuvo—. Aún falta para que te vayas—suspire y me lleve la mano a los ojos, tapándome la cara por completo. -¿Cómo te sientes?
—¿Me veo pésimo verdad?
—No, solo te ves como una chica que tuvo una pésima noche. —Intento animarme, pero no lo logro del todo— ¿Qué fue lo que paso ayer?
— Perdóname Nick, pero fue el momento. No se que me paso, no pude más. Estuve a punto de golpear a Camilla y llego Joe y me sujeto de la mano, defendiéndola con los dientes… no fue algo que me esperaba de Joe. El no era así… el no es el Joe que conocemos, que conocí y amé. Nick, tu hermano cambio y dudo que regrese a ser lo que era antes. Ya perdí las esperanzas. No quiero verlo jamás… creo que es bueno que ya me vaya, no quiero saber nada de el. Quiero olvidarme de todo este tiempo. Quiero borrarlo de mi vida. —lo mire con los ojos llenos de lagrimas.
—Ya no llores Alex… me mata verte así por mi hermano…—acaricio mi mejilla.—Quiero a Joe, es mi hermano, pero no se me hace justo la manera en la que te trato ayer, si mis papás se enteraran, le iría mal. Ellos no nos educaron así, nos enseñaron a respetar a la mujer y no dañarla física y sentimentalmente… no entiendo que es lo que le pasa, creo que esto ya se salió de control. No solo esta embrujado o lo que sea que este. No es normal.
—Lo sé Nick. ¿Pero que hago? No cambiara, no lograre que cambie. Ya me di por vencida y no luchare, ya no se merece que lo haga. Un amor no puede doler, no debe doler.—dije mientras miraba mi muñeca, roja y con los dedos marcados de Joe.
Nick suspiro y estiro su mano y tomo mi muñeca derecha.
—¿Te duele?—inquirió apenado.
—Si—suspire y limpie una lagrima que corría por mi mejilla.— ¿Pero sabes que? —el me miro— haré como que no paso nada. Me iré a arreglar, tomare mis maletas y me iré a Dallas.
—Pero aun faltan cuatro horas para que te vayas al aeropuerto.
—Lo sé, pero fui una tonta al cambiar el boleto de avión para más tarde. Ya no tiene caso que me quede, ya termine todo aquí.-dije mientras me ponía de pie y caminaba hasta la ventana para abrir las cortinas.
—¿Estas segura?—cuestiono Nick, mientras se ponía de pie.
—Pues…. No, pero es algo que debo hacer ya por mí. Ya debo pensar en mí. Solo en mi y nada mas que en mi. Debo dejar el amor de lado, solo preocuparme por mi familia y verdaderos amigos.
—Pues, creo que te entiendo… aunque no estoy de acuerdo del todo.—dijo mientras me ayudaba a guardar ropa en mis maletas.
—Nick… no intento que me entiendas, porque ni yo misma me entiendo. Solo confía en mí. —cerré el cierre de la maleta.
Me senté en la cama y le di unas palmaditas al colchón para que Nick viniera a sentarse conmigo. Ya que lo hiso, tome sus manos entre las mías.
— Gracias por apoyarme siempre, sabes que te quiero demasiado y que me hubiera encantado tener algo más contigo en aquel momento, pero ahora agradezco el que no haya pasado nada entre nosotros, porque nuestra amistad se reforzó mas, somos como hermanos y confidentes, almas gemelas y haber andado, podría haber arruinado esta amistad tan linda y perfecta que tenemos. Estoy tan feliz por ti, porque se que encontraste a Sophie, fuera de que sea mi amiga y de que la quiera, se que no pudiste encontrar a alguien mejor que ella. Soy tan feliz por los dos.
—Alex,gracias. sabes que yo también te quiero como no tienes una idea y agradezco el haberte vuelto a ver, me pone un poco triste el que te mudes, pero sabes que nunca me olvidare de ti, siempre que pueda te marcare y hablaremos. No te libraras de mi tan fácil—los dos reímos—. Solo quiero pedirte una cosa.
—Dime.
—Intenta ser feliz. Busca tu felicidad, no renuncies al amor.
—Nick yo, no sé… no puedo prometerte nada. No creo encontrar a alguien que una aunque sea, un pedacito de mi corazón. Nadie es como él. No es tan fácil decir, “Anda, ve y enamórate de nuevo”. Estoy rota por dentro.
—Solo… inténtalo.—me animo con una sonrisa.
—Lo intentaré.— sonreí a medias.
Mire a mi alrededor, solo faltaba una cosa por guardar. Mi foto con Joe. Deje mi vista fija en ese punto, y Nick se giro para ver que es lo que miraba fijamente.
— ¿Te lo llevaras?
—No. Lo dejare aquí. No quiero llevar nada, absolutamente nada que me recuerde a Él.
—Bien…. Entonces, te dejare para que te bañes y arregles, te esperare abajo para ayudarte con tus maletas.
— Si, Gracias—sonreí.
Los dos nos pusimos de pie, el camino hacia la puerta de salida y yo hacia la puerta del baño. Me fije que saliera de la habitación y camine hacia mi escritorio, tome la fotografía de Joe conmigo y acaricie su rostro.
—No sabes lo que daría para que volvieras a ser, el Joe que tanto amo.
Bese la fotografía y la deje sobre el escritorio. Mis ojos ardían, mientras miraba por la ventana a Joe jugando con Elvis.
—Joe duele tanto amarte así, la ilusión se me escapa, me deshace despertar y saber que no eres tú. Siento que me matas. Me duele tanto amarte así.
Cerré la cortina, suspire y camine hacia el baño.
Ya no lo vería más.

viernes, 11 de marzo de 2011

Capítulo #59

Deje de llorar, deje de lastimarme. Me puse de pie y camine decidida hasta la sala, tome mi bolso y subí a mi habitación.
Saque varias maletas y comencé a poner la mayoría de mi ropa en ellas, mis objetos preciados, así como objetos personales.
Estaba apunto de cerrar la ultima maleta, cuando vi sobre mi escritorio una foto de Joe y mía.

Fui a la habitación principal y guarde la ropa de mi mamá y sus objetos personales. Las maletas las baje una por una, a la sala. Tome mi celular y llame al aeropuerto para cambiar el vuelo para mañana en la mañana. Cuando colgué, vi la hora y decidí irme a casa de los Jonas.
Toque delicadamente la puerta de cristal del patio trasero. Al hacerlo Denise me vio y corrió a abrirme.
— ¡Oh Alex! Pensé que no vendrías, Nick me aviso que habías llegado. ¿Cómo estas?
—Estoy bien Denise, Gracias. –dije mientras pasaba a la cocina. Al entrar, vi que se acercaba Kevin, y Frankie. Nick venia detrás con unas bolsas de comida.
—Alex, que bueno verte por aca, te fuiste un día y pareció una eternidad.
—Si, bueno, yo también sentí que me fui por mucho tiempo.
—Chicos, la mesa ya esta servida, siéntense por que si no se enfriara— dijo Denise, interrumpiéndonos.

Nosotros asentimos y la seguimos hacia el comedor. Llegando, vi que ahí estaba el Papá de los chicos, me acerque a saludarlo, para después sentarme en una de las sillas libres.
— ¡Llegamos!—gritaron desde la entrada. Yo comencé a sentir algo dentro de mí. Sabia quienes eran.
Joe y Camilla entraron y después de saludar, me miraron algo confundidos, Camilla sobre todo, me miraba de una manera poco normal.
Comenzamos a comer, yo platicaba con Nick y Kevin, Frankie hablaba con sus papás y Joe, estaba con su novia.
—Y bien Alex, ¿Cómo te fue en Dallas?—pregunto Paul.
—Me fue un poco mejor de lo que esperaba, apareció Mamá, esta internada en uno de los mejores hospitales de allá. Del que aun no se nada es de Papá, pero dijeron que no dejarían de buscarlo. Por una parte estoy tranquila, ya que seguirán con la búsqueda.—dije sincera.
—Oh me alegro mucho cariño, veras que aparecerá. –dijo Denise, Kevin y Paul me dijeron lo mismo, dándome Ánimos. Joe y Camilla no dijeron nada.
Terminamos de comer el postre y tuve que decirles el porque había aceptado ir a cenar esta noche.
—Gracias por la cena Denise, estuvo muy rica.—ella sonrió de agradecimiento—. Tengo algo que decirles. –mire mis manos, todos me pusieron atención y aunque pareciera que la pareja de novios, no me ponía atención. La verdad es, que se veían interesados en saber lo que iba a decir.
— ¿Sobre que?— cuestiono Kevin confundido.
—Mañana me iré a Dallas, necesito estar con mi mamá y estar allá también por si saben algo de mi padre. Compre una casa y no se cuando regresare.
—Oh, ¿entonces ya no te veremos?—inquirió Frankie preocupado. Yo lo mire enternecida.
—Si, supongo que vendré algunas veces a ver como esta la casa, pero no será seguido. Estaré allá por algo de tiempo. Además, necesito un cambio. No me he sentido bastante bien —todos asintieron menos dos. – quiero estar con mi mamá, no quiero dejarla sola. Y no quiero estar sola tampoco. Aunque se que no lo estaba, pero ustedes me entienden.
—Claro que te entendemos y sabes que podrás venir cuando quieras a visitarnos—me confió Denise.
—Puedes contar con nosotros siempre Alex. Estaremos pendientes de tu casa, no te preocupes por eso. – agrego Kevin con una sonrisa.
—Solo, mantennos informados sobre todo lo que ocurra. De acuerdo, llámanos siempre que necesites algo, que no te de pena hacerlo. Sabes que eres como una hija para nosotros— culmino el Sr. Jonas.
—Muchas Gracias, enserio no se como agradecerles todo lo que han hecho por mi.

Terminamos de platicar, Joe y Camilla se pusieron de pie y salieron. Nick, se quedo conmigo hablando aun en la mesa del comedor. Frankie se fue a dormir y Denise y Paul, habían salido.
—¿Y a que hora te iras?—me cuestiono Nick.
—Temprano, no puedo dejar a mi mamá mucho tiempo sola.
—Si tienes razón. Oye, me llamaras ¿verdad?—me miro fijamente—. No te olvides de mi, cuando pueda iré a visitarte lo prometo.
—Claro que te llamare, no lo dejaría de hacer, eres mi mejor amigo Nicholas. –mire mi reloj— Debo llamarle a mi mamá, pero algo le pasa a mi celular que no tiene señal dentro de tu casa, ni la mía. Saldré a llamarla y después me iré a la casa
—Ok, mientras yo subiré rápido a mi habitación. No te vayas.
—No Nick, mejor mañana nos vemos. Tengo muchas cosas que arreglar aun, no es que no quiera pasar tiempo contigo, pero me entiendes…
—Ok, Ok, no te preocupes, antes de que te vayas pasas a despedirte de nosotros ¿ok?—yo le sonreí, nos pusimos de pie, me dio un abrazo y un beso en la mejilla. –Descansa.
—Igual tú. –dije saliendo de la casa.

Camine por el sendero, con la vista en el celular y no vi que Camilla estaba parada ahí, así que me tropecé con ella.
—Lo siento. –dije sincera, aunque pensándolo bien, no lo sentía en lo absoluto.
—Fíjate para la próxima. — gire los ojos y comencé a caminar hacia mi casa. –Oye, ¡no me dejes hablando sola!
—Ah, ¿estábamos hablando?—me detuve y la mire. –No creo. Yo no tengo nada de que hablar contigo. Ya se todo sobre ti Camilla, y créeme que no me relaciono con tipo de personas como tu.
— ¿Con tipo de personas como yo? No entiendo—dijo cínicamente.
—Si, Camilla. Nick, Kevin y Yo, sabemos que tienes embrujado a Joe. Sabemos la clase de persona que eres, y no dudamos decirle a Joe, todo lo que le hiciste, tenemos pruebas—ella se quedo inmóvil.
—Dile, a ver a quien le cree, a mí, o a la patética zorrita que quiere alejarlo de su novia. –Me quede sin habla –Vez, no dices nada porque sabes que no te creería, admítelo Alex, te gane la guerra—sonrió hipócritamente, yo sentía que la sangre me hervía. Levante mi mano a punto de darle una cachetada, pero alguien me detuvo, la apretó fuertemente y Camilla cambio su semblante de mala al de una santa. —Joe, tu amiguita quiere golpearme.
— ¿Yo? No, no es lo que parece Joe.
— ¿No es lo que parece?—dijo alzando la voz. — ¡Te vi Alex!, vi que estuviste a punto de propinarle un golpe en la mejilla. ¿Quién te crees que eres?
—Cariño, ella esta celosa de mí. Me quiere hacer daño. –hizo un ademan para que Joe la abrazara, pero el seguía sujetando fuertemente mi muñeca. Las lágrimas comenzaban a amenazar en salirse. Yo solo lo miraba fijamente.
— ¡Contesta Alex! ¿Que te hizo? ¿Por que la odias tanto?, ¿Es por mi? –Yo solo lo mire, y trague saliva— ¡¡¡Ya supéralo!!! Nunca paso nada entre nosotros, ya olvídate de eso. Deja de soñar. –siguió sin dejar de gritar… yo solo quería que el mundo me tragara.
—Me estas lastimando Joe. Suéltame. –Veía el coraje de Joe en sus ojos, estaba realmente enojado y nunca lo había visto así. Me dolía, me dolía demasiado. Su mirada, hacia que mi corazón llorara.
— ¡No!, ¡Debes darme una estúpida explicación! –yo solo lo miraba, alce mi mano y limpie una lagrima que amenazaba con salir. Lo mire fijamente, apreté los dientes y alce la barbilla. Lo mire desafiante.
— ¿Sabes que? Yo no tengo que darte una explicación. No me arrepiento en lo absoluto de lo que iba a hacer.
— ¿Que quieres decir con eso?— me miro furioso. Yo contenía las lágrimas, mientras un nudo en la garganta comenzó a formarse más y más.
—Que si lo hubiera hecho, no tengo que pedirle una disculpa a la estúpida de tu novia ¿Por qué? Fácil, porque no tengo nada de lo que debo disculparme. – el me miro escéptico y sin pestañear, seguía furioso. – Y si me quieres golpear, lastimar, lo que sea… ¡Hazlo! Ya no me importa lo que hagas por mí, ya no me importa si me odias, si me crees, si me quieres, si te preocupas por mi… ¡Nada!, ya no me importa nada.—guarde silencio el aun me miraba fijamente—. Y ¿sabes? Si querías que te odiara, créeme, lo estas logrando. –trague saliva, mientras lo mira fija y directamente a los ojos.
Decir mentiras, ya se me estaba haciendo costumbre… mentía sobre mis sentimientos la mayoría del tiempo.
— ¿Qué pasa aquí? ¿Por qué tanto alboroto?—dijo una voz que se acercaba detrás de mi. Camilla solo veía la escena demasiado satisfecha, ya que había logrado su objetivo…Que Joe me odiara.


martes, 1 de marzo de 2011

Capítulo #58

No sabia quien era, me quede estática, era una voz femenina. Así que puse a andar mi cerebro y me dije a mi misma “Vamos Alex, no te estas ocultando de nadie.” Y me gire.
— ¿Alex? ¿Estas bien?
— Oh si, lo siento. Solo me tomaste de sorpresa, no recuerdo donde deje las llaves. ¿Cómo estas Sophie?
— Yo bien, pero tu llegaste un poco ofuscada. –sonrió burlonamente. —¿Cómo te fue?
— Hay Sophie, es una historia un poco larga, ¿te parece si te la platico dentro? –inquirí sin dejar de mirar a casa de los Jonas.
— ¿Okey?—dijo no muy convencida—. ¿A quien buscas?
— ¿Yo? –Resople.— A nadie. Oh mira, ¡aquí están las llaves! –las saque de mi bolso y se las mostré. –Entremos.

Entramos a la casa, cerré la puerta y avente las llaves a un cenicero que estaba en la entrada, me quite el saco que llevaba y me gire hacia Sophie.
—¿Quieres algo de tomar?—cuestione mientras caminaba hacia la cocina.
—Si, te sigo. –se sentó en uno de los banquillos que había alrededor de la barra para desayunar.— Y bien, ¿ya me dirás como te fue?
— Claro que si— dije mientras sacaba el cartón de Jugo de naranja del refrigerador —¿Por qué no lo haría?
—Bueno quizás porque llegaste algo extraña. Pero bueno dime.
—Encontraron a mi mamá…— me senté frente a ella para platicarle todo, mientras le daba su bebida—… Esta en el hospital, tiene una fractura y unos raspones, y tiene un poco inflamado el cerebro.
— ¡Wow! –Dijo sorprendida.— ¿Pero esta bien?
—Los doctores me dijeron que debe estar en observación mientras baja la inflamación, pero que en si, esta bien.
— Me alegro, ¿Y tu papá?
— Bueno, eso es otro tema. El aun no aparece—dije un poco bajo.— Aun no saben donde esta.
— Lo siento amiga. –puso su mano sobre la mía. Yo hice lo mismo con la suya.
— Yo también lo siento. Pero bueno, Dylan me dijo que no dejarían de buscarlo, digamos que eso no me deja perder las esperanzas.
—¿Dylan?—cuestiono sorprendida y un poco sonriente.
—Oh si, es el licenciado que me esta ayudando. Solo, que me pidió que le dijera por su nombre.
—Si, si claro.— comenzó a reírse, en tono de burla.
—Calma Sophie. Solo es un conocido, y de un día. No te rías…Además tu sabes, que yo no puedo…—guarde silencio y la mire. Ella comprendió.
—Si, no puedes olvidar a Joseph.—yo asentí—. Pero amiga, estas de acuerdo que no puedes estar así para siempre ¿verdad?
—Lo sé, pero eso ya va a cambiar. Me iré a Dallas.—dije firme y a la vez un poco triste. Sophie me miro sorprendía y no articulo palabra alguna.
—¡¿Te iras a Dallas?!— una voz masculina, irrumpió en el silencio. Las dos nos sorprendimos e instintivamente volteamos hacia la puerta del jardín. Voltee a ver a Sophie y volví a regresar mi vista hacia el. –Alex, no pensabas decirnos o ¿que pasa?, ¿Cuándo llegaste?, ¿A que hora?, ¿Porque no me llamaste para ir por ti al aeropuerto?— Me puse de pie y camine hacia la puerta, tome su mano y lo hice pasar.
—Nick, si lo iba a hacer, solo que me encontré a Sophie y nos pusimos a platicar. Lo siento mucho.
—No Alex, perdóname a mí. Ninguno tiene la culpa—río— Pero haber, ¿Cómo esta eso de que te iras a Dallas?— se sentó en el banquillo, que estaba en medio de Sophie y mío.
— ¿Quieres jugo o algo de tomar?
—No gracias, pero ven, siéntate y dime todo.
Me senté y le comencé a platicar lo mismo que le dije a Sophie, evitando nombrar a Dylan y a Joseph.
—Entiendo. Me alegra que tu mamá este mucho mejor. Pero entonces ¿Por qué te vas a Dallas?
— Mi mamá necesita estar en observación y no se cuanto tiempo llevara eso, además debo estar allá por cualquier cosa que sepan de mi Papá. Nick, también tú sabes que planeaba hacer algo para distraerme de tantas cosas que me han pasado. Necesito dejar de pensar un rato. Olvidarme de todo.
—¿Y bien, cuando te vas?— cuestiono Sophie.
— Hoy me iré. O al menos eso intentaré.—dije mientras observaba el cielo, que se estaba tornando un poco grisáceo.
—¿Se lo dirás a mis papas y a Kevin y Joe?
— Si, aunque a Joe sinceramente no se si le importe en lo absoluto.—suspire y baje la mirada.
— ¿Cómo sabes que no le importara?
—Oh vamos, ¿quieren que les responda?—me altere un poco, era obvio que no le importaría si me voy.
— Lo siento Alex, pero tu misma te cierras a todo esto. No es bueno huir de los problemas.
—Por favor Sophie. No quiero pelear y mucho menos quiero hablar de El. Ahora, si me disculpan, mi celular esta sonando. –me puse de pie y camine hacia la sala, mientras ellos se quedaban en la cocina.

Saque mi celular y mire que Dylan me había mandando algunas fotografías de casas que le había pedido. Las mire y hubo una entre las 8 que me envió, que me había llamado mucho la atención, era perfecta.
Intente llamarlo, pero dentro de la casa no había muy buena recepción.
—¡Saldré a hacer una llamada, ya vuelvo! –grite, pero me di cuenta de que Nick y Sophie estaban un poco ocupados en ellos mismos. Pero bueno, eso lo averiguaría después de hacer la llamada.
Salí y entrecerré la puerta de la entrada. Camine por el sendero mientras esperaba que respondieran del otro lado del celular.
—¿Dylan? Habla Alex…
Le marque, para completar la compra de la casa, ya sabia cual me había gustado. Era la misma que a el le había gustado. Era cómico, ya que era completamente mi estilo.
Le di el número de mi tarjeta, para que se concretara la compra y poder llegar ahí, cuando regresara a Dallas, lo mejor del caso es que la casa era amueblada y de muy buen gusto. Así, no debía hacer mudanzas ni nada por el estilo. Le di las gracias y colgué el celular. –Bien, entonces que sea lo que Dios quiera. —me dije mientras me abrazaba a mi misma, ya que el aire estaba algo frio. Sentí que alguien me miraba, y me gire hacia donde sentía esa mirada. Fue todo como en cámara lenta.
—¿Alex? –dijo sorprendido o confundido, no comprendí mucho el tono de su voz.
—Ah, Joe. –intente sonar indiferente, pero la verdad es que dentro de mi, aun sentía la emoción que me causaba al oír su hermosa voz. Aclare mi garganta. Nos miramos por unos minutos, nadie dijo nada. –Creo que debo entrar, Nick y Sophie me esperan.
—Si, esta bien.—dijo con el mismo tono de voz de hace un segundo.

Camine hacia la puerta y entre a la casa. Mi corazón estaba a mil por hora, era imposible no sentir como temblaban mis piernas, cada que el me miraba. No me podía controlar, el simple hecho de verlo, hacía que me elevara y después simplemente, me rindiera a sus pies.
— ¿Estas bien? Parece como si hubieras visto un muerto.
—No, solo vi a un gato que me asusto.
—Ok.
—Bien, dejen de verme así. –sonreí pícaramente—. Me fui solo un día, y muchas cosas por aquí han cambiado he.
— ¿Qué quieres decir con eso?—me miraron ambos, con cierta timidez y sorpresa.
—Bueno por dos cosas, la primera, la ciudad esta plagada de anuncios sobre su próxima gira y en segunda, cuando iba a salirme, los vi besándose. –sonreí, mientras los dos se sonrojaban. –por eso digo que han cambiado algunas cosas, por ejemplo ustedes dos. ¿No pensaban decirme o que?
—No, si te diríamos. Es que la verdad aun no sabemos, solo estamos saliendo. Aun no es nada formal. — dijo Nick.
—Si Alex, la verdad, no queríamos decir nada hasta que estuviéramos seguros de lo que sentimos. — completo Sophie.
—No inventen, si se ve que están segurísimos. Además hacen una lindísima pareja. Yo la apruebo. Sinceramente a ti Nick, no te dejaría andar con cualquier chica, eres muy especial para mi. –le sonreí— y a ti Sophie, igual, no me haría mas feliz que anduvieras con Nick. Los dos tienen unos hermosos sentimientos, y me haría súper feliz si estuvieran juntos. Los quiero demasiado y son muy importantes para mí.
—Gracias Alex. — dijeron ambos, mientras se tomaban de la mano.
—Yo debo irme, vendré en la noche a despedirme, o si no te vas hoy, llámame ¿de acuerdo?—Yo asentí, la abrase y se acerco a Nick, se despidieron de beso, mientras yo los observaba tristemente, claro no por ellos, estaba muy feliz por ellos, pero me sentía triste y patética por mi. Dijo adiós con la mano de vuelta, y se fue.
— ¿Y bien?
— ¿De que?—Nick interrumpió mis pensamientos, y lo agradecí tanto porque me hacían mucho daño.
— ¿No iras a avisarle a mis Papás?
—Si, pero iré en un rato más, debo arreglar muchas cosas aquí y quiero darme un baño. –dije un poco apagada.
— ¿Te encuentras bien, Alex?—me miro preocupado. Yo solo me sentía a punto de explotar, el nudo en la garganta cada vez iba creciendo más y más. “No Nick, me estoy muriendo por dentro. No quiero dejar mi vida, quiero traerme a mi mamá aca y que me informen todo por celular, no quiero alejarme de ustedes, de mis amigos, de nadie… en especial de Joe, de el… es todo para mi y no lo sabe… quiero morirme, quiero olvidar todo, quiero dejar de sentir”— ¿Alex?—paso su mano frente a mis ojos.
—Si, lo siento. Estoy bien, Nick. No te preocupes.
— ¿Segura? Si quieres me quedo y hablamos un poco.
—Segura. No hay nada de que hablar, solo estoy cansada. —mentí.
— De acuerdo, entonces…—un estruendoso relámpago nos asusto. La lluvia comenzó a caer.— Bueno, por lo que veo no podrás irte hoy, esta pronosticada la lluvia para toda la tarde.
—Si, es lo que veo. Llamare para cambiar mi vuelo.
—Bueno, cuando termines de hacer lo que tienes pendiente, ve a la casa. Mamá hará de cenar.—yo asentí. El se acerco a mí y acaricio mi mejilla. —Sonríe Alex, no me gusta verte asi. –yo solo asentí de nuevo, los ojos se me llenaban de lagrimas.
—Gracias Nick.— sonreí sincera.
Me sonrió de vuelta, yo solo lo vi alejarse corriendo de mi vista para entrar a su casa.
Me deslice por la pared y me puse a llorar, me puse a llorar hasta que los ojos me ardieron, hasta que el respirar era difícil. Hasta que me canse.