Al llegar a mi habitación, me tumbe en mi cama aturdida por mis pensamientos… ¿Qué debía hacer? De algo estaba segura, esto que sentía por Joe, no me iba a llevar a nada bueno emocionalmente… hace mucho había prometido que no me volvería a enamorar…
Apague las luces y me acurruque entre las sabanas.
Tocaron la puerta, no tenia ganas de ver a nadie, así que no conteste.
Escuche como comenzaba a abrirse, cerré los ojos para hacerme la dormida.
—Alex…—musitaron. Era la voz de Joe, apreté más los ojos. —Bien, supongo que es mejor que estés dormida…—sentí como la cama se sumía a mi izquierda—. No se, yo también estoy realmente confundido… demasiado y no se porque, esto es extraño para mi… se que no me escuchas, pero quería pedirte perdón por todos los disgustos que te he hecho pasar…
¿Que pasaba aquí? Joe también se sentía confundido. Quería abrir los ojos, pero si solo era ilusión mía… ¡diablos! pensaría en tomar seriamente terapias psicológicas.
—Bien, solo quiero decirte que te quiero…—sentí como se inclino y beso mi frente— Buenas Noches—dijo en un murmullo a mis oídos.
Se puso de pie y me dio la espalda, yo abrí los ojos y sonreí. Estaba apunto de salir de mi habitación.
—Yo también te quiero Joe. —dije
El se giro extrañado y me dedico una sincera sonrisa. La más sincera que jamás pude haber visto. Le sonreí y el salió de mi habitación.
Al día siguiente me levante con cierta emoción a desayunar y si sabia el porque. Me sentía frustrada conmigo misma, yo sabia que no podía pasar nada entre Joe y yo por tres cosas,
1) Por su plástica noviecita, llamada Camilla.
2) por que Nick sentía algo por mí, Y...
3) porque tal vez no sentía lo mismo que yo y yo confundía sus palabras.
¡Vaya lio!
Baje las escaleras un tanto amodorrada y note que ya estaban todos ahí.
—Buenos Días.
—Hija, ¿que harás hoy?
—Supongo que saldré con Nick mamá.
—Si señora, saldrá conmigo…
—Oh, que bien.
— ¿Por qué?— inquirí.
—No, nada mas…
—Ok—gire los ojos.
Terminamos de desayunar y subí para darme una ducha rápida, para salir con Nick.
Al terminar, me puse algo cómodo, unos shorts, una blusa larga blanca y unas zapatillas estilo gladiador. Tome mi gran bolso, mis lentes y mi celular y baje las escaleras, mientras cantaba una “canción” de los chicos, pero fue inconsciente.
—El coro de paranoid, se escucha muy bien en ti Alexandra…—dijo entre risas por haberme llamado Alexandra, mientras salía de la cocina con un tazón de helado.
—Que gracioso Joe…
—Hablo en serio, cantas bien.
—Lo tomare como un cumplido—sonreí—. ¿Y Nick?—dije mientras lo buscaba con la mirada.
—Me dijo que lo disculparas, tuvo que salir con mis papás para ver algo de su entrada a clases el próximo semestre.
—Ah…—dije y me senté en el sofá. — ¿Y Kevin? ¿Y mis papás?—intentaba no hacer algún silencio incomodo por encontrarme sola con el.
—Salieron, Kevin no se a donde va todos los días, es raro y tus papás, no se, dijeron algo de “la convención anual de máximos exponentes hoteleros”—dijo imitando la voz de mi papá—. Supongo que están allá
—Ok—sonreí—. Sábado aburrido—bufé. — ¿No saldrás con tu novia?
—No, hoy no, salió a Dallas.
—Oh, supongo que te quedaste solo y aburrido.
—Si, como tú.
—Yo no estoy sola.
— ¿Ah no?
—No, salgamos Joe. —Me puse de pie.
— ¿Qué planeas Alex?
—No hay que quedarnos encerrados, te puedo asegurar que me volveré loca…
— ¿Más?
— ¡Oh vamos! — tome de su brazo y lo jale, el dejo su tazón en la mesa de la entrada y tomo sus llaves.
Subimos a su camioneta y Joe comenzó a conducir sin rumbo alguno, era divertido, los dos platicábamos de cuando éramos chicos y de nuestra vida ahora.
La risa de Joe, era diferente, era sincera.
—Bien, ¿a donde vamos Alex?
—No se, ¿a donde quieres ir?
—Mmm, se a donde podemos ir…
— ¿A donde?
—Oh no te diré.
— ¡Oye, debes de decirme yo tuve la idea!
—No, lo siento— respondió divertido.
Mientras íbamos por la calle, hacia no se donde.
Un semáforo se puso en rojo, Joe y yo comenzamos a cantar y varias chicas nos veían raro desde la acera, pude notar que una de esas era Viviana. Comencé a cantar más y Joe realmente parecía divertido.
—Hace mucho que no cantaba en el auto, como hoy…—dijo, mientras alborotaba mi cabello. Yo sentía la mirada de Viviana, clavada fijamente en mí.
—Nunca es tarde para volver a ser el mismo Joe—dije, se inclino y beso mi mejilla, yo me sonroje y voltee hacia otro lado. Justamente hacia donde estaba Viviana, estupefacta viéndonos— Esta en verde avanza— dije rápidamente, ya que veía como comenzaba a acercarse.
Joe estacionó el auto y me ayudo a bajar.
—Hoy te ves bien, ese estilo despreocupado pero a la moda te queda bien—me sorprendió ese comentario.
— ¿Gracias?—sonreí—. Tu también te ves bien…—Joe vestía unos jeans entubados, con una camiseta blanca debajo de una a cuadros abierta y sus ya típicos tenis.
—Gracias también.
Cerró la puerta del copiloto y puso su brazo sobre mis hombros incitándome a caminar. — esta escena se me hizo parecida a una de la película “Crepúsculo” cuando Edward y Bella caminaban hacia la entrada de la escuela—. Cuanto me gustaría, que Joe fuera mi Edward. Suspire y Joe lo noto.
— ¿Y ese suspiro?
—Oh, no fue nada…
— ¿Segura?
—Mucho…
Seguimos caminando y llegamos a una parte donde había un lago con patos y varias banquitas alrededor. Joe seguía con su brazo sobre mis hombros.
Nos sentamos debajo de un gran árbol, para pasar desapercibidos. Joe se sentó frente a mí. No había mucha gente, solo había parejas jóvenes y de ancianos.
— ¿Por qué yo no sabia de este lugar?—inquirí mientras extendía mis piernas.
—No lo se, supongo que no te dejas ver mas haya de tus rumbos.
—Si, supongo que si.— me puse a mirar a mi alrededor, como si fuera algo que nunca había visto, era hermoso y estaba realmente encantada con este lugar. Sentí una mirada sobre mí—. ¿Por qué me miras así?
—No lo se— respondió aun mirándome—. Pareces distinta—lo mire extrañada—. Una linda diferencia…
—Oh—fue todo lo que pude pronunciar. Baje la mirada.
—Alex…—dijo Joe algo bajo—. Enserio te quiero.
Levante la vista y lo vi mas cerca de lo que estaba hace rato. Tomo mi mentón y lo levanto para que lo mirara nuevamente, ya que había bajado la mirada, sonrojada.
—Me gusta cuando te sonrojas.
—Yo…—me blockee en ese momento.
—No digas nada…—coloco su dedo índice en mis labios—. No digas nada, que haga que volvamos a la realidad.
Sin apartar esos ojos miel que tenia, de los míos. Comenzó a inclinar su rostro hacia mí. Yo aun seguía blockeada, Joe aun sostenía delicadamente mi mentón, así que nada más cerré los ojos y me deje llevar.
Sentí como sus labios hacían presión con los míos, Yo correspondía ese beso. El llevaba la dirección, el beso comenzó dulce, pero en momentos se tornaba algo salvaje. No quería que parara, pero a mi mente se vino la imagen de Camilla y por mas que la odiara, no me gustaría que a mi me hicieran esto.
— ¿Qué pasa?—inquirió Joe con voz ronca, mientras se separaba lentamente de mí.
—No, Joe…—sacudía mi cabeza rápidamente.
—Tranquila. — Tomo mi cabeza. —Todo estará bien…
—No Joe, nada esta bien…tal vez para ti si, pero para mi no— los ojos me comenzaban a arder, las lagrimas se asomaban
— ¿Que quieres decir?
—Tu tienes novia Joe y la amas, y cada vez que me besas, me confundes demasiado y eso me lastima… nada esta bien, ¿ahora entiendes el porque? Y no es correcto que me beses, no lo es. Por más mal que me caiga Camilla, no le haría esto. —dije y una lágrima corrió por mi mejilla.
—Lo siento, no sabia que pensabas así…—limpio la lágrima que descendía por mi mejilla y me estrecho en sus brazos—. Pero de que te quiero no lo dudes Alex… porque es sincero, esto que siento, aunque aun no se que sea…. —beso dulcemente mi cabello.
—Es que enserio te quiero…—musite tan bajo, que nadie hubiera sido capaz de oírme.
—Yo también.
Me hundí mas en su pecho, intentando calmarme, pero aun me sentía tan aturdida por todo, me sentía mal… y demasiado confundida, no quería que jugaran conmigo y con Joe, no tenia seguro nada, solamente; Una ilusión y un corazón roto.