sábado, 30 de octubre de 2010

Capítulo #19

Al llegar a mi habitación, me tumbe en mi cama aturdida por mis pensamientos… ¿Qué debía hacer? De algo estaba segura, esto que sentía por Joe, no me iba a llevar a nada bueno emocionalmente… hace mucho había prometido que no me volvería a enamorar…
Apague las luces y me acurruque entre las sabanas.
Tocaron la puerta, no tenia ganas de ver a nadie, así que no conteste.
Escuche como comenzaba a abrirse, cerré los ojos para hacerme la dormida.
—Alex…—musitaron. Era la voz de Joe, apreté más los ojos. —Bien, supongo que es mejor que estés dormida…—sentí como la cama se sumía a mi izquierda—. No se, yo también estoy realmente confundido… demasiado y no se porque, esto es extraño para mi… se que no me escuchas, pero quería pedirte perdón por todos los disgustos que te he hecho pasar…
¿Que pasaba aquí? Joe también se sentía confundido. Quería abrir los ojos, pero si solo era ilusión mía… ¡diablos! pensaría en tomar seriamente terapias psicológicas.
—Bien, solo quiero decirte que te quiero…—sentí como se inclino y beso mi frente— Buenas Noches—dijo en un murmullo a mis oídos.
Se puso de pie y me dio la espalda, yo abrí los ojos y sonreí. Estaba apunto de salir de mi habitación.
—Yo también te quiero Joe. —dije
El se giro extrañado y me dedico una sincera sonrisa. La más sincera que jamás pude haber visto. Le sonreí y el salió de mi habitación.

Al día siguiente me levante con cierta emoción a desayunar y si sabia el porque. Me sentía frustrada conmigo misma, yo sabia que no podía pasar nada entre Joe y yo por tres cosas,
1) Por su plástica noviecita, llamada Camilla.
2) por que Nick sentía algo por mí, Y...
3) porque tal vez no sentía lo mismo que yo y yo confundía sus palabras.
¡Vaya lio!
Baje las escaleras un tanto amodorrada y note que ya estaban todos ahí.
—Buenos Días.
—Hija, ¿que harás hoy?
—Supongo que saldré con Nick mamá.
—Si señora, saldrá conmigo…
—Oh, que bien.
— ¿Por qué?— inquirí.
—No, nada mas…
—Ok—gire los ojos.

Terminamos de desayunar y subí para darme una ducha rápida, para salir con Nick.
Al terminar, me puse algo cómodo, unos shorts, una blusa larga blanca y unas zapatillas estilo gladiador. Tome mi gran bolso, mis lentes y mi celular y baje las escaleras, mientras cantaba una “canción” de los chicos, pero fue inconsciente.
—El coro de paranoid, se escucha muy bien en ti Alexandra…—dijo entre risas por haberme llamado Alexandra, mientras salía de la cocina con un tazón de helado.
—Que gracioso Joe…
—Hablo en serio, cantas bien.
—Lo tomare como un cumplido—sonreí—. ¿Y Nick?—dije mientras lo buscaba con la mirada.
—Me dijo que lo disculparas, tuvo que salir con mis papás para ver algo de su entrada a clases el próximo semestre.
—Ah…—dije y me senté en el sofá. — ¿Y Kevin? ¿Y mis papás?—intentaba no hacer algún silencio incomodo por encontrarme sola con el.
—Salieron, Kevin no se a donde va todos los días, es raro y tus papás, no se, dijeron algo de “la convención anual de máximos exponentes hoteleros”—dijo imitando la voz de mi papá—. Supongo que están allá
—Ok—sonreí—. Sábado aburrido—bufé. — ¿No saldrás con tu novia?
—No, hoy no, salió a Dallas.
—Oh, supongo que te quedaste solo y aburrido.
—Si, como tú.
—Yo no estoy sola.
— ¿Ah no?
—No, salgamos Joe. —Me puse de pie.
— ¿Qué planeas Alex?
—No hay que quedarnos encerrados, te puedo asegurar que me volveré loca…
— ¿Más?
— ¡Oh vamos! — tome de su brazo y lo jale, el dejo su tazón en la mesa de la entrada y tomo sus llaves.

Subimos a su camioneta y Joe comenzó a conducir sin rumbo alguno, era divertido, los dos platicábamos de cuando éramos chicos y de nuestra vida ahora.

La risa de Joe, era diferente, era sincera.
—Bien, ¿a donde vamos Alex?
—No se, ¿a donde quieres ir?
—Mmm, se a donde podemos ir…
— ¿A donde?
—Oh no te diré.
— ¡Oye, debes de decirme yo tuve la idea!
—No, lo siento— respondió divertido.

Mientras íbamos por la calle, hacia no se donde.
Un semáforo se puso en rojo, Joe y yo comenzamos a cantar y varias chicas nos veían raro desde la acera, pude notar que una de esas era Viviana. Comencé a cantar más y Joe realmente parecía divertido.
—Hace mucho que no cantaba en el auto, como hoy…—dijo, mientras alborotaba mi cabello. Yo sentía la mirada de Viviana, clavada fijamente en mí.
—Nunca es tarde para volver a ser el mismo Joe—dije, se inclino y beso mi mejilla, yo me sonroje y voltee hacia otro lado. Justamente hacia donde estaba Viviana, estupefacta viéndonos— Esta en verde avanza— dije rápidamente, ya que veía como comenzaba a acercarse.

Llegamos a un gran parque, que realmente no había visto en lo que llevaba viviendo aquí. Era como una versión miniatura del Central Park, pero en Los Ángeles.

Joe estacionó el auto y me ayudo a bajar.
—Hoy te ves bien, ese estilo despreocupado pero a la moda te queda bien—me sorprendió ese comentario.
— ¿Gracias?—sonreí—. Tu también te ves bien…—Joe vestía unos jeans entubados, con una camiseta blanca debajo de una a cuadros abierta y sus ya típicos tenis.
—Gracias también.

Cerró la puerta del copiloto y puso su brazo sobre mis hombros incitándome a caminar. — esta escena se me hizo parecida a una de la película “Crepúsculo” cuando Edward y Bella caminaban hacia la entrada de la escuela—. Cuanto me gustaría, que Joe fuera mi Edward. Suspire y Joe lo noto.
— ¿Y ese suspiro?
—Oh, no fue nada…
— ¿Segura?
—Mucho…
Seguimos caminando y llegamos a una parte donde había un lago con patos y varias banquitas alrededor. Joe seguía con su brazo sobre mis hombros.

Nos sentamos debajo de un gran árbol, para pasar desapercibidos. Joe se sentó frente a mí. No había mucha gente, solo había parejas jóvenes y de ancianos.
— ¿Por qué yo no sabia de este lugar?—inquirí mientras extendía mis piernas.
—No lo se, supongo que no te dejas ver mas haya de tus rumbos.
—Si, supongo que si.— me puse a mirar a mi alrededor, como si fuera algo que nunca había visto, era hermoso y estaba realmente encantada con este lugar. Sentí una mirada sobre mí—. ¿Por qué me miras así?
—No lo se— respondió aun mirándome—. Pareces distinta—lo mire extrañada—. Una linda diferencia…
—Oh—fue todo lo que pude pronunciar. Baje la mirada.
—Alex…—dijo Joe algo bajo—. Enserio te quiero.
Levante la vista y lo vi mas cerca de lo que estaba hace rato. Tomo mi mentón y lo levanto para que lo mirara nuevamente, ya que había bajado la mirada, sonrojada.
—Me gusta cuando te sonrojas.
—Yo…—me blockee en ese momento.
—No digas nada…—coloco su dedo índice en mis labios—. No digas nada, que haga que volvamos a la realidad.

Sin apartar esos ojos miel que tenia, de los míos. Comenzó a inclinar su rostro hacia mí. Yo aun seguía blockeada, Joe aun sostenía delicadamente mi mentón, así que nada más cerré los ojos y me deje llevar.
Sentí como sus labios hacían presión con los míos, Yo correspondía ese beso. El llevaba la dirección, el beso comenzó dulce, pero en momentos se tornaba algo salvaje. No quería que parara, pero a mi mente se vino la imagen de Camilla y por mas que la odiara, no me gustaría que a mi me hicieran esto.
— ¿Qué pasa?—inquirió Joe con voz ronca, mientras se separaba lentamente de mí.
—No, Joe…—sacudía mi cabeza rápidamente.
—Tranquila. — Tomo mi cabeza. —Todo estará bien…
—No Joe, nada esta bien…tal vez para ti si, pero para mi no— los ojos me comenzaban a arder, las lagrimas se asomaban
— ¿Que quieres decir?
—Tu tienes novia Joe y la amas, y cada vez que me besas, me confundes demasiado y eso me lastima… nada esta bien, ¿ahora entiendes el porque? Y no es correcto que me beses, no lo es. Por más mal que me caiga Camilla, no le haría esto. —dije y una lágrima corrió por mi mejilla.
—Lo siento, no sabia que pensabas así…—limpio la lágrima que descendía por mi mejilla y me estrecho en sus brazos—. Pero de que te quiero no lo dudes Alex… porque es sincero, esto que siento, aunque aun no se que sea…. —beso dulcemente mi cabello.
—Es que enserio te quiero…—musite tan bajo, que nadie hubiera sido capaz de oírme.
—Yo también.

Me hundí mas en su pecho, intentando calmarme, pero aun me sentía tan aturdida por todo, me sentía mal… y demasiado confundida, no quería que jugaran conmigo y con Joe, no tenia seguro nada, solamente; Una ilusión y un corazón roto.

miércoles, 27 de octubre de 2010

Capítulo #18

— ¿Te asuste?
—No, de hecho quería hablar contigo…—vacile.
—Oh…—guardo silencio. — ¿Y de que quieres que hablemos?
—Joe… si sabes de que quiero hablar contigo…—no me dejo terminar cuando ya estaba dentro de su habitación. —No, que no sabias—gruñí.
—No estoy tonto, Alexandra, y por lo mismo no quiero que nadie sepa.
—Oh, vuélveme a decir Alexandra y te golpeo.
—Alexandra, Alexandra, Alexandra…—empezó a decirme, con los ojos fijos en mi y sus brazos cruzados.
—Tú te lo buscaste…
Levante mi brazo para según yo golpearlo, pero el fue mas rápido y aprisiono mi rostro con su manos y me planto un beso. Nuevamente me tomo de sorpresa. No cedería esta vez.
— ¡JOSEPH!—grite, separándome y llevando mi mano a la boca.
—Lo siento, pero si no lo hacia me golpearías. —dijo orgulloso.
—Cállate… y bien, iré al grano… el beso o bueno LOS besos, olvídalos. No podemos estar evitándonos todo el tiempo… ¿entiendes?
—Oh claro que entiendo, también quería hablar contigo sobre eso…—asentí dándole la palabra—. Solo fue un impulso masculino, no quiero que lo tomes personal. —me quede muda ante eso.
—Oh, claro que no, ¿no querrías que tu noviecita se enterara verdad?—alce la ceja.
—No, no querría y tú tampoco querrías que tu novio se enterara ¿cierto?
— ¿Mi novio?
—Si, TU novio.
—No pues si tuviera, no me gustaría que supiera.
—Bien, entonces dejémoslo así, porque no queremos que Nick y Camilla sepan ¿cierto?
— ¿Nick? Oh no, Nick no es mi novio.
—No lo niegues, todo mundo lo sabe.
—No…—rayos ¿y si Nick había dicho que yo dije que lo intentaríamos?
—Ves, lo habías olvidado, Alex no hagas sufrir a mi hermano y yo no diré nada de que me besaste a la fuerza.
— ¿Qué YO QUE?—ok, esta bien que extrañara enojarme con el, pero esto no estaba en mi mente—. ERES IMPOSIBLE JOSEPH.

Salí de su habitación azotando la puerta y entre a la mía.
¿Por qué me afectaba tanto lo que Joe dijera y pensara de mí? Mi corazón se estremeció.
—Oh no Alex, no puedes estar enamorándote de el.
Me dije a mi misma y una imagen se filtro a mi mente.
—Si, Alex, estas mas que enamorada de el. —dijo una voz en mi mente.
Sacudí mi cabeza.
Tenía razón. Estaba enamorada y de Joe.
Tenia que olvidarme de eso, porque Joe tenia novia, la cual detestaba y para el, los besos que habían logrado confundirme mas no habían sido absolutamente nada.
Debía hacerlo y así no saldría lastimada.

Suspire.
Fui hacia el armario, me puse un pants y una playera, mis calcetines y me quite los pupilentes, para ponerme mis lentes de armazón.

Salí de mi habitación para ir abajo a ver la televisión y así distraerme, la puerta de su habitación estaba cerrada. Supuse que estaba dentro.
Pero, al bajar el ultimo escalón y girarme para ir hacia la sala. Joe estaba ahí, viendo la televisión.
— ¿Ya se te bajo el coraje?—dijo tan relajado, mientras despega la vista de el televisor.
—Ya…—me senté en el otro extremo, subiendo mis piernas al sillón. —pero no estaba enojada, Joe. —respondí sincera.
— ¿Entonces porque te saliste así?— me miro, mientras que ponía en silencio el televisor.
—Es que… tú me sacas de mis casillas, ¿entiendes?—el asintió, yo no lo miraba, solo juagaba con mis manos—. Eres la única persona, después de mi papá que logra estresarme y frustrarme tanto y no entiendo…—lo mire. Sabía que estaba diciendo de más y que esto podía afectarme emocionalmente.
— ¿No entiendes que?—inquirió interesado. Mientras acortaba la distancia que había entre los dos, en el gran sillón.
—No entiendo porque, si antes nos llevábamos relativamente bien, no nos peleábamos tanto… eres tan frustrante… a veces siento que realmente te detesto, pero otra veces…
—…Siento que te quiero tanto—agrego el.
— ¿Qué quieres decir con eso?—pregunte sorprendida, mientras elevaba mi vista a su dirección.
— Yo también pienso lo mismo que tu Alex y tampoco comprendo nada, busco razones para en realidad odiarte y no encuentro ninguna…
— ¿Entonces porque nos llevamos tan mal? Joe, tengo muchos recuerdos de cuando éramos chicos, y a veces deseo que nuestra relación fuera así nuevamente… pero luego llegas de nuevo y me confundes…—lo mire algo arrepentida de haber dicho eso.
— ¿Te confundo?—inquirió extrañado y con un cierto brillo en sus ojos, un brillo que desconocía.
—Yo… no dije que me confundieras…
—Si lo dijiste, dime en que te confundo—insistió aun con ese brillo.
—En…

Estaba apunto de decirle que me confundía en muchas cosas. Pero la puerta principal se abrió, eran Nick y Kevin. Suspire aliviada.
—Hola chicos—dijeron los dos.
—Hola, Nick ¿que no dormirías con un amigo?—inquirí.
—Si, dormiría—dijo, mientras se sentaba en el brazo del sillón que estaba detrás de mí. —pero le llame a Kevin y le dije que fuera por mi, el tuvo que salir y no planeaba quedarme ahí solo.
—Oh—dijo Joe, sin despegar su vista de mí.
—Bien, yo iré a dormir, buenas noches a todos—dijo Kevin, mirándonos a los 3.
—Buenas Noches.

Nick, estaba detrás de mí, y jugaba con mi coleta, mientras con su otra mano, apretaba suavemente mi hombro. Joe observaba detenidamente cada movimiento que hacia Nick. Yo, solo me sentía realmente incomoda.
—Alex, necesito hablar contigo…
— ¿Ahora Nick? Muero de sueño, ¿crees que podría ser mañana? O es muy urgente…
—No mañana esta bien—respondió con cierta emoción.
—Bien, entonces Hasta mañana.
Me puse de pie y comencé a subir las escaleras.
—Hasta mañana Alex— me gire y vi que lo había dicho Joe, suspire y sonreí débilmente.
No debería de haberlo hecho, no debía empezar a comportarse bien conmigo en estos momentos en los que estaba realmente confundida.

viernes, 22 de octubre de 2010

Capítulo #17

Nick seguía inclinando su rostro, y yo lograba por alguna razón, despejar mi mente. Así que helada como estaba, cerré los ojos al igual que Nick y comencé a sentir el dulce golpeteo de su aliento en mi rostro.

El repiqueteo estridente de su teléfono celular nos hizo pegar un salto a los dos, pero el no perdió su centro de atención, Yo. Apartó la mano de mi mentón y la bajo hacia su bolsillo para tomar su celular, pero aun sosteniendo férreamente mi mejilla con la otra mano. Sus pequeños ojos cafés no se apartaron de los míos. Estaba en este instante hecha un caos, demasiado confundida para ser capaz de reaccionar y zafarme de sus manos. Pero no sabia el porque de la confusión y tampoco quería quitarme de ahí.
— ¿Quién era?—logre articular al ver que guardaba su celular.
—Mi Padre…—dijo, aun mirándome fijamente.
—Oh…
—Supongo que es hora de volver, Alex.
—Si—logre decir. Aun no comprendía muy bien todo lo que pasaba.
¿Dos Jonas por un día?
¿Se supone que debía sentirme afortunada? Pff En primera no se porque digo eso, si el beso con Joe no significo nada y si no fue nada para mi, mucho menos para el. Así que, es mejor descartar esa tonta idea que se cruzo por mi mente en algún instante de este momento.

Nick me ayudo a levantar y fuimos directo a la casa.
Al entrar, notamos que ya todos estaban en sus respectivas habitaciones así que nosotros nos fuimos a las nuestras. Nick camino a su habitación iba en silencio, parecía algo avergonzado, caminaba con la cabeza gacha y la mirada perdida en sus pies.
—Nick…
—Siento lo que estuvo apunto de ocurrir hace un momento…—se giro y camino hacia mi habitación.
—No es tu culpa… no es culpa de nadie, son solo…. Confusiones ¿no?—pregunte temerosa.
—Me gustaría creer que es así, pero en este instante no se Alex.
—Ok, no te presiones—me acerque a el—. Tal ves en algún momento podamos darnos una oportunidad mas en el amor, ya que no hemos tenido mucha suerte que digamos— su rostro se ilumino—. Te quiero Nick—me acerque y lo abrase, el me aferro contra si, y beso mi cabello—. Buenas Noches—dije separándome.
—Buenas Noches Alex…

Me puse mi pijama y me tendí en mi cama. Al cerrar los ojos la imagen de Joe y Yo besándonos se postro en mi mente, como si no quisiera mi subconsciente que lo olvidara; Después vino a mi, la imagen de Nick ayer declarándome o algo así, lo que sentía por mi. Abrí los ojos rápidamente por el estremecimiento que me había causado y me percate que ya eran las 9 de la mañana y había perdido la primera hora clase.
— ¡No!—
Corrí hacia el baño y me duche rápidamente.
Mientras me cepillaba los dientes, me ponía con algo de dificultad mis jeans favoritos y las botas que usaría este día.
Me termine de arreglar y me maquille un poco, lo normal, solo quería darle color a mis mejillas y un poco de grosor a mis pestañas.

Tome mi bolso de la escuela y baje corriendo las escaleras, para dirigirme al comedor que ya estaba ocupado por todos los que vivíamos aquí.
— ¡Buenos Días!—dije, mientras tomaba un pan tostado y un trago al vaso de zumo de naranja que se encontraba en el que era mi lugar habitual— Me gustaría desayunar con ustedes pero voy tarde…—todos me miraban extrañados

Camine rápidamente hasta la puerta principal, cuando mi padre grito que mi auto lo habían llevado a lavar. Bien, aparte de que llegare tarde, no tengo auto y tendría que irme corriendo. Refunfuñe y azote la puerta.

Comencé a caminar y al dar vuelta en la esquina un auto blanco se paro a mi izquierda. Como iba algo enojada y estresada, no oía que me hablaban.
— ¡ALEX!—di un brinco y me percate del auto. No me fije quien era por que las ventanillas estaban arriba. Comenzó a bajarlas— Sube, te llevo a la escuela.
—Oh Kevin, me asustaste—dije entrando en el auto.—Gracias, no quiero llegar tarde a la otra clase…
—¿Y eso que te despertaste tarde? Digo, siempre salimos a la misma hora, yo para el gym y tu para la escuela, ¿que paso hoy?
—Tengo muchas cosas en la cabeza…—“sobre tus dos hermanos” pensé. Agite mi cabeza para liberar eso, pero era inútil.
— ¿Quieres hablar? Te noto tensa…
—Creo que será en otra ocasión…—dije al notar que ya estábamos fuera de mi escuela.— Gracias Kevin—. Me acerque y bese su mejilla. El me dijo adiós con la mano y arranco antes de que lo reconocieran.

Entre corriendo y tropezándome con algunos estudiantes que caminaban por el pasillo.
Llegue a mi aula y después de rogarle un poco al profesor para que me dejara pasar, acepto y camine hacia mi lugar. Sophie me observaba con una de esas miradas, que pedían a manos llenas demasiadas explicaciones. Bufe y me senté en la mesa que estaba a su derecha.
Seria un largo día.

Pasaron las 3 clases siguientes y Sophie aun no me cuestionaba sobre nada.
Dieron el timbre de salida para el receso y tome rápidamente mi bolso y camine hacia la puerta, seguida de Sophie.

Caminábamos por el pasillo en silencio, la verdad es que yo iba demasiado sumida en mis pensamientos. Sophie lo noto y al cerrar mi locker, me pidió que le platicara el porque estaba así.
—Aquí no Sophie, es muy peligroso—murmure.
— ¿Peligroso?
—Así es, mucho.— saque mi celular y comencé a teclear un numero.
— ¿A quien le llamaras?
—A mi abuelo, le diré que hoy no lo puedo ver, que lo siento…—si, no lo podía ver, debía platicarle a Sophie lo ocurrido en mi fin de semana, con lujo de detalle, si no explotaría.
Mi abuelo contesto y le dije que me sentía indispuesta, el acepto verme otro día.
— ¿Puedes ir hoy a mi casa?—inquirí tensa.
—Si… ¿segura que estas bien Alex?
—No lo se, por eso quiero que vayas.
—Ok—giro sus ojos.

Caminamos por el pasillo y estuvimos a punto de tropezarnos con Viviana y su sequito de clones. Viendo bien a Viviana, le encontraba el parecido a alguien, pero no sabia a quien.
—Vaya, vaya ¿pero a quien tenemos aquí? Ni mas ni menos, que Alex y su tonta amiga Sophie…
— ¿Qué quieres Viviana?—replique.
—Nada, solo quería preguntarte algo…
— ¿Qué?
— ¿Quién era el que te trajo a clases el día de hoy? Es que no se, creo que lo he visto en algún lado.
Tal vez en la tele, en periódicos o revistas, en la radio… obvio si era Kevin Jonas, UN JONAS. ¿Por qué no se le iba a hacer conocido?
—Alex, te cuestione algo… ¿Quién era?
— ¿Que te importa, quien la trajo?—inquirió Sophie al ver que no reaccionaba.
—Déjala Sophie, no tiene vida… y Viviana, me trajo un viejo amigo ¿necesitas algo mas?
—Jum, no…
—Que bueno, porque no tengo tu tiempo.

Camine, dejándola con la palabra en la boca y un tanto molesta.
Llegamos a la cafetería y tomamos una bandeja de comida para dirigirnos hacia donde estaban Matt y Jacob sentados.
Al llegar los saludamos y ellos preguntaron por los Jonas. Me comporte indiferente hacia esa pregunta.

Lo que restaba del día paso igual de equis que siempre, claro, si hubiera puesto atención tal vez y solo tal vez hubiera sido interesante.
Al salir de clases, nos despedimos de los chicos y salimos.
— ¿Y tu auto?
—A mi padre se le ocurrió mandarlo a lavar hoy—queje.
— ¿Y quien te trajo entonces?
—Kevin
—Ah, ahora entiendo lo que decía Viviana.
Comenzamos a despejarnos de la multitud de gente que se arremolinaba en la entrada, charlando y haciendo alborote.
— ¿Qué no es Joe, el de aquella camioneta?— forcé mi vista y logre ver una Mercedes nueva, parada del otro lado de la acera.
—Si, si es Joe—gire los ojos—. ¿Qué hará aquí?
—Pues vamos y pregúntale…—comenzó a caminar hacia la avenida.
—No—respondí rápidamente, mientras jalaba a Sophie y así evitar que siguiera caminando.
— ¿Estas bien?—me miro extraña. Asentí. —Bien, entonces caminemos hacia el, porque ya nos vio.

Cruzamos la avenida, prácticamente Sophie me jalaba, ya que me ponía dura para no caminar.
—Hola Joe—saludo Sophie
—Hola Soph —un momento, solo YO puedo decirle así. Me enfurecí un poco—. ¿Cómo estas?—pregunto sonriente al ver mi expresión.
— ¿Bien y tu?
—Muy bien, Suban, me toco venir por ustedes…
—Oh muy bien.— dijo Sophie, mientras abría la puerta trasera.

Yo me quede enfurruñada fuera. No pensaba ir en el mismo auto que Joe. Recuerden, debía EVITARLO. No acercarlo más.
— ¿Te quedaras ahí parada Alexandra?—. ¿Alexandra? Joe estaba jugando con fuego y se podía quemar, oh si, lo quemaría.
Fruncí el ceño y subí al auto, azotando la puerta de su NUEVA camioneta.
—Lo siento—me disculpe inocentemente hipócrita. El me miro furioso.
Arranco la camioneta ante la mirada sorprendida de Sophie. Nos comportábamos peor que nunca.
—Y bien… ¿que hay de nuevo Joe?—intento calmar los ánimos Sophie.
—Pues, ¿no te dijo Alexandrita, que regrese con Camilla?
—Oh, no, no me dijo, que bien…

Ah, seguía diciéndome Alexandra y peor, me decía Alexandrita.
—Oh, claro que no le dije, solo cuento cosas de interés común, a nadie le gusta saber sobre las momias Adam.— Joe frunció los labios y apretó el volante.
Sophie se sorprendía más.

Llegamos a casa y baje rápidamente de la camioneta, azotando una vez más la puerta.
—Discúlpala Joe, creo que tuvo un mal día…—grito Sophie mientras corría detrás de mí para alcanzarme.
Subí a mi habitación y Sophie llego algo agitada por correr.
—Vaya Alex ¿que te pasa el día de hoy?—pregunto Sophie, mientras se recargaba en el marco de la puerta. Yo tome de su brazo y la jale hacia el interior de mi cuarto, para poder cerrar la puerta.— ¿Supongo que ya me platicaras lo que te pasa no? Por eso tu agresividad conmigo en este instante…
—Sophie, te diré, pero debes guardar silencio y no decirlo con nadie ya que, no es muy bueno…—omitiría la declaración de amor de Nick, ya que a Sophie le gustaba.
—Bien, te escucho.
—Joe y yo nos besamos ayer…—dije rápidamente y apreté los ojos para no ver su reacción.
— ¿Y?
—Como que ¿y?—inquirí abriendo poco a poco los ojos.
—No se, perdona, haber… ¿Cómo estuvo el beso?
—Pues fue lindo… no besa mal…—me interrumpió.
—No pregunte eso Alex, pregunte que como había sido, el PORQUE del beso…
—Oh…—me avergoncé—. El cayo encima de mi y fue como un impulso…
—Entiendo y ¿por eso se comportan así los dos? ¿Más mal que de costumbre?
—Se podría decir.
— Y que sentiste en ese beso, porque te gusto y no me lo negaras…
—Ok, ok si me gusto… pero no se, me siento realmente confundida…—guarde silencio—. Sophie…
—Dime…
—Si te digo algo ¿no te molestas conmigo, ni con la otra persona implicada en esto?
—No…
—Promételo...
—Lo prometo ¿Qué pasa?
—Ok…también ayer Nick me dijo que se sentía confundido respecto a sus sentimientos hacia mí.
—Ah.
—No te enojes, no es mi culpa aquí todo mundo dice que nos vemos bien y todo eso y Nick se presiona….
—No te preocupes Alex, estoy bien—dijo sincera.

Bajamos a comer, y estuvo muy amena, ya que Joe no estaba, había salido con CascaBelle, perdón con la Belle a comer…
Sophie estuvo hablando con Nick, muy bien toda la tarde, se veían bien juntos…tal vez podría hacer que Nick se enamorara de ella y no de mi…sonreí para mi misma. Nick noto mi sonrisa y me sonrió divinamente y eso me estremeció un poco, nadie lo noto.

La semana comenzó a pasar rápidamente, ya era viernes.
Toda la semana Joe y Yo no nos habíamos hablado, ni siquiera mirado, comíamos a diferentes horas para no vernos y ni nos peleábamos, de hecho la última pelea fue el día que Sophie vino con nosotros. Raramente, extrañaba pelearme con el, deseaba hacerlo enojar. Debía hablar con el.

Los Jonas se estaban mudando a la casa de al lado. Serian mis vecinos pero ya no vivirían más conmigo. Se mudarían por fin el lunes, después de remodelar la casa y arreglar todos los muebles. Me despedí para ir rápido a mi casa y arreglar por fin las cosas con Joe, no podíamos estar evitándonos toda la vida y menos que ya era seguro que estarían mas cerca de mi que nunca.

Llegue a casa y no había absolutamente nadie. Había dos notas pegadas en el refrigerador.
Alex:
Salí a comer con unas viejas amigas,Clara te dejo comida en el horno. No me esperes.
Besos. Mamá.


Bufe. Y después leí la otra.
Pequeña Alex.
Salimos a arreglar unos asuntos, nos llevamos a Frankie. Joe salió con Camilla y Nick y Kevin salieron a comer juntos. Que tengas linda tarde y hay comida en el horno.
TE QUIERE DENISE.


¿Les queda alguna duda de lo fría que es mi familia? Deje las notas y calenté mi comida. Al terminar deje los platos en el lavavajillas y subí.

La tarde paso lento. Cuando por fin llegaron todos, Los grandes salieron a cenar.
Nick se había ido a dormir a casa de un amigo, al igual que Frankie. Kevin estaba viendo el televisor, Joe en su habitación, y Yo daba vueltas por toda mi habitación, Preguntándome si iba ya a hablar con el, o esperaba un poco mas. Me decidí por la primera.

Salí de mi habitación y me tropecé con alguien al salir. Me quede helada.

jueves, 21 de octubre de 2010

Capítulo #16

Si, la cena empezó agradable, pero comencé a sentir el ambiente mas pesado, ya que Nick, estaba completamente en silencio y Joe estaba igual, los dos observaban fijamente sus platos con comida. Esto me hacia sentir rara, eran dos cosas.
¿Qué le había pasado a mi amigo Nick, para que estuviera tan serio? Y otra ¿Por qué Joe, no le restaba importancia al beso y se olvidaba completamente de el, si era lo que yo…trataba de hacer? Necesitaba respuestas. Pero uno, no era el lugar y dos, no podía decirle a Joe enfrente de todos, que olvidara el beso. Seria fatal.

En fin, decidí despejar mi mente agitando mi cabeza para que quedara completamente fuera, de esas ideas y preguntas. Mi abuelo—Oh, el se llama Alexander, si como yo, me pusieron Alexandra en su honor. El es papá de mi mamá—. Comenzó a platicar sus ya famosas anécdotas y todos le ponían atención, bueno no todos, solo mis padres, Frankie, Kevin y los señores Jonas.

La cena termino y me puse de pie en un intento de evitar más ese silencio abrumador que tenían estos chicos. Pero fue una mala idea.
—Alex, ¿podrías llevar a tu abuelo a su hotel?—inquirió mi padre.
—Oh si, vamos abuelo. —me abrase a su lado.
—Joe te acompañara para que no vayas sola—intento Denise ser amable.
— ¿Qué? ¡No!—respondió al mismo tiempo que yo, Joe. Ok, esto de evitarnos no era solo mi idea y me quedaba más que claro.
—Digo, no me molesta Denise, pero preferiría que me acompañara Kevin o Nick…—Joe me miro extraño, al igual que Kevin.
—No Alex, lo siento yo no puedo acompañarte—dijo Kevin rápidamente.
—Bien entonces Nick, ¿tu puedes?—rogué con la mirada.
— ¿Yo?—se veía algo preocupado. Le lance la mirada más piadosa que tenia—. Ok, yo la acompaño.
Mi abuelo se despidió de todos y subimos a mi auto. Nick manejaría.

Al llegar al hotel que se encontraba cerca del centro de LA, baje del auto junto con Nick para despedir a mi abuelo y acordar que lo vería mañana, saliendo de la escuela.
Nick me pidió que manejara mi auto, pero le dije que no, que lo hiciera el. Acepto.
Durante el trayecto se hizo un silencio un tanto incomodo. Nick estaba realmente serio conmigo y yo no podía dejar que pasara esto, ya que no sabia porque lo hacia, ¿acaso había visto el beso? Me tense. Tome aire y me gire hacia Nick, que tenia la vista mas que fija a la calle.
—Bien, Suéltalo…—dije finalmente.
— ¿Soltar que Alex?—me miro con cierta confusión y diversión en sus ojos.
—Nick, algo tienes y quiero saber que es lo que tienes…bueno, si es que tienes la confianza que me dices tener. — dije, sin mirarlo y jugando con mi cabello, un poco divertida por mi comentario.
—Pues…No…digo, si te tengo confianza pero no se…
— ¿No sabes que?
— ¿Te parece si vamos al parque que esta cerca de tu casa y hablamos de esto?
—Nick, me asustas—lo mire con los ojos bien abiertos. —¿es algo malo?— pregunte con precaución.
—No, bueno, depende como lo veas tú.
—Bien—dije tranquila—. Entonces vamos.

Después de varios minutos y un silencio algo estresante, llegamos al despejado parque que estaba 5 cuadras debajo de mi casa.
Me baje antes de que Nick tuviera la oportunidad de abrirme la puerta, el aire empezaba a soplar nuevamente, así que cruce fuertemente los brazos y comencé a caminar, para adentrarme mas al parque. Una vez más sin esperar a Nick, ¿Qué me pasaba? Esto realmente me olía extraño. Así que comencé a caminar más rápido y a apretar más los brazos y la mandíbula.

Después de caminar sin esperar a Nick, me gire porque me entro el remordimiento, en primera no sabia que me diría así que ¿Porque me comportaba así? y el venia a paso rápido con una chamarra en la mano.
—Lo siento, no quería dejarte solo.
—No, no te preocupes, toma, parece que tienes frio—me coloco la chamarra delicadamente sobre mis hombros.
—Gracias…—dije sentándome en la barda de una pequeña fuente—. Y bien, ¿de que quieres hablar?
—Bueno, Alex… es que no se, no se como lo tomes y si piensas que estoy mal y que debo ir a ver a un psicólogo lo entenderé…—empezó a hablar muy rápido y entendía muy poco de lo que decía.
— ¡NICK!—grite para llamar su atención, el guardo silencio—. Ve al grano— pedí. El tomo aire.
—Ok. —se sentó a mi lado un tanto temeroso con los brazos cruzados. No hablaba.
—Nick, anda habla, no muerdo te lo prometo. — intente darle ánimos.
—Alex, ¿Qué opinas de lo que dicen acerca de….ti y de mi?
— ¿A que te refieres?—inquirí incrédula—. ¿A que digan que nos vemos bien juntos y todo eso?— el asintió tímidamente—. No se, se me hace cómico, pero deberían dejarlo de decir, pueden confundir a muchas personas.
—A mí por ejemplo—me interrumpió. Lo mire con cierta extrañes
— ¿A ti? Nick…quieres…decir… que ¿crees que te gusto?—masculle.
—Si, por eso quería hablar contigo, quería ver que opinabas sobre esta presión.
—La verdad es que… no se Nick, no me había puesto a pensar en eso, literalmente. — baje la mirada.
No, ahora que más podía pasarme este día, Nick creía que le gustaba. Pero lo cierto era, que en algunos momentos el, no se me hacia para nada indiferente.
—Alex…—liberó un brazo para sostener mi mentón y lo levanto para obligarme a mirarlo; con su otra mano, tomo la mía—. Tu eres una niña muy especial y es imposible que no le gustes a los chicos, eres muy bella por fuera y por dentro, tanto así que llegas a confundirme…mucho—sonrió tímidamente—. Hay veces que creo que enserio, podía pasar algo entre nosotros, algo más que una simple amistad, pero son solo sueños y presiones… ¿crees que eso pueda ocurrir? Digo, ¿que hubiera algo entre tu y yo?—lo mire y encogí mis hombros. Estaba sin palabras, solo suspire.

Nos miramos el uno al otro durante mucho tiempo. Su mano seguía en contacto con mi rostro. Era muy diferente a la de Joe.
Me soltó y alzo la otra mano para acariciarme la mejilla con las yemas de los dedos y terminar descendiendo hasta la mandíbula. Estaba nervioso, sus manos temblaban. Colocó la palma de su mano sobre mi mejilla, de modo que mi rostro quedó atrapado entre sus manos abrazadoras.
—Alex—susurró.
Me quede Helada.
No, que no fuera lo que estaba pensando.
A su vez, también yo clave en el mi mirada. No era mi Nick, el que hace años había conocido, era una versión mejorada de el. Su querido rostro era el de siempre. Yo lo quería de verdad en muchos sentidos. Era mi confidente, mi amigo, mi consuelo.

Sin apartar sus ojos de los míos, Nick comenzó a inclinar su rostro hacia mí. Yo aun seguía helada y confundida, mientras en mi mente se infiltraba la imagen de Joe besándome y yo correspondiendo ese dulce beso.

lunes, 18 de octubre de 2010

Capítulo #15

Entre muy distraída a casa y algo confundida.
— ¡ALEX!—dijo una dulce voz—. Déjame te ayudo, que el tonto de Joe viéndote entrar con tantas bolsas no te ayudo a cargarlas…—tomo algunas bolsas de mis manos.
—Ah…—reaccione—. No te preocupes Nick, el estaba…. —“estaba muy ocupado besándome” pensé—. El estaba jugando y no quise molestarlo para que se enojara…
—Oh—me miro incrédulo, mientras caminaba a mi lado hacia la cocina—. Esta bien—dejo las bolsas en la isla de la cocina y yo lo imite—. Alex… ¡Alex!—pasó su mano frente a mi cara.
— ¿Qué pasa?
—Estas en otro planeta…—rio—. ¿Segura que estas bien?
—Si Nick—tome su mano. —estoy bien, iré a cambiarme no tarda en llegar mi abuelo
—Ok si tu lo dices, pero ¡hey!, así te ves bien—sonrió.
—Gracias—sonreí tímidamente mientras bajaba la mirada—. Pero necesito una ducha. —toque su nariz con mi dedo índice para después girarme y darle la espalda para salir de la cocina, pero me detuvo colocando su mano en mi brazo, haciendo un poco de fuerza para girarme hacia el y abrazarme fuertemente. Se me hiso raro al principio, pero termine correspondiéndoselo, aferrándome a su abrazo.
—Te quiero Alex.
—Yo también Nick—respondí sincera. Nos separamos poco a poco sin dejar de abrazarnos y para concluir el abrazo, Nick beso mi frente tiernamente— Bien, supongo que ahora si me puedo ir a cambiar ¿no?
—Si, ahora puedes…—me guiño el ojo y yo subí hasta mi habitación, escuchando como Kevin entraba a la cocina y se ponía a charlar con Nick.

//JOE//
¿Por qué el beso? ¿Por que un beso a ALEX? No fue un mal beso, de hecho… no besa mal…fue…raro.

Me quede un buen rato recostado en el piso de la cancha, tratando de aclarar lo que había sucedido, pero lo que se podría decir “peor” de todo, fue que ninguno de los dos hiso nada por detenerlo, incluso Alex, que siempre rezonga por todo, no hiso ni un movimiento. ¿Se imaginan, si Camilla hubiera llegado justo en el preciso momento en el cual nos besábamos? No me gustaría pensar lo que hubiera pasado ahí, tal vez un linchamiento a sangre fría.

Me pare y camine hacia la entrada, ya que estuve dentro de la casa fui a la cocina por un vaso de agua, pero me detuve al ver que hablan muy bajo allá dentro. Eran Nick y Kevin, así que me puse detrás de la puerta y comencé a escuchar.
—Estoy realmente confundido…
— ¿Por qué Nick?
—Alex…
— ¿Alex?...—guardo silencio—. ¡¿Te gusta Alex?!
—No grites Kevin, te pueden oír… no, no se si me gusta, solo que me la paso demasiado bien con ella. Y, y… la presión social…
— ¿La presión social?
—Si, todos dicen que nos vemos bien juntos y… no he descartado esa opción.
—Woo, pues no se que decirte, me estas hablando de Alex… solo has lo que tu corazón te indique y deberías hablar de esa “presión social” con ella, para ver que piensa.
—Pues… si supongo que si, es extraño.

¿Nick enamorado de Alex? Diablos, eso es realmente extraño... por que…por que…
es un año menor que ella.
Decidí dejar de espiar y entrar a la cocina, para ver si a mi Nick me podía contar su dilema amoroso, pero lo único que me conto, fue que entraría el próximo semestre a clases, ya que este estaba por terminar. Y siendo sinceros, ok es mi hermano, pero algo que en este momento no me importaba era saber cuando entraría a clases.
Intentaba sacarle el tema “Alex” pero no sabia que y no sabia el por que. Así que sin más, fui directo al grano.
— ¿Te gusta Alex?—intente parecer indiferente.
— ¿Por que la pregunta?—lo note algo nervioso y eso contesto mi pregunta. Si, Alex le gustaba.
— ¿Mucho?
— ¿Porque me conoces tanto Joe?
—Hay, Nick tengo 17 años viviendo contigo…—gire los ojos en tono irónico. —pero dime, ¿te gusta mucho?
—No, no se, creo que es solo confusión…—lo mire fijamente y el bajo la mirada—. Ok, solo un poco, pero muy poco—intento convencerme de que en realidad le gustaba un poco, pero conocía a Nick, se enamoraba rápido y a veces era por confundir el cariño por el amor.
—Bien, ¿pero ella sabe?
—No, ni se te ocurra decirle… se lo comentare. No se cuando, pero lo hare.

Fue lo único que dijo y después nos retiramos, yo fui a mi habitación y el a la suya. Rayos, ahora me sentía mal, había besado a la chica de la cual mi hermano menor esta enamorado, lo mejor seria dejar pasar ese beso y no tocar el tema, con nadie. Y en nadie esta incluido, NADIE.

Llego la hora de la cena y el abuelo de Alex, no tardaba en llegar, así que nos hicieron bajar a todos para recibirlo, al bajar vi a Nick con una sonrisa de oreja a oreja charlando con Alex, Kevin parecía todo un señor hablando de negocios y cosas raras con John y mi padre, mientras que las señoras, estaban en la cocina y Frankie jugaba con su nintendo DS.

Un taxi se estaciono fuera y nos dimos cuenta de que el abuelo, había llegado.

//Alex//
La emoción comenzó a hacer efectos en mí, me pare rápidamente de el sillón con cuidado de no enseñar de más con la falda que traía puesta y corrí hacia la puerta antes de que se acercara a timbrar. Era una de las personas más importantes de mi corta vida y estaba aquí, aquí conmigo. ¿Será que mi vida por fin empieza a regresar a la normalidad? ¿A lo que era antes?

Lo vi bajar con cuidado del taxi, el señor elegante y simpático, estaba caminado frente a mí con una gran sonrisa en los labios. Una gran y sincera sonrisa.
— ¡Abuelo, llegaste!—lo abrase y el me estrecho en sus brazos.
—Si mi muñeca, estoy aquí, y podremos sacarles unas cuantos corajes a tus papas.—dijo bromeando.

Caminamos abrazados hasta la entrada de la casa y ya estaba todos ahí parados en la sala, Mis padres, los padres Jonas, Nick, Kevin, Frankie y…Joe.
AH, me frustra ese nombre, pero decidí evitarlo, evitar lo que había pasado y sobretodo evitarlo a el.

Mi abuelo saludo a todos, hasta que llego a donde estaban los chicos.
— ¿Y quienes son estos muchachos tan bien parecidos?
—Son, Nick, Kevin y Joe, mis amigos de New Jersey ¿los recuerdas? Ah, y este guapo pequeño, es Frankie el menor de los Jonas.
—Oh vaya, que grandes se han puesto, claro que los recuerdo este chico de lentes—refiriéndose a Joe— una vez escondió una de mis pistolas de colección, solo porque quería convertirse en un gran vaquero—Joe se sonrojo—. Pero todos —nos señalo a los 4—. Estando en mi casa, se portaban extrañamente un poco mejor que lo normal

Termino de charlar y de contar anécdotas y nos dirigimos todos a cenar, la cena fue agradable, pero al parecer Joe también había optado por la misma opción que la mía; Evitarnos.

jueves, 14 de octubre de 2010

Capítulo #14

Camine sigilosamente por aquel largo pasillo. Al encontrarme fuera de su habitación, abrí lentamente la puerta y lo vi, el reflejo de la luz lunar que se filtraba por su ventana, hacia que se viera como un pequeño niño… me acerque a su cama y me senté en la orilla tratando de no hacer ruido. Al parecer Nick sintió movimientos y se comenzó a despertar…
—Alex, ¿estas bien? ¿Qué hora es?—inquirió tallándose los ojos y sentándose en la cama.
—Si, estoy bien—sonreí—. Es algo tarde, pero tenia ganas de verte…—guarde silencio— no te había visto desde la mañana y déjame decirte amigo, que te extrañaba—golpee levemente su hombro, el bajo la mirada con una tímida sonrisa. —Perdón por despertarte, no podía dormir y… se me ocurrió venir—lo mire tímidamente.
—No, ya sabes que no importa, no te preocupes ya dormí mucho—los dos reímos. Yo baje la mirada y el suspiro.
—Nick…
—Dime…—me miro fijamente y yo levante mi vista y lo mire.
— ¿Me darías un abrazo? De esos que solo tú sabes darme…—sonreí tristemente.
Lo se, se que es cansado, pero realmente me sentía triste, no había día que no me sintiera así, y ahora estando ellos…bueno… si, ellos, LOS TRES aquí, me hacían olvidar un poco de esa tristeza y soledad, que continuamente sentía, hasta las peleas con Joe, me hacen sentir bien.

…Nick me sonrió dulcemente, y se acerco a mi y me abrazo, yo me aferre a sus brazos y escondí mi rostro en su cuello, una lagrima traicionera, recorrió mi mejilla y Nick me separo de el.
— ¿Por qué lloras?—inquirió preocupado, yo me limite a sonreír y a limpiar esas pequeñas gotas que caían por mis mejillas.
—Me siento feliz de tenerlos aquí de nuevo.
—Hay Alex…—me sonrió y me atrajo hacia el nuevamente—. ¿Sabes que nunca te olvidamos?
— ¿Enserio?— ahora fui yo quien se separo de el incrédula.
—Si—acaricio mi mejilla—. Constantemente le preguntábamos a mi papá sobre ti, pero nunca sabia decirnos bien, ya poco a poco, conforme paso el tiempo, empezó a ser menos, te soy sincero… pero de que no te olvidamos, no lo hicimos… al menos yo no y te puedo asegurar que ni Kevin, ni Joe lo hicieron…—suspiro—. También soy feliz de volverte a ver…
—Ni yo, de hecho justo antes de que llegaran, le había cuestionado a mi madre sobre si sabia de ustedes, pero ella dijo que no… en fin, que bueno que regresamos al ayer y estamos juntos los 4…y medio—reímos los dos.
—Alex… ¿Por qué me habías llamado para que fuera por ti?

Lo observe y me acomode más en su cama para comenzar a platicarle todo lo ocurrido en esa fiesta.
Nick me miraba serio, y sorprendido. Después de eso, seguimos platicando de nuestras vidas, algo así como poniéndonos al corriente. El me platico de que anduvo unos años con Miley, la estrella pop de Disney… yo le platique mas sobre mis amigos, ya que de vista solo conocía a Sophie, pero a Jacob y a Matt no, le dije que algún día se los presentaría, que eran agradables. De amor no le pude platicar mucho, no me enamoraba desde hace 2 años—Justin, el fue la relación mas larga y la mas dolorosa que tuve, de hecho, la única formal. Me dejo para irse vivir a otro País, con su novia y su hija ¿Pueden creerlo? Teníamos 16 y el 17, fue algo traumático y a partir de ahí el amor, paso a segundo plano en mi vida—. Nick me dijo que eso estaba mal, que debía abrirle las puertas al amor “De seguro tienes muchos chicos a tus espaldas Alex”, puede que tenga razón o no, pero no me pasó la vida pensando en encontrar a mi otra mitad.

La platica comenzó a hacerse mas larga, me acosté en su cama y el se acostó a mi lado, pasando su brazo detrás de mi cabeza, reíamos y recordábamos viejas travesuras. El se paro para ir al baño y yo me quede ahí acostada en medio de la no tan obscura habitación, ya que se notaba que el sol saldría en unas horas.
Los ojos me comenzaron a pesar y después no supe nada más.

Al día siguiente, me desperté confundida, ya que no estaba en mi habitación, sino que en la de Nick, me levante rápido y sentada en la cama mire el reloj, 1:00pm
¿A que hora nos habíamos dormido? Me levante de la cama, ya que no vi a Nick por ningún lado y sorpresa fue la que me lleve al verlo acostado en el piso, con varias cobijas. Me enterneció verlo así. Me acerque hacia el y bese su mejilla, para después acariciarla y cubrirlo con una manta más. La mañana era fresca.

Camine hacia la puerta de la habitación, cuando inconscientemente me gire y lo observe. Una sonrisa se dibujo en mi rostro e hiso que me estremeciera.
Salí con cuidado de su habitación, cerrando sigilosamente la puerta.
Justo cuando estaba por entrar a mi habitación, una voz detrás de mi me asusto.
— ¿Te asuste?
—No—dije sarcástica— acostumbro estar por la vida saltando.
— ¿De donde venias?
—Hum, de arriba Joe—titubee.
— ¿Segura?—alzo una ceja y se cruzo de brazos.
—Si ¿Por qué?
—Por que te vi salir de la habitación de Nick…
—Ah…es que…—piensa Alex, di algo coherente—… es que quería ver si me prestaba su guitarra, pero pues esta dormido y mejor me Salí.
—Oh—me miro escéptico.
— ¿Algo mas que quieras saber? Quiero ducharme
—No nada, puedes ir a ducharte, aunque no se para que lo haces si de igual manera no cambias.
—Ya quisieras—dije y entre a mi habitación azotándole la puerta en la cara.

Era sábado no tenía planes con nadie aparte de que estaba castigada. Joe había salido con cascaBelle, Nick y Kevin habían salido al cine. Claro, pues si era sábado por la noche, me invitaron, pero como no podía salir, tuve que decir que no.

Pasaron dos, tres semanas, un mes y la familia Jonas seguía en mi casa. Encontraban donde vivir, pero las fans aunque todavía no se mudaran, encontraban la casa y comenzaban a bombardearla de correos y obsequios, así que la descartaban y regresaban de nuevo.

Mi relación con Joe, realmente era extraña, un día estábamos bien y 4 no, era como si no nos conociéramos y nos odiáramos eternamente, yo por mi parte no lo odiaba, pero había algo en el, que me sacaba de mis casillas y me estresaba, ¿que si lo quería? Si, Demasiado.
Con Nick, me llevaba cada vez mejor, muchas personas pensaban que éramos novios, incluso hasta nuestros padres, pero eso era un completo error, ya que el y yo solo éramos amigos y nada mas. Con Kevin, que puedo decir de el, es como el hermano mayor que siempre quise tener, dudas, preguntas y demás, el me las respondía sin mas. Sophie, Matt y Jacob, ya se hablaban bien con los chicos, Joe era el mas distante, pero nada mas con Jacob. Mis padres… mis padres ¿Qué puedo decir de ellos? A veces, parecía enserio que si les gustaba que estudiara música, pero detrás de las puertas de su habitación o la mía, decían que no. Las apariencias engañan, y ellos lo sabían hacer a la perfección.

Era domingo por la mañana, después de una larga semana de lluvias y cielo gris, parecía que haría buen clima, así que me puse unos shorts, mis converse y una t-shirt delgada. Estaba recostada en una manta, en medio del gran jardín que poseía mi casa. El iPod estaba a su máximo volumen, y yo, me encontraba leyendo “Luna nueva”, cuando mi madre me grito que si iba a la tienda por unas cosas que hacían falta para la comida, ya que mi abuelo vendría desde New Jersey, a pasar unos días aquí en la ciudad, por cuestiones de trabajo y chequeos médicos.

Salí de casa y fui hacia la tienda, compre lo necesario y me quede un rato más, ya que fui por un café antes de llegar a casa.
Al llegar y estacionarme afuera de la gran “mansión”—así solía decirle, ya que era muy grande para mi gusto—, pude notar una imagen algo cómica. Era Joe, -vestía jeans entubados y una playera azul cielo cuello V, traía una banda del mismo color en su cabello, se veía realmente lindo-, Frustrado, por no poder encestar el balón en la canasta. Me baje del auto y reí burlonamente. El se giro y me miro molesto.
—Joe, eres pésimo en basketball— vaya, lo había visto jugar antes y no era tan malo, pero en ese momento si lo parecía.
— ¿Ah si? ¿Y tu muy buena o que?
—Puede que si, puede que no— dije mientras tomaba las bolsas y caminaba hacia la entrada.
—Si, claro— parecía que quería retarme.
— ¿Acaso lo dudas?—alcé una ceja.
— ¿Quieres probar?
Deje las bolsas en los escalones de la entrada y camine hacia donde estaba Joe.
—No quiero humillarte—dije tomando el balón, que había escapado de sus manos.
—No lo harás…
Empezamos a jugar, yo encestaba 3 y el encestaba 3. El juego comenzó a tomarnos más tiempo, iba ganándole a Joe.
Estaba por lograr un enceste perfecto, cuando Joe comenzó a corretearme, para quitarme el balón y en un movimiento que hice, nuestros pies, al parecer se enredaron y caímos. Joe cayo sobre de mi, cara a cara… su respiración entrecortada y agitada por el juego golpeaba mi rostro.
—Lo siento—dijimos al mismo tiempo.

El tiempo parecía haberse detenido. Ninguno de los dos hacia algo por levantarse, Joe miraba mis labios y mis ojos, yo también lo observaba. Mis piernas intentaban mandarle señales a mi mente para que detuviera lo que podría ocurrir, pero esta las rechazaba.
Pude sentir el latir agitado del corazón de Joe, parecía que el suyo y el mío, iban al mismo ritmo.
Joe comenzó a acercarse más a mí, sin perder el contacto visual y a la vez, sin dejar de mirar mis labios. Esto era raro, pero no quería pararlo. De pronto, sus labios se encontraban ejerciendo presión sobre los míos, delicada y suavemente. Eran delgados pero carnosos a la vez, suaves y aterciopelados. Al principio me quede pasmada con los ojos abiertos, para después cerrarlos cuando mis labios empezaron a entender lo que pasaba y seguían aquel beso.

Las señales llegaron por fin a mi mente y demás sentidos, abrí los ojos y vi a Joe sobre de mi, sentí como la sangre se acumulaba por montones en mis mejillas, lo primero que hice fue golpear su pecho para que se quitara. El, al abrir los ojos, se llevo la misma sorpresa que yo y se quito rápidamente, tendiéndose a mi izquierda en aquel piso.
—Lo siento…me deje llevar—mascullo llevándose sus manos a la cara.
—No yo…. No lo sientas, también me deje llevar— dije algo avergonzada, mientras giraba mi vista para observarlo, igual como el lo hacia...
—Yo…—dejo inconclusa esa frase.
— ¡ALEX! ¿Eres tú? ¡Trae acá las bolsas!— grito mi madre desde la ventana.
—Yo… yo debo ir adentro—me pare rápidamente, aun avergonzada por lo sucedido.
—Si…—asintió.
—Ah si— me gire— Y te gane —sonreí y le di la espalda nuevamente.

Camine hacia la puerta dándole la espalda, mientras una extraña sonrisa, tomaba forma en mis labios, me lleve un par de dedos y acaricie mis labios, aun sin poder creer lo que había sucedido. Lo mire de reojo y el se había colocado de nuevo las manos sobre su cabeza, su cabello, ahora despeinado, danzaba con el viento. Sonreí de nuevo al verlo. Extrañamente.

lunes, 11 de octubre de 2010

Capítulo #13

— ¡Vaya día Alex!—
Me dije a mi misma, ahora mas que nunca me quedaba claro el porque odiaban mis amigos a Stan, necesitaba una explicación, así que no iba a ser yo quien lo llamará, al menos me quedaba algo de dignidad.
Tome mi pijama y fui a darme una ducha.
Cuando Salí arreglada del baño, vi la hora que era, eran exactamente las 2 am.
¿Por qué había ido Joe por mi, si le había pedido el favor a Nick? Me pregunte cuando me tumbe en mi cama, mirando hacia el techo.
No tenia sueño, así que me levante agarre una chamarra y me coloque unas botas, arriba del pantalón de mi pijama.
Me agarre el cabello en una coleta, tome mi iPod y camine hacia la puerta, asomándome que no hubiera nadie despierto. Todo estaba apagado y desolado.
Cerré con cuidado la puerta y baje las escaleras, tome las llaves de la casa y Salí sin hacer ningún ruido por la puerta.

Empecé a caminar por los alrededores de donde vivía.
El frio viento golpeaba mi rostro…me sentía terriblemente mal, necesitaba aclarar ideas y sentimientos… Mis papas, Stan, Nick…..Joe.
Ese ultimo nombre me hiso estremecer, ¿que tenia aclarar sobre el?
seguí caminando mientras la canción de “Lost de Michael Bublé” sonaba en mis oídos. Mire el reloj del iPod, ya eran las 2:40 am, decidí regresar, ya había caminado un buen tramo de mi casa a donde estaba en estos momentos y aparte, moría de hambre.

Abrí con cuidado la puerta, para que no rechinara.
Deje las llaves en la mesa y camine hacia la cocina algo extrañada porque se escuchaban ruidos, pero estaba completamente a obscuras. Tome un paraguas que se encontraba fuera y camine recargada a la pared.
—ALTO AHÍ VENGO ARMAD…—unas grandes y suaves manos evitaron que siguiera gritando.
—Alex, guarda silencio—quito sus manos de mi boca
— ¿Joe?—camine hacia el interruptor y cerré la puerta de la cocina— ¿Qué haces?
— ¿Tampoco podías dormir?—asentí— Yo tampoco podía dormir y moría de hambre—respondió mientras se sentaba en una de las sillas de la barra con dos grandes emparedados de pollo y un vaso gigante de leche
—Pues a juzgar por lo que veo en tu plato, —dije mientras sacaba el cereal y un plato de la alacena—. Pensaría que tienes días sin comer…—el rio levemente—. ¿Y porque no podías dormir?—logre preguntar, ya que me senté frente a el con mi plato de cereal.
—Tengo demasiadas cosas en la mente—respondió suavemente y pensativo—. ¿Y tú? ¿Que estabas haciendo sola afuera?
—Salí a caminar, también tengo demasiadas cosas en la mente…—suspire. Los dos guardamos silencio, solo se oía el chocar de mi cuchara y el sorbido de su vaso
— ¿Qué no te deja dormir Joe?
— ¿Me contaras que fue lo que paso?
Hablamos los dos al mismo tiempo y al darnos cuenta de eso reímos.
—No se Alex, hoy vino Camilla
—Si me di cuenta, es muy agradable—mentí y Joe me miro tristemente—. Lo siento, no debo juzgarla, pero Joe, ella es…—intentaba buscar una palabra que no fuera aprovechada y sus derivados—… demasiado Mayor para ti.
—Ah…
— ¿Pero, que tiene que ver Camilla, en tu falta de sueño?
—Mucho, no se si estuvo bien el haber regresado con ella.
—Ah…—me estremecí.
—Se veía realmente arrepentida, por eso le di una segunda oportunidad…—miro su plato— ¿Crees que haya estado bien?—me miro con pesar.
—Yo…yo… no se, no la conozco…. Pero todos merecen una segunda oportunidad, si tu viste que estaba arrepentida, tal vez lo estaba….o solo sabe actuar demasiado bien—logre decir en un susurro, lo ultimo de mi frase.
No conozco a Camilla muy bien para juzgarla, pero había algo en ella, en su mirar, en su forma de hablar, que no me gustaba.
—Si, supongo que tienes razón—bien, no escucho—. Si ya no aprovecha esta oportunidad que le doy, no tendrá otra—dijo orgulloso, pero sus ojos no mostraban ese brillo que tienen las personas enamoradas. Lo observe fijamente, mientras mordía mi labio inferior—. ¿Qué tanto me observas?
—Joe…—intentaba formular mi pregunta—. ¿Estas enamorado o solo es costumbre?—. El me miro perplejo y solo encogió sus hombros, mientras perdía su mirada en el jardín. —Bien, eso respondió mi pregunta…— ni el sabia que sentía con su propia novia, Pobre hombre.
—Bien, ahora es tu turno. — dijo girándose hacia donde estaba, ya que me encontraba colocando mi plato y su plato en el fregador.
— ¿Mi turno? Mmm—vacile, mientras el chorro de agua, corría por los platos.
—Si, tú turno de contarme porque no puedes dormir y sobre lo que sucedió el día de hoy en ese lugar.
—Bien…—solté un gran suspiro y cerré el grifo—. No debí de haber ido a ese lugar con Stan—respondí mientras me sentaba nuevamente frente a el.
— ¿Stan? Ah… así se llama el tipo —guardo silencio—. Te había dejado sola ¿cierto?
—Si, me dejo sola y ni me di cuenta cuando… se fue—termine de hablar en un susurro, la sangre se acumulaba detrás de mis orejas, mi pulso se aceleraba de solo recordar todo lo que estuvo apunto de pasar hace unas horas.
— ¿Qué mas paso? ¿Por qué saliste corriendo? ¿Por qué se rompió el tacón de tu zapato? ¿Por qué tienes esos pequeños rasguños?...—lo interrumpí.
—Basta Joe, son muchas preguntas—sonreí sin estar feliz. —Pero si las contestare…
—Bien, soy todo oídos—se acomodo en la silla.
—Pues… cuando Stan se fue de mi lado hacia la barra, me fui a sentar y empezó a pasar el tiempo y el no regresaba, así que fui a buscarlo para pedirle de favor que me trajera de vuelta, ya que realmente me sentía incomoda…
— ¿Y por que accediste a ir?
—Déjame terminar, no sabia que iríamos a esa horrible fiesta… pero bueno, lo estuve buscando, y me tropecé al caminar con unos tipos, tirándole la bebida a uno de ellos, el caso es que se quería pasar de listo y empezó a forcejear conmigo…— Joe se crispo, me extraño su reacción y proseguí hablando—… Cuando intentaba zafarme de sus brazos, y como no podía lo patee, y el pues me empujo.
— ¿¡Te empujo?!
—Te agradecería que no gritaras Joe, hay gente dormida y que no sabrá lo que pasó…
—Lo siento, continúa.
—Al caer, se rompió mi tacón, después me volvió a levantar y casi pude jurar que su asquerosa boca rozo mis labios…—me estremecí de solo recordarlo. Joe apretaba las mandíbulas, como si eso le molestara realmente—. Y Salí corriendo y le llame a Nick…Por cierto, hablando de Nick ¿Por qué no fue el por mi?
— ¿Te molesto que allá ido yo por ti?
—No para nada, lo agradezco también, pero se me hiso raro…
—No podía sacar el auto, tiene prohibido usarlo de noche mientras no tenga su licencia...
—Oh…—Joe me miro, incitándome a continuar con mi traumático relato—. Bien, pues después llegaste tú por mí… y llegamos a casa, con mi preocupada familia—termine con una mueca que intentaba ser una sonrisa.
—Hay Alex— su aterciopelada voz, hiso que levantara mi mirada—. Si te quieren y si se preocuparon por ti.
—Es lo que le hacen creer a todos, si me quisieran Joe… me antepondrían ante sus reuniones e incluso un poco mas que a su trabajo…
—Todos los padres quieren a sus hijos, a su manera pero los quieren…
—Si, pero entonces los míos muy a su manera—suspire—. El otro día, vi como era su mamá con Ustedes, Nick se había manchado la comisura de su boca y Denisse se la limpio con una servilleta.
—Si Alex, pero a veces eso es vergonzoso—admitió con una pequeña sonrisa
—No me importaría que fuera vergonzoso Joe, a veces esas pequeñas muestras de cariño, son las que en realidad importan.
—Te quieren…—esbozo una sonrisa. Después miro el reloj— creo que es mejor que vayamos a dormir.
—Si, creo que opino igual que tu por primera vez…—el sonrió y yo también.

Subimos juntos las escaleras, en silencio, pero ya no tan incomodo, Joe dormía en la habitación frente a la mía, y cuando llegamos, cada uno afuera de la suya, nos miramos.
—Gracias Joe, fue agradable hablar con alguien sobre lo que sucedió hoy.
—No te preocupes Alex, también gracias a ti por escucharme.
—Cuando quieras, Buenas noches—me gire para entrar a mi habitación.
—Alex…—me gire y el rascaba su cabeza—. ¿Seria mucha molestia que no le dijeras nada a nadie sobre lo de Camilla y yo?
—No, para nada, seré una tumba.
—Gracias, buenas noches—sonrió hermosamente.
Joe entro a su habitación dejándome anonadada afuera de la mía.

Aun no tenia sueño, y tenia ganas de ver a Nick, quería un abrazo de esos que el solo podía darme, camine hacia su habitación, que estaba en el otro extremo del pasillo, importándome poco que estuviera dormido.
Empezaba a sentir algo por Nick, un sentimiento diferente, pero no sabia cual era. Nick se había convertido en mi confidente en algo así como mi “puerto seguro” la persona con la que siempre podía contar y confiar, sin importar cual fuera la situación.


miércoles, 6 de octubre de 2010

Capítulo #12

//Alex//
No veía a Stan por ningún lado y empecé a asustarme. Ya era demasiado tarde y la gente empezaba a hacer cosas asquerosas entre ellos. Me sentía tan frustrada y asustada, las chicas empezaron a insinuárseme y yo me aleje de ellas rápidamente, así que al hacerlo me tropecé con un grupo de chicos que se encontraban ahí.
—Oh Perdón—dije, ya que derrame la bebida de uno de ellos.
— ¡Hay estúpida! fíjate por donde caminas—dijo mientras se daba la vuelta para quedar frente a mi.
—Lo siento mucho—respondí intentando disculparme.
—Bien muñeca—comenzó a mirarme de manera obscena de arriba abajo— Eso lo podemos arreglar fácilmente…—se acerco a mi y su derecha comenzó a acariciar mi mejilla.
—Este…—vacilé—. Con permiso, yo ya me voy—dije mientras quitaba su mano de mi mejilla.
—Oh no te vayas—respondió otro— quédate, la fiesta apenas empieza…
Más rápido que nada, 4 hombres me rodeaban y todos me miraban de manera obscena y vulgar, se fueron acercando más a mí.
—Enserio, me encantaría quedarme—mentí— pero estoy buscando a un amigo para irnos ya…
— ¿Un amigo? No muñeca, no se pondrá celoso de que disfrutes un poco de la fiesta con nosotros…
— ¿Qué amigo?—dijo uno que se encontraba detrás de el.
—Se…se llama…se llama Stan—respondí
— ¿Stan?—comenzó a reír— no te preocupes amor, Stan tiene un buen rato que se fue de aquí con una rubia demasiado exuberante— ¿¡Qué!? ¡Se fue sin mí!, sentía como la sangre se acumulaba detrás de mis orejas—....Así que ya no tienes pretextos para irte— empezó a acercarse mas a mi, su asqueroso rostro estaba a escasos milímetros del mío olfateando mi cuello y sus manos ya estaban sobre mi acariciando asquerosamente mis brazos.
— ¡No me toques!—lo empuje.
— ¡Claro que te toco!—me aferro a el, sentía su aliento etílico golpear mi rostro— ¿tu crees que dejare ir así a una chica como tu? No lo creo— le solté una gran patada y el reacciono empujándome. Yo caí sobre un charco de agua.
—No me vuelvas a tocar ¿entiendes?—grite frustrada y asustada. Mi tacón se había roto y mi ropa estaba demasiado sucia. Mi cabello era terrible al igual que mi semblante. El comenzó a acercarse furioso hacia a mi, acompañado de sus tres amigos. Yo me pare rápidamente y aun aturdida por el golpe le solté otra patada y a sus amigos los alcance a golpear con mi bolso.

¿Qué haría? Estaba aquí sola, no conocía a nadie, casi intentan hacerme no se que. Stan se fue y me dejo ¡Vaya invitación!, Salí corriendo de aquella fiesta y me oculte detrás de un gran roble que se encontraba al lado de la carretera a unos pasos de el lugar donde estaba la “exótica” fiesta... Abrí mi bolsa, y comencé a buscar desesperadamente mi celular ¿A quien llamaba? No podía llamar ni a Matt ni a Jacob ya que odiaban a Stan y les había prometido que no saldría de nuevo con el….Sophie no vendría, además también la metería en problemas. ¿A quien llamaba?... — ¡NICK!—. Si, le llamaría a Nick, el vendría y no me preguntaría mucho sobre el asunto. Intente ponerme de pie para agarrar buena señal para mi BlackBerry, pero el tobillo me dolía, seguro me lo había lastimado al caer. Comencé a llorar de el miedo y la frustración… levantaba mi celular para alcanzar la señal, hasta que la encontré, marque rápidamente y el me contesto preguntándome que donde estaba, yo le respondí sollozando y le pedí que viniera por mi, le di la dirección y el me dijo que vendría rápido, no pregunto mucho, solo pregunto que si estaba bien y yo le respondí que no sabia.
Abrase mis piernas y escondí mi cabeza en ellas… comenzó a llover, pero aun así, la fiesta no acababa… no me importaba mojarme ya que era el único lugar seguro que había encontrado, además si entraba de nuevo, quien sabe que me podría pasar…

//Joe//
Después de manejar por varios minutos llegue al lugar que tenia escrito en el papel que Nick me dio… debo admitir que era horrible, además de que parecía que regalaban cosas por la cantidad de gente que se encontraba ahí…
—¿Con que tipo de gente se relaciona Alex?—me pregunte asombrado por el tipo de personas que podías ver aquí.
Estacione el auto y comencé por llamarle a Alex, pero su celular me mando a buzón la tercera vez que le llame, ya que las dos primeras decía que estaba fuera del área de servicio.
Comenzaba a preocuparme, así que baje del auto y después de cerrarlo bien y ponerle la alarma, camine hacia la entrada de aquella fiesta.

Ya que me vi adentro, buscaba con la mirada a Alex, pero no la vi por ningún lado. Comencé a caminar entre la multitud y todos me miraban, yo solo me empecé a sentir como un bicho raro… estuve 20 minutos buscándola y no la encontré por ningún lado. Me puse las manos en la cabeza algo frustrado ¿Y si le paso algo? ¿Y si llegue tarde? Esas eran algunas de las preguntas que pasaban por mi mente y me daba pavor pensar también en la respuesta.
—¿Buscabas a alguien?— me pregunto un señor que al parecer era el que limpiaba y recogía los vasos y demás plásticos que se encontraban tirado en el piso de aquel lugar.
—Si, pero no la veo por ningún lado—respondí preocupado.
— ¿Cómo es?
—Es una chica un poco mas baja que yo, cabello castaño y creo que lo traía suelto, y se ve muy diferente a todas las chicas que están aquí, ella es muy linda…
—Mmm, no sabría decirte, pero hace media hora una chica salió corriendo de aquí.
— ¿Corriendo?—. Era Alex, ella hubiera salido corriendo… estaba seguro de que era ella.
—Si, ¿acaso esta sordo Joven?
—Gracias—grite.

Salí corriendo hacia el auto, para emprender una búsqueda a los alrededores; si salió corriendo no debería estar tan lejos, aparte de que con la lluvia que caía parecía que el cielo se nos venia encima.
Prendí el auto y puse las luces altas, fijaba bien mi vista a las orillas de la carretera pero no veía nada, hasta que una silueta detrás de un árbol llamo mi atención, fije mas la vista y pude notar que era una chica “¡Alex!” grite y baje rápidamente del auto.

Mientras corría hacia el árbol, la lluvia golpeaba mi rostro y no me importaba mojarme. Si… aquella silueta era la de ella ¿pero que hacia aquí?
—¡Alex!....!Alex!—grite su nombre mientras esquivaba los arboles que se encontraban a mi paso
— ¡¿Joe?!—levanto su vista rápidamente hacia donde estaba. Se veía mal, estaba completamente empapada, el maquillaje se le había corrido, su tacón estaba roto, se le notaban algunos rasguños en sus brazos… se veía realmente mal— ¿Qué haces aquí?
— ¿Estas bien?—inquirí mientras me ponía en cuclillas frente a ella. Ella asintió pero nuevamente bajo su mirada, parecía que lloraba— ¿Qué fue lo que te paso Alex…?
—Nada Joe—elevo su vista hacia mí—. Solo quiero irme de aquí… por favor—dijo en un hilo de voz.
—Ok vamos—me puse de pie y le extendí mi brazo para ayudarla a parar— te ayudo.
—Gracias— tomo mi brazo, pero al momento de apoyar su pie cayo de nuevo—Auch…
— ¿Qué paso?
—Mi tobillo…—respondió con cara de dolor mientras con su derecha se lo “masajeaba”—, Creo que me lo torcí cuando caí dentro.
—Bien…—rasque mi cabeza— ¿te duele mucho?
—Algo…—quejo.
—Ok… pues…supongo que no pesas nada…
— ¿Qué insinúas?
—Nada—me incline y la levante en brazos.
—Bájame Joe—dijo mientras golpeaba levemente mi pecho.
—No Alex, estas lastimada…—ella suspiro rendida.

Enredo sus brazos alrededor de mi cuello, levanto su cabeza y nuestros rostros quedaron escasamente separados uno del otro… su entrecortada y mentolada respiración me golpeaba delicadamente. Mis ojos se encontraron con los suyos, mi respiración se agito y un extraño escalofrió recorrorio mi espalda. Esto fue raro, su mirada aunque estuviera llorosa era algo así como un imán, nunca me había detenido a observar sus ojos… eran tan lindos; color miel como los míos, pero en ellos podías ver y conocer como se sentía.
—Bien, este…—vacile en un intento de apartar mi mirar de la de ella y funciono, ya que Alex también dejo de fijar su vista en la mía. — ¿Enserio te encuentras bien?—ella asintió—. Tu mirada me muestra lo contrario...—la mire fijamente de nuevo. No respondió aparto su mirada de la mía y se encogió de hombros— Bueno, en algún momento me lo dirás. —Me miro de nuevo, pero sus ojos estaban cristalizados, me esbozo una media sonrisa y recargo su cabeza en mi pecho, sin soltarse de mí. Suspire y la apegue más a mí, inconscientemente. —Ok, vayamos a casa.

Caminamos hacia el auto, sin decir ni una palabra. No pesaba, era como levantar una frágil muñeca de porcelana. Cuando llegamos, abrí la puerta del copiloto, pero sin soltar a Alex; la deposite con cuidado en el asiento y cerré levemente la puerta. Rodee el auto y subí al lado del copiloto, estando dentro gire mi vista y la observe, Alex se abrazaba a si misma mientras perdía su mirada atreves de la ventana. Yo negué con la cabeza y puse en marcha el vehículo.
—Toma— le lance la chaqueta que tenia en el asiento de atrás— parece que te dará hipotermia y no quiero que enfermes.
—Oh…Gracias.
Me sonrió débilmente y yo asentí.

//Alex//
Escuche mi nombre a través de el sonido zigzagueante de la lluvia caer sobre mi rostro. Cuando levante la vista tenía a Joe en cuclillas frente a mí. Me pregunto como estaba e intento sacarme algo de información sobre lo que había ocurrido en la fiesta, pero yo lo que quería era irme lo mas rápido de ahí, el acepto y me ayudo a levantar, pero había olvidado que mi tobillo estaba lastimado y caí de nuevo. Joe me tomo en brazos y yo quería evitar que me cargara, pero mis débiles golpes no sirvieron de mucho y me rendí.
Al momento de que me acomodo bien en sus brazos, nuestros rostros estuvieron realmente cerca—diría que eran unos escasos 10 cm—. Casi podía jurar que Joe se veía realmente hermoso debajo de aquella luz lunar y esas pequeñas gotas de lluvia que descendían por su perfilada nariz hacia sus mejillas, pero supuse que esa era una visión producto de mi aturdimiento. Evite su mirada por una segunda vez, por que enserio me cohibía, era tan profunda y hermosa y ya que el también separo su mirada de la mía, me cuestiono nuevamente sobre como me encontraba y sin responderle, asentí que si lo estaba, pero el parecía ver a través de mis ojos y de nueva cuenta los aparte de el, para que no “alcanzara a ver como me sentía” realmente. Sus ojos me mostraron que realmente se mostraba preocupado, pero no sentía ganas de hablar y recordar esta noche, apoye mi cabeza en su pecho—que por cierto olía delicioso—. Y solté un gran suspiro, en este instante me sentía realmente protegida.

Subimos en el auto y Joe arranco, el frio empezó a hacer de las suyas y yo comencé a temblar, Joe me lanzo una chamarra y me la puse, vaya que si venia preparado.
Durante el trayecto yo perdía la mirada atreves de la ventana, Joe de ves en cuando volteaba, pero ninguno de los dos hablaba.
—Bien, supongo que me espera una gran discusión allá dentro—dije en un suspiro al ver que nos íbamos acercando a mi casa.
—Algo se nos ocurrirá Alex, no te preocupes.— me gire y lo mire, el me observaba yo solo me limite a sonreírle

Al estacionarse, Joe bajo y fue hacia el lado del copiloto para ayudarme a bajar…
—Ya no me duele, creo que puedo sola Joseph…Gracias.—el asintió.
Baje del auto y caminamos en silencio y empapados hasta la entrada de la casa. Traía llaves así que no fue necesario tocar.
— ¿Alex eres tu?
—Si mamá soy yo— al responder los 4 adultos que estaban en la sala, caminaron rápidamente hacia la puerta principal— Oh…Que ¿hay reunión?— inquirí sarcástica.
— ¿¡Donde diablos estabas Alexandra!? Nos tenias realmente preocupados…
—Huy si preocupadísimos—musite tan bajo que apenas pude escucharme.
— ¿Joe? ¿Estaban juntos?— inquirió sorprendida.
—No, lo que pasa es que nos encontramos en el camino y decidimos regresar juntos…
—Y mojados, Oh es una buena respuesta Joseph—lo miro su madre incrédula, al parecer Denisse conocía muy bien a su hijo y sabia que no se le daba eso de mentir, Joe bajo la mirada. —Bueno, sea cual sea la situación lo bueno es que ya está Alex aquí.
—Si y castigada—agrego mi padre— No saldrás en 2 semanas ¿entendiste?—no conteste— ¿Qué si entendiste?
—Si…—respondí con la mirada baja.
—Bien, pues es mejor que vayan a darse una ducha—dijo mi madre poniéndole fin a la discusión.

Joe y yo asentimos y subimos las escaleras, cuando Joe estaba por subir el primer escalón logre escuchar que Paul y Denisse, le dijeron que no era bueno mentir, no logre oír que les respondió Joe.
Los escalones restantes los subimos en completo silencio, solo se oía el crujir de los zapatos mojados de Joe y el crujir de mis zapatos sin tacón.
Al estar cada uno fuera de su habitación, de nueva cuenta solo nos miramos y nos sonreímos, para después entrar a nuestros respectivos dormitorios.

lunes, 4 de octubre de 2010

Capítulo #11

El sonido del timbre me hiso despertar de un brinco ¿Qué no escuchaban que timbran? Oh, claro que no, Joe era el único que se encontraba aquí y de seguro o estaba dormido o mirándose en el espejo.
Baje las escaleras más a fuerzas que de ganas y abrí la puerta.
— ¿Se te ofrece algo?—inquirí recargada en el marco de la puerta, mientras miraba de arriba a abajo a aquella persona que se encontraba frente a mí.
— ¿Aquí es la casa de Joe Jonas?
— ¿Qué? ¿La casa de Joe Jonas?—pregunte sorprendía— No, el vive enfrente— sonreí y ella al parecer no entendió mi sarcasmo— No, esta es mi casa y el solo esta “viviendo” indefinidamente aquí.
—Oh... No me interesa, ¿Esta?
—No pretendía que te interesara. —Gire mis ojos— ¿Quién eres?
—Camilla. —Oh, Camilla, Camilla, Camilla... ¿Esa es Camilla? Vaya, que mal gusto tiene Joe, se parece a las chicas amm, plásticas de mi escuela pero con un poco mas de años y colágeno. —Hey…—dijo tronando sus dedos frente a mi cara. — ¿Quien eres tu?—me miro despectivamente.
—Alex y no me truenes los dedos y menos en mi casa, Gracias.
—Haber chiquilla ¿Si se encuentra o no? No tengo tiempo, es mi novio ¿si lo sabias no?
— ¿Tu novio? Según yo, ya no era TU novio—me recargue más en la puerta. Si las miradas mataran, en este preciso instante estaría tendida en el piso.
— ¿Camilla?—pregunto extrañado
—Joe, amor, dile que me deje pasar. —dijo casi empujándome.
—Huy… ¿pero si tu decías que ya te ibas no?—pregunte “inocentemente”
—Si, pero cambie de opinión. —dijo empujándome y pasando a MI casa.
—Si claro pasa estas en tu casa. —respondí sarcástica.
—Alex…—dijo en tono de piedad.
—Si Joe, entendí.

Subí a mi habitación y vi una llamada perdida de Stan—el era un amigo, se podría decir que pretendiente, 3 o 4 años mas grande que yo, no me gusta mucho, pero a veces cuando estoy con el me atonto demasiado, es sexy, fortachón, algo moreno, ojos negros muy penetrantes, y si no lo conoces pensarías que es un ser intimidante, aunque si lo es, pero no tanto—, le regrese la llamada y me dijo que si quería salir, yo asentí, colgué y tome mi bolso. Pretendía salir, Stan pasaría por mí y no me quedaría aquí con esta “patética” parejita.
Baje las escaleras e interrumpí sin querer, una asquerosa escena.
—Iugh…Perdón por interrumpir—Joe se separo rápidamente de ella—. Solo quería decirles que me iré, estas en tu casa Camillita— sonreí hipócritamente —. Joe, cuidas que no se robe nada.— Camilla estaba por articular una palabra pero Joe le gano.
— ¿A dónde iras Alex?
—Saldré con un amigo…
—Oh… ¿Qué amigo?
—Joe, te estoy hablando—dijo Camilla con una voz chillona.
—Un amigo Joe… amm no hagan puercadas en mi casa.
—No llegues tarde.
—Ja-ja-ja—imite la risa—. No me hagas reír. —dije y cerré la puerta.

//JOE//
Estaba en la habitación de Kevin, tocando un poco la guitarra, ya que la mía aun no llegaba con la mudanza. Estaba en pleno acorde, cuando empecé a oír voces provenientes de abajo, parecía que discutía alguien.
Salí de la habitación y empecé a bajar las escaleras, cuando vi a Camilla parada fuera de la casa y a Alex tapándole el paso… no me alegraba por su visita… Alex la hacia enojar y eso me agradaba.

Alex subió a su habitación y yo me quede en la sala con Camilla.
—Bien, ¿de que quieres hablar Camilla?
— Recapacite y quiero darte una segunda oportunidad
— ¿Tu a mi? No me hagas reír, yo fui quien decidió terminar todo esto-
—Si, por eso te doy la oportunidad de retractarte y pedirme perdón.
—No tengo que pedirte perdón de nada, yo no hice nada ¿entiendes? Tu eres la que hiso que esto llegara a su final—dije casi con un grito.
— ¡Oh por favor Joe! si tu no te comportaras de esa manera, hubiera sido diferente y tu lo sabes bebé —se acerco a mi y con su dedo empezó a hacer círculos en mi pecho.
—No Camilla…yo…yo no tenia que cambiar...—empecé a ponerme nervioso—. Yo, así soy… y deberías de acep…—sus labios atraparon los míos e intentaba separarme, pero la carne es débil y yo era demasiado débil.
—Iugh…Perdón por interrumpir—Agradecí demasiado esa interrupción, enserio—. Solo quería decirles que me iré, estas en tu casa Camillita. Joe, cuidas que no se robe nada. —Camilla estaba por articular una palabra pero me gano la curiosidad.
— ¿A dónde iras Alex?—inquirí interesado
—Saldré con un amigo…—respondí indiferente.
—Oh… ¿Qué amigo?
—Joe, te estoy hablando—me dijo Camilla con una voz chillona, que no soportaba
—Un amigo Joe—dijo sencillamente —…no hagan puercadas en mi casa.
—No llegues tarde—dije, tal cual un papá lo haría.
—Ja-ja-ja—fingió una risa —. No me hagas reír. —dicho eso, cerró fuertemente la puerta.

Yo me asome rápidamente por la ventana, esquivando a Camilla que venia nuevamente a mis brazos.
—Espera Camilla
—Ash…
Me coloque discretamente atrás de las cortinas, ahí estaba Alex, con un tipito que venia en un coche deportivo negro. El se bajo y el abrió la puerta ella le dio un abrazo y yo… estaba observando todo, como si me importara. Bueno si, era mi amiga
—Joe…
—Ah si Camilla—dije girándome.
—Entonces… ¿una segunda oportunidad para nuestro amor?—me quede en silencio, pensando sobre esa pregunta—. Joe…responde.
—Si Camilla, una segunda oportunidad. —dije rendido.
—Bien—sonrió—. Entonces nos vemos mañana, te quiero ciao, ciao. —beso fugazmente mis labios y salió rápidamente de la casa, se subió a su auto y me dijo adiós con una tonta seña.

Cerré la puerta y me acerque a la sala, dejándome caer en el gran sofá beige que se encontraba ahí.
Estaba en shock ¿Habré hecho bien en darle una segunda oportunidad? Yo creo que… no, no se, no había vuelta atrás, tal vez ahora si me daría cuenta si en realidad estaba enamorado o solo era un capricho mío.
No lo se, pero de que si aun sentía amor por ella, si lo sentía. Ella era una buena persona, no siempre es mala o plástica, como dicen mis hermanos, así que cuando sepan que regrese con ella, harán una cara rara y empezar a decir disparates, que como siempre no tomare en cuenta… Nunca les cayó bien, y a veces siento que a mis padres tampoco les cae muy bien que digamos... Esta es una segunda oportunidad que espero ella no desperdicie… ojala y no, porque no soportaría una humillación de su parte y un “te lo dijimos” de mis hermanos.
Estuve pensando en eso mucho tiempo, ya que cuando escuche ruidos en la cocina y en la entrada principal, note que el cielo ya estaba ennegrecido, que olía a comida y que Nick y Kevin venían entrando.
— ¡Hey Joe! ¿Que tal tú tarde?
—Hola chicos, pues interesante—dije pensativo—. ¿Y la de ustedes?
—Agusto.
—Genial.
—Que bien…
— ¡Chicos la cena esta lista!
— ¡Vamos!—Gritamos los 3.

Si, mi tarde había estado interesante, ¿en que momento debía decirles que había regresado con Camilla? Si no se los decía hoy, igual y muy pronto se darían cuenta, detesto que sean tan observadores.
— ¿No han visto a Alex?—pregunto John, padre de Alex.
—No señor, nosotros no estuvimos aquí, tal vez Joe sepa donde esté
—Joe…
—Mmm, según dijo iba a salir con un amigo…—respondí mientras pinchaba el pedazo de carne que había en mi plato—. Si un amigo.
— ¿Qué amigo?
—No se, no soy su nana—todos me miraron feo—. Ok, no se como se llama, solo vi que era alto, fortachón, piel morena y cabello corto, ah y tenia un auto deportivo—guarde silencio— creo que es su novio…—dije y tome mi vaso.
— ¡¿Su que?!—dijo John, parecía que se iba a atragantar con su bebida.
—Su novio…—los mire confundido
—Calma amor, tal vez sea o Jacob o Mathew…
—Mmm. —fue lo único que dijo y fue algo enojado.

La cena estuvo muy sin importancia. Al termino de esta los grandes se fueron a la sala a esperar a Alex, Frankie a su habitación y Kevin, Nick y Yo afuera al jardín a platicar, tal vez el momento de decirles todo había llegado, y sinceramente si estaba nervioso por su reacción..
—Ya pasó más de media hora y Alex no ha llegado y ni siquiera ha llamado…
—Hay Nick, calma tu noviecita salió con su noviecito, no seas celoso.
—No soy celoso—se quedo callado— ¡Oye! No es mi novia. —yo reí.
—Ya chicos calma, Alex no ha de tardar en llegar…cambiemos mejor de tema— como siempre Kevin al rescate.
—Ok—respondimos al unisonó Nick y Yo
— ¿Y que fue lo que hiciste en la tarde Joe?—inquirió Kevin
—Ah… ¿yo? —me comencé a poner nervioso—. Amm pues yo estuve con…
El celular de Nick comenzó a sonar e hiso una seña para que guardáramos silencio, Kevin y yo pusimos atención a su conversación ya que se empezó a preocupar, cuando colgó se levanto rápidamente y empezó a caminar hacia la puerta.
— ¿A donde vas Nick?—inquirí poniéndome de pie.
— ¿Qué paso? ¿Quién te llamo?—pregunto Kevin.
—Me llamo Alex, me dijo que si iba por ella…
— ¿Por qué? ¿Ella esta bien?
—No se Joe, no me dijo… ya vuelvo, no digan que fui por ella, me pidió de favor que no le dijera nada a sus padres…
—Te acompaño…—respondí rápidamente, fue tan rápido que no me di cuenta de lo que había dicho… solo lo dije. Sin pensarlo.
—No Joe, es mejor que Nick vaya solo, hay que ser discretos…
—Pero…
—Pero nada Joe, Kevin tiene razón, nos vemos al rato— dijo mientras cruzaba el marco de la puerta.

Observe a Kevin el levanto sus hombros y entro a la casa dejándome parado afuera en el fresco jardín, sin entender que era lo que ocurría. Me senté en las escaleras y recargue mi cabeza sobre mis rodillas. ¿Por qué me preocupaba el bienestar de Alex? En las dos semanas que teníamos aquí, no hacíamos nada mas que pelear, bueno sin contar la vez en la que yo… en la que se me metió un bicho en el ojo y empecé a llorar y cuando ella también lloro… solo esa vez pareció que entre nosotros había una maravillosa relación.


//Alex//
Salí de mi casa y note que Joe, como siempre andaba de metiche asomándose por la ventana, Stan se bajo del auto para saludarme y abrirme la puerta. Eso fue raro ya que nunca lo hace.
No sabía a donde iríamos, pero solo quería salir de mi aburrida casa.
— ¿A dónde iremos?—pregunte mientras observaba que ya casi estábamos a las afueras de LA
—A una fiesta—respondió sin quitar su vista de la carretera.
— ¿Hasta aca? Digo… ¿no se te hace un poco lejos?— Me acomode en mi asiento
—No—guardo silencio y me miro— Hay Alex, deberías salir mas seguido conmigo y no con tus tontos e inmaduros amiguitos—dijo mientras acariciaba mi mejilla. Yo me estremecí y aparte mi rostro de su mano
—No son tontos, ni mucho menos inmaduros… son mis amigos, además, si me invitaras claro que iría, pero como no lo haces….
—Por que nunca se si estas disponible—dijo excusándose— aparte… no se como te juntas con ellos, tu eres mucho muy madura para tener ese circulo amistoso—su mano amenazaba con tocar mi pierna. ¿Qué pretendía?
—Ah—fue lo único que pude articular— Este… ¿Ponemos música?—cambie el tema, esta situación se tornaba incomoda.
—Ah si, pon lo que quieras…

Llegamos a un lugar algo apartado del centro de Los Ángeles, se veía algo… diferente y a diferente me refiero a raro y demasiado extraño, no era como los tipos de lugares que acostumbro ir, hay mucho gente “fea”, mas grande que yo y se veía algo “salvaje”
— ¿Y esto es….?—inquirí mientras ponía un pie fuera del auto
—Una fiesta—respondió orgulloso mientras me jalaba para poder pasar entre la muchedumbre. Yo lo vi con asco, había gente vomitando así nada mas enfrente de todo mundo, otros tantos parecían drogarse y otros muchos tomaban alcohol como si se fuera acabar.
— ¿Enserio?—inquirí sarcástica y a la vez asqueada por el tipo de ambiente que había aquí.
— ¿Pues a que tipo de “reuniones” Damita Alex, acostumbras a ir?—me pregunto con un cierto tono de sarcasmo.
—Pues diferentes a estas, te lo puedo asegurar. Stan… enserio mejor llévame a mi casa, no me siento agusto…—rogué.
— ¡Hay Alex! No seas una nenita, diviértete…—dijo eso y en un abrir y cerrar de ojos, ya se había ido hacia la especie de barra con bebidas alcohólicas que había ahí, dejándome completamente sola.
—Bien, supongo que me quede sola—musité.
Empecé a recorrer el lugar para encontrar a alguien en la misma situación que yo, pero las pocas chicas que se encontraban ahí, se veían algo “perdidas” en los exóticos bailes y los vasos de licor. Las vi con pena, que poca dignidad.

Encontré un lugar decente en una mesa que estaba sola, así que me senté ahí. Miraba en mi celular varias veces la hora. No veía a mi acompañante por ningún lado, varios tipos se acercaban a mí y me daban asco, ya que venían en plan acosador y cariñoso, si así se puede decir.
Me levante de ahí para ir a buscar a Stan y para pedirle de favor que me llevara a mi casa, agarre bien mi bolso y empecé a caminar entre la multitud con pasos pesados y temerosos, los chicos alcoholizados me miraban asquerosamente.
—Sigue buscando a Stan, no los mires…—me decía a mi misma, tratando de tranquilizar mis nervios.

//Joe//
Seguía pensando en muchas cosas… Alex, Camilla, la nueva vida sin giras… cuando un minuto y digo un MINUTO después, Nick entro por la puerta
—Joe— me gire extrañado hacia el.
— ¿No ibas a ir por Alex?
—Si…sobre eso… mi auto no tiene gasolina y aparte mi licencia de L.A aun no me la entregan y es muy tarde como para salir sin ella—guardo silencio— ¿Podrías ir por ella?—suplico.
— ¡¿Yo?!
—Si Joe, es mas seguro que te presten el auto a ti que a mi…por favor…
—Si pero…
—Gracias— respondió rápidamente y se quito de mi vista— Ah si…—regreso— aquí esta la dirección y su numero para que le marques en cuanto llegues— y se volvió a ir. Yo me quede extrañado. Pero decidí apresurarme, ya que si ella había llamado preocupada es porque algo le pasaba.

Entre a la casa y subí por mi chaqueta, al bajar, alcancé a divisar que mis padres y los de ella se encontraban jugando cartas en la mesa de el Living.
— ¿Me podrían prestar un auto? Es que necesito salir…—dije. Aun no compraba el auto que quería, así que no tenia en que moverme.
—Hay hijo, el auto no tiene demasiada gasolina—respondió mi madre en tono de lamento.
—Pero puedes llevarte el de Alex… las llaves están en la mesa junto a la puerta principal…
—No como crees John, Joe vete en taxi—respondió mi padre.
—No tengo tiempo para pedir un taxi—agregue un poco frustrado mientras veía mi reloj.
—No le hagas caso a tu padre, toma las llaves. —yo asentí y camine hacia aquella mesa
—¡Al rato regreso!—Grite mientras salía de la casa.

El auto de Alex… ¿y con tantos autos aquí como iba a saber cual era el de ella? Me pregunte cuando entre a la gran cochera que tenía esta casa. Empecé a caminar a través de ellos, cuando uno rojo algo pequeño resaltaba entre todos los autos grises, blancos y negros que había aquí. Presione el botón de la alarma para ver si era ese y si… si era ya que la alarma comenzó a sonar. Abrí la puerta de la cochera y me subí al auto.
Debo admitir que si “inspeccione” todo el auto por dentro… era bonito, tenia una buena selección de discos y olía muy bien… De seguro era el perfume de Alex.
Comencé a avanzar por las calles de Los Ángeles buscando la dirección que Nick había anotado para mí.
Empecé a preocuparme al ver que poco a poco me alejaba de el centro de LA ¿Qué demonios estaría haciendo ella por aca y con ese tipo?