domingo, 24 de julio de 2011
Capítulo #65
lunes, 18 de julio de 2011
Capítulo #64
No sabía si responder o no. Me quede viendo el celular unos minutos esperando que el cortara la llamada. Pero no lo hacía, así que tome el celular con las manos temblorosas y respondí.
— ¿Hola?—dije sin más. Sentí que mi voz salió lenta y pausada.
Espere que respondieran del otro lado de la línea, pero no se escuchaba nada. Solo el sonido de los autos pasar.
— ¿Hola? —volví a repetir.
Nada. No se escuchaba nada.
Sabía que el número de Joe, pero intentaba sonar como si no supiera que era él.
—Perdón, tengo muchas cosas que hacer y no tengo tiempo de bromas. ¿Va a responder o no?
Nada. Seguían sin responder nada.
—Jo....
Cortaron la llamada sin dejarme terminar la frase.
¿Que intentaba hacer con eso? ¿Ponerme nerviosa?, ¿burlarse de mí?, ¿reírse un poco de mi con Camilla? o ¿todas las anteriores?
Deje el celular en mis bolsillos de nuevo y un poco confundida-si no es que muy confundida- comencé a caminar de nuevo a casa.
Mi mente estaba volando, haciéndose ideas por ella misma. No sabía que creer, que pensar, que sentir respecto a eso. La misma pregunta rondo por mi mente durante todo el recorrido a casa; ¿Por qué lo había hecho?
Llegue a casa, deje las llaves sobre la mesa, fui a la cocina y tome de la nevera una botella de agua, camine hacia el sofá, tome el teléfono y lo puse en altavoz para escuchar los mensajes nuevos que tenía. Me senté
-Mensaje número uno: “Hija, soy yo mamá. Solo quería recordarte que te quiero. Si me dieron ganas de decírtelo, porque estaba viendo una película que solíamos ver cuando eres muy, muy, muy pequeña. Un beso...”
-Mensaje numero dos: ”¿Alex? habla Nick, en cuanto puedas comunícate conmigo. Un abrazo.”
-Mensaje número tres: “Alex, habla Dylan, al parecer aun no llegas a casa, caminas un poco lento, es broma. Solo hablaba para decirte que me encanto tu compañía en la caminata y el desayuno. Nos vemos en la noche, paso por ti a las ocho.”
No podía sacar la llamada de Joe de mi cabeza. Le llamaría en un rato más a Nick, para platicarle todo y para saber qué era lo que el opinaba de todo esto. El mensaje de mi mamá y de Dylan, me hicieron sonreír. Dylan era un poco tímido al parecer, ya que no me dijo eso cuando nos despedimos. En fin, no importa. Era buena persona y divertida.
Me quede viendo el teléfono a lo lejos. Tome el auricular y teclee el número de Nick. Espere unos minutos a que respondiera.
— ¿Nick?
— ¿Quién es?
— ¿Tan rápido te olvidaste de mí?—dije riendo quedito.
— ¡Alex!—rio. —No, como crees que me olvidaría de ti. ¿Cómo estás?, ¿ya te instalaste? ¿Porque no me llamaste antes?
—Nick, lo siento, no había tenido tiempo. Estoy bien, tranquila. —dije mientras perdía mi vista por la venta. — Y ya me instale, la casa es muy linda. Cuando quieras...—me mordí la lengua, quería que viniera, pero eso implicaba traer o venir acompañado de Joe.
— ¿Que decías Alex? Parece que se cortó un poco la llamada... ¿Qué crees?
—Si, al parecer se cortó, no recuerdo que te estaba diciendo—mentí. — Y no se ¿que creo?
—No importa, igual no era importante. Si lo fuera lo recordarías... Ah, pues... ¡ya vamos a iniciar con la gira en unas semanas! ¿No es asombroso?
— ¡Wow! Me lo imaginaba, no por algo el aeropuerto y la mitad de Texas está repleto de letreros anunciando una gira... —dije burlona—. Me alegro mucho por ustedes, van a ver que les ira súper bien.
—Gracias Alex, ¿y sabes qué? Lo más probable es que hagamos 2 conciertos en Texas. Que increíble ¿no?
—Oh, wow, eso está muy bien, ojala lo puedan hacer...—no mentía, me gustaría que vinieran, pero yo intentaba alejarme de la palabra "Jonas" por un momento.
— ¿Alex estas bien? —inquirió después de unos minutos.
—Si, si lo estoy, lo siento. Estaba revisando unas cosas – mentí de nuevo. Me dolía decirle mentiras a Nick. Se suponía que éramos amigos y que yo debía contarle todo. Pero últimamente, he aprendido que simplemente hay cosas que no se deben de platicar. No es nada malo, pero Joe es su hermano y no está del todo bien que yo hable “mal” de él con Nick. Simplemente, eso no va conmigo.
Tenía que ser más reservada con Nick.
Cuanto me hacía falta Sophie aquí. ¿Ahora con quien hablaría? Si, tengo a mi mamá, pero simplemente no es lo mismo.
— ¿Alex? — volvió a decir Nick. — Creo que será mejor que hablemos luego. ¿De acuerdo? — Dijo divertido— No quiero quitarte tu tiempo, se nota que estas ocupada o…—guardo silencio— o… o no quieres hablar conmigo. —dijo dramático, mientras intentaba no reír.
—No Nick, ¿Cómo crees eso? Sabes que amo hablar contigo, solo que… tú me entiendes… todo esto es nuevo para mí, es algo frustrante estar sola acá.
—Si lo entiendo o al menos intento comprenderte. Vale, te llamo luego ¿ok Alex? Te quiero mucho, y ya sabes, que puedes llamarme si necesitas algo o cuando quieras hablar.
—Lo sé, muchas gracias Nick, no sé qué haría sin ti. Te quiero más.
Colgué el teléfono. Suspire
Necesitaba aire, tranquilizarme, dejar de pensar.
Tome mi iPod y una frazada que estaba sobre el sofá y salí al jardín trasero.
Extendí la frazada sobre el césped, me recosté y me coloque los audífonos. Me puse a ver el cielo, estaba muy despejado y las nubes se veían muy esponjadas, me quede viéndolas durante un buen instante, parecía que algunas formaban figuras. Mi iPod reproducía “Transylvania” de McFLY.
(…)
—¡¡¡Joe suéltame!! —gritaba desesperadamente, mientras veía sus ojos rojos por el coraje. Él me sujetaba fuertemente de los brazos.
—¡¡Entiende que no te soltare!!
(…)
… —Joe, tu amiguita quiere golpearme.
— ¿Yo? No, no es lo que parece Joe.
— ¡¿No es lo que parece?! ¡Te vi Alex!, vi que estuviste a punto de propinarle un golpe en la mejilla. ¿Quién te crees que eres?
—Cariño, ella esta celosa de mí. Me quiere hacer daño. –hizo un ademan para que Joe la abrazara, pero él seguía sujetando fuertemente mi muñeca. Las lágrimas comenzaban a amenazar en salirse. Yo solo lo miraba fijamente.
— ¡Contesta Alex! ¿Qué te hizo? ¿Porque la odias tanto?, ¿Es por mí? –Yo solo lo mire, y trague saliva— ¡¡¡Ya supéralo!!! Nunca paso nada entre nosotros, ya olvídate de eso. Deja de soñar. –siguió sin dejar de gritar…
—Me estas lastimando Joe. Suéltame. –Veía el coraje de Joe en sus ojos, estaba realmente enojado y nunca lo había visto así. Me dolía, me dolía demasiado. Su mirada, hacía que mi corazón llorara.
— ¡No!, ¡Debes darme una estúpida explicación! –yo solo lo miraba, alce mi mano y limpie una lagrima que amenazaba con salir. Lo mire fijamente, apreté los dientes y alce la barbilla. Lo mire desafiante.
— ¿Sabes qué? Yo no tengo que darte una explicación. No me arrepiento en lo absoluto de lo que iba a hacer.
— ¿Qué quieres decir con eso?— me miro furioso.
—Que si lo hubiera hecho, no tengo que pedirle una disculpa a la estúpida de tu novia ¿Por qué? Fácil, porque no tengo nada de lo que debo disculparme. – el me miro escéptico y sin pestañear, seguía furioso. – Y si me quieres golpear, lastimar, lo que sea… ¡Hazlo! Ya no me importa lo que hagas por mí, ya no me importa si me odias, si me crees, si me quieres, si te preocupas por mi… ¡Nada!, ya no me importa nada. Y ¿sabes? Si querías que te odiara, créeme, lo estás logrando. No te lo volveré a decir, S-U-E-L-T-A-M-E. –mi voz salió pausada y con dolor, ya que cada vez, apretaba más su mano en mi muñeca y el dolor comenzaba a ser insoportable.
(…)
Minutos después, estaba despertando en una habitación obscura, estaba atada. ¿Qué rayos? …
— ¿¡Alex?! —un hombre se iba acercando hacia mí. No le lograba ver el rostro por la obscuridad de la habitación.
Quería gritar, pero no podía, tenía cinta adhesiva. — ¿Alex? — aquel hombre corrió hacia mí. Seguía sin verle la cara. Se puso de cuclillas frente a mí y comenzó a desatarme rápidamente.
Cuando elevo su rostro para quitarme la cinta adhesiva, un rayo de luz toco su cara. Era Dylan. — ¿Estas bien? —tomo mi rostro entre sus manos. Yo solo asentí. Su mirada me hacía sentir bien, protegida, me daba paz. El sonrío ante mi afirmación. — Bien. Salgamos de aquí.
Me ayudo a ponerme de pie y me tomo de la mano, me iba guiando. Estaba en shock, solo me quede mirando nuestras manos. — ¿Segura que te encuentras bien? —subí mi mirada y me perdí en la suya. Un escalofrió recorrió mi espalda. Volví a asentir. La voz no me salía, y no entendía el por qué.
Caminábamos detrás de las columnas que estaban esparcidas por la obscura habitación, ¿de quién nos ocultábamos?
De pronto, se escuchó que abrían una puerta. Me entro pánico. Nos quedamos detrás de una de las columnas, sin hacer ruido y sin movernos.
Dylan me apretó la mano y me volteo a ver, articulado un “tranquila”. Estaba muerta de miedo.— ¡Alex! — me paralicé. Esa voz… Esa voz yo la conocía a la perfección. Me dieron ganas de llorar. No entendía nada. — ¡¡¡No intentes huir, tú me amas; Y aquí, es donde debes estar!!! — esa voz masculina, no se parecía a la que yo tanto conocía. Estaba furioso…
Sentía su odio en cada poro de mi piel, sentía que me quemaba, lenta y dolorosamente.
AVISO:
martes, 14 de junio de 2011
Capítulo #63
Puse la maleta sobre la cama y comencé a sacar toda mi ropa, accesorios y algunas fotografías de mis amigos y amigas. Recordé que tenia que llamarles a Nick y a los demás para decirles que ya había llegado. Además, de que quería ir a comprar un periódico y algo de despensa.
Marque a casa de los Jonas y me respondió el teléfono Denise. Hablamos como 30 minutos, ya que los chicos estaban en ensayo y ella ya iba de salida, me dijo que me cuidara mucho y que cualquier cosa que necesitara le llamara.
Tome mi bolso y algunos portaretratos que pondría abajo. Mire mi reloj, y decidí que primero iría a visitar a mi mamá al hospital y después iría al supermercado a comprar lo que necesitara.
Salí de la casa y seguí el camino que había recorrido Dylan, para encontrar la salida. Ya que vi la barda, apresure el paso para poder pedir un taxi. Andaba de suerte, ya que en cuanto salí, vi que paso uno que iba desocupado, así que le pedí la parada y le dije que si me llevaba al hospital.
Para mi suerte, el hospital estaba a 20 minutos de mi casa, así que el día que quisiera podría irme caminando. Le pague los 3 dolares al taxista y me baje.
Camine hacia la recepción para que me dieran mi pase de entrada y así subir al piso en donde estaba mi mamá. Llegue a su habitación y toque la puerta.
—¿Mamá?—me asome un poco para que me viera.
—Oh hija, entra.
—¿Como estas? ¿Como te has sentido?
—Muy bien, el doctor supo que te venias a vivir a acá y me dijo que podría ir a casa en dos o tres días, pero con una enfermera. Y que incluso, podría irme unos días a la playa, para que me recuperara más rápido.
—Oye, eso esta muy bien ¿no lo crees?—dije feliz.
—Si, ya quiero salir de aquí. Y dime, ¿Como te fue ayer? ¿viste la casa nueva? ¿que tal esta?
—Ayer... mm nada nuevo, solo me despedí y me vine hoy temprano, no quería dejarte mas tiempo a sola. La casa que compramos esta muy linda, muero por que la veas, se que te gustara mucho. No es como nuestra casa de Los Ángeles, esta está mas pequeña a comparación de la otra. Tiene 4 habitaciones, un jardín con una piscina, la sala y el recibidor son espaciosos al igual que la cocina, que esta hermosa.
—Me alegro que te haya gustado hija, si a ti te encanto, se que a mi me encantara también.
— Si, y oye mamá, te mando saludos Dylan. —me miro extrañada. —Dylan, el que nos esta ayudando a buscar a papá......
—Ah ya. Que lindo muchacho, me gustaría conocerlo para darle las gracias por todo lo que esta haciendo por ti.
—Por nosotras mamá.
—Si, claro por una señora grande y por su hija que esta hermosa. Claro, por nosotras. —dijo divertida.
—Hay mamá que cosas dices.— dije sonrojada.
Y así estuvimos hablando, hasta que llego la enfermera, a punto de las 7 pm, para decirme que el horario de visitas había terminado.
— Bueno mamá, ya es hora de que me vaya. Debo ir a comprar algunas cosas que faltan para la casa y mañana estaré acá a la hora de la comida, porque tengo algo que hacer,¿De acuerdo?
—Si hija, por mi no te preocupes. Tu tía me ha estado llamando y vendrá en unos días a visitarnos.
—Ok, me parece bien. cuando hables con ella mandale saludos de mi parte. Ahora si me voy —me acerque a ella y le bese la frente. —Descansa.
Salí del hospital y mire mi reloj, eran las 5 de la tarde. Iba a tomar un taxi que me llevara al supermercado pero preferí caminar para poder así conocer un poco mas de lo que sería mi nueva ciudad.
Llegue al supermercado y compre lo necesario, leche, papel higiénico, jamón, jabón, pan de caja, cereal, quesos, algunos vegetales y frutas, jugos, algunos caramelos, papas fritas, y cosas por el estilo. Sentía que algo me faltaba, pero no recordaba que. Pague y salí con las bolsas.
No tome un taxi, porque el efectivo se me había terminado, así que me fui caminado hacia la casa.
Iba caminando, mientras me fijaba en las tiendas que estaban cerca, si no tenían algún letrero que dijera que solicitaban empleada. Tenia que ponerme a hacer algo, no podía estar sin tener algo en que distraerme.
Llegue a casa, guarde todo en la cocina. Tome un paquete de galletas y un frasco de crema de avellana.
Camine hacia el sofá, me desabotone un poco el pantalón y me senté, enrollándome en una frazada. Encendí el televisor y estaba viendo una película mientras comía galletas, cuando dieron anuncios comerciales y pasaron uno de los Jonas Brothers, en el que anunciaban el tour.
—Bien, creo que no sera tan fácil librarme de esto. —dije al cambiar de canal. Todo, absolutamente todo me recordaba a Joe, aunque no quisiera.
Apague el televisor, fui a la cocina a dejar los platos sucios y subí a mi habitación. Tenia que descansar o hacer algo donde mi cerebro no funcionara un rato.
Me puse el pijama, me acurruque en la cama, apague las luces y me quede ahí recostada mirando hacia el techo, solo iluminada por la luz de la luna.
.
Creo que me dormí como a las 3 de la mañana, siendo que me había acostada a las 10 de la noche.
Me levante, fui hacia el armario y saque un pants y una camiseta para salir a caminar. Me cepillé el cabello y lo recogí en una coleta, tome mis lentes de sol y mi iPod.
Cerré la casa y me fui a caminar. No se cuanto tiempo camine, pero me detuve en un kiosko de revistas y periódicos. Compre 2 revistas y 2 periódicos. Los periódicos solo los compre porque necesitaba buscar trabajo.
Seguí caminando, pero ahora iba observando la sección de "se busca" de uno de los periódicos que había comprado.
No iba fijándome en el camino, solo iba leyendo y observando una y otra vez, la lista de solicitados, hasta que tropecé con alguien.
—Lo siento—dije mientras me quitaba los audífonos. —iba distraida, no fue mi intención.
—¿Alex? No te preocupes.
—Oh— reí por la casualidad. —Dylan, ¿que haces aquí?
—Hago mi caminata matutina, ¿que hay de ti?. No sabia que te gustaba hacer ejercicio.
—La realidad es que no sabes nada de mi. — dije divertida.— Me gusta hacer deporte.
—Cierto. Lo siento. ¿Y ya vas para tu casa?
—Si, ya. Muero de hambre.
—Yo también, y si.. ¿y si vamos a comer algo?
—Pero ya saldremos hoy en la noche...
—Bueno, entiendo que no me quieras ver, yo decía por si querías desayunar acompañada.
—No esta bien, vamos. Muero de hambre.
Caminamos juntos hasta una cafetería que estaba cerca. Nos tomaron la orden y mientras esperábamos el desayuno, nos pusimos a platicar de nosotros, para conocernos un poco mejor.
—¿Estas buscando trabajo o te gusta leer las noticias?—comento al ver el periódico.
— Las dos cosas, aunque sinceramente leer las noticias me deprime, prefiero vivir el día sin preocupaciónes. No es que no me interese, ¿pero para que agobiarse?
— Tienes razón, pero yo si tengo que leerlas. Quiera o no quiera, me debo enterar de lo que pasa aunque sea en la ciudad... y dime, sobre el trabajo, ¿ya encontraste algo?
—No, aun estoy viendo, aunque déjame decirte que hay muchos muy buenos, solo que piden experiencia y la verdad es que yo de experiencia, solo tengo en mala suerte.
—¿Porque dices eso?
—Ah...—momento incomodo. sentí que me ponía algo torpe y nerviosa. espere unos minutos en que mi cerebro funcionara. —No por nada, solo por decir algo.—dije con una sonrisa que intente hacer parecer sincera, pero por el rostro de Dylan, creo que no logre mi objetivo.
—Lo entiendo.
Trajeron nuestros platillos y comenzamos a comer. Solo hablabamos de cosas cualquiera, no tocabamos aun nada personal. La verdad es que yo no hablaba mucho de MI vida, hablaba de mi mamá y de mi familia. Pero de MI no.
Terminamos de comer y Dylan no me dejo pagar lo que yo había desayunado. Salimos y nos despedimos con un...
—Nos vemos en unas horas, muchas gracias Dylan, pero no tenias porque pagarme.
—No, nada de eso. no me molesta y esta bien, un hombre siempre debe invitar a una dama.
—Muchas gracias—dije tímida.
—Bueno, voy para allá— señalo hacia átras.
—SI, y yo voy hacia allá... direcciones contrarias. Pero me alegro caminar contigo, eres buena compañía. —dije sincera y el sonrió.
—Gracias, lo mismo pienso... entonces nos vemos al rato.
Nos íbamos a despedir de beso, pero como que al momento los dos no supimos que hacer y nos despedimos con la mano.
Lo vi alejarse y así emprendí la caminata de regreso.
Mi celular comenzó a sonar, lo tome y vi que el número era el de Joe. Mi corazón comenzó a acelarse, parecía que se me iba a salir.
viernes, 29 de abril de 2011
Capítulo #62
martes, 12 de abril de 2011
Capítulo #61
"—No pienses que te estoy forzando para que recuerdes, si no lo haces, no importa, digo... no se puede hacer nada.