jueves, 11 de noviembre de 2010

Capítulo #24

Intente ignorar aquel tintinar de su ventana por unos instantes, pero fue todo un fracaso. Me mordía las uñas, intente concentrarme mas en la conversación con Sophie, que en su ventana. Hasta que en un impulso decidí abrirla, total, para eso lo había agregado.
Abrí su ventana y lo primero que vi fue su fotografía… Salía el solo, con aquella brillante, picara y sincera sonrisa y esa mirada que tontamente me hacia suspirar.

·Joe: ¡Hey! Hola ¿Quien eres?
·Joe: ¿Te conozco?
·Joe: ¿Hay alguien ahí?
Por un momento, estuve por echar a perder absolutamente mi plan, diciéndole “Hola Joe, soy Alex” pero no, sería algo estúpido y pensaría que soy una tonta inmadura.
Así que rápidamente, cambie mi tonto mensaje personal, el cual tenía escrito mi correo y coloque el nombre de una de mis canciones favoritas.

·Thinking of You: Hola, no… no se si me conozcas, tenia tu correo y pensé que podía agregarte…—lo se, algo estúpido, pero mi mente no carburaba en este momento por lo nerviosa que me ponía—. Espero no te moleste.
·Joe: Oh, No importa, ¿Entonces no te conozco y no me conoces? Bien… creo que eso se puede arreglar.
Bueno… me quedaba algo claro, Joe era un coqueto.
·Thinking of You: ¿A si?
·Joe: Si… me llamo Joe y ¿tu…?—. ¿Qué le decía? De nueva cuenta, no podía decirle mi nombre. Así que tenia que inventar algo y rápido.
·Thinking of You: Pues puedes decirme…—mire a mí alrededor en busca de un “apodo” para mí—. Bueno todos me dicen Peach.

Ok, se que es el apodo mas estúpido, pero fue lo primero que vi…
Joe tardaba en contestar, y eso me ponía aun más nerviosa, en la conversación que tenía con Sophie, le estaba informando que tenía que hablar rápidamente con ella.
La ventana de Joe se ilumino nuevamente, pensé que había salido huyendo por el apodo tan estúpido.
·Joe: ¿Peach? ¿Que eso no es durazno en Ingles?
·Thinking of You: Oh si, pero mis amigos me dicen así porque…. No se, supongo que porque me gustan los duraznos.
Joe no escribió nada, solo puso unos cuantos “Ha, Ha” y una carita sonriente.
·Thinking of You: Hey, no te burles los duraznos son buenos.
·Joe: No, no me burlo… ¿Qué te gusta hacer?

Y así comenzó la platica… estuvimos no se, como 2 horas interrumpidas hablando, Joe me platico que la música era su vida —mas nunca menciono que era cantante— que le gustaba la televisión y el cine, en si cosas que yo ya sabia, pero por encima, ahora las conocía un poco mas a profundidad. De mi parte, yo le platique, lo que me gustaba, los colores que mas me atraían, que libros me gustaban, incluso, me llego a preguntar, que marca de ropa era mi favorita.

Hubo una ocasión en la que yo le pregunte, que era lo que estaba haciendo en ese momento y me conto que estaba fuera de una tienda de ropa esperando a su novia, concluyendo la frase con una carita torcida. Eso se me hiso raro, pero a la vez me dio un poco de alegría. Joe no le prestaba demasiada atención a Belle.

—¡Alex, ya llegamos; Baja a cenar!—.Grito mi madre, desde las escaleras.
—¡Ya voy!

Suspire decepcionada, ya que me quería quedar un poco mas hablando con Joe
Di un delicado clic, sobre la ventanilla de Joe y teclee lo que seria un “Hasta pronto” de parte de “Peach”.
·Joe: Me dio gusto conocerte también, Peach :D

Suspire y cerré mi laptop.
Me puse de pie, cepille mi cabello y camine descalza hasta la puerta.
Eche un vistazo rápido a la laptop, como si esta fuera a darme la respuesta a todas mis dudas.

//JOE//
Después de ir a comer a un restaurante Italiano, Camilla quería ir a comprar unas cuantas piezas de ropa, para su “colección”. Así que ya tenia varias horas rondando por la mayoría de las tiendas del centro comercial y no veía nada que le gustaba.
—Una tienda mas Joe, es que no hay nada que me convenza—dijo haciendo un puchero.
—Oh vamos Camilla, ¿nada que te convenza?, casi compramos todo el centro comercial, ya vámonos.
—Joseph, lo se, pero no encuentro lo que quiero, así que no te quejes y vamos… o acaso… ¿prefieres estar encerrado con esa amiga rara que tienes?—acusó.
—No Camilla—mentí, claro que prefería estar con Alex, en vez de estar aquí, gastando todo lo que tenía en mi billetera.
—Bien—beso mis labios—. Caminemos entonces.

Seguimos caminando y entrando a otras tantas tiendas.
Hubo una, en la que demoramos más y mientras Camilla, se probaba mil cambios de ropa, salí y me senté en una de las bancas que se encontraban fuera a esperarla.

Saque mi BlackBerry, ya que la pequeña lucecita roja tintineaba en señal de un mensaje o llamada nueva.
Lo observe y vi que no era nada de eso, así que me metí a mi cuenta de correo y vi una solicitud de amistad.
Generalmente o más bien, Nunca acepto contactos que no conozco en este correo, ya que es el personal. Pero algo me decía que lo hiciera, y lo acepte.

Primero espere que el o ella hablara, pero nunca dijo nada, así que el que comenzó fui yo y tampoco contestaron, hasta después de varios minutos.

Era una chica, lo supe por su “mensaje personal” y su manera de escribir.
Dijo que se llamaba Peach, así que… comencé a “chatear” con Peach, se notaba que era agradable, le gustaba la música, leer, ver películas y muchas cosas igual que a mí.

Estuvimos hablando cerca de dos horas, claro, interrumpidas, ya que Camilla salía e íbamos a otra tienda, y mientras ella estaba en los vestidores, aprovechaba y hablaba con mi nueva amiga.
Ella se despidió, diciendo que había sido un placer conocerme… pero el placer había sido mío, enserio… era muy agradable.
Coloque el estado de mi sesión en “ocupado” y guarde mi BlackBerry en el bolsillo de mi pantalón con una discreta sonrisa.

—¿Por qué sonríes? ¿No estabas cansado ya? Y ¿por que ves tanto tu celular?
—Camilla, sonrió por que quiero, estoy cansado y harto y veo el celular, por que en casa me esperan para cenar, nos vamos o te quedas y te vas sola.

Ella abrió la boca en señal de protesta y sorpresa, pero al instante la cerro y solo logro esbozar un “Esta bien, vámonos ya.”
Al igual que ella, también me sorprendí de la manera en la que le respondí. Pero enserio estaba harto de que me tratara como su esclavo y no su novio.

Fuimos hacia el estacionamiento y arranque el auto hacia mi casa, ya que Camilla había dejado ahí su auto.
En el trayecto nadie dijo nada, Camilla no dejaba de observar su celular y yo miraba pensativamente el pavimento.
—Llegamos. Supongo que debo agradecer la Tarde—dije—. Yo te llamo para vernos—me incline y bese rápidamente sus labios. Mas por costumbre que por ganas de hacerlo.
—Ok… te quiero.
—Nos vemos Camilla, te vas con cuidado.— sonreí y camine hacia la puerta, sin esperar que arrancara, lo se, es algo grosero de mi parte, pero realmente estaba harto.

Entre a la casa y camine hacia el comedor ya que oía voces, todos estaban a punto de cenar, así que salude y me senté en la silla en la que habitualmente me sentaba. Frente a Alex.

No sabía que pasaba, tenia que ignorarla, pero de una manera mínima, mas no podía, o la ignoraba por completo o no la ignoraba, pero como tenia que hacerlo… me decidí por la primera.

Durante el trayecto de la cena, nuestras miradas se cruzaban, ya sea, cuando ella hablaba con Nick o con Kevin, o cuando yo pedía la sal. Pero en ningún momento nos hablábamos directamente. El sonido del teléfono, inundo el comedor. Frankie, como es costumbre, se paro rápidamente y tomo el auricular.
—¡Alex! Es para ti, te llama Jacob—dijo entregándole el teléfono.

Jacob… ¿Quién demonios era Jacob? Y ¿Por qué le hablaba a estas horas?
deberían estar prohibidas las llamadas después de las 10 de la noche. Pero… ahora que recuerdo, ese nombre se me hacia conocido… solo que no recordaba de donde.

Alex se puso de pie y camino hacia la cocina, como para que no la oyéramos, pero realmente yo tenía mucho interés en ese tal Jacob.
Agudice mi oído y logre escuchar unas cuantas risitas nerviosas, provenientes de la cocina.
Debo admitir que eso me puso un poco celoso, pero no podía hacer nada al respecto. No tenía el derecho de hacerlo.

martes, 9 de noviembre de 2010

Capítulo #23

—Bien, pues soy todo oídos, comienza—. Dijo Nick, mientras recargaba su espalda en la base de la cama y cruzaba sus brazos.
—No se Nick… no vale la pena, yo quede con Joe, de que se olvidaría todo esto.
—Así que Joe lo sabe… No entiendo nada Alex, Joe lo sabe y el tiene novia…—guardo silencio—. ¿Sabes si a Joe le gustas?
—Pues, el ha dicho que me quiere y… pues si, supongo que si… nos hemos besado—dije tímidamente—. Pero el primero fue así, como un accidente…

Total, que perdía con contarle todo a Nick, tal vez me ayudaría a buscar una solución para todo esto, tal vez me daría el consejo de que me olvidara de Joe, o tal vez, existiera una posibilidad, de que luchara por su amor.
—Ahora entiendo todo…—dijo, mientras que con sus manos se hacia para atrás, aquellos alocados rulos que poseía.
—¿Qué es lo que entiendes?
—Todo Alex, ahora todo tiene sentido…. Justo cuando regresamos a tu casa, Joe se comportaba súper mal contigo, desde aquella ves en el restaurante que te regresaba el plato, te miraba con cierto brillo en los ojos… nunca le has caído mal, Joe es como un niño pequeño, te molesta y te hace enojar para llamar tu atención…
—Ah… ¿así que desde un principio le había gustado el platillo?—entrecerré los ojos—. ¡Maldito!—Nick soltó una carcajada, que me hiso reír a mi también—. Yo, la verdad… no se bien cuando me comenzó a gustar… comenzó como una confusión y ahora veme aquí, platicando sobre mi dilema amoroso… Todo paso tan rápido Nick… pensé que tardaría mucho en enamorarme nuevamente
—Tranquila, cuando el amor toca a tu puerta, debes permitirle el paso…
—Si, estoy de acuerdo con esa filosofía, pero no creo que aplique en los casos donde, el que se supone que es mi amor, tiene otro amor… es estúpido esto.
—¿Y que planeas hacer Alex?
—No se, supongo que dejar que esto pase, no ignorarlo, pero si estar como antes…
—¿Peleándose, ignorándose y gritándose? Vaya forma de amor.—me miro, mientras fruncía cómicamente el ceño.
—Nick… no se tal vez y solo era un momento de no se… confusión entre los dos y solamente es algo pasajero.
—¿Tu crees?
—Casi estoy segura, tal vez por lo rápido que sucedió todo, malinterprete… malinterpretamos todo
—Pues lo único que te puedo decir, es que dejes que pase el tiempo y veas como va todo…
—Si supongo que si…—tal vez debería hacer eso, darle tiempo al tiempo—. ¿Y tu Nick?
—¿Yo que?
—¿Enserio no te gusto?
—No Alex, digo, no eres fea, eres hermosa… pero no puedo quererte de otra manera, eres mi mejor amiga, mi hermana… como te dije, solo fue un momento de confusión…
—Me alegro…—respondí sincera—. Pero digo, si te gustara y me gustaras, me sentiría la niña mas afortunada de la faz de la tierra… eres único Nick, y te mereces a alguien que te quiera hasta lo imposible.
Dicho eso, Nick y yo nos abrazamos. Como dos confidentes, como dos amigos, como dos hermanos.

Me levante de el piso con su ayuda y fui a mi habitación. Había estado toda la tarde en la suya platicando, así que ya era hora de irme.
Cuando iba caminando por el pasillo hasta mi habitación, me asome a la de Joe para ver si ya había llegado. Pero no estaba ahí, aun seguía con Camilla.

Entre a mi habitación y cerré la puerta con seguro.
Camine descalza hacia el balcón, lo abrí y deje que la suave brisa angelina, se colora por todos los rincones de mi habitación.
Coloque mi iPod junto a las bocinas y puse un poco de música, tome mi laptop y me tumbe en mi cama, la prendí y me puse a ver que había de nuevo en la vida de mis amigos, ya que los tenia un poco olvidados desde que los Jonas estaban aquí.

Después de ponerme al corriente con sus vidas, el aburrimiento invadía mi mente, le eche un rápido vistazo al reloj de la laptop y vi que eran las 8:09pm, aun no tenia sueño ya que era temprano, y no había nadie en casa, excepto Nick, pero ya había estado con el toda la tarde. Recordé que tenia una cuenta de correo, a la cual hace tiempo no me metía, cerré mi sesión y la inicie nuevamente en la antigua, ahí tenia algunas personas agregadas, como Matt, Sophie, Jacob y otros antiguos amigos. A diferencia de mi otra cuenta, esta era distinta, en vez de mi nombre tenía un apodo y una imagen que había tomado yo, mas no salía en la foto. Después de arreglar unos detalles, se me ocurrió la idea de agregar a Joe en esta cuenta, solo para hablar con el de una forma diferente, no siendo Alex, si no, mi interior. Era una especie de prueba.

Al minuto de agregarlo, acepto mi solicitud y eso se me hizo un poco extraño por dos cosas, Una: nunca acepta a nadie que no conoce, por eso de las fans y Dos: el no estaba aquí, pero recordé que tenía un BlackBerry.
Me puse un poco nerviosa, tome un sorbo de aire y me enderece frente a la pantalla. Intente no tomarlo en cuenta y seguir con la charla que tenia con Sophie. Mi corazón se acelero al ver que su ventana se iluminaba.

viernes, 5 de noviembre de 2010

Capítulo #22

Seguimos desayunando, pero ahora en silencio. Alex jugaba con su cereal y yo solo la observaba. Nuestros padres hablaban de sus nuevos planes hacia la casa, ya que seriamos vecinos y pensaban tumbar una barda que separaba a las dos casas por el jardín.
—Alex… crees que podamos hablar mañana… ya no quiero posponer esta platica—dijo Nick, sacándola de sus pensamientos.
—Oh…—levanto su vista—. Si, ¿mañana te parece bien?
—Perfecto—dijo Nick con una sonrisa.

//Narración//
Joe en ese momento sintió una punzada de celos… de su hermano. Le daba miedo pensar que seria lo que Nick quería decirle desde hace tiempo a Alex. Tal era su frustración, que se levanto de la mesa estrepitosamente y subió hacia la que dejaría de ser su habitación en unas horas o quizá, hasta mañana.
Joe, aun no definía lo que sentía por Alex o tal vez ya lo sabia y tenia miedo.

//Alex//
Joe se paro de su silla y subió a su habitación en ese momento pensaba pararme y subir, para ver que era lo que tenia. Pero me resistí y me quede “pegada” en mi silla. Debería cumplir lo que dije, si el ya había empezado a hacerlo.

Al terminar de desayunar, nos quedamos charlando todos —menos Joe ya que no estaba—, en la sala, de cosas sin insignificancia. Mis padres saldrían con Denise y Paul, Kevin llevaría a Frankie por un helado y Nick parecía tener planes con uno de sus amigos.
Así que me despedí y subí a mi habitación, para relajarme, hacer un poco de tarea o tal vez leer un buen libro y escuchar música.

La tarde comenzó a caer, ya había terminado de hacer mis tareas, no había sabido nada de Joe, ni nada por el estilo.
Vi mi reloj, eran las 3pm y como no se oía ruido, supuse que estaba sola en la casa y que comería sola; Así que baje a la cocina a prepararme un emparedado.

Cuando termine y estaba por subir el primer escalón, llamaron a la puerta. Con cuidado de no manchar nada, camine hacia la puerta, con mi plato en una mano y un vaso de refresco en la otra.
Abrí con cuidado la puerta, pero hubiera preferido cerrarla, en ese momento.
—Ah, Camilla vaya sorpresa—dije de mala gana—. Le llamare a Joe—. Me di la vuelta y tome mi comida.
—No, no lo vengo a ver a el.
— ¿Ah no? —inquirí sorprendida.
—No—dijo como siempre, con ese tono prepotente que tanto odiaba—. Venia a hablar contigo.
—Mmm ¿conmigo?
—Si contigo, no te hagas la tonta
— ¿Perdón? No me vengas a insultar a mi casa.
—Ya me dijeron que estuviste saliendo con Joe el fin de semana y que se les veía muy acaramelados y que aparte, ya se llevan demasiado bien y que parece ser que te gusta…
— ¿Quién te dijo esas mentiras?—mentí—. Joe y yo no podíamos estar peleando todo el tiempo, además ni que fueras su dueña…
—Nada mas te vine a advertir y me dijo alguien de tu escuela… ¿te suena el nombre de Viviana?
—¿Viviana?
—Si ella es mi prima y me cuenta todo lo que ve… así que ya sabes, aléjate de mi novio, si no me conocerás…
—¡Oye! No eres nadie para venir a amenazarme a mi casa, aparte yo sabré si me alejo de el o no.
—Es una advertencia, aún no me conoces…
—¿¡Camilla!? ¿Qué haces aquí?
Joe venia bajando las escaleras y se le veía realmente sorprendido.
—Bebe, te quería dar una sorpresa—comenzó a decir como bebe—. Pero esta tonta.—enredo sus manos en su cabello—, no me dejaba subir a dártela—. Joe me miro de forma extraña.
Intente decir algo, pero de mi boca no salió nada.
—Vamos a algún lugar, enserio, que el ambiente de aquí es muy aburrido, pobre de ti Bebe, vayamos de compras ¿si?
—Ah…este…—Joe desvió su mirada y me observo, mientras seguía en las “garras” de cascaBelle, perdón Camilla
—Hum, con permiso—pase por en medio de los dos, haciendo así que se separaran—. Si salen, cierran la puerta.

Subí las escaleras, olvidándome por completo de que tenia hambre, estaba apunto de entrar a mi habitación, cuando escuche que la puerta de abajo, se cerro y alcance a oír, el rugido del motor del auto de Joe. Suspire y recargue mi frente en la pared.
—¿Alex estas bien?—. Brinque un poco por el susto.
—Me asustaste Nick, pensé que no estabas—me gire para quedar frente a el.
—Decidí quedarme, tengo mucho que hacer aquí, yo pensé que estabas dormida ¿te encuentras bien?
—Si, todo bien—sonreí falsamente—. ¿Y que tienes que hacer?
—Estaba según esto empacando, aunque todavía no es seguro que nos vayamos mañana, pero si fuera así, me gustaría tener organizada mi maleta y tocaba algunos acordes…
—Me gusta que seas organizado y que toques guitarra…¿ya terminaste?
—Hum... algo así—rasco su cabeza haciendo una mueca con la boca.
—Vamos te ayudo— tome de su mano y lo jale para que caminara.

Llegamos a la que era su habitación temporal, para ser chico, Nick era de los pocos que conocía que realmente tenia limpia su habitación.
Me senté frente a su maleta y comencé a doblar un pilar de ropa que tenia al lado de esta.
—Gracias Alex
—No, no tienes nada que agradecer, estoy sola, estas solo, estamos aburridos, pues hagamos algo juntos y esto es una buena idea…
—¿No esta Joe?
—Ah, ¿Joe? No… ¿Por qué?
—Pensé que lo había oído hace rato, que extraño.
—Bueno, si estaba pero salió con su noviecita esa…
—Oh…—sentí que se me quedo mirando extraño y logre ver de reojo que abría su boca para decir algo, pero al parecer se había arrepentido de hablar.
—¿Qué quieres decirme? Lo note.—dije divertida.
—¿Te gusta Joe?—me miro con precaución—. Puedes confiar en mí, enserio.
—Nick…
—Lo sabia—dijo tranquilamente.
—¿Lo sabias?—inquirí sorprendida.
—Si, me lo sospechaba, sus peleas diarias, después sus repentinas reconciliación y de nuevo sus peleas, además la forma en la que hablas de Camilla, es cómica…—dijo riéndose.
—Ah…
—Alex, por eso quería hablar contigo… se que te gusta ¿recuerdas que te había dicho que me sentía confundido respecto a ti?—yo asentí—. Bien, pues como empezaba a sospechar eso, me puse a pensar más y mejor sobre lo que sentía y llegue a una conclusión…
—¿Y cual fue?
—Que te quiero…—me quede en shock—. Tranquila, te quiero, si demasiado, pero como una hermana, una amiga, no como nada mas…
—¿Enserio?
—Si, yo acostumbro a confundir todos mis sentimientos…—se burlo de el—. Perdón si te ocasione alguna molestia
—No para nada… ¿Por qué lo harías? Gracias Nick…
—No agradezcas. Pero dime ¿que pasa con Joe?
—Es una larga historia…
—Tengo todo el tiempo del mundo para ti…

Estaba dispuesta a hablarlo con el, sabia que podía contar con su apoyo siempre. Así que ahora que sabía que solo había sido una confusión de su parte, podía platicárselo sin ningún remordimiento… Todo comenzaba a volver a la normalidad.
Ahora solo me preguntaba, si lo que sentía por Joe, se retractaría y volvería a quererlo como antes, como cuando éramos pequeños.

jueves, 4 de noviembre de 2010

Capítulo #21

Lo mire un poco asustada, sabia que el no había hecho nada malo, es mas, no era su culpa, puesto que aquí la que se enamoro fui yo. No el, El ya tenia dueña.
—Bien, los dejare solos—se levanto Kevin de mi cama, inclinándose y besando mi cabello—. Buenas noches—. Camino hacia la puerta golpeando suavemente el hombro de Joe.
Al salir Kevin, un silencio comenzó a surgir en la habitación, Joe seguía inmóvil parado frente a la puerta y yo jugaba con el fleco de uno de mis cojines.

Joe camino hacia mi cama, mi corazón se agitaba. Yo tenia la cabeza agachada, no podía mirarlo ¿Quién era yo para hacer tal escena? Nadie.
Sentí como una parte de mi cama se hundía, mi pulso se aceleraba. Su mano grande y fuerte, levanto delicadamente mi mentón, obligándome a verlo, me avergonzaba que me viera así, con los ojos y la nariz roja por llorar, una lagrima se había quedado plasmada en mi mejilla y el con su pulgar la limpio. Separe mi cara de su mano y me senté derecha.
—Lo siento…—dijimos los dos al mismo tiempo.
—No Joe, enserio perdóname, no se porque me pongo así— reí irónica—. No tengo que…—baje de nuevo la mirada.
—No Alex, yo… enserio no quiero lastimarte.
—No lo haces Joe, nadie me puso una pistola en la cabeza para quererte.
—Yo…
—Creo que es mejor olvidar que los dos sentimos algo, así sea en menor cantidad que el otro, o en mayor cantidad… solo que enserio, no quiero que nos lastimemos—lo mire triste, mis ojos amenazaban con desbordarse de lagrimas—. ¿Crees que podamos olvidarlo?—.inquirí con un nudo en la garganta.
— ¿Es lo que en realidad quieres?—dijo con cierta tristeza.
—Aquí no se trata de lo que quiero…—me puse de pie—. Joe, tu y yo sabemos que no podrá ser, tu estas con Camilla y no la dejaras… ¿cierto?—lo mire esperando una respuesta, que no llego—. ¿Ves a lo que me refiero? De cierta manera hay algo que nos detiene a los dos…—respondí con pesar.

Y si, era cierto. Joe con Camilla y yo… Yo, pues ya me buscaría a alguien más ¿no? y trataría que no tuviera de apellido JONAS.
Joe me observaba algo deprimido…
—Joe, enserio no quiero que te sientas mal, si quieres a Camilla, no importa, enserio. Puede ser que esto que sienta sea pasajero así que no te estoy obligando a quererme ni mucho menos a dejarla…
—Es que, yo te quiero Alex ¿Qué parte de eso no entiendes?
—Joe, es que ¡AH!—grite frustrada—. No entiendo nada, ella es… ¡no se! tiene nombre de víbora—comencé a caminar y dar vueltas por mi habitación, haciendo movimientos cómicos—. Pensé que tenías buenos gustos, pero al conocerla, me di cuenta de lo contrario—Joe me observaba divertido—. ¿Qué tiene ella que no tenga yo u otra chica?
—Alex cálmate…—dijo entre risas y tomándome de los hombros.
— ¡Es que esta fea!—parecía niña pequeña haciendo un gran berrinche—. Y aparte no la soporto, es una hipócrita y a kilómetros se nota que me odia y si sabe que tu y yo nos llevamos ya bien, me hará la vida imposible, que en si no me importaría, ya que yo se la haría a...

No pude terminar aquella frase, ya que me encontraba atrapada entre sus fuertes brazos. ¿Por qué hacia esto mas difícil? Yo no correspondí ese abrazo, mis brazos descansaban sobre mi cuerpo.
—Te quiero—susurro en mi oído
—Yo también—dije y ahora si lo abrase.
¿Por qué el amor era tan difícil?
—Bien, es hora de que vayas a tu habitación Joe… y comencemos a actuar como si esto nunca hubiera pasado…—dije sumamente triste.
Joe asintió con tristeza y mientras caminaba hacia la puerta se giro y me cuestiono de nuevo si estaba segura de mi elección. Yo dije que si.
Camino y se puso frente a mí nuevamente, tomo mi rostro entre sus grandes y fuertes manos y presiono sus labios con los míos.

Nos separamos y camino de nuevo hacia la puerta, pero ahora sin dejar de mirarme.

//Joe//
Al salir de la habitación de Alex, sentía un gran vacio dentro de mí.
Aun no lograba descifrar lo que sentía por ella, la quería si, pero era diferente, cuando me cuestiono sobre si dejaría a Camilla, no supe que responder, fui un idiota, ahora se que no siento algo fuerte con Camilla.

Me recosté en mi cama y me puse a meditar sobre lo que paso el día de hoy.
Alex, Camilla, Camilla, Alex.
Comencé a sumirme en mis pensamientos hasta quedar dormido.

Recuerdo perfectamente que tuve un sueño algo raro.
Estaban Alex y Camilla en el, yo me encontraba en medio de las dos, solo que una de ellas estaba apunto de caerse a un precipicio y la otra, estaba ahogándose, tenía que correr a salvar a una. No sabia a quien, algo me decía que fuera por Alex, que estaba apunto de ahogarse, pero mi subconsciente me decía que fuera por Camilla, mas por obligación que por elección mía.
Me desperté algo confundido, nunca había soñado algo por el estilo, estaba entre la espada y la pared.

Me levante y fui a darme un baño.
Cuando baje a desayunar, ya todos estaban ahí, era domingo al parecer mi último día en casa de Alex, ya que hoy seria cuando nos cambiaríamos. Al entrar al comedor, estaban hablando todos juntos, sobre la escuela de Alex. Yo solo dije buenos días y me dispuse a desayunar, prestando atención a todos los comentarios que hacia ella. Recordando lo que habíamos hablado ayer “Olvidarnos de todo”, no seria sencillo, pero si ella así lo quería, por mas que me doliera lo haría.
—Si, en una semana es mi baile de fin de cursos y planeo enfermarme ese día— decía Alex.
— ¿Por qué?
—No tengo con quien ir, aparte de que se me hace muy aburrido.
—Deberías de ir—dije interrumpiendo la platica de Nick y Alex.
— ¿A dónde?
—A tu baile…
—No… ¿Qué no oyes nada Joe?
—Si, por eso lo digo…
—Vaya, pensé que estaban enfermos o algo, ya todo ha vuelto a la normalidad—dijo Frankie, refiriéndose a mi repentina pelea con Alex.
—Pues yo pienso que deberías ir…—dije mientras pinchaba mi panque.
—Y yo pienso que no deberías de meterte…
—Ve con Nick—dije rápidamente, ante el asombro de los presentes.
—Si Alex, ve con Nick... Es tu baile de fin de cursos, no puedes perdértelo—dijo mi madre y todos asintieron de acuerdo.
— ¡No me gusta Bailar!—grito molesta—. Y a Nick no le agradaría pasar vergüenzas, recordémoslo es un JONAS y en mi escuela hay muchas fanáticas…
— ¿Y, eso que Alex? Para mi seria un placer ir contigo.
— ¿Ves? Nick acepta, fin de la discusión… yo iré con Camilla y tú con Nick, será una cita doble.—ella puso los ojos en blanco.
—Bien, entonces iré con Nick…—respondió seria.

Ok, eso que dije fue como una punzada dentro de mi, Alex me vio decepcionada. Pero ella debería ser feliz y se que si yo no podía hacerla feliz, Nick seria la persona mas indicada.

lunes, 1 de noviembre de 2010

Capítulo #20

Me seque unas pequeñas lágrimas que se habían logrado escapar, antes de que Joe las viera.
Nos acomodamos mas en aquel gran árbol, pero aun sin dejar de abrazarnos. Comenzaba a soplar el aire frio. Joe me estrechaba mas hacia el, su aroma era delicioso, intentaba guardarlo en mi memoria y el latir de su corazón era una dulce melodía que lograba arrullarme y tranquilizarme.

Nos quedamos varios minutos así, observando como iban las parejas de viejitos caminando con dificultad, pero se les veía realmente enamorados, con una gran sonrisa en los labios.

—Cuando me vuelva viejita, vendré aquí con mi esposo… se ven realmente adorables.
—No me quiero hacer viejo, para estar todo arrugado, sin dientes y sin cabello
— ¡Oye!—golpee su pecho—. No seas egocéntrico, te harás viejo quieras o no…
—Bueno, solo si tu te haces viejita conmigo…—me estrecho mas y beso mi cabello.
—Joe…no…
— ¿Porque siempre quieres terminar con la magia, Alex?
—Por que debo ser realista… no quiero vivir en una utopía, en una ilusión…

El repiqueteo estridente de mi celular, hiso que me separara rápidamente de Joe, ya había obscurecido y no me había dado cuenta.
Saque mi celular de mi bolso y conteste rápidamente.
Era mi mamá preocupada por mi, ya que Nick estaba ahí y se suponía que saldría con el, no le di detalles, solo le respondí que ya iba para allá.
—Joe, creo que es hora de irnos.
—No quiero irme…
—Tenemos que… este será nuestro lugar especial y secreto ¿Qué te parece?—dije poniéndome de pie y dándole la mano para que la tomara.
—Me parece perfecto…—dijo poniéndose de pie.

Quedo muy cerca de mí al ponerse de pie, me tomo de la cintura y me abrazo fuertemente, yo imite su actuar. Oculto su cabeza en mi cuello, yo me recargue en su pecho.
Al separarnos, me tomo desprevenida y aprisiono mis labios con los suyos, enrede mis brazos alrededor de su cuello y el los suyos en mi cintura. Nos separamos lentamente y nuestras frentes se unieron. Era mágico. Pero esto no podía ser. Por mil y un cosas que se me venían en la mente. Era un amor prohibido. Para el y sobretodo para mi, ya que la que se quedaba aquí esperando a que el volviera, seria yo. El tenía dueña y yo era como un cachorro callejero, esperando ser alimentado.
—Tienes prohibido traer a Camilla aquí—dije seria.
— Y tu a cualquier novio u amigo, incluso a Nick—.mi corazón se estremeció.
—Nick…—dije para mis adentros, era algo que tenia que arreglar— ¿Podemos irnos?— el asintió.

Tomé mi bolso y caminamos. Uno al lado del otro. Al llegar a su camioneta, abrió mi puerta y me ayudo a subir.
En el trayecto camino a casa, ninguno de los dos decía nada. De ves en cuando, Joe me miraba y me guiñaba el ojo o solo me sonreía, eso me hacia sonrojar, algunas veces me cohibía y me giraba o solo, le sonreía tímidamente.

Llegamos a casa, eran las 8:00pm y habíamos salido a las 12:00. No habíamos ni comido por estar ahí.
El tiempo con Joe, se me pasaba excesivamente rápido.
Estaciono la camioneta y se dirigió a mi lado, para abrirme la mía.
Entramos y caminamos hacia la cocina y al entrar, todos se llevaron una sorpresa.
— ¿Hasta que llegan? ¿Estaban juntos?—comenzaron a cuestionar.
—Estábamos solos y aburridos, así que decidimos Salir y no quedarnos aquí.—dijo Joe.
— ¿Ustedes dos juntos?
—Si Kevin, nosotros dos juntos—respondí—. ¿Por qué se les hace raro?
—Solo por que de 24 horas que tiene el día, 23.5 se la pasan peleando.
—Eso ya cambiara…—dije.
—Si, llegamos a un acuerdo, como nos veremos muy seguido, trataremos de llevarnos bien—.agrego Joe.
—Oh—dijeron todos sorprendidos. Kevin nos miraba de forma extraña y dubitativa

Sonó el timbre, y Frankie desde la sala grito.
— ¡Joe, te llama Camilla!
— ¡Camilla!—dijo con cierto tono de voz, que me bajo de mi nube
Ella entro hasta la cocina y se le colgó de los hombros, besando sorpresivamente sus labios. Todos se sorprendieron. A nadie dentro de esta casa, le caía bien.
Joe me miro, yo baje la mirada y suspire.
—Iré a mi habitación—dije.

Sentí la mirada de Joe en mi espalda, conforme comencé a subir las escaleras.
Llegue a mi habitación y me tumbe en la cama.
Más consiente que inconsciente, comencé a llorar.
— ¡No la dejara por ti Alex!— comencé a gritar, tome una almohada, para ahogarlos.— ¡Eres una tonta si crees que lo hará, la ama…si no lo hiciera no hubiera regresado con ella después de haberlo humillado!

Seguí llorando frustrada por varios minutos, cuando note que tocaban la puerta.
Me senté y seque mis ojos y mejillas.
—Adelante—. Respondí con voz ronca.
Abrieron la puerta y note que era Kevin.
— ¿Puedo pasar Alex?
—Claro pasa—. Me acomode en la cama y con la mano, le señale que se sentara
— ¿Estas bien?
—Si ¿porque?—evitaba su mirada. Tome una almohada y la coloque en mis piernas.
— ¿Segura?—asentí—. Entonces porque evitas mi mirada y tienes los ojos rojos, al igual que tu nariz y tus mejillas—acerco su mano y rozo mi mejilla—. Y algo húmedas… ¿Por qué lloraste?
—Por cosas…
—Llamadas Joe y Camilla—dijo seguro—. ¿O me equivoco?— alce la vista y lo mire demasiado sorprendida—. Lo sabia… ¿Qué fue lo que paso?
—Kevin… yo… no se, no se en que momento, comencé a sentir algo por Joe.— confesé.
—En el momento en que llegamos aquí y comenzaron sus pelas…—agrego.
— Y tal vez me confundió mas con sus besos…
— ¿Con sus besos?
—Si…—admití avergonzada—. Nos hemos besado tres veces, las dos primeras fueron por… no se supongo que por impulso… no se… el de hoy fue… especial, lo pude sentir.
— ¿Y entonces porque lloras, si dices que fue especial?—inquirió comprensivo.
—Porque el esta con Camilla, nunca la dejara, se aman y yo… yo tengo que ocultar lo que siento, y no estoy segura de que sienta, ni lo mas mínimo a lo que siento yo por el…—guarde silencio—. Aparte de que había prometido que no me enamoraría…
—Joe te quiere…Alex, ¿que no vez que si te hace enojar es por lo mismo? Joe, es como un niño pequeño, molesta para que le prestes atención y sepas que ahí esta, conozco a mi hermano y no es por hacerte falsas ilusiones, pero te quiere y mucho…
—Imaginemos que me quiere… ¿Dónde queda Camilla?—Kevin guardo silencio—. Es un amor imposible tanto para el, como para mi… aparte esta Nick, Kevin… no quiero herir sus sentimientos.
—No lo vas a herir, Nick suele confundir el cariño, con el amor…deja que pase tiempo y después se dará cuenta, no creo que este enamorado de ti.
—Aun así, no cambiara nada—algunas lagrimas comenzaron a asomarse.
—No, no llores Alex—se acerco y me abrazo. Eso me hiso llorar mas.

Comenzaron a tocar suavemente la puerta, mientras decían mi nombre quedamente.
—Es Joe—dije asustada
—Pues que pase, deben de hablar—dijo con una sonrisa sincera.
—Tengo miedo...
—No lo tengas, todo estará bien.

Abrieron la puerta, sin que antes dijera yo un “adelante”
—Necesito hablar contigo Alex…

sábado, 30 de octubre de 2010

Capítulo #19

Al llegar a mi habitación, me tumbe en mi cama aturdida por mis pensamientos… ¿Qué debía hacer? De algo estaba segura, esto que sentía por Joe, no me iba a llevar a nada bueno emocionalmente… hace mucho había prometido que no me volvería a enamorar…
Apague las luces y me acurruque entre las sabanas.
Tocaron la puerta, no tenia ganas de ver a nadie, así que no conteste.
Escuche como comenzaba a abrirse, cerré los ojos para hacerme la dormida.
—Alex…—musitaron. Era la voz de Joe, apreté más los ojos. —Bien, supongo que es mejor que estés dormida…—sentí como la cama se sumía a mi izquierda—. No se, yo también estoy realmente confundido… demasiado y no se porque, esto es extraño para mi… se que no me escuchas, pero quería pedirte perdón por todos los disgustos que te he hecho pasar…
¿Que pasaba aquí? Joe también se sentía confundido. Quería abrir los ojos, pero si solo era ilusión mía… ¡diablos! pensaría en tomar seriamente terapias psicológicas.
—Bien, solo quiero decirte que te quiero…—sentí como se inclino y beso mi frente— Buenas Noches—dijo en un murmullo a mis oídos.
Se puso de pie y me dio la espalda, yo abrí los ojos y sonreí. Estaba apunto de salir de mi habitación.
—Yo también te quiero Joe. —dije
El se giro extrañado y me dedico una sincera sonrisa. La más sincera que jamás pude haber visto. Le sonreí y el salió de mi habitación.

Al día siguiente me levante con cierta emoción a desayunar y si sabia el porque. Me sentía frustrada conmigo misma, yo sabia que no podía pasar nada entre Joe y yo por tres cosas,
1) Por su plástica noviecita, llamada Camilla.
2) por que Nick sentía algo por mí, Y...
3) porque tal vez no sentía lo mismo que yo y yo confundía sus palabras.
¡Vaya lio!
Baje las escaleras un tanto amodorrada y note que ya estaban todos ahí.
—Buenos Días.
—Hija, ¿que harás hoy?
—Supongo que saldré con Nick mamá.
—Si señora, saldrá conmigo…
—Oh, que bien.
— ¿Por qué?— inquirí.
—No, nada mas…
—Ok—gire los ojos.

Terminamos de desayunar y subí para darme una ducha rápida, para salir con Nick.
Al terminar, me puse algo cómodo, unos shorts, una blusa larga blanca y unas zapatillas estilo gladiador. Tome mi gran bolso, mis lentes y mi celular y baje las escaleras, mientras cantaba una “canción” de los chicos, pero fue inconsciente.
—El coro de paranoid, se escucha muy bien en ti Alexandra…—dijo entre risas por haberme llamado Alexandra, mientras salía de la cocina con un tazón de helado.
—Que gracioso Joe…
—Hablo en serio, cantas bien.
—Lo tomare como un cumplido—sonreí—. ¿Y Nick?—dije mientras lo buscaba con la mirada.
—Me dijo que lo disculparas, tuvo que salir con mis papás para ver algo de su entrada a clases el próximo semestre.
—Ah…—dije y me senté en el sofá. — ¿Y Kevin? ¿Y mis papás?—intentaba no hacer algún silencio incomodo por encontrarme sola con el.
—Salieron, Kevin no se a donde va todos los días, es raro y tus papás, no se, dijeron algo de “la convención anual de máximos exponentes hoteleros”—dijo imitando la voz de mi papá—. Supongo que están allá
—Ok—sonreí—. Sábado aburrido—bufé. — ¿No saldrás con tu novia?
—No, hoy no, salió a Dallas.
—Oh, supongo que te quedaste solo y aburrido.
—Si, como tú.
—Yo no estoy sola.
— ¿Ah no?
—No, salgamos Joe. —Me puse de pie.
— ¿Qué planeas Alex?
—No hay que quedarnos encerrados, te puedo asegurar que me volveré loca…
— ¿Más?
— ¡Oh vamos! — tome de su brazo y lo jale, el dejo su tazón en la mesa de la entrada y tomo sus llaves.

Subimos a su camioneta y Joe comenzó a conducir sin rumbo alguno, era divertido, los dos platicábamos de cuando éramos chicos y de nuestra vida ahora.

La risa de Joe, era diferente, era sincera.
—Bien, ¿a donde vamos Alex?
—No se, ¿a donde quieres ir?
—Mmm, se a donde podemos ir…
— ¿A donde?
—Oh no te diré.
— ¡Oye, debes de decirme yo tuve la idea!
—No, lo siento— respondió divertido.

Mientras íbamos por la calle, hacia no se donde.
Un semáforo se puso en rojo, Joe y yo comenzamos a cantar y varias chicas nos veían raro desde la acera, pude notar que una de esas era Viviana. Comencé a cantar más y Joe realmente parecía divertido.
—Hace mucho que no cantaba en el auto, como hoy…—dijo, mientras alborotaba mi cabello. Yo sentía la mirada de Viviana, clavada fijamente en mí.
—Nunca es tarde para volver a ser el mismo Joe—dije, se inclino y beso mi mejilla, yo me sonroje y voltee hacia otro lado. Justamente hacia donde estaba Viviana, estupefacta viéndonos— Esta en verde avanza— dije rápidamente, ya que veía como comenzaba a acercarse.

Llegamos a un gran parque, que realmente no había visto en lo que llevaba viviendo aquí. Era como una versión miniatura del Central Park, pero en Los Ángeles.

Joe estacionó el auto y me ayudo a bajar.
—Hoy te ves bien, ese estilo despreocupado pero a la moda te queda bien—me sorprendió ese comentario.
— ¿Gracias?—sonreí—. Tu también te ves bien…—Joe vestía unos jeans entubados, con una camiseta blanca debajo de una a cuadros abierta y sus ya típicos tenis.
—Gracias también.

Cerró la puerta del copiloto y puso su brazo sobre mis hombros incitándome a caminar. — esta escena se me hizo parecida a una de la película “Crepúsculo” cuando Edward y Bella caminaban hacia la entrada de la escuela—. Cuanto me gustaría, que Joe fuera mi Edward. Suspire y Joe lo noto.
— ¿Y ese suspiro?
—Oh, no fue nada…
— ¿Segura?
—Mucho…
Seguimos caminando y llegamos a una parte donde había un lago con patos y varias banquitas alrededor. Joe seguía con su brazo sobre mis hombros.

Nos sentamos debajo de un gran árbol, para pasar desapercibidos. Joe se sentó frente a mí. No había mucha gente, solo había parejas jóvenes y de ancianos.
— ¿Por qué yo no sabia de este lugar?—inquirí mientras extendía mis piernas.
—No lo se, supongo que no te dejas ver mas haya de tus rumbos.
—Si, supongo que si.— me puse a mirar a mi alrededor, como si fuera algo que nunca había visto, era hermoso y estaba realmente encantada con este lugar. Sentí una mirada sobre mí—. ¿Por qué me miras así?
—No lo se— respondió aun mirándome—. Pareces distinta—lo mire extrañada—. Una linda diferencia…
—Oh—fue todo lo que pude pronunciar. Baje la mirada.
—Alex…—dijo Joe algo bajo—. Enserio te quiero.
Levante la vista y lo vi mas cerca de lo que estaba hace rato. Tomo mi mentón y lo levanto para que lo mirara nuevamente, ya que había bajado la mirada, sonrojada.
—Me gusta cuando te sonrojas.
—Yo…—me blockee en ese momento.
—No digas nada…—coloco su dedo índice en mis labios—. No digas nada, que haga que volvamos a la realidad.

Sin apartar esos ojos miel que tenia, de los míos. Comenzó a inclinar su rostro hacia mí. Yo aun seguía blockeada, Joe aun sostenía delicadamente mi mentón, así que nada más cerré los ojos y me deje llevar.
Sentí como sus labios hacían presión con los míos, Yo correspondía ese beso. El llevaba la dirección, el beso comenzó dulce, pero en momentos se tornaba algo salvaje. No quería que parara, pero a mi mente se vino la imagen de Camilla y por mas que la odiara, no me gustaría que a mi me hicieran esto.
— ¿Qué pasa?—inquirió Joe con voz ronca, mientras se separaba lentamente de mí.
—No, Joe…—sacudía mi cabeza rápidamente.
—Tranquila. — Tomo mi cabeza. —Todo estará bien…
—No Joe, nada esta bien…tal vez para ti si, pero para mi no— los ojos me comenzaban a arder, las lagrimas se asomaban
— ¿Que quieres decir?
—Tu tienes novia Joe y la amas, y cada vez que me besas, me confundes demasiado y eso me lastima… nada esta bien, ¿ahora entiendes el porque? Y no es correcto que me beses, no lo es. Por más mal que me caiga Camilla, no le haría esto. —dije y una lágrima corrió por mi mejilla.
—Lo siento, no sabia que pensabas así…—limpio la lágrima que descendía por mi mejilla y me estrecho en sus brazos—. Pero de que te quiero no lo dudes Alex… porque es sincero, esto que siento, aunque aun no se que sea…. —beso dulcemente mi cabello.
—Es que enserio te quiero…—musite tan bajo, que nadie hubiera sido capaz de oírme.
—Yo también.

Me hundí mas en su pecho, intentando calmarme, pero aun me sentía tan aturdida por todo, me sentía mal… y demasiado confundida, no quería que jugaran conmigo y con Joe, no tenia seguro nada, solamente; Una ilusión y un corazón roto.

miércoles, 27 de octubre de 2010

Capítulo #18

— ¿Te asuste?
—No, de hecho quería hablar contigo…—vacile.
—Oh…—guardo silencio. — ¿Y de que quieres que hablemos?
—Joe… si sabes de que quiero hablar contigo…—no me dejo terminar cuando ya estaba dentro de su habitación. —No, que no sabias—gruñí.
—No estoy tonto, Alexandra, y por lo mismo no quiero que nadie sepa.
—Oh, vuélveme a decir Alexandra y te golpeo.
—Alexandra, Alexandra, Alexandra…—empezó a decirme, con los ojos fijos en mi y sus brazos cruzados.
—Tú te lo buscaste…
Levante mi brazo para según yo golpearlo, pero el fue mas rápido y aprisiono mi rostro con su manos y me planto un beso. Nuevamente me tomo de sorpresa. No cedería esta vez.
— ¡JOSEPH!—grite, separándome y llevando mi mano a la boca.
—Lo siento, pero si no lo hacia me golpearías. —dijo orgulloso.
—Cállate… y bien, iré al grano… el beso o bueno LOS besos, olvídalos. No podemos estar evitándonos todo el tiempo… ¿entiendes?
—Oh claro que entiendo, también quería hablar contigo sobre eso…—asentí dándole la palabra—. Solo fue un impulso masculino, no quiero que lo tomes personal. —me quede muda ante eso.
—Oh, claro que no, ¿no querrías que tu noviecita se enterara verdad?—alce la ceja.
—No, no querría y tú tampoco querrías que tu novio se enterara ¿cierto?
— ¿Mi novio?
—Si, TU novio.
—No pues si tuviera, no me gustaría que supiera.
—Bien, entonces dejémoslo así, porque no queremos que Nick y Camilla sepan ¿cierto?
— ¿Nick? Oh no, Nick no es mi novio.
—No lo niegues, todo mundo lo sabe.
—No…—rayos ¿y si Nick había dicho que yo dije que lo intentaríamos?
—Ves, lo habías olvidado, Alex no hagas sufrir a mi hermano y yo no diré nada de que me besaste a la fuerza.
— ¿Qué YO QUE?—ok, esta bien que extrañara enojarme con el, pero esto no estaba en mi mente—. ERES IMPOSIBLE JOSEPH.

Salí de su habitación azotando la puerta y entre a la mía.
¿Por qué me afectaba tanto lo que Joe dijera y pensara de mí? Mi corazón se estremeció.
—Oh no Alex, no puedes estar enamorándote de el.
Me dije a mi misma y una imagen se filtro a mi mente.
—Si, Alex, estas mas que enamorada de el. —dijo una voz en mi mente.
Sacudí mi cabeza.
Tenía razón. Estaba enamorada y de Joe.
Tenia que olvidarme de eso, porque Joe tenia novia, la cual detestaba y para el, los besos que habían logrado confundirme mas no habían sido absolutamente nada.
Debía hacerlo y así no saldría lastimada.

Suspire.
Fui hacia el armario, me puse un pants y una playera, mis calcetines y me quite los pupilentes, para ponerme mis lentes de armazón.

Salí de mi habitación para ir abajo a ver la televisión y así distraerme, la puerta de su habitación estaba cerrada. Supuse que estaba dentro.
Pero, al bajar el ultimo escalón y girarme para ir hacia la sala. Joe estaba ahí, viendo la televisión.
— ¿Ya se te bajo el coraje?—dijo tan relajado, mientras despega la vista de el televisor.
—Ya…—me senté en el otro extremo, subiendo mis piernas al sillón. —pero no estaba enojada, Joe. —respondí sincera.
— ¿Entonces porque te saliste así?— me miro, mientras que ponía en silencio el televisor.
—Es que… tú me sacas de mis casillas, ¿entiendes?—el asintió, yo no lo miraba, solo juagaba con mis manos—. Eres la única persona, después de mi papá que logra estresarme y frustrarme tanto y no entiendo…—lo mire. Sabía que estaba diciendo de más y que esto podía afectarme emocionalmente.
— ¿No entiendes que?—inquirió interesado. Mientras acortaba la distancia que había entre los dos, en el gran sillón.
—No entiendo porque, si antes nos llevábamos relativamente bien, no nos peleábamos tanto… eres tan frustrante… a veces siento que realmente te detesto, pero otra veces…
—…Siento que te quiero tanto—agrego el.
— ¿Qué quieres decir con eso?—pregunte sorprendida, mientras elevaba mi vista a su dirección.
— Yo también pienso lo mismo que tu Alex y tampoco comprendo nada, busco razones para en realidad odiarte y no encuentro ninguna…
— ¿Entonces porque nos llevamos tan mal? Joe, tengo muchos recuerdos de cuando éramos chicos, y a veces deseo que nuestra relación fuera así nuevamente… pero luego llegas de nuevo y me confundes…—lo mire algo arrepentida de haber dicho eso.
— ¿Te confundo?—inquirió extrañado y con un cierto brillo en sus ojos, un brillo que desconocía.
—Yo… no dije que me confundieras…
—Si lo dijiste, dime en que te confundo—insistió aun con ese brillo.
—En…

Estaba apunto de decirle que me confundía en muchas cosas. Pero la puerta principal se abrió, eran Nick y Kevin. Suspire aliviada.
—Hola chicos—dijeron los dos.
—Hola, Nick ¿que no dormirías con un amigo?—inquirí.
—Si, dormiría—dijo, mientras se sentaba en el brazo del sillón que estaba detrás de mí. —pero le llame a Kevin y le dije que fuera por mi, el tuvo que salir y no planeaba quedarme ahí solo.
—Oh—dijo Joe, sin despegar su vista de mí.
—Bien, yo iré a dormir, buenas noches a todos—dijo Kevin, mirándonos a los 3.
—Buenas Noches.

Nick, estaba detrás de mí, y jugaba con mi coleta, mientras con su otra mano, apretaba suavemente mi hombro. Joe observaba detenidamente cada movimiento que hacia Nick. Yo, solo me sentía realmente incomoda.
—Alex, necesito hablar contigo…
— ¿Ahora Nick? Muero de sueño, ¿crees que podría ser mañana? O es muy urgente…
—No mañana esta bien—respondió con cierta emoción.
—Bien, entonces Hasta mañana.
Me puse de pie y comencé a subir las escaleras.
—Hasta mañana Alex— me gire y vi que lo había dicho Joe, suspire y sonreí débilmente.
No debería de haberlo hecho, no debía empezar a comportarse bien conmigo en estos momentos en los que estaba realmente confundida.