Nuestros labios están a punto de tocarse, cuando reaccione.
— ¡Oh, jugo de naranja!, ¿quieres? —dije mientras, ponía el cartón de jugo entre los dos. El me miro confundido, mientras enderezaba su espalda. Yo sentía que me ruborizaba.
—Lo siento, Alex. —dijo apenado.
—No, yo también lo siento… fue… el momento… si, eso, el momento. —guardamos silencio por unos minutos. —Bueno… ¿y si quieres un poco de jugo? —el rio. Y asintió.
Terminamos de desayunar y yo estaba lavando los platos, mientras Dylan me ayudaba a guardar todo lo del desayuno.
En estas últimas semanas nos habíamos hecho muy buenos amigos. Íbamos al cine, salíamos a caminar, incluso una vez me llevo a pescar. Fue un total desastre, durante todo el recorrido tuve nauseas e incluso después, usamos una canoa, para ir a un pequeño lago, en el que se podía pescar, pero no te podías llevar al pez-lo tenías que regresar al lago-. Bueno, el punto es que, yo había pescado uno, muy grande por cierto. Y al momento que jalo la cuerda, me puse de pie y terminamos volteándonos. Fue un desastre…. Pero muy divertido.
— ¿Y qué vas a hacer hoy? —me pregunto mientras se ponía al lado de mí, recargado sobre la repisa.
—Pues…. —lo mire—. No sé, supongo que iré a visitar a mi mamá. Según lo que entendí, hoy la dan de alta y si es así, la traeré a casa. ¿Por qué?
—No sé, simple curiosidad. Quería ver si hacíamos algo, pero no, ve con tu mamá. —dijo sincero.
—Si quieres puedes acompañarme—sonreí. — No te conoce y la verdad quiere conocerte desde el primer día en el que le dije que tú nos estabas ayudando.
—Me agrada la idea. Y si es que sale hoy, las invito…
—No. —lo interrumpí. —Nada de invitaciones, Dylan…—lo mire seria. — Por favor. Ya has hecho mucho por mí y por mi mamá.
—De acuerdo, lo que diga usted. —intento imitar un ángel, juntando sus manos. Yo solo me reía de él.
—Bueno…—dije mientras me secaba las manos. —Más te vale. Iré rápido a cambiarme de blusa y por mi bolso para irnos. No tardo.
—Estaré en la sala.
(…)
Toque delicadamente la puerta con mis nudillos. No contestaban. Volví a tocar un poco más fuerte. Hasta que escuche una voz dentro.
— ¿Mamá? —asome la cabeza y la vi ahí sentada, asomada por el ventanal. En cuanto me vio, sus ojos se iluminaron. Le sonreí.
Entre y camine hacia ella, olvidándome por completo que Dylan venia conmigo. — ¿Cómo estás? ¿Cómo te has sentido?
—Mucho mejor, parece ser que hoy me dan de alta. Al rato, puedes ir con el doctor y preguntarle. —yo asentí. — ¿Y tú como estas cariño? —miro detrás de mí. — ¿Y quién es nuestro acompañante?
Yo me gire extrañada y vi a Dylan con cara de “hola, estoy aquí.” Me reí quedito.
—Ups. Lo siento… él es Dylan mamá…
—Mucho gusto señora—dijo, con una sonrisa.
—Así que tú eres el famoso, Dylan. — Yo me sonroje e intente voltear para otro lado.— Un gusto en conocerte también. Alex me ha hablado mucho de ti.
—Miente con todos los dientes, no le hagas caso. Ya delira —dije tapándole la boca a mi mamá. Ok, si hablaba de él con ella, pero no tenía que decírselo.
¿Dylan se había sonrojado o era mi imaginación? Como sea, mi mamá estaba a punto de contarle todo lo que hablo de él con ella y yo no podía hacer nada.
Dylan, acerco una silla y se sentó frente a mi mamá. Seré sincera, a mi mamá se le daba muy bien las relaciones públicas, así que no se me hacía para nada extraño que empezara a platicarle de todo a Dylan. Yo me senté en una silla que estaba en el rincón y me puse a jugar con mi cabello, mientras ellos platicaban de cosas que yo no entendía. Si me gusta platicar, pero no de mí. Y eso era lo que estaban haciendo, hablando de mi… y lo peor de todo, es que lo disfrutaban, estaban riéndose.
— ¿Ya terminaron de hablar de mi? —dije un poco sarcástica.
—No, Dylan me dijo que me iba a platicar algo de unos waffles. — voltee a ver a Dylan y lo aniquile con la mirada. —Es broma hija, ya no hablaremos de eso.
—Oh vaya, que alegría. —volví a ser sarcástica. Amaba serlo. Amaba el sarcasmo.
Llego la enfermera, porque le tocaban sus medicamentos y siesta a mi mamá. Así que nos hizo salir de la habitación. Nos despedimos de ella y le dije que regresaría más tarde.
—De todo lo que te dijo mi mamá, de mí, el 50% es verdad. —me defendí en cuanto salíamos de su habitación.
—Tranquila, todo lo que dijo de ti, sea verdad o mentira, fue muy adorable y cómico. —lo golpee nuevamente en el hombro. — ¿Podrías dejar de hacer eso?
—No quiero. —le sonreí. —Mira, sentémonos ahí... —apunte unas sillas que estaban en la sala de espera. —Necesito esperar al doctor, para preguntarle de mi mamá.
Me cruce de piernas, puse mi brazo y recargue mi barbilla en él. Y otra vez, mi mente comenzó a divagar en muchas cosas, una de esas era Joe y la otra, era el “casi” beso de la mañana con Dylan.
Aún, intentaba descifrar el sueño… o más bien pesadilla que había tenido hace unas semanas, en donde Joe, le disparaba a Dylan. ¿Qué intentaba?
Regrese a la realidad y vi a Dylan jugando con mi cabello. Intentaba darme cosquillas picándome la oreja con él.
—Vaya, ya volviste en sí. ¿Qué pensabas?
—Cosas…—suspire.
—Cosas…hmm… de casualidad, ¿una de esas “cosas” —dijo haciendo las comillas con dos de sus dedos. — es Joe Jonas…?
Yo lo mire y no dije nada. Baje la vista y me puse a jugar con mis manos.
—Lo sabía. —me tomo de la mano, así que lo mire. La apretó delicadamente. —Alex, no pienses en él. No ahora. Concéntrate en ti y en tu mamá, que está a punto de salir de aquí y necesitara tu apoyo, para acostumbrarse a una nueva casa y a estar sin tu papá por el momento en un lugar nuevo.
—Tienes razón… pero es inevitable que no piense en el… es… difícil.
— ¿Lo sigues amando?
DEJEN SU OPINIÓN POR FAVOR :)
Awwwwwwww.....
ResponderEliminarcomo me encanta esta noveeee...
Ya quiero que pase algo con Joeee *-*
Por cierto.. siempre TODOS los dias entro a ver si publicaste xD
Please Siguela PRONTO
Me encanta :D