viernes, 18 de marzo de 2011

Capítulo #60

Joe y yo nos mirábamos fijamente sin hacerle caso a Nick, quien seguía preguntando que era lo que pasaba. Camilla, miraba sonriente la escena. Mi corazón estaba rompiéndose. Joe, no se daba cuenta de nada, ¿estaba cegado de amor? No lo creo. El Joe que yo conocía no hubiera actuado de esa manera, el Joe que yo conocía, hubiera preferido arreglar todo hablando y con explicaciones, no al grado de lastimarme…
—No te lo volveré a decir, S-U-E-L-T-A-M-E. —mi voz salió pausada y con dolor, ya que cada vez, apretaba mas su mano en mi muñeca y el dolor comenzaba a ser insoportable.
—¡Por Dios! ¿Qué pasa?—gritaron— Joe, hermano, ¡suéltala! ¿Que no vez que la lastimas? —Joe me soltó, había logrado oír a Nick, que llevaba un par de minutos intentando separarnos.
Joe me soltó, pero no dejaba de mirarme fijamente. Con mi mano izquierda, tome mi muñeca derecha e intente calmar el dolor. Miraba a Joe con decepción. Mucha decepción.
—¿Alguien me va explicar que es lo que pasa aquí?—continuo Nick.—Aquí no paso nada, Nick. —Dije sin dejar de masajear mi muñeca— No paso nada. —mire a Camilla y ella me sonrió satisfecha, Joe intentaba no verme y Nick estaba solo ahí parado intentando comprender.
Comencé a caminar rápidamente hacia mi casa, el aire golpeaba mi rostro y volaba mi cabello. Solo lograba oír a Nick gritar mi nombre. Yo lo ignoraba, quería llegar a mi casa e intentar dejar de sentir.
—¡Alex!— comenzó a acercarse a mi, pero yo no le hacia caso. Entre a mi casa y cerré la puerta, dejando a Nick fuera.

No prendí las luces, subí casi corriendo hacia mi habitación. Azote la puerta y me recargue en ella, deslizándome.
—¡Te odio Joe Jonas!—comencé a gritar, a patalear, a llorar. Me jalaba la blusa inconscientemente, como si eso fuera a arrancarme mi corazón.
Llore.
Llore.
Me recosté en el piso, aun llorando. Aun cerca de la puerta.
—Eres una tonta Alex. Eres una tonta por haber imaginando que el te iba a pedir que no te fueras, que te ayudaría a traer a tu mamá. Eres una tonta, por pensar que cambiaria de un día a otro. —golpeaba agotada el piso con mis puños.
No dejaba de llorar, el aire comenzaba a faltarme, los ojos comenzaban a pesarme.
—Eres una tonta…

.

—Alex…—oí que decían bajito cerca de mi oído, mientras me tocaban la mejilla delicadamente. Abrí los ojos, los cuales me ardieron al ver la luz artificial de mi lámpara de noche y vi a Nick, mirándome preocupado.
—Nick… ¿Qué hora es?—me levante rápidamente.
—Tranquila—me detuvo—. Aún falta para que te vayas—suspire y me lleve la mano a los ojos, tapándome la cara por completo. -¿Cómo te sientes?
—¿Me veo pésimo verdad?
—No, solo te ves como una chica que tuvo una pésima noche. —Intento animarme, pero no lo logro del todo— ¿Qué fue lo que paso ayer?
— Perdóname Nick, pero fue el momento. No se que me paso, no pude más. Estuve a punto de golpear a Camilla y llego Joe y me sujeto de la mano, defendiéndola con los dientes… no fue algo que me esperaba de Joe. El no era así… el no es el Joe que conocemos, que conocí y amé. Nick, tu hermano cambio y dudo que regrese a ser lo que era antes. Ya perdí las esperanzas. No quiero verlo jamás… creo que es bueno que ya me vaya, no quiero saber nada de el. Quiero olvidarme de todo este tiempo. Quiero borrarlo de mi vida. —lo mire con los ojos llenos de lagrimas.
—Ya no llores Alex… me mata verte así por mi hermano…—acaricio mi mejilla.—Quiero a Joe, es mi hermano, pero no se me hace justo la manera en la que te trato ayer, si mis papás se enteraran, le iría mal. Ellos no nos educaron así, nos enseñaron a respetar a la mujer y no dañarla física y sentimentalmente… no entiendo que es lo que le pasa, creo que esto ya se salió de control. No solo esta embrujado o lo que sea que este. No es normal.
—Lo sé Nick. ¿Pero que hago? No cambiara, no lograre que cambie. Ya me di por vencida y no luchare, ya no se merece que lo haga. Un amor no puede doler, no debe doler.—dije mientras miraba mi muñeca, roja y con los dedos marcados de Joe.
Nick suspiro y estiro su mano y tomo mi muñeca derecha.
—¿Te duele?—inquirió apenado.
—Si—suspire y limpie una lagrima que corría por mi mejilla.— ¿Pero sabes que? —el me miro— haré como que no paso nada. Me iré a arreglar, tomare mis maletas y me iré a Dallas.
—Pero aun faltan cuatro horas para que te vayas al aeropuerto.
—Lo sé, pero fui una tonta al cambiar el boleto de avión para más tarde. Ya no tiene caso que me quede, ya termine todo aquí.-dije mientras me ponía de pie y caminaba hasta la ventana para abrir las cortinas.
—¿Estas segura?—cuestiono Nick, mientras se ponía de pie.
—Pues…. No, pero es algo que debo hacer ya por mí. Ya debo pensar en mí. Solo en mi y nada mas que en mi. Debo dejar el amor de lado, solo preocuparme por mi familia y verdaderos amigos.
—Pues, creo que te entiendo… aunque no estoy de acuerdo del todo.—dijo mientras me ayudaba a guardar ropa en mis maletas.
—Nick… no intento que me entiendas, porque ni yo misma me entiendo. Solo confía en mí. —cerré el cierre de la maleta.
Me senté en la cama y le di unas palmaditas al colchón para que Nick viniera a sentarse conmigo. Ya que lo hiso, tome sus manos entre las mías.
— Gracias por apoyarme siempre, sabes que te quiero demasiado y que me hubiera encantado tener algo más contigo en aquel momento, pero ahora agradezco el que no haya pasado nada entre nosotros, porque nuestra amistad se reforzó mas, somos como hermanos y confidentes, almas gemelas y haber andado, podría haber arruinado esta amistad tan linda y perfecta que tenemos. Estoy tan feliz por ti, porque se que encontraste a Sophie, fuera de que sea mi amiga y de que la quiera, se que no pudiste encontrar a alguien mejor que ella. Soy tan feliz por los dos.
—Alex,gracias. sabes que yo también te quiero como no tienes una idea y agradezco el haberte vuelto a ver, me pone un poco triste el que te mudes, pero sabes que nunca me olvidare de ti, siempre que pueda te marcare y hablaremos. No te libraras de mi tan fácil—los dos reímos—. Solo quiero pedirte una cosa.
—Dime.
—Intenta ser feliz. Busca tu felicidad, no renuncies al amor.
—Nick yo, no sé… no puedo prometerte nada. No creo encontrar a alguien que una aunque sea, un pedacito de mi corazón. Nadie es como él. No es tan fácil decir, “Anda, ve y enamórate de nuevo”. Estoy rota por dentro.
—Solo… inténtalo.—me animo con una sonrisa.
—Lo intentaré.— sonreí a medias.
Mire a mi alrededor, solo faltaba una cosa por guardar. Mi foto con Joe. Deje mi vista fija en ese punto, y Nick se giro para ver que es lo que miraba fijamente.
— ¿Te lo llevaras?
—No. Lo dejare aquí. No quiero llevar nada, absolutamente nada que me recuerde a Él.
—Bien…. Entonces, te dejare para que te bañes y arregles, te esperare abajo para ayudarte con tus maletas.
— Si, Gracias—sonreí.
Los dos nos pusimos de pie, el camino hacia la puerta de salida y yo hacia la puerta del baño. Me fije que saliera de la habitación y camine hacia mi escritorio, tome la fotografía de Joe conmigo y acaricie su rostro.
—No sabes lo que daría para que volvieras a ser, el Joe que tanto amo.
Bese la fotografía y la deje sobre el escritorio. Mis ojos ardían, mientras miraba por la ventana a Joe jugando con Elvis.
—Joe duele tanto amarte así, la ilusión se me escapa, me deshace despertar y saber que no eres tú. Siento que me matas. Me duele tanto amarte así.
Cerré la cortina, suspire y camine hacia el baño.
Ya no lo vería más.

viernes, 11 de marzo de 2011

Capítulo #59

Deje de llorar, deje de lastimarme. Me puse de pie y camine decidida hasta la sala, tome mi bolso y subí a mi habitación.
Saque varias maletas y comencé a poner la mayoría de mi ropa en ellas, mis objetos preciados, así como objetos personales.
Estaba apunto de cerrar la ultima maleta, cuando vi sobre mi escritorio una foto de Joe y mía.

Fui a la habitación principal y guarde la ropa de mi mamá y sus objetos personales. Las maletas las baje una por una, a la sala. Tome mi celular y llame al aeropuerto para cambiar el vuelo para mañana en la mañana. Cuando colgué, vi la hora y decidí irme a casa de los Jonas.
Toque delicadamente la puerta de cristal del patio trasero. Al hacerlo Denise me vio y corrió a abrirme.
— ¡Oh Alex! Pensé que no vendrías, Nick me aviso que habías llegado. ¿Cómo estas?
—Estoy bien Denise, Gracias. –dije mientras pasaba a la cocina. Al entrar, vi que se acercaba Kevin, y Frankie. Nick venia detrás con unas bolsas de comida.
—Alex, que bueno verte por aca, te fuiste un día y pareció una eternidad.
—Si, bueno, yo también sentí que me fui por mucho tiempo.
—Chicos, la mesa ya esta servida, siéntense por que si no se enfriara— dijo Denise, interrumpiéndonos.

Nosotros asentimos y la seguimos hacia el comedor. Llegando, vi que ahí estaba el Papá de los chicos, me acerque a saludarlo, para después sentarme en una de las sillas libres.
— ¡Llegamos!—gritaron desde la entrada. Yo comencé a sentir algo dentro de mí. Sabia quienes eran.
Joe y Camilla entraron y después de saludar, me miraron algo confundidos, Camilla sobre todo, me miraba de una manera poco normal.
Comenzamos a comer, yo platicaba con Nick y Kevin, Frankie hablaba con sus papás y Joe, estaba con su novia.
—Y bien Alex, ¿Cómo te fue en Dallas?—pregunto Paul.
—Me fue un poco mejor de lo que esperaba, apareció Mamá, esta internada en uno de los mejores hospitales de allá. Del que aun no se nada es de Papá, pero dijeron que no dejarían de buscarlo. Por una parte estoy tranquila, ya que seguirán con la búsqueda.—dije sincera.
—Oh me alegro mucho cariño, veras que aparecerá. –dijo Denise, Kevin y Paul me dijeron lo mismo, dándome Ánimos. Joe y Camilla no dijeron nada.
Terminamos de comer el postre y tuve que decirles el porque había aceptado ir a cenar esta noche.
—Gracias por la cena Denise, estuvo muy rica.—ella sonrió de agradecimiento—. Tengo algo que decirles. –mire mis manos, todos me pusieron atención y aunque pareciera que la pareja de novios, no me ponía atención. La verdad es, que se veían interesados en saber lo que iba a decir.
— ¿Sobre que?— cuestiono Kevin confundido.
—Mañana me iré a Dallas, necesito estar con mi mamá y estar allá también por si saben algo de mi padre. Compre una casa y no se cuando regresare.
—Oh, ¿entonces ya no te veremos?—inquirió Frankie preocupado. Yo lo mire enternecida.
—Si, supongo que vendré algunas veces a ver como esta la casa, pero no será seguido. Estaré allá por algo de tiempo. Además, necesito un cambio. No me he sentido bastante bien —todos asintieron menos dos. – quiero estar con mi mamá, no quiero dejarla sola. Y no quiero estar sola tampoco. Aunque se que no lo estaba, pero ustedes me entienden.
—Claro que te entendemos y sabes que podrás venir cuando quieras a visitarnos—me confió Denise.
—Puedes contar con nosotros siempre Alex. Estaremos pendientes de tu casa, no te preocupes por eso. – agrego Kevin con una sonrisa.
—Solo, mantennos informados sobre todo lo que ocurra. De acuerdo, llámanos siempre que necesites algo, que no te de pena hacerlo. Sabes que eres como una hija para nosotros— culmino el Sr. Jonas.
—Muchas Gracias, enserio no se como agradecerles todo lo que han hecho por mi.

Terminamos de platicar, Joe y Camilla se pusieron de pie y salieron. Nick, se quedo conmigo hablando aun en la mesa del comedor. Frankie se fue a dormir y Denise y Paul, habían salido.
—¿Y a que hora te iras?—me cuestiono Nick.
—Temprano, no puedo dejar a mi mamá mucho tiempo sola.
—Si tienes razón. Oye, me llamaras ¿verdad?—me miro fijamente—. No te olvides de mi, cuando pueda iré a visitarte lo prometo.
—Claro que te llamare, no lo dejaría de hacer, eres mi mejor amigo Nicholas. –mire mi reloj— Debo llamarle a mi mamá, pero algo le pasa a mi celular que no tiene señal dentro de tu casa, ni la mía. Saldré a llamarla y después me iré a la casa
—Ok, mientras yo subiré rápido a mi habitación. No te vayas.
—No Nick, mejor mañana nos vemos. Tengo muchas cosas que arreglar aun, no es que no quiera pasar tiempo contigo, pero me entiendes…
—Ok, Ok, no te preocupes, antes de que te vayas pasas a despedirte de nosotros ¿ok?—yo le sonreí, nos pusimos de pie, me dio un abrazo y un beso en la mejilla. –Descansa.
—Igual tú. –dije saliendo de la casa.

Camine por el sendero, con la vista en el celular y no vi que Camilla estaba parada ahí, así que me tropecé con ella.
—Lo siento. –dije sincera, aunque pensándolo bien, no lo sentía en lo absoluto.
—Fíjate para la próxima. — gire los ojos y comencé a caminar hacia mi casa. –Oye, ¡no me dejes hablando sola!
—Ah, ¿estábamos hablando?—me detuve y la mire. –No creo. Yo no tengo nada de que hablar contigo. Ya se todo sobre ti Camilla, y créeme que no me relaciono con tipo de personas como tu.
— ¿Con tipo de personas como yo? No entiendo—dijo cínicamente.
—Si, Camilla. Nick, Kevin y Yo, sabemos que tienes embrujado a Joe. Sabemos la clase de persona que eres, y no dudamos decirle a Joe, todo lo que le hiciste, tenemos pruebas—ella se quedo inmóvil.
—Dile, a ver a quien le cree, a mí, o a la patética zorrita que quiere alejarlo de su novia. –Me quede sin habla –Vez, no dices nada porque sabes que no te creería, admítelo Alex, te gane la guerra—sonrió hipócritamente, yo sentía que la sangre me hervía. Levante mi mano a punto de darle una cachetada, pero alguien me detuvo, la apretó fuertemente y Camilla cambio su semblante de mala al de una santa. —Joe, tu amiguita quiere golpearme.
— ¿Yo? No, no es lo que parece Joe.
— ¿No es lo que parece?—dijo alzando la voz. — ¡Te vi Alex!, vi que estuviste a punto de propinarle un golpe en la mejilla. ¿Quién te crees que eres?
—Cariño, ella esta celosa de mí. Me quiere hacer daño. –hizo un ademan para que Joe la abrazara, pero el seguía sujetando fuertemente mi muñeca. Las lágrimas comenzaban a amenazar en salirse. Yo solo lo miraba fijamente.
— ¡Contesta Alex! ¿Que te hizo? ¿Por que la odias tanto?, ¿Es por mi? –Yo solo lo mire, y trague saliva— ¡¡¡Ya supéralo!!! Nunca paso nada entre nosotros, ya olvídate de eso. Deja de soñar. –siguió sin dejar de gritar… yo solo quería que el mundo me tragara.
—Me estas lastimando Joe. Suéltame. –Veía el coraje de Joe en sus ojos, estaba realmente enojado y nunca lo había visto así. Me dolía, me dolía demasiado. Su mirada, hacia que mi corazón llorara.
— ¡No!, ¡Debes darme una estúpida explicación! –yo solo lo miraba, alce mi mano y limpie una lagrima que amenazaba con salir. Lo mire fijamente, apreté los dientes y alce la barbilla. Lo mire desafiante.
— ¿Sabes que? Yo no tengo que darte una explicación. No me arrepiento en lo absoluto de lo que iba a hacer.
— ¿Que quieres decir con eso?— me miro furioso. Yo contenía las lágrimas, mientras un nudo en la garganta comenzó a formarse más y más.
—Que si lo hubiera hecho, no tengo que pedirle una disculpa a la estúpida de tu novia ¿Por qué? Fácil, porque no tengo nada de lo que debo disculparme. – el me miro escéptico y sin pestañear, seguía furioso. – Y si me quieres golpear, lastimar, lo que sea… ¡Hazlo! Ya no me importa lo que hagas por mí, ya no me importa si me odias, si me crees, si me quieres, si te preocupas por mi… ¡Nada!, ya no me importa nada.—guarde silencio el aun me miraba fijamente—. Y ¿sabes? Si querías que te odiara, créeme, lo estas logrando. –trague saliva, mientras lo mira fija y directamente a los ojos.
Decir mentiras, ya se me estaba haciendo costumbre… mentía sobre mis sentimientos la mayoría del tiempo.
— ¿Qué pasa aquí? ¿Por qué tanto alboroto?—dijo una voz que se acercaba detrás de mi. Camilla solo veía la escena demasiado satisfecha, ya que había logrado su objetivo…Que Joe me odiara.


martes, 1 de marzo de 2011

Capítulo #58

No sabia quien era, me quede estática, era una voz femenina. Así que puse a andar mi cerebro y me dije a mi misma “Vamos Alex, no te estas ocultando de nadie.” Y me gire.
— ¿Alex? ¿Estas bien?
— Oh si, lo siento. Solo me tomaste de sorpresa, no recuerdo donde deje las llaves. ¿Cómo estas Sophie?
— Yo bien, pero tu llegaste un poco ofuscada. –sonrió burlonamente. —¿Cómo te fue?
— Hay Sophie, es una historia un poco larga, ¿te parece si te la platico dentro? –inquirí sin dejar de mirar a casa de los Jonas.
— ¿Okey?—dijo no muy convencida—. ¿A quien buscas?
— ¿Yo? –Resople.— A nadie. Oh mira, ¡aquí están las llaves! –las saque de mi bolso y se las mostré. –Entremos.

Entramos a la casa, cerré la puerta y avente las llaves a un cenicero que estaba en la entrada, me quite el saco que llevaba y me gire hacia Sophie.
—¿Quieres algo de tomar?—cuestione mientras caminaba hacia la cocina.
—Si, te sigo. –se sentó en uno de los banquillos que había alrededor de la barra para desayunar.— Y bien, ¿ya me dirás como te fue?
— Claro que si— dije mientras sacaba el cartón de Jugo de naranja del refrigerador —¿Por qué no lo haría?
—Bueno quizás porque llegaste algo extraña. Pero bueno dime.
—Encontraron a mi mamá…— me senté frente a ella para platicarle todo, mientras le daba su bebida—… Esta en el hospital, tiene una fractura y unos raspones, y tiene un poco inflamado el cerebro.
— ¡Wow! –Dijo sorprendida.— ¿Pero esta bien?
—Los doctores me dijeron que debe estar en observación mientras baja la inflamación, pero que en si, esta bien.
— Me alegro, ¿Y tu papá?
— Bueno, eso es otro tema. El aun no aparece—dije un poco bajo.— Aun no saben donde esta.
— Lo siento amiga. –puso su mano sobre la mía. Yo hice lo mismo con la suya.
— Yo también lo siento. Pero bueno, Dylan me dijo que no dejarían de buscarlo, digamos que eso no me deja perder las esperanzas.
—¿Dylan?—cuestiono sorprendida y un poco sonriente.
—Oh si, es el licenciado que me esta ayudando. Solo, que me pidió que le dijera por su nombre.
—Si, si claro.— comenzó a reírse, en tono de burla.
—Calma Sophie. Solo es un conocido, y de un día. No te rías…Además tu sabes, que yo no puedo…—guarde silencio y la mire. Ella comprendió.
—Si, no puedes olvidar a Joseph.—yo asentí—. Pero amiga, estas de acuerdo que no puedes estar así para siempre ¿verdad?
—Lo sé, pero eso ya va a cambiar. Me iré a Dallas.—dije firme y a la vez un poco triste. Sophie me miro sorprendía y no articulo palabra alguna.
—¡¿Te iras a Dallas?!— una voz masculina, irrumpió en el silencio. Las dos nos sorprendimos e instintivamente volteamos hacia la puerta del jardín. Voltee a ver a Sophie y volví a regresar mi vista hacia el. –Alex, no pensabas decirnos o ¿que pasa?, ¿Cuándo llegaste?, ¿A que hora?, ¿Porque no me llamaste para ir por ti al aeropuerto?— Me puse de pie y camine hacia la puerta, tome su mano y lo hice pasar.
—Nick, si lo iba a hacer, solo que me encontré a Sophie y nos pusimos a platicar. Lo siento mucho.
—No Alex, perdóname a mí. Ninguno tiene la culpa—río— Pero haber, ¿Cómo esta eso de que te iras a Dallas?— se sentó en el banquillo, que estaba en medio de Sophie y mío.
— ¿Quieres jugo o algo de tomar?
—No gracias, pero ven, siéntate y dime todo.
Me senté y le comencé a platicar lo mismo que le dije a Sophie, evitando nombrar a Dylan y a Joseph.
—Entiendo. Me alegra que tu mamá este mucho mejor. Pero entonces ¿Por qué te vas a Dallas?
— Mi mamá necesita estar en observación y no se cuanto tiempo llevara eso, además debo estar allá por cualquier cosa que sepan de mi Papá. Nick, también tú sabes que planeaba hacer algo para distraerme de tantas cosas que me han pasado. Necesito dejar de pensar un rato. Olvidarme de todo.
—¿Y bien, cuando te vas?— cuestiono Sophie.
— Hoy me iré. O al menos eso intentaré.—dije mientras observaba el cielo, que se estaba tornando un poco grisáceo.
—¿Se lo dirás a mis papas y a Kevin y Joe?
— Si, aunque a Joe sinceramente no se si le importe en lo absoluto.—suspire y baje la mirada.
— ¿Cómo sabes que no le importara?
—Oh vamos, ¿quieren que les responda?—me altere un poco, era obvio que no le importaría si me voy.
— Lo siento Alex, pero tu misma te cierras a todo esto. No es bueno huir de los problemas.
—Por favor Sophie. No quiero pelear y mucho menos quiero hablar de El. Ahora, si me disculpan, mi celular esta sonando. –me puse de pie y camine hacia la sala, mientras ellos se quedaban en la cocina.

Saque mi celular y mire que Dylan me había mandando algunas fotografías de casas que le había pedido. Las mire y hubo una entre las 8 que me envió, que me había llamado mucho la atención, era perfecta.
Intente llamarlo, pero dentro de la casa no había muy buena recepción.
—¡Saldré a hacer una llamada, ya vuelvo! –grite, pero me di cuenta de que Nick y Sophie estaban un poco ocupados en ellos mismos. Pero bueno, eso lo averiguaría después de hacer la llamada.
Salí y entrecerré la puerta de la entrada. Camine por el sendero mientras esperaba que respondieran del otro lado del celular.
—¿Dylan? Habla Alex…
Le marque, para completar la compra de la casa, ya sabia cual me había gustado. Era la misma que a el le había gustado. Era cómico, ya que era completamente mi estilo.
Le di el número de mi tarjeta, para que se concretara la compra y poder llegar ahí, cuando regresara a Dallas, lo mejor del caso es que la casa era amueblada y de muy buen gusto. Así, no debía hacer mudanzas ni nada por el estilo. Le di las gracias y colgué el celular. –Bien, entonces que sea lo que Dios quiera. —me dije mientras me abrazaba a mi misma, ya que el aire estaba algo frio. Sentí que alguien me miraba, y me gire hacia donde sentía esa mirada. Fue todo como en cámara lenta.
—¿Alex? –dijo sorprendido o confundido, no comprendí mucho el tono de su voz.
—Ah, Joe. –intente sonar indiferente, pero la verdad es que dentro de mi, aun sentía la emoción que me causaba al oír su hermosa voz. Aclare mi garganta. Nos miramos por unos minutos, nadie dijo nada. –Creo que debo entrar, Nick y Sophie me esperan.
—Si, esta bien.—dijo con el mismo tono de voz de hace un segundo.

Camine hacia la puerta y entre a la casa. Mi corazón estaba a mil por hora, era imposible no sentir como temblaban mis piernas, cada que el me miraba. No me podía controlar, el simple hecho de verlo, hacía que me elevara y después simplemente, me rindiera a sus pies.
— ¿Estas bien? Parece como si hubieras visto un muerto.
—No, solo vi a un gato que me asusto.
—Ok.
—Bien, dejen de verme así. –sonreí pícaramente—. Me fui solo un día, y muchas cosas por aquí han cambiado he.
— ¿Qué quieres decir con eso?—me miraron ambos, con cierta timidez y sorpresa.
—Bueno por dos cosas, la primera, la ciudad esta plagada de anuncios sobre su próxima gira y en segunda, cuando iba a salirme, los vi besándose. –sonreí, mientras los dos se sonrojaban. –por eso digo que han cambiado algunas cosas, por ejemplo ustedes dos. ¿No pensaban decirme o que?
—No, si te diríamos. Es que la verdad aun no sabemos, solo estamos saliendo. Aun no es nada formal. — dijo Nick.
—Si Alex, la verdad, no queríamos decir nada hasta que estuviéramos seguros de lo que sentimos. — completo Sophie.
—No inventen, si se ve que están segurísimos. Además hacen una lindísima pareja. Yo la apruebo. Sinceramente a ti Nick, no te dejaría andar con cualquier chica, eres muy especial para mi. –le sonreí— y a ti Sophie, igual, no me haría mas feliz que anduvieras con Nick. Los dos tienen unos hermosos sentimientos, y me haría súper feliz si estuvieran juntos. Los quiero demasiado y son muy importantes para mí.
—Gracias Alex. — dijeron ambos, mientras se tomaban de la mano.
—Yo debo irme, vendré en la noche a despedirme, o si no te vas hoy, llámame ¿de acuerdo?—Yo asentí, la abrase y se acerco a Nick, se despidieron de beso, mientras yo los observaba tristemente, claro no por ellos, estaba muy feliz por ellos, pero me sentía triste y patética por mi. Dijo adiós con la mano de vuelta, y se fue.
— ¿Y bien?
— ¿De que?—Nick interrumpió mis pensamientos, y lo agradecí tanto porque me hacían mucho daño.
— ¿No iras a avisarle a mis Papás?
—Si, pero iré en un rato más, debo arreglar muchas cosas aquí y quiero darme un baño. –dije un poco apagada.
— ¿Te encuentras bien, Alex?—me miro preocupado. Yo solo me sentía a punto de explotar, el nudo en la garganta cada vez iba creciendo más y más. “No Nick, me estoy muriendo por dentro. No quiero dejar mi vida, quiero traerme a mi mamá aca y que me informen todo por celular, no quiero alejarme de ustedes, de mis amigos, de nadie… en especial de Joe, de el… es todo para mi y no lo sabe… quiero morirme, quiero olvidar todo, quiero dejar de sentir”— ¿Alex?—paso su mano frente a mis ojos.
—Si, lo siento. Estoy bien, Nick. No te preocupes.
— ¿Segura? Si quieres me quedo y hablamos un poco.
—Segura. No hay nada de que hablar, solo estoy cansada. —mentí.
— De acuerdo, entonces…—un estruendoso relámpago nos asusto. La lluvia comenzó a caer.— Bueno, por lo que veo no podrás irte hoy, esta pronosticada la lluvia para toda la tarde.
—Si, es lo que veo. Llamare para cambiar mi vuelo.
—Bueno, cuando termines de hacer lo que tienes pendiente, ve a la casa. Mamá hará de cenar.—yo asentí. El se acerco a mí y acaricio mi mejilla. —Sonríe Alex, no me gusta verte asi. –yo solo asentí de nuevo, los ojos se me llenaban de lagrimas.
—Gracias Nick.— sonreí sincera.
Me sonrió de vuelta, yo solo lo vi alejarse corriendo de mi vista para entrar a su casa.
Me deslice por la pared y me puse a llorar, me puse a llorar hasta que los ojos me ardieron, hasta que el respirar era difícil. Hasta que me canse.