domingo, 2 de enero de 2011

Capítulo #48 & Capítulo #49:

—Alex… ¿recuerdas el lugar especial al que me querías llevar?
—Si ¿Por qué?
— ¿Podrías llevarme ahora?—me miro, sus ojos miel brillaban por el reflejo que provocaba la luna y la luz artificial que emanaba mi lámpara.

¿Por qué querría que lo llevara ahora? No me molestaba llevarlo, al contrario, eso ayudaría mucho, ya que a ese lugar le tenia un cariño inmenso y se me hacia extraño que el no lo recordara.
Lo mire fijamente y solo le sonreí, a lo que el rápidamente respondió tomando mi mano y apretándola fuerte pero delicadamente.


—Bien, solo déjame me cambio y vamos ¿te parece?—zafe mi mano de la suya y me puse de pie.
—Si, me parece bien. Te espero abajo ¿si?
—De acuerdo. —sonreí y lo encamine hacia la puerta.

Camine hacia mi armario, y saque unas bermudas, una playera y una chamarra ligera, junto con mis tenis favoritos. Me vestí y me hice 2 trenzas que caían en mis hombros, me deje el fleco suelto, pero ligeramente sujetado con un pequeño pasador. Tome un pequeño morral que tenia, guarde mis llaves y mi celular y me lo puse.
Baje las escaleras y mire a Joe sentando sobre el sofá, perdía su vista en un punto muerto sobre la ventana, pare de caminar y me quede observándolo bobamente. Jugaba nerviosamente con sus manos y de vez en cuando miraba cada extremo de la sala, como si intentara descubrir cosas nuevas en la habitación. Sacudí mi cabeza para dejar de mirarlo, pero lo hice sin cuidado y casi me tropiezo con mi pie en la escalera, solo me quede parada en el filo del escalón con los ojos muy abiertos y veía como Joe se paraba y caminaba hacia aca.
— ¿Qué paso?
—Nada, solo casi tropiezo. ¿Estás listo?—el asintió—. Bien, vayamos…oye espera, ¿alguien sabe que estas aquí?
—No, recuerda que todos están dormidos, son más de la una de la mañana…
—Tienes razón.

Caminamos hacia mi auto y Joe se subió del lado del copiloto, ya que manejaría yo… obviamente, Joe no sabría llegar. Arranque el auto y durante el trayecto, íbamos en silencio y si llegamos a hablar era de cosas sin importancia.
Íbamos alejándonos cada vez más del centro y esperaba no perderme, ya que la vez que fui, Joe había conducido.
— ¿Y si sabes bien donde esta ese lugar?—cuestiono ya que yo me asomaba seguido por la ventana y miraba cada que podía, el nombre de la calle o avenida donde estábamos.
—Claro, si no, no te traería. —replique sin despegar la vista de la calle.
Joe se veía impaciente, jugaba con sus manos y yo comenzaba a sentirme perdida, ya que según yo, si recordaba a la perfección el camino que Joe había tomado para traerme aquí la primera vez, pero al parecer yo estaba pensando en otra cosa y lo olvide por completo.
— ¿Podrías dejar de jugar con tus manos? Me pones nerviosa.
—Lo siento, ¿estamos perdidos?
— ¡Claro que no! Nunca he perdido a nadie. —y era verdad, generalmente tenia buena memoria para las calles.
— ¿Y si esta es la primera vez?—pregunto con malicia.
— ¿Y si te callas? O ¿quieres que te aviente del auto?—lo fulmine con la mirada, mientras hacia una mueca con mi boca.
—Tranquila, solo juego… digo si vamos a estar perdidos juntos, debemos hablar ¿no crees?
—Si, lo siento… es que pensé que recordaba bien la dirección…—guarde silencio—, se me ocurrió algo.
— ¿Qué?—cuestiono Joe interesado, yo comencé a aparcar el auto frente a un Starbucks. — ¿Qué hacemos aquí?
—Ya vuelvo, no te bajes.
—Te acompaño, es tarde y esta muy solo.
—No Joe, espérame aquí.
—OK. —giro los ojos.

Baje del auto y entre a la famosa cafetería, camine hacia el mostrador y pedí dos capuccinos y mientras esperaba que me los entregaran, le pregunte al que estaba encargado si sabia como llegar a aquel lugar, el respondió que si y comenzó a darme indicaciones. Tome lo que compre y camine hacia el auto.
—Toma—dije cuando me subía al auto.
— ¿Y esto?—inquirió Joe, mientras estiraba mi mano para que tomara la bebida.
—Te lo presento, se llama moka cappuccino…
—Si se que es, solo que no entiendo porque lo compraste.
—Por que quise, nadie me detiene. —se elevo un poco del asiento y llevo su diestra hacia el bolsillo trasero de su pantalón.
—Ten…
— ¿Para que quiero este dinero?—reí irónica— estas loco, yo te lo compre…
—Pero no es de un caballero, dejar que una chica pague por el.
—Entonces no soy una chica, por que no te aceptare el dinero. —Joe tenia la mano extendida, así que tome el dinero y me incline hacia el y se lo coloque en el bolsillo superior de su chaqueta. —Y fin de la discusión.
—Pues ya que ¿no?
—Si no lo quieres, no te lo tomes. —replique mientras encendía el auto y lo ponía en marcha.
—No dije que no lo quisiera, solo que no me gusta que paguen por mi.
—Joe, si te hace sentir mejor, la próxima vez tu me invitas uno ¿si?
—De acuerdo—le dio un sorbido a su bebida—, Gracias.
—No agradezcas…
— ¿Ya sabes como llegar?
—Si… y ahora guarda silencio ¿de acuerdo?— parecía que un niño pequeño que no puede estar
en silencio viniera sentado a mi lado, pero no, era Joe el que venia conmigo.

Estuve conduciendo por varios minutos más, y Joe ya había roto su record de no hablar, así que
suspire aliviada, porque comenzaba a recordar las calles. Joe miraba por el vidrio, a los autos
pasar y yo de reojo lo miraba algunas veces.
El silencio se vio interrumpido ya que Joe, comenzó a cantar suavemente y en voz baja, una de las
canciones de la banda, cuando logre saber cual era, lo mire y el volteo al mismo tiempo pero no dejo de cantar, solamente fue bajando más la voz, hasta que termino la ultima estrofa “Hope To See You
at The Finish Line…”
Mi corazón se hincho de nerviosismo y comencé a sentir como se acumulaba
la sangre en mis mejillas, así que decidí voltearme rápidamente y seguir mirando hacia la calle.

—Es una de mis canciones favoritas. —dije al fin.
—Me gusta mucho, es muy romántica y tranquila, o algo por el estilo. —Frunció el ceño. Y
tenia razón, era muy romántica, recuerdo que la primera vez que lo oí cantarla en vivo, que fue
cuando corto con Camilla, algo dentro de mí se removió completamente, para nunca mas volver estar en su sitio.
Solo sonreí para mis adentros.

Conduje por no se cuanto tiempo mas, hasta que vi a lo lejos el lugar a donde llevaría a Joe,
comencé a bajar la velocidad y me comencé a orillar hacia la banqueta.
—Llegamos. —dije mientras apagaba el auto.
— ¿Un parque?—cuestiono extrañado.
—Si, un parque—sonreí mostrando los dientes al ver la expresión de Joe.
No se lo imaginaba.


Capítulo #49

— ¿Pero porque un parque?—dijo mientras iba caminando detrás de mi. — ¿Este es un lugar especial para ti?
—Exactamente aquí no, es mas adelante… quiero ver si comienzas a recordar o algo por el estilo—dije sin mirarlo, caminaba rápido y yo comenzaba a quedar a una distancia considerable detrás de mí.
—Recordar… esa palabra comienza a atormentarme.
— ¿Por qué? Es que, es tan raro todo esto…
—Lo sé, pero bueno… si tengo que recordar algo que no se si sucedió, que pase lo que tenga que pasar. yo solo lo mire y le sonreí.

Caminamos hasta adentrarnos un poco mas en el parque, yo con la mirada buscaba aquel lugarcito donde antes había venido con Joe. Si, la primera vez que nos demostramos nuestro amor, sin que nadie no los impidiera fue aquí, en este parque.
—Aquí es, ¿ves ese árbol de allá?—señale un pequeño roble, pequeño para ser uno de ese estilo, pero fuerte y sobresaliente de los demás. Joe me miro y pude ver que no comprendía nada de nada. – Ven, caminemos hacia allá.
Lo tome de la mano y lo encamine hacia el árbol. Al estar bajo aquellas hojas verdes, cafés y amarillas, me deje caer sobre el pasto y abrase mis piernas mientras Joe se quedaba parado frente a mí, mirándome desde arriba, sin entender nada.
—Solo observa a tu alrededor… ve mas allá de lo que tus ojos pueden ver.

Joe hiso caso a lo que dije y se puso a mirar detenidamente cada detalle alrededor suyo, yo solo lo miraba. Camino hacia el árbol y con su mano lo acariciaba mientras le iba dando la vuelta, hasta que se detuvo y con su índice recorría una parte que no veía del árbol.
—Alex…
— ¿Qué?—dije desinteresadamente, para que no pensara que lo observaba.
— ¿Puedes venir?
Mordí mi labio inferior, y me puse de pie mientras resoplaba.
— ¿Qué pasa?—cuestione mientras me ponía detrás de el, observe donde estaba su dedo y trague saliva. —Ah…
—Son nuestros nombres...
—Si, son nuestros nombres—sonreí nerviosa y camine hacia donde anteriormente estaba sentada, Joe camino detrás de mi.
— ¿Es lo que me querías mostrar? Es un bonito lugar, muy tranquilo.
—Si, es lo que te quería mostrar, pensé que si te traía, podrías recordar ciertas cosas… Joe…
— ¿Qué pasa?—contesto mientras se sentaba a mi lado.
—No pienses que te estoy forzando para que recuerdes, si no lo haces, no importa, digo… no se puede hacer nada.
—No pienso eso, en serio. Lo único que pienso es que me quieres ayudar y nada más. Yo se, que serias incapaz de hacer algo así—me sonrió y yo le sonreí igual, solo que sin mostrar los dientes.

Me recargue sobre un tronco que estaba sobre el pasto y me puse a mirar el cielo, Joe hiso lo mismo. Solo se escuchaba el sonido de los grillos y del viento golpear las hojas de los arboles.
Comencé a imaginar cosas en mi mente, algunas cómicas y otras más un tanto malas, pero al fin de cuentas, las dos me hicieron sonreír, haciendo que Joe me mirara de forma extraña.
— ¿Qué te da tanta risa?
— ¿Eh? Oh, no nada, solo pensaba algunas cosas… ¿Oye Joe, por que quisiste que te trajera ahora?
—Mmm., nada más—miraba para varios lugares al mismo tiempo.
—Mientes. ¿Qué es lo que no te dejaba dormir?
—Cosas…—balbuceo.
—Joe… Sabes que puedes contar conmigo… anda dime.
—Bien, ayer intentaron robar el auto de Camilla.
— ¿Ah si?—me hice la sorprendida—. Que raro, nunca nadie había querido robar aquí.
—Bueno, ese no es el punto.
— ¿No?
—No, sino que encontré algo en su auto que me llamo mucho la atención…—me incline más para no perder detalle de su conversación.—, era una bolsa negra, pero tenia cosas muy extrañas, de esas que solo ves en películas de miedo, donde los actores van a hacer brujerías y cosas por el estilo.
—¿En serio? Que raro…—entrecerré los ojos—, si yo decía que era una bruja—musite.
—¿Perdón que dijiste?
—Nada, solo que se me hace muy extraño todo eso. Y si ella tuvo algo que ver con que se te olvidara todo.
—No creo. ¿Pero sabes que? Había fotos tuyas y mías… oye hablando de tú y yo, lo que estaba grabado en el árbol, ¿Que indica?
—Ah… bueno, pues es que un día, tu y yo vinimos aquí y los grabamos, dijimos que nadie conocería este lugar, ya que seria nuestro lugar especial, solo para ti y para mi… pero pues, no importa… si quieres puedes traer a quien quieras, ya no tiene importancia—sonreí fingidamente.
—No te preocupes, si yo lo dije, no traeré a nadie.
—Gracias.

Es cierto lo que dicen, cuando amas a alguien, no puedes retenerlo a la fuerza a tu lado. Tal vez, es lo que debía hacer, dejar ir a Joe, quizás me quería, pero ya no de la manera en lo que lo hacia, en el corazón no se manda y cuando el corazón ya no va en tu dirección, es bueno dirigirlo a otro lado. Yo seria, quien haría que Joe me siguiera queriendo como amiga, ya que como algo mas, todo estaba perdido… Por que si se veía que lo hiciera, pero ya no me miraba como antes, cada que lo hacia sus ojos me mostraban mil preguntas y ninguna respuesta, se las respondería, ¿pero si eso no era lo que quería escuchar? Y en vez de quedar como amigos al fin, quedábamos mas alejado aún.

Yo también tenia demasiadas preguntas, pero no era hora de responderlas y tal vez el no era la persona que me las debía responder, tal vez, un distanciamiento de todo eso seria lo mejor, nuevos aires, nuevas vivencias… tal vez y solo tal vez, podría sacarlo de mi corazón y tal vez de mi piel.
—Y… ¿has sabido algo de tus papas?—me saco de mis pensamientos.
—No, nada…—hice una mueca y lo mire—, tengo miedo de quedarme sola, se que no nos llevábamos bien, pero Joe, son mis padres y los quiero.
—¿de donde sacas tantas fuerzas? Alex, en tus ojos yo veo que en realidad te sientes mal por eso y por muchas cosas… no es bueno guardarte lo que sientes, te puede hacer mal.
—No me queda de otra, si dijera todo lo que siento, me tacharían de loca o de enferma. Si lo acepto, hay muchas cosas que me duelen y me molestan, pero no puedo dejar que todo mundo lo sepa, me las guardo para mi misma y así llorarlas yo sola. No quiero que nadie me tenga lastima por lo que me llegue a pasar o por lo que puedo decir, no soy así, mis problemas son míos y de nadie mas.
—También pueden ser míos…—paso su brazo por detrás de mis hombros y me acerco a el—. Si necesitas llorar, gritar, enojarte, lo que sea, ya sabes que puedes hacerlo conmigo, somos amigos y los amigos se apoyan en las buenas y en las malas. Si por el momento quieres llorar por lo de tus papas o por algún chico… puedes contar conmigo, ya lo sabes— Todo lo que dijo Joe, hiso que mi corazón llorara. No había mas, éramos amigos y podía contar con el, un nudo se formo en mi garganta, quería hablar pero no podía, me escondí en su pecho y el paso su otro brazo, frente a mi y me abrazo. Las lágrimas comenzaron a correr por mis mejillas.
Sentía que estaba apunto de explotar, tenia tantas cosas dentro, mis papas, Joe, mi sueño… todo y sentía que el aire se me iba, me sentía asfixiada.
— ¿Por un chico? ¿Es posible que te pongas a llorar con el chico, por el que estas llorando?—cuestione, mientras lo miraba y dejaba que las lagrimas siguieran deslizándose por mis mejillas húmedas y rosadas.

3 comentarios:

  1. AWWWWWWWWWWWWWWWWWWWWWWWWWW!!!!!!!!!!!!!!!!!!!! ya llegarooon!!! awww ya kiero saber si recuerdaaa!! :') amoo turn right!

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  2. aiii me encantoooo!!!
    llegaron a su lugar especial!! mas le vale a joe qe recuerde!!¬¬
    jajaj seguilaa! amo tu novee!!♥

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  3. ME ENCANTA♥ Gracias a Dios que volvio la nove, *-*. Se fue x temporada navideña haha okno. AWW JOE♥ y tambien me encanta TURN RIGHT<3

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