viernes, 29 de abril de 2011

Capítulo #62

||Alex||

Aborde el avión con los ojos hinchados, no entendía ni quería comprender el comportamiento tan bipolar de Joe.
La vieja Alex, hubiera detenido el taxi y hubiera bajado corriendo hacia Joe... pero la nueva yo, no quería eso. Ya había aguantado y sufrido demasiado, no quería sufrir mas, así que ahora ya no había vuelta atrás. El avión estaba por aterrizar en mi nueva vida: Dallas.
"Abrochence sus cinturones, vamos a aterrizar"- dijo el piloto. Me abroche el cinturón y suspire.

El avión aterrizo, baje las escalera y camine hacia mi equipaje, lo tome y revise que no faltara nada.
Respire hondo y profundo.
Camine por el pasillo que daba a la salida del aeropuerto, buscando un taxi que me llevara a mi nuevo hogar.
Iba pensando en todo, pero sobretodo en Joe, si, aun no dejaba de darle vueltas al asunto.
—Alex..—me tocaron el hombro y yo me gire extrañada para ver quien era.
—Oh—me sorprendí— Dylan, ¿que hace aquí?—cuestione, la verdad se me hacia cómico que estuviera acá.
—Vine a recogerla...supuse que no tendría auto, y que vendría sola.. y..— comenzó a hablar nervioso.
—Que amable, pero no te hubieras molestado.
—No, si no es molestia.—me sonrió y se me quedo viendo.— ¿El vuelo estuvo pesado?—me pregunto, mientras tomaba algunas de las maletas. Yo me quede pensando en su pregunta, tal vez me veía pésimo por haber estado llorando...
—Oh no... estuvo, bien. tranquilo... ¿por que?
—Ohhh, bueno, tal vez la despedida estuvo difícil.
—Si, tuve que dejar muchas amistades, pero bueno, espero no sea por mucho tiempo. —mentí, lo que menos quería era regresar a L.A., en unos buenos meses o tal vez años.
—No te preocupes Alex, te acostumbraras rápido. —me sonrió de nuevo y esa sonrisa había logrado intimidarme.

Llegamos a su automóvil, un audi del año color negro con asientos de piel. Me abrió la puerta para subir.
—Bueno, pues creo que tu auto ya debería estar fuera de tu nueva casa, si no esta, no dudes en marcarme por teléfono, para facilitarte uno.
—Muchas gracias Dylan, pero ya es mucho lo que has hecho por mi. Te lo agradezco, pero no te preocupes, el auto es lo de menos. Un taxi me ayudará a moverme, no conozco a nadie, así que solo iría del Hospital a mi casa y de mi casa al hospital, o depende si encuentro trabajo o me pongo a hacer algo productivo.
—¿Que no conoces a nadie? Bueno, eso esta fácil —guardo silencio y se dibujo una ligera sonrisa en sus labios.— Podríamos ser amigos, ¿que dices?—me pregunto mientras se estacionaba frente a la que seria mi nueva casa. su gesto se me hizo muy tierno y sincero, así que le sonreí de la misma manera, sincera y agradecida.—¿Entonces... ¿Amigos?—sonrió mostrando sus dientes, mientras el sol le daba brillo a sus ojos.
—Si, me parece bien. Amigos.
—Perfecto, y lo digo en serio Alex, lo que necesiten llámame, ya sabes el teléfono de mi oficina y mi celular, así que, no dudes en llamarme.
Su celular comenzó a sonar cuando iba a responder, así que le hice una seña para que tomara la llamada. Cogió el celular y comenzó a hablar sin dejar de ver la autopista. Yo de mi parte, comencé a observar el camino, era obvio que ya no estábamos en Los Ángeles, acá nevaba, hacia frió y cosas por el estilo, cuando en Los Ángeles, todo eso era nulo. Si, a veces estaba fresco y llovía, pero era algo muy leve.

Conforme iba entendiendo todo, me daba cuenta de que estaba sola con mi mamá en una ciudad nueva, si le iba a tomar la palabra a Dylan, él era agradable y se veía que era buena persona, en tan poco tiempo había hecho mucho por mí y mi mamá. No veía que había de malo en ser amigos. Entonces, si lo veía de esa manera, ya no estábamos "tan" solas. Al menos creo que podía contar con alguien.

—Lo siento, tenía que responder esa llamada, era de la oficina.
—No, no te preocupes, lo entiendo.
— Y bien, entonces, somos amigos. —se giro y me miro mientras sonreía, después de unos segundos regreso su vista al camino.
— ¿Esta muy lejos la casa?— pregunte.
—No, ya casi llegamos. Esta en una buena zona, además de que es muy segura y por que no, es exclusiva. Tú y tu mamá estarán encantadas. Es más, vele echando un vistazo a la entrada. —me sonrió.
Fije la vista frente a mi, mientras íbamos avanzando, miles de arboles de todos los tipos se iban abriendo paso entre nosotros, hasta que vi una barda que separaba esa zona, de las otras casas y edificios que estaban cerca.
Dylan le llamo a un señor que se encontraba regando el pequeño jardín que acompañaba la barda.
— Ella es Alex,—le hizo saber al señor— Ella es la que habitara la casa.—yo solo sonreí y le hice una seña con la mano. El señor asintió y con su mano nos hizo la seña para que pasáramos.

Era una especie de fraccionamiento o una privada. Había mucho jardín. Tenia un pequeño parque casi a la entrada, con juegos para niños. Yo estaba encantada, Dylan seguía manejando, mas adentro, como a 3 o 4 calles cerca de la entrada, había otro pequeño parque, lleno de arboles, una gran fuente en el centro y muchos banquillos para que las personas se sentaran.

Dylan, dio vuelta a la derecha y solo se me quedaba viendo, me había enamorado del lugar.
—Esta hermoso Dylan, en serio.
—Que bueno que te gusto, espera a ver tu casa... —detuvo el auto y me miro. —Por que ya llegamos.— con sus ojos me hizo que volteara a mi derecha y viera la que sería mi casa.
— Wow. — fue lo único que dije, me quede como estática. Dylan bajo rápido y me abrió la puerta. Me ofreció su mano para ayudarme a bajar. — En serio Dylan, es como si hubieras leído mis pensamientos. — dije mientras caminábamos hacia la entrada.
—Me alegro Alex. No es muy grande, pero ni muy pequeña, creo que es el tamaño perfecto para que tú y tu mamá estén muy a gusto y vivan bien.
Llegamos a la entrada, el tomo mi mano y me puso las llaves.
—Ahora, mira el interior. Espero te guste como esta decorada.
Abrí la puerta, y ¿que podía decir? era perfecta, era mi casa soñada o la que se le acercaba a mi casa soñada. Las paredes estaban pintadas de colores claros, y una que otra tenia colores obscuros.
La sala y el recibidor eran muy bonitos, al igual que la cocina, a pesar de que no cocinaba mucho, me gustaba como estaba decorada, todo de acero inoxidable y perfectamente pulido.
Dylan me dijo que subiera a ver las habitaciones y que el iría por mis maletas.

Subí y camine por el pasillo hasta una habitación que estaba en el fondo. Abrí la puerta y fue amor a primera vista, sabría que esta sería la mía. Era grande, espaciosa. Una pared estaba pintada de color café claro, las otras eran color blanco y el piso era de madera clara. Los muebles, todo era mi estilo. Moderno, pero a la vez bohemio.

Me deje caer sobre la cama y ahí me quede sentada mirando hacía el gran ventanal, que daba hacia el balcón. Me puse de pie y fui a abrirlo, quería ver hacia donde daba mi vista. Con cuidado, corrí las cortinas blancas, y abrí la puerta. También era espacioso, un pequeño sofá quedaría perfecto aquí.
Tenia muy bonita vista, daba hacia el jardín, que tenia una pequeña piscina y un gran árbol que tenia un columpio. Y mas al fondo, había un asiento doble de madera.
Suspire, todo era perfecto... mi mente comenzó a pensar en todo lo que había dejado.
Unos pequeños golpecitos me hicieron salir de mi trance y me gire para ver de donde provenían.
—¿Te interrumpo?— inquirió Dylan.
—No, todo bien.— sonreí— Me encanto, en serio. Es justo como yo la hubiera buscado. Muchas gracias.
—Me alegro que te haya gustado, y supongo que este será tu habitación. No se porque, pero desde que la vi, algo me dijo que la elegirías.
­—¿La viste?—cuestione confundida, el sonrío apenado.— ¿Quieres decir que tu buscaste la casa y todo?
—Si, yo la elegí. Espero no te moleste.
—No en lo absoluto, pero que pena contigo. Dijiste que lo haría una de tus secretarias.
—Si, lo sé, pero no pude evitarlo.—dijo tímido, mientras colocaba sus manos en sus bolsillos.
Dylan era galán, vestía con saco y pantalón de vestir, la camisa que llevaba a puesta, era blanca y llevaba sin abotonar los 2 botones de arriba, y no llevaba corbata. Cabello rubio, barba de días y ojos azules... bueno y que decir de esa sonrisa que tenia, era muy linda y cautivadora
—No, todo esta bien. Entonces tengo mucho mas que agradecerte, que lindo detalle de tu parte que hayas hecho esto por mi. En serio, lo aprecio mucho.
—No Alex, no me agradezcas nada, ya dije que lo hice por que quise. —miro su reloj, eran las 3 de la tarde. — Debo regresar a la oficina.
—Ok, te acompaño a la puerta.—sonreí.
Bajamos las escaleras en silencio, lo acompañe hasta su auto.
—Muchas gracias por todo Dylan, en serio, no se como pagarte todo lo que has hecho y estas haciendo por nosotras.
­— No Alex, no te estoy pidiendo que me pagues.—guardo silencio unos momentos.
—Si lo haré, Dylan.
—¿Sabes que?
—No, ¿que pasa?
—¿Que harás hoy? — inquirió serio.
—Hmm, desempacaré, me daré una ducha y después iré al hospital a visitar a mi mamá... ¿Por que?
—¿A que hora se termina el horario de visitas en el hospital?
—A las 7 u 8... creo. —no entendía a donde quería llegar. —¿Por?
— ¿Me aceptarías una invitación a cenar mañana? Es que te diría que hoy, pero supongo que estarás cansada, por eso digo que mañana. ¿Que dices? Esa sería mi manera de cobrarte —el sol encandilaba sus ojos y lo hacia ver adorable con sus ojos entrecerrados y su sonrisa de nervios.
—¿ Invitándome a cenar?— me divirtió un poco su comentario. —¿Y si yo te invito? Porque, aun así te debería.
—Tal vez la próxima vez deje que me invites, Ademas... me debes una salida. —me sonrió.—Anda, dime que si.
—Ok, si. Me parece bien, ademas de que no tengo nada que hacer, creo que sera una buena idea.
—Perfecto, haré la reservación y te llamo para decirte a que hora paso por ti mañana.
— Nada elegante.
—Ok, mejor mañana decidimos a donde vamos, para que tu elijas, paso a las 7 por ti.
—Me parece bien. —dije tímida. — Hasta mañana entonces.
—Cualquier cosa me llamas, dale saludos de mi parte a tu mamá. —dijo mientras abría la puerta para entrar al auto. — Cuídate Alex. —me pareció que me guiño el ojo cuando se subió al auto. Le dije adiós con la mano y espere a que arrancara para entrar a la casa. Mi nueva casa.

martes, 12 de abril de 2011

Capítulo #61

Le di un ultimo vistazo a mi habitación, tome mis maletas y salí. Nick me esperaba en las escaleras para ayudarme a bajar mis cosas. Lo mire y el solo me dedico una comprensiva sonrisa, yo solo le dedique una sonrisa fingida. De resignación.
—Bueno, creo que ya tengo que irme. Iré a despedirme de tus papás y de Kevin.—intentaba no mirarlo a los ojos.
—No estas segura en irte ¿verdad? No tienes que hacerlo si no quieres, acá hay muchos hospitales buenos que pueden cuidar de tu mamá, y ellos te pueden llamar si saben algo de tu papá. Alex, aun estas a tiempo de...
—Nick.—lo interrumpí.— ya tome una decisión, no se trata de estar o no segura, se trata de que ya no debo pensar con el corazón. Debo comportarme mas inteligente...—me interrumpió
—Acepta que el motivo por el que te vas es Joe. Por que tu sabes, que todo lo de tu papá y tu mamá lo puedes arreglar acá en Los Ángeles. Acéptalo Alex. Acepta que te vas por el, no por ti.— yo lo mire en silencio, odiaba que Nick siempre tuviera la razón. ¿Por que debía conocerme también?—Estoy esperando tu respuesta...— seguí en silencio. no planeaba hacerle ver que tenia razón. El me siguió observando paciente, con esa mirada que te hacia confesar todo y echar a perder tus planes. Odiaba esa mirada.—Alex...
—Si, ¿de acuerdo?— confesé.— Tienes toda la maldita razón. ¿Y que si me voy? ¿Y que si estoy huyendo como una cobarde? Ya no hay nada que me detenga aquí Nick. Quiero comenzar de nuevo, quiero olvidarme de el.
—Lo sabía.—lo mire cansada— Pero Alex, nosotros nos iremos de gira por meses, ni siquiera tendrás que verlo.
—No lo veré, pero se que estará aquí. —me miro confundido—.O sea, por mas lejos que el este lo seguiré sintiendo cerca, solo por el maldito hecho de que viven en la casa de al lado. —el me siguió observando esperando que cambiara de opinión, pero comencé a comprender su mensaje— Nick. no habrá nada que haga que me quede aquí. Te quiero mucho, si. Pero se que por mas separados que estemos seguiremos siendo amigos. Por eso no me preocupa irme, así que no te preocupes tu también, no me olvidare de ti.
— Odio que seas tan cabeza dura y nada te haga cambiar de opinión.—sonrió— Pero de acuerdo, se que no me olvidaras, ni mucho menos. Es una promesa, yo tampoco te olvidare y nos veremos de nuevo, en cuanto pueda iré a visitarte a Dallas. Lo prometo. —le sonreí y lo abrace.
Claro que extrañaría a Nick ¿como no hacerlo? era quien mejor me entendí, era quien me hacía ver mis errores. Era como mi hermano.

Me ayudo con mis maletas y salimos de mi casa, ya que el taxi que me llevaría al aeropuerto estaba esperándome afuera.
Vi que de su casa, salían Kevin, su mamá y su papá Jonas y Frankie, para despedirse de mi. Con la mirada buscaba a Joe-lo se, soy una masoquista-. Pero era obvio que el no vendría.
Suspire.
—Bien, pues ya se libraran de mi. —sonreí.
—Alex sabes que puedes contar con nosotros siempre que lo necesites, somos una familia, así que no dudes en llamarnos o venir a visitarnos. Nosotros cuidaremos de tu casa.
—Lo se Denise y muchas gracias por todo, en serio, se portaron magnifico conmigo. Pero regresare algún día, espero no se muden. No me gustaría perder el contacto con ustedes otra vez.
—Eso nunca pasara Alex. Ahora nada nos separara.—dijo Kevin.
Me despedi de todos y me dieron algunos consejos, pero inconscientemente yo quería tardarme mas para ver a Joe.
—Bueno, creo que ahora si ya debo irme—dije un poco triste— los quiero muchísimo.—me acerque y abrace a cada uno.
Camine hacia el taxi y me subí, los 5 me miraban desde el sendero. Denise parecía querer llorar. Nick me miraba serio, sabia que se sentía mal por no haberme echo cambiar de opinión. Le sonreí y cerré la puerta del taxi.
Me gire para decirles adiós con la mano, cuando vi que el auto de Joe se había estacionado y el estaba bajando rápidamente.
Me miro. Pero el taxi avanzo, ya no era tiempo de nada. Suspire de nuevo y me acomode en el asiento, mientras las lágrimas comenzaban a salir.

||Joe||

Al terminar la cena, Camilla había salido a hacer unas llamadas, así que yo había aprovechado para subir a mi habitación.
Me había quedado un poco sorprendido al ver a Alex, hoy en mi casa. Pensé que se quedaría mas días en Dallas, pero no pensé que vendría a despedirse, porque se iría a vivir a allá.
Estaba por salir de mi habitación, cuando escuche gritos fuera, me asome por la ventana y vi que Camilla y Alex estaban peleando. Salí corriendo y baje las escaleras rápidamente.

Todo paso tan rápido, cuando me di cuenta de todo. Tenia a Nick gritándome por un lado y a Alex sujeta de la mano. No entendía nada.
—¡Por Dios! ¿Qué pasa?—gritaron— Joe, hermano, ¡suéltala! ¿Que no vez que la lastimas? —mire a Nick confundido.
Mi cerebro no carburaba, todo lo veía distorsionado. Nick salio corriendo detrás de Alex, que se veía muy mal. Me gire y vi a Camilla en silencio detrás de mi.
—Creo que no saldremos hoy.—dije confundido, me sentía mal. Había retado a Alex.
—Pero Joe, ya habíamos confirmado que iríamos a la fiesta. Tu amiga tiene la culpa de todo, es una...
—¡Camilla!—la interrumpí—Dije que no saldremos, no me siento bien. Vete a casa antes de que se haga mas tarde.

Camilla se fue un poco molesta y yo entre a mi casa confundido, también molesto... Conmigo.
Subí a mi habitación y entre al baño, abrí la llave de la ducha y me metí así... con todo y ropa. El agua caí sobre mi cabeza y yo solo sentí una punzada en el corazón. Últimamente no me sentía yo, me sentía extraño.

Después de varios minutos, si no es que 1 hora, salí de la ducha y me puse algo cómodo, me tumbe en la cama y me quede viendo el techo intentando buscar la respuesta a todo lo que estaba pasando.

.

—Si, Alex se va en unas horas... No, no puedes salir.... ¿No puedes esperarte media hora más?....Oh vamos, no podrás verla hasta verano si Dios quiere, y para eso falta mucho...
Escuche una voz en el pasillo, era mi mamá al parecer haciéndole entender algo al terco de Frankie, vi el reloj que tenia en la mesa de noche y vi que eran las 9.30am. Me talle los ojos y me estire, me puse de pie y me asome por la ventana, el día estaba extraño, había sol, pero hacía mucho aire.

Me arregle y baje a la cocina, todos estaban reunidos ahí.
—Buenos Días, Joseph. —dijo mi madre mientras me daba un beso en la mejilla.
—Buenos Días—dije, todos me sonrieron menos Nick. Había olvidado lo que había pasado la noche anterior, y por lo que veía, Nick estaba molesto conmigo y su rostro me decía que quería hablar conmigo.
Yo no tenia nada que hablar.
Seguí desayunando, y Nick no me quitaba la mirada de encima.
—Bueno, ¿que pasa?— interrumpió mi papá las miradas que Nick y yo intercambiábamos.— Están muy callados ustedes dos ¿que pasó?
—Nada.—dije.
—Si, como dijo Joe, nada—recalco Nick, esa ultima palabra. NADA. Cuando la verdad había pasado algo, importante al fin de cuentas.

Nick siempre estaba del lado de Alex, siempre le daba la razón y yo siempre salia como el culpable, aunque acepto que ayer me deje llevar y que no debía de haber reaccionado así, pero Camilla es mi novia y debía defenderla.
—¿Defenderla de que? ¿De Alex?—dijo una voz dentro de mi. Me quede mirando hacia la nada.
—Joseph, ¿estas bien?
—Sí, mamá.—me puse de pie y deje la servilleta sobre la mesa.— Regreso mas tarde.
—¡Pero no terminaste tu desayuno!
—No tengo hambre, regreso al rato mamá.
—¿Joe...? ¿estas bien? ¿No despedirás a Alex?
—No tardo. —dije al fin, Nick se me quedaba viendo, yo lo mire de regreso y después me encamine hacia la puerta. Salí y comencé a sentir que alguien me seguía.
Me tomaron del brazo y me giraron con fuerza.
—¿A donde vas?
—Nick, déjame.
—Ni se te ocurra ir a ver a Alex.—me dijo serio.—No puedo creer lo que hiciste ayer, ¿Que estabas pensando eh? ¿Que pasaba por tu mente en ese momento?
—No se Nick, no se que paso. No me reproches nada, porque ni yo se bien que era lo que estaba haciendo.
—Ahora resulta ¿no? Estuvo mal Joe, me decepcionaste. —me miro y me dio la espalda, caminando hacia la casa de Alex.

Me quede mas confundido, era OBVIO que mi hermano estaba molesto y mucho conmigo.
Camine hacia el garaje y saque el auto. Tenia que distraerme y pensar las cosas, pero mas que nada, intentar entenderlas.

Estuve un razonable tiempo manejando sin pensar, cuando vi que había llegado inconscientemente a un pequeño parque. Si, era el parque al cual Alex me había traído hace poco, al lugar donde yo le había prometido que no traería a nadie.

Recuerdos de aquella noche comenzaban a colarse en mi mente, conforme me acercaba a aquel árbol.

"—¿Un parque?
—Si, un parque— sonrió.
—¿Pero porque un parque?, ¿Este es un lugar espacial para ti?
—Exactamente aquí no, es más adelante... quiero ver si comienzas a recordar o algo por el estilo.
—Recordar...esa palabra comienza a atormentarme...."

Nick, Kevin y Alex siempre decían que yo debía recordar. Pero no sabia que era lo que debía recordar.
Camine alrededor del árbol y lo observaba de nueva cuenta.
"—Solo observa a tu alrededor.... ve mas allá de lo que tus ojos pueden ver"
Y seguía mirando...intentado recordar a la perfección esa noche.
"—Alex...
—¿Qué?
—¿Puedes venir?
—¿Qué pasa?
—Son nuestros nombres...........
—Un día tu y yo venimos aquí y lo grabamos, dijimos que nadie conocería este lugar, ya que seria nuestro lugar especial, solo para ti y para mi...."

Nuestros nombres... oh vamos, unos amigos no tallarían en un árbol su nombre, solo porque son amigos. Esa era mi letra, por mas que intentar pensar que no, si era. no era la de Alex, ni la de nadie mas. Yo había escrito eso.
Sentía algo en mi pecho, como un nudo que quería deshacerse.

"—No pienses que te estoy forzando para que recuerdes, si no lo haces, no importa, digo... no se puede hacer nada.
—No pienso eso Alex, en serio. Lo único que pienso es que me quieres ayudar nada más. Yo se, que serias incapaz de hacer algo así."

Estaba seguro de eso, de que Alex era incapaz de hacer algo en contra mía. Pero...
¿Porque habría querido golpear a Camilla ayer? Había algo ahí que no me cuadraba. Me senté y recargue mi espalda sobre el tronco y cerré los ojos.

Ahora que recordaba, esa noche le había platicado a Alex, que habían intentado robar el auto de Camilla y que al revisar si no se habían llevado nada, había encontrado una bolsa negra con cosas extrañas y algunas fotografías mías y de Alex.
Nunca entendí porque Camilla tenia eso... o para que lo quería.
A menos de que.... Como si por arte de magia, alguien hubiera puesto la respuesta en mi mente.
Me puse de pie y corrí hacia el auto, al parecer todo cuadraba ¿y si Camilla tenia que ver con esto mas de lo que imaginaba? Me había equivocado.
Corrí y entre el auto, lo encendí y arranque. Mire mi reloj, eran las 11.40am, Alex tenia que estar antes de las 12.30 en el aeropuerto según había escuchado.

Me quede estancado en el trafico, y el reloj seguía corriendo, debía hablar con ella, pedirle perdón.
Cuando por fin se puso en verde, pise el acelerador, no me importaba si algún policía me paraba por ir a exceso de velocidad, debía hablar con ella, debía lograr que me escuchara.
Mire el reloj, estaba cerca de la casa, eran las 12 en punto.
—¡ Maldición!— golpee el volante—¡No llegare a tiempo!
Cuando di vuelta en la esquina, logre ver que Alex se estaba subiendo al taxi. Acelere, pero fue imposible, cuando baje del auto, ella ya había arrancado.
Me quede estático, viendo como Alex se alejaba. Kevin me puso la mano sobre el hombro.
—Llegaste tarde...—dijo mientras elevaba sus hombros y entraba a la casa.
Mi mamá y papá me observaban, pero no dijeron nada y se alejaron igual que Kevin.
Me lleve las manos al rostro intentando reprimir las lagrimas de coraje que me tenia. ¿ Debía buscarla para arreglar las cosas?
—No pienses en buscarla, Joe. Dale tiempo y date tiempo a ti. —dijo Nick comprensivo, al parecer el coraje se le había bajado o no se, pero me miraba diferente a como lo había hecho horas atrás. —Solo no la busques, no la llames, no hagas nada. —lo mire y el me dio una media sonrisa, mientras se alejaba de mi lado y me dejaba ahí, de pie en medio del jardín, sin saber que hacer.

Alex se había ido y yo no había hecho nada para detenerla.